VIII
¿Acaso estoy enloqueciendo?
Definitivamente si.
-No. -Dije contra mi voluntad.
No dejaría que siempre solucionara las cosas de esta manera. Era estúpido. Estaba molesta, algo me decía que no estaba siendo cien por ciento sincero y aquello me torturaba. Solo imaginarme que el tiene que ver con toda esta mierda que estaba pasando me aturdía.
Rogaba a Dios que no fuera cierto,
-Apártate -Pedí cortante. Aún así, no lo hizo- Te estoy hablando en serio.
-¿Y si no quiero?
-¿En serio aún piensas que me sigues alterando las hormonas? -En realidad so, pero no debe saberlo.
-Sabemos que sí. -Respondió casi en un susurro. Fue entonces cuándo me di cuenta de que si no me alejaba en ese momento, ya no podría hacerlo después. Así que lo hice.
-No quiero saber nada de tí ¿Oíste? -Hable caminando hacia la puerta.
-Necesito que me escuches. -Lo ignore completamente y seguí i paso, si no salía de esa casa terminaría por infartarme. Pero claro, debía aparecer el idiota que había sugerido, técnicamente, matarme.
-¿A donde vas? -Pegunto desafiante, tomándome del brazo. Lo primero que hice fue rodar los ojos y mirar brevemente de donde había salido, si ese idiota no venía su amigo terminaría con el brazo roto.
-Clyde no la toques. -Oigo la voz de Lincoln a mis espaldas.
-¿Que vamos a hacer con ella? -Pregunta. A este punto no siento nada. Entonces el dice algo que de verdad me alivia y me sorprende al mismo tiempo;
-Nada.
-¿Como que nada? -Cuestiona incrédulo.
-¿Hay algo que yo no sepa? -Me hice la desentendida. Sabia perfectamente que esto era como una película en a que alguien se entera de los planes malos y quieren eliminarlos.
-No va a irse así, sin más. -Espeta el de nombre Clyde. Entonces empiezan los idiotas.
-No podemos matarla así no más. -Dice Lincoln. El bien idiota no tiene ni idea que sea español.
-¡Pero sabe algo!
-Jordan se enojaría si lo hacemos, porque es una chica. -Masculla. ¿Jordan estaba metida en todo esto?
Y ¿Debería asustarme? No es como "¡Oh Por Dios! ¡Dos locos hablando en un idioma desconocido y uno quiere acabar conmigo!" Pueden creer que llegue a pensar que hace un rato hablarían en donde enterrarían mi cuerpo, o como hacerlo para que nadie lo sepa jamás, Tal vez quemarlo, pff, esto es ridículo.
-Vete a cara, Ronnie. -Escupe mi vecino.
Eso es suficiente para que empuje a su amigo -que ahora conozco- y pueda salir de esa casa. Y es que, a decir verdad, hay un punto en el que se que esta mal, siento que esta semana he hecho todo tipo de cosas que no deberían ni siquiera cruzarse por mi mente.
Empezando por el hecho de que bese al vecino horas después de que haya llegado a la ciudad.
Y luego lo volví a besar, y otra vez, y otra más...
Okey, quizás nos besamos muchas veces.
El punto, es que desde ese momento cosas raras han comenzado a pasarme, de repente, me siento observada cada segundo, literalmente, cada vez que salgo a la calle me siento desprotegida, mucha más de lo que antes. Quizás para el todo sea normal, o quizás yo este paranoica, pero a decir verdad, algo no anda bien y cada vez que lo tengo a mi lado siento que es por su causa.
Desde que sea ha mudado han desaparecido dos personas, suelo oír gritos en su casa, y realmente, a estas alturas, siento que el no esta bien de la cabeza. Mis sospechas se confirmaron aún más cuando recuerdo la pequeña parte de conversación que tuve con él.
Si hay algo de lo que estoy segura, es que Lincoln es peligroso.
Peligrosos de verdad. No uno de esos chicos que te podrían dar un pequeño susto, hablo de aquello que son bastante raros y atractivos, pero que cuándo menos te lo esperas, resultan ser asesinos en serio o algo así.
Esta bien, quizás acabo que inventarlo... ¡Pero ese no es el punto! El punto es que, el sabe lo que sucedió con Addison, y me siento idiota, demasiado a decir verdad. ¿Qué demonios sucederá si confirman que el cuerpo es de Addison? La culpa me carcomerá de por vida si es así, yo se algo.
...
-Me gustas salir contigo. -Admite en un susurro Jack mientras me observa fijamente.
Habíamos quedado en salir y decidimos quedar en mi casa. Noah no estaba y es mejor que ir a algún estúpido lugar caro. Además, me da pánico quedarme sola, sin Noah en casa, me siento desprotegida.
Con Jack no sabía ni que teníamos, nos besábamos, coqueteábamos, pero aún así nadie dice nada al respecto -O al menos yo no lo entiendo- después de todo, nunca he tenido una relación.
Su mano aparta un rebelde mechón de cabello que tapaba una pequeña parte de mi rostro, haciendo que mi corazón se acelere un poco y mi respiración se agite. ¡Pero es este el jodido problema! Yo sabía que el me gustaba, pero el ¿Qué pensaba de mi? De pronto se acerca de nuevo y se que va a besarme. No se que sucede, no con que fuerza lo hago, pero siento como si mi estomago daba vueltas y lo freno, posicionando una mano en su pecho.
Su ceño se frunce y no es para menos. Probablemente he lastimado su hombría.
-¿Estas bien? Pareces asustada. -Dice de pronto y siento que mi cabeza da miel vueltas, ni siquiera me considero capaz de oír bien lo que esta diciendo.
-Me duele la cabeza. -Respondo y seguidamente me llevo una mano a un lado de esta, justo donde siento pequeñas palpitaciones, haciendo leves muecas por el dolor.
-¿Tienes algún medicamento? -Suena preocupado y si no fuera porque estoy a punto de morir, me sentiría bastante feliz. Estoy lista para contestar pero escucho como la puerta se abre y se cierra de un portazo.
Ambos buscamos con la mirada lo que sucede y vemos a mi hermanastro ahí, recargado en la puerta. Luce frustrado y nos mira raro.
-Hola Noah -Es lo único que mis labios articulan.
-Hola Hermanita. -Saluda y arquea una ceja mirando a Jack- Y amigo de mi hermana que parece que no lo quieren en su casa -Termina.
Noah se la ha pasado diciéndome que mi cita frecuente es un idiota y que le da desconfianza. Sin embargo, se que es solo porque no lo conoce, Jack es realmente genial y no podría estar más feliz por pasar tiempo con el estos últimos días. Jack solo da un asentimiento con la cabeza mientras ríe en forma de saludo.
-¿Ronnie Anne? ¿Podemos hablar? -Pregunta mi hermanastro y suena bastante incomodo. Ladeo mi cabeza de arriba a abajo y me levanto del sillón, siguiéndole a la cocina a paso rápido.
-No me agrada él. -Suelta una vez más, yo ruedo los ojos- Y se que no servirá de nada, pero no te conviene verlo. Lo digo en serio. -Una carcajada sarcástica escapa de mi.
-¿En serio piensas hacerte el hermano sobreprotector conmigo?
-¿En serio piensas hacerte la adolescente rebelde? -Contraataca cruzándose de brazos.
-He pasado más de quince años de mi vida cuidándome sola y no me ha sucedido nada.
-Y mejor prevenirlo. -Termina, poniendo sus brazos en mis hombros- Mira, de verdad, no quiero hacer esto, pero si sigues viéndolo voy a tener que hablar con tu madre. -¿Pero que demonios...?
-¿Acaso estas loco? ¡Dios mío, Noah! No porque hayas empezado a vivir aquí significa que puedes hacer lo que se te de la gana -Le digo enojada. De pronto, el dolor de cabeza se hace más fuerte.
-Estoy haciendo lo correcto. -Dice el. Siento las palpitaciones más fuertes en el centro del cráneo.
-Una mierda. -Contesto.
-Hago esto porque en este punto, el no me genera nada de gracia. -Saca a relucir.
-Tu no me generas gracia a mí ¡Y vivo contigo! -Destaco furiosa ¿Desde cuando se supone que este bueno para darme ordenes?
-¿Acaso lo has visto? ¡Parece peligroso! De pronto esta contigo y luego hace cosas raras. -Suelta y mi curiosidad despierta. Las palpitaciones aumentan cada vez más y siento como mis ojos estan llenos de lagrimas.
-¿Cosas raras? -Pregunto y sueno mucho más debil de lo que debería sonar. Coloco una de mis manos en el lugar adolorido y lo apretó fuertemente, duele tanto que no puedo respirar bien. Me toma unos segundos darme cuenta de que Noah esta hablándome y luce preocupado, pero no lo oigo, de pronto, un chillido se ha apegado a mi cabeza y es lo único que puedo escuchar. Miro a todos los lados y me siento desesperada, se siento como si mi cabeza fuese a explotar en cualquier momento. Llega un momento en el que ya no puedo mantenerme de pie y cedo, me dejo caer y uso una de mis brazos para recostarme en la pared blanca. De repente siento que poco a poco pierdo mi conocimiento y me desespero, respiro agitadamente y trato de buscar algo con mis manos -Ni siquiera se que busco, solo lo hago-
Un pequeño grito escapara y algo me dice que esto es anormal
Grito.
Susto.
Desesperación.
Frustración.
Miedo.
Palpitaciones.
Dolor.
Y lo peor es que no oigo absolutamente nada.
Mis parpados se abren pero no logro visualizar bien, todo es borroso como para saber que pasa. Veo como alguien entra a la cocina, y me carga a no se donde, no tengo ni la menor idea de que sucedió con mi hermano, pero tengo la fe en que me esta llevando al hospital.
...
Blanco.
Absolutamente todo se ve blanco.
Por un momento siento que este es el cielo y he muerto, pero lo descarto. Me encuentro para en el centro de donde sea que me encuentro, pero hay algo.
Una silueta.
El miedo me invade rapidamente y de pronto quiero vomitar. Pero no lo hago, porque utilizo todas mis fuerzas para correr lejos de lo que sea esa cosa que me persigue.
Me da miedo principalmente porque es como si de alguna forma, esa cosa, quisiera que me asustara. Si lo que buscara fuera eso exactamente.
Trato de correr y entro en pánico cuándo mis pies no se dignan a moverse.
Santa mierda...
Veo como esa cosa se acerca a mi y no se que hacer. Me siento desesperada y siento un dolor de cabeza tan profundo que dudo demasiado que sea normal.
Mis piernas ceden y quedo de rodillas, el frio del suelo me hace temblar, y mi corazón late debocado al verlo acercarse a mi. Me dijo en su oscuridad, en todo su ser, en el miendo que desprende, lo grabo todo en mi memoria.
De la nada, se acerca a mi a paso lento, mucho más lento que antes, y luego, sucede lo que me sorprende y me lleva a enloquecer.
Sus ojos brillan como si tuviera linternas adentro.
Y luego de eso, solo veo oscuridad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro