VI
Sucesos extraños.
Toque de queda.
Desperté cuándo sentí la garganta seca, disgustada mire la hora, dos y cincuenta de la madrugada, aparte la frazada que tenía encima y me levante, sintiendo el frio del piso en mis pies.
Unos sonidos llamarón mi atención, sonaban agresivos, como si hubiera gente peleando verbalmente.
Me asome a la ventana, tocando con las yemas de mis dedos el vidrio empañado por el clima extremadamente frio.
Distinguí rapidamente a Lincoln y a Jordan, peleando frente a su casa, ¿Apenas volvían de su dichosa cita?
Trate de oír algo, más todo resulto en vano, abrumada abrí un poco la ventana.
-¡Sabes que esto va a terminar mal! ¡Eres consiente de eso! Y aún así ¡Estas jugando! ¡Le puede pasar algo extremadamente malo! -Le grito ella. Mi mirada se poso en Lincoln, se veía enfadado, inevitablemente lo primero que formulo mi mente fue...
«¿Que esta pasando?»
-¡Deja de pensar que no puedo manejar esto solo! -Respondió él.
-¡No solo tiene que ver contigo, tiene que ver con todos nosotros! ¡Los desafiaste como idiota! ¡Y la tomaran a ella, la matarán o la secuestrarán, tal vez la torturen y tu no podrás hacer nada!
-¡No voy a permitir que la tomen como un juguete y que se vayan ilesos!
-¡Estas mordiéndonos a todos! ¡Esto es una mierda, Lincoln!
-¡Yo no pedí tu ayuda!
-¡Pero sabes que la necesitaras!
Silencio. Un gran silencio entre ellos invadió el ambiente.
Ella negó molesta con la cabeza, y se subió en un choche que desconocía, pero no era el de Lincoln, y simplemente, se fue. Pude ver como el caminaba hacia la puerta de su casa y entraba, cerrando de un portazo.
¿Qué demonios había sido eso?
¿El estaba en problemas? ¿Porque? ¿Con quienes? ¿Qué tenía que ver Jordan?
Me aleje de la ventana aún confundida y abrí la puerta de mi habitación, saliendo por esta, mi garganta ardía por agua.
Baje las escaleras lo más silenciosa que pude y me asome a la cocina, para m i suerte, las luces estaban prendidas, porque si no hubiese sido así, jamás hubiera podido prenderlas.
Sentí como mi seca garganta daba un brinco de alegría cuándo saque mi botella de agua del refrigerador y me lo bebí rapidamente, sentí un poco de frio por el liquido helado pasando por mi garganta, pero aún así, no fue molesto. Una vez que me sentía satisfecha, deje el agua en su lugar y subí tranquilamente las escaleras, aún con dudas en mi mente.
Definitivamente había algo que Jordan sabía y yo no.
En cuándo llegue a mi habitación y cerré la puerta, sentí como me empujaron contra ella. Rapidamente reconocí el aroma a alcohol, subí mi mirada, sin saber muy bien lo que estaba pasando, molesta por el susto que me habían dado por empujarme.
-¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡Son casi las tres de la mañana! -Solté y le di un empujón separándolo de mi. Su semblante moleste y el odioso olor que tenía me hicieron darme cuenta de su estado de ebriedad, así que era eso, había bebido de más.
-¿Has tomado? -Pregunte enfada. Genial, lo había dejado unas horas y ya venía borracho, y para empeorarla, bajando del auto de una chica.
-¿Te importa? -Su tono de voz elevado solo me molesto más. ¿Quién se creía que era para aparecer en mi habitación y tratarme de esa manera?
-¡¿Qué te sucede?!
-¡Tu! ¡Eso es lo que me sucede!
-¡Aléjate! -Exigí cuándo lo vi acercarse de nuevo.
-Como si pudiera. -Lo oí murmurar.
-¡Escúchame bien! Si vas a venir a mi casa, respétame.
-¡Pero no te he hecho nada!
-Respóndeme una cosa. ¿Qué haces aquí? -Pregunte señalándolo con mi dedo índice, el no respondió- ¿Qué haces aquí? -Dije más dura. El pareció no entender muy bien, analizo mi habitación por unos segundos y luego sus ojos volvieron a posarse en mi, parecía confundido.
-No lo sé... -Hablo al fin. Debo admitir que su mirada hizo que me de lastima, ¿Estaba así por pelear con Jordan? ¿Ella le había hecho algo?
-Ven, debemos ponerte sobrio. -Dije suavemente, algo me decía que estaba en problemas y no quería preocuparlo aún más preguntándole. Oí sus pisadas siguiéndome por detrás, lo guie a mi baño y lo ayude a entrar a la bañera.
-¿Vas a aprovecharte de mi, linda? -Me sonrió, tratando de calmar la situación, yo no le devolví la sonrisa, él pareció notarlo- ¿Estas molesta conmigo? -Yo lo ignore- No estés molesta conmigo -Hizo un pequeño puchero.
¿Y como quieres que me siente si todo indica que estas así por la tonta de Jordan?
-No estoy molesta -Conteste- Sácate la camisa.
-¿Que? ¡Sabía que te aprovecharías!
-¡No! Pero debes darte un baño, hueles a alcohol. -El asintió divertido, aún seguía molesta, así que una vez que lo vi quedarse con el torso desnudo, encendí la bañera sin necesidad de avisarle. Soltó un pequeño gritito, que yo ignore completamente y comencé a reír.
-No, tu no te salvas. -Aviso.
Segundos después, ya me había tomando por la cintura y metido a la bañera, así que me encontraba empapada, atrapada en sus brazos y sus piernas que enrollaban mi cuerpo.
-¡No! -Me queje, tratando de huir, completamente congelada.
-¡Tu empezaste! -Recalco riendo
-¡Yo quería ayudar!
-No grites, tu hermano va a matarnos si nos ve- -Susurro con una sonrisa.
-Dejame levantarme. -Pedí, pero su agarre no se disolvió más.
-Quédate un rato más. -Rogo. Por un momento lo dude, pero después de todo, ya estaba empapada, no perdía nada. ¿Sería malo preguntarle que paso?
-¿Lincoln..? -Lo llame.
-¿Si?
-¿Puedo preguntarte algo?
-Dime.
Okey, aquí vamos.
-¿Porque discutiste con Jordan?
Al instante, sentía como se tenso, también apretó su agarre en mi cintura. No contesto.
-¿Que oíste?
-Estaban peleando
-Pero, ¿¡Que oíste?! -Alzo la voz. Por instinto cerré los ojos y temblé un poco, con miedo- Yo... Joder, lo lamento.
¿Qué era lo que no me podía decir?
-Lo mejor será que salga. -Murmure poniéndome de pie. Él se quedo ahí, quieto, no dijo nada. Fui a mi habitación y me enrolle con una toalla. Aún temblando de frio, me puse a buscar un poco de ropa seca, y luego me vestí con una polera grande y unos pantalones de dormir. Aunque no lo crean, así un frio infernal.
Fui lentamente al cuarto de limpieza, y pude ver un poco de ropa de invierno de Noah, los tome para prestárselo a Lincoln. Una vez que llegue al baño, se lo pase junto a una toalla, él no me dijo nada, solamente las acepto, entonces salí para que se vistiera.
De un momento a otro, me arrepentí demasiado de haberle preguntado y ponerlo incomodo. Lo vi salir, ya vestido, temblé un poco de nuevo y me metí a mi cama, no quería que las cosas se queden así de raras.
-Creo que lo correcto es que me vaya -Hablo.
Si me conocieras sabrías que nunca hago lo correcto.
Recordó mi mente.
Lo vi salir por la ventana, no me despedí, no quise hacerlo, quería saber que sucedía y el no tenía intensiones de contarme, y eso me molestaba. Habré pasado unos minutos despierta, y luego caí rendida en un sueño profundo.
...
Truenos.
Oía demasiados truenos, había empezado a llover hace unos minutos más o menos, no había podido dormir desde ese momento, les tenía una gran fobia a esos ruidos fuertes.
Me recordaba a la lluvia por la que papá no pudo volver a casa.
Y esa noche, lo asesinaron en el hotel en el que se alojo.
Había estado llorando de un momento a otro, acurrucada entre mis mantas, incluso creía que podría ir a la habitación de Noah, pero no lo hice, me quede ahí, enredada en las frazadas, con un nudo en la garganta y mi rostro mojado.
-¡Ronalda! ¡No puedes comer dulces a esta hora!- Me reclamo mi mamá-
Estaba robando caramelos de la alacena a las uno de la mañana, ella se había dado cuenta y vino a regañarme automáticamente.
-Solo me he comido uno. -Prometí, escondiendo los otros atrás de mi.
mamá miro atrás de mi, y por más de que trate de ocultarlos, ya era tarde, me los había encontrado.
-¡Me mentiste! ¡A tu habitación! -Cabizbaja, volví a mi cama, aún masticando el único dulce que había podido sacar.
-Psss, Ronnie. -Oí a papá, el solía llamarme por ese nombre cariñoso, no como mamá. Rapidamente, me puse de pies, confundida- El me lanzo dos caramelos, guiñándome un ojo.
