Demente
En su derecho está en que en un mundo de cuerdos un demente pueda estar, y llegados a este caso quien esgrime la cordura y quien se abstrae en la imaginación.
Yo solo soy el bufón en un mundo de reyes, mas no por ello mi pensamiento carece de valor. Lucido o trastornado ¿qué más da?, la inspiración mide a todos con la misma vara y a todos da su bendición.
Quizás demente sea, y para mi quisiera la demencia de Dalí o tal vez de Picasso su locura me pidiera.
No niego que me falte sensatez, ¿pero a que demente que se precie no le falta también?. El mundo por si solo gris es, ¿por qué no darle la alegría del color con un poco de desfachatez?.
Halagado me siento cuando un demente, demente me llama porque será la conversación más cuerda que podre tener.
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