-Recuerda cariño, si vas a comer dulces, luego cepíllate los dientes, y no olvides invitarme. -Me dijo, como siempre, sonriendo. Luego cerro la puerta. El siempre me defendía.
Abrí los ojos al ver a Lincoln en mi cuarto. ¿En que momento había entrado?
-¿Estas bien? -Pregunto preocupado, acercándose lentamente
-No. -Tartamudee, no era momento de hacerme la fuerte. Estaba tan dolida que sentía mi respiración pesada, y los ojos me ardían y aún así, no podía dejar de sollozar.
Pude verlo envolverme en sus brazos, tarde un poco en reaccionar, pero cuándo lo hice, se lo correspondí, escondiendo mi rostro en su cuello, llorando un poco más fuerte.
En tanto tiempo no había podido desahogarme con nadie, Bobby, luego de la muerte de papá, se encerró a si mismo, mamá estaba dolida, y yo, yo solo me sentía molesta con el mundo por haberme arrebatado a lo único que no quería perder.
Y lo había perdido.
Como dije, mamá no era la mejor persona hablando de papá, no le gustaba tocar el tema, y siempre lo esquivaba, le molestaba que yo hable de él. Noah y Bob, obviamente, no entenderían nada porque son nuevas personas en mi vida, no lo conocieron, no saben lo genial que fue.
Y Lincoln, el era realmente distinto en todos los aspectos. Normalmente no querría que alguien a quien conozco tan poco me vea en ese estado, pero aquí estábamos.
Confiaba en él.
Por un momento, la idea de contárselo todo había cruzado por mi mente, pero los toques acelerados en mi puerta me distrajeron.
-¡Ronnie! ¿Estas ahí? -Sonaba preocupado, automáticamente, me dio un mal presentimientos- ¡Necesito que abras! -Mire a Lincoln, sin saber que hacer y le apunte el baño, el asintió con una sonrisa burlona y se metió, cerrando la puerta.
Inmediatamente abrí la puerta y vi a Noah asustado, su semblante me explicaba que algo no estaba bien, algo por su tono de voz, yo ya había entendido.
-Dios mío, Ronnie Anne, algo realmente malo esta pasando.
¿Eh?
-¿De que estas hablando?
-Encontraron un cadáver.
Ahora todo tenía sentido, Royal Woods no era un lugar interesante, si alguien Moria aquí, era motivos de salud. Y algo me decía que no era así.
-Ronnie... -Empezó- La encontraron sin rostro, es irreconocible.
No pude esconder mi sorpresa, ¿En que tan malas condiciones debía encontrarse un cuerpo para no reconocerlo?
-Hay más. -Continuo- Addison Henderson esta desaparecida.
Addison, por supuesto que sabía quien era, una de aquella chicas populares pero no odiosas, me había cruzado con ella varias veces porque ambas teníamos una amistad con Sid, sin embargo, jamás habíamos entablado una conversación tan larga.
Sid...
Estará destrozada...
-Oh, Dios, hoy no la vi en la preparatoria -Recordé con un hilo de voz.
-Ronnie Anne, no estas entendiendo -Empezó- Se rumorea... que el cada ver es de ella.
-¿Que? -Pregunto. Nunca me había puesto a pensar que esto pasaría alguna vez y no estaba preparada. En un día, una muerte.
-Van a hacer pruebas para confirmarlo. Hace un momento han avisado que hay toque de queda. Nuestros padres no podrán venir hasta la próxima semana, debido a que el funeral esta tardando demasiado.
-Yo... no se que decirte. -Solté, desviando la mirada hacia la pared- ¿Y si les pasa algo? ¿Qué haremos? -Grite frustrada, mi voz casi se rompe.
No podía perder a mamá. No estaba lista. Sentí los brazos de Noah a mi alrededor, me aferre a él, como si fuera lo único que me quedara, y en realidad, lo era.
-Tranquila, no va a sucederles nada, te lo prometo. -Me reconforto, volviendo a tomar distancia.- Ya que no tendremos clases, aprovechare para seguir durmiendo. -Continuo y soltó una risita.
Yo asentí con una pequeña risa y lo vi alejarse nuevo, para luego entrar a su habitación. Cerré mi puerta unos segundos después, aún descolocada.
¿Qué demonios sucedía en Royal Woods? ¿Qué sucedió con Addison? ¿Por qué todo era tan confuso y misterioso?
-naibii polițiști -Dijo Lincoln, saliendo del baño, tenia los puños apretados y aún en la oscuridad se notaba enfadado.
¿Qué rayos...?
¿Era otro idioma?
¿En serio me hablaba en otro idioma cuándo solo sabía dos? ¿En serio?
-No te entendí nada. -Admití confundida.
-Lo sé.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro