Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

III

Estaba aquí, con Ronnie.
Por un momento creí que se iban a besar.

-Ye te he dicho que ha pasado. -Bufe, llevaba media hora tratando de que Noah crea mi versión un poco incierta de lo que había pasado.

Y el idiota se negaba a hacerlo.

-Mira, te encontré aquí, con un chico, se rehusaba a irse, fueron a tu habitación, y bajaron sin decir ninguna palabra, no importa de que forma lo vea, fue lo que paso, lo que YO vi. -Respondió con sus ojos verdes sobre, como criticándome en silencio.

-¡Es que no paso nada interesante! Ne sigues mirando con ese rostro de pervertido y me molesta. -Exclame ante su mirada.

-Es que creía que de los dos yo era el pervertido.

-¡Y es así!

-Claro que no, ahora la sucia eres tu. -Me molesto.

-Nadie te dice nada cuándo tu y Chloe y tu se encierra en tu habitación -Lo mire picara.

-¿Que tiene que ver Chloe en todo esto?

-¿Porque no aceptas que te gusta? -El soltó una gran carcajada, sabía perfectamente que diría una estupidez.

-Por que no me gusta.

-¿En serio piensas que voy a creerme tremenda estupidez? 

-Yo no he mencionado la respiración agitada de tu novio cuándo bajo. ¡Por un momento creí que se iban a besar!

-No es mi novio.

-Tampoco que tu labios estan muy rojos.-Oh mierda. Toque mis labios con las yemas de mis dedos y me queje mentalmente, había pasado solo unas horas con Lincoln y este era el resultado. Y no tengo ni la más mínima idea de como pasamos de discutir a besarnos.

-¿Como se llama? -Pregunta levantándose del sofá.

-No es mi novio, y se llama Lincoln, si quieres anda y pártele la cara. -Conteste-

-¿Así que... Lincoln? -Se encamino a la cocina, aproveche para inhalar un poco, totalmente abrumada.

-¡RONALDA ANNE SANTIAGO CASAGRANDE! -Grito Noah desde la cocina.

¿Y a este que...? 

Oh mierda.

Noah. Cocina. Helado Caro.

Subí las escaleras lo más rápido que pude, ignorando que el castaño me pisaba los talones probablemente intentado matarme.

Entre a mi habitación y cerré la puerta con seguro, a penas lo hice, el golpeo repetidamente soltando maldiciones hacía mi. Me recargo y me dejo caer en la puerta, sabía que Noah estaría jodidamente molesto, pero no me había puesto a pensar en como demonios saldría de mi cuarto sin morir.

¿Cuándo volverían mamá y Bob? 

¡No podía permanecer en mi habitación tanto tiempo! ¡Debía ir a la escuela! 

Escuela. Primer día de la semana. Mañana.

Estaba frita.

...

No sé como termine dormida en el suelo, apoyada en la puerta, técnicamente, sentada, y con un dolor de cuello que me recordaba lo incomodo que fue la noche.

-Buenos días, bonita.

¿Acaso nada bueno va a pasarme esta semana?

-¿Que rayos haces aquí? -Reclame poniéndome de pie, estirando mi cuello, soportando el dolor.

-Linda noche la que pasaste ¿No?

Su uniforme. Es el uniforme de mi escuela.

-¿Que te dije de entrar a mi habitación? 

-¿Que te dije de que no hago nada correcto? 

-¿Que hora es? -Pregunte sacudiendo mi gran polera. Él tomo su celular, un bonito IPhone color mate, bastante grande en su mano. 

Jodido niño rico.

-Seis y treinta y siete.

-Mierda -murmure- ¡Mierda, mierda! ¡Voy tarde! -Digo tomando mi mochila, el día anterior, mamá me había obligado a hacerla, ya tenía adentro mis útiles, pero debía verificarlo todo. Una vez más confirme que todo estaba listo, me acerque al armario y quite mi uniforme, la camisa blanca que mi madre había planchado hace dos días, con cualquier polera que me encontrase, tome la falda sin ningún daño.

Mi día estaba mejorando poco a poco.

Me adentre al baño y me vestí lo más rápido que pude hacerlo, luego me lave los diente y moje mi rostro para levantarme. Una vez que termine salí del dichoso baño, dejando mi ropa anterior sobre el lavamanos.

-Bonita figura. -Comenta, mirándome de arriba a abajo.

-¿Que haces aquí tan temprano? Te gusta perturbarme ¿No es así? 

-Es mi nuevo trabajo. -Se encoje de hombros.

-Muy graciosos, pero hablo en serio.

-¿Quieres que haga lo mismo que hice cuándo hablabas anoche? -Acoto con una sonrisa perversa.

Que hijo de...

-No conozco la escuela, he ingresado recién. -Comienza- Voy a llevarte, ya sabes, para que me guíes por el camino.

-¿Necesitas mi ayuda? -Reí.

-Más bien, tu la necesitas, yo podría buscar a una chica con el mismo uniforme por la calle y seducirla para que me lleve -Se burla- Pero tu necesitas escapar de tu hermano, así que...

Diablos, era muy astuto.

-Eres un idiota, yo también podría hacer lo mismo, pero tengo amigos que pueden llevarme.

-¿Quien vendría a buscarte faltando solo unos minutos para ingresar a clases? -Desafío.

-Que te den. -Dije poniéndome los zapatos.

-Ya se que quieres darme, pero no es el momento, Anne -Vuelve a reír, yo solo tomo mi mochila y mi celular.

-Ninguna palabra en el camino. ¿Te quedo claro? -Amenace saliendo de mi a habitación con Lincoln siguiéndome.

La paz del silencio no duro mucho cuándo vi a una desconocida de salir de la habitación de Noah. Pff.. "Me dejaron a qui para cuidarte" Que hipócrita. Por lo menos no me lo tope en ninguna parte.

Ambos caminamos en silencio hasta llegar al auto, un bonito auto negro que parecía bastante caro. Trato de disimular mi sorpresa, no me imaginaba que tuviera mucho dinero, sus padres, mejor dicho.

Ambos subimos al auto sin decir nada, es más, casi todo el camino es así, solo soy yo dando indicaciones de hacía donde debe ir, nada importante.

Hasta que unas cuadras antes, el decide hablar.

-¿Que tan horrible es esta preparatoria? -Bromea.

-Nada fuera de lo común, solo chicos lindo que hacen arrastrarse a las chica lindas por ellos, el típico cliché de siempre. -Respondí desinteresada.

-¿Apostamos que yo seré uno de esos chicos? 

Maldita sea, ¿En serio quería hablar de eso? Lo bese anoche y ahora quiere que un montón de chicas se mueran por el, idiota.

-No lo sé, probablemente sí, la mayoría de estas chicas tienen gustos distintos a los míos. 

-¿A que te refieres? 

-Digo que a ellas les gustan chicos como tu.

-¿Estas negando que te gusto? 

Idiota.

-Tu no me gustas.

-Anoche pensabas todo lo contrario.

¿Hay necesidad de recalcar mis errores? 

-Anoche no estaba en mis cinco sentidos. Además, tu fuiste el que me beso.

-¿No estabas en tus cinco sentidos? ¿Te drogaste con tu helado? -Se burla- Y tu me seguiste el beso.

-¿Podemos tratar de ignorar el beso? 

-Lo dudo mucho.

El estacionamiento esta frente a nosotros, el estaciona ágilmente el vehículo, yo solo me digno a tomar mi mochila, preparada para bajarme.  Justo como esperaba, las miradas se posaron en nosotros, más bien en mi nuevo vecino, las adolescentes lo miran como si fuera el mismísimo Dios, se lo comen con la mirada.

Y de alguna forma eso me molesta.

Pero no es solo eso, también puedo sentir miradas en mi, y aunque la mayoría son parte de las chicas, preguntándose porque llego a la escuela con Lincoln, puedo sentir a uno que otro chico lanzándome una mirada. Es lindo sentirse deseada de vez en cuándo, más cuando no sucede todos los días.

De lejos puedo visualizar a Sid, ella me manda una mirada picara, yo solo le sonrió y ruedo los ojos, sabía que quería saber quien era el chico de cabello blanco que me había traído a clases hoy.

Camino a ella, sin embargo, un agarre me detiene, se que el el.

-No vemos luego, linda. -Se despide y sigue otro camino distinto al mío.

Su voz quedo en mi mente, cada vez que me acerco a mi amiga, vuelve a repetirse.

Linda...
Bonita...

Me ha llamado así un par de veces, había fingido desinterés a eso, como si no me diera cuenta, pero la verdad era que cada vez que lo escuchaba llamarme así, un tipo de electricidad recorría mi cuerpo.

-¡Tienes que contarme todo! -Dice Sid lentamente, luce emocionada, su sonrisa del millón de dólares se ensancha totalmente. La había extraño muchísimo.

-No hay nada interesante. -Respondo abriendo mi casillero. Lo siguiente que sucede es que puedo ver como Jack y Tyler pasan frente a nosotras, lo extraño, es la forma en la que sucede, la mirada de Jack no se despega de mi y eso me puso nerviosa. Una vez que ambos chicos pasan de largo, no puedo evitar soltar una pequeña risa, el era lindo.

-¡Veste eso! ¡Te estaba mirando- Chillo mi amiga, más emocionada que yo.

-Baja la voz. -Le advertí.

-¿Quien era el chico con el que llegaste?

-Es mi nuevo vecino.

-¿Vecino? No me dijiste que tenían uno nuevo.

-Créeme, todo paso muy rápido.

-¿Que? ¿Quieres decir que tuvieron?

-¡No! ¡No, tonta, que asco! -Niego frenéticamente.

-¿Viste como se despidió de ti? ¡Le gustas! 

-Dios Mio, Sid, Lo conozco desde anoche.

-Quiero recordarte que solo basto de que Jack fuera amable contigo y ya te parecía genial.

Touché.

-Es destinito, el parece de esos chico pervertidos que parecen tiernos, tienen un aire a....

-¿Un aire a Tyler? 

-Algo así. Aunque realmente es un poco simpático, pero bastante extraño.

-¿Extraño? 

-Entro a mi habitación en la noche, dos veces, en la mañana hizo lo mismo. -Dije bajito, para que solo ella me escuchase.

-Okey, eso si es muy raro. -Soltó sorprendida.

-Pero hay algo más.

-¿Algo más? Demonios Ronnie, tu vida podría ser una novela.

-Me beso. -Solté, tratando de sonar lo más inexpresiva posible, pero me pareció una misión imposible. Solo recordar sus suaves labios me daban un placer un poco raro.

Y yo no quería eso.

-¿¡Te beso?! ¡Dios Mio, Ronnie, ese chico extremadamente lindo te beso! ¡¿Con que maldito demonio hiciste un pacto?! -Exclamo Sid sonoramente, demasiado alto, para ser honesta.

-Cállate, van a oírte. -La regañe, lo menos que quería era que todos se enteraran de esto, y probablemente ya lo había hecho gracias al grito de Sid.

Gritos
Miedo.
Terror.
La casa de al lado.
La silueta.
Él.

Sacudí un poco mi cabeza, esto no era algo bonito, me había pasado lo que llevaba del día pensando en un beso que probablemente no significo nada, en lugar de ponerme a pensar en que rayos habían sido esos gritos.

¿Se lo debería contar a Sid? 

No. No quería meterla en problema, y por más de que no supiera nada aún, sabía que no podía ser nada bien. Pero...¿Y si el estaba pidiendo ayuda? ¿Y si le hicieron daño? 

No seas tonta, Ronnie Anne, apareció en tu casa después. Sano y salvo, sin ningún rasguño. Pero entonces, ¿Qué estaba pasando? 

-Ronnie, ¿Estas bien? Pareces asustada... -Hablo mi amiga.

-...Necesito un poco de agua, iré a los bebederos. Adelántate a la clase del señor Donhall, no le gusta que lleguemos tarde.

-¿Estas segura de que estas bien? -Yo asiento con la cabeza, ella me da una mirada un poco desconfiada, pero aún así, da vuelta y camina hacia el aula.

Suspiro y me encamino al bebedero sin dar vueltas. En serio necesitaba tomar agua, no me había dado ni tiempo para desayunar hoy.

De lejos veo a Noah y a Chloe, ambos sentados en la cafetería, probablemente se habían escapado de clases una vez más. No me sorprendía, a los chicos populares parecía gustarles ser rebeldes. No era la primera vez que lo hacían.

Me pongo contra la pared, tratando de escuchar algo. No lo logro, para mi desgracia. Estoy demasiado lejos para oír de que hablan, solo veo sus muecas de desagrado y una que otra risa.

-¿Espiando a tu futura cuñada? -Siento su so voz en mi cuello, mi piel se eriza al sentir su reparación y su mano en mi cintura. No me muevo, no puedo hacerlo, su abdomen esta en mi espalda, pegado, su respiración en mi oído. Me siento torturada- ¿Te comió la lengua el gato? 

Virgen santísima, juro que de alguna manera me matara de nerviosismo o de susto.

Trague duro, me cuesta hacerlo. Tener a este chico cerca es una de dos. O estaba a metros de distancia de ti, o invadía tu espacio personal, no había punto medio.

-Eso no es de tu incumbencia. -Respondí tratando de sonar firme, tratando de ignorarlo.

-Suenas bastante rebelde, linda. -Dice en mi oído, la forma extremadamente lenta en la que dice "linda" o "Bonita" me hace temblar. ¿Cómo es que podía ser tan jodidamente cautivador?

-Debo ir a clases. -Me excuso rapidamente, a el no parece importarle. Me gira, aún acorralándome en la pared, y solo rueda los ojos.

-¿Cada vez que intente besarte vas a tener una excusa? -Su voz suena frustrada. Dios Santo, ¿En que estaba pensando cuándo lo bese ayer?

-Suéltame. Van a vernos.

-No fue muy bonito ver como el chico de hace rato te desnudaba con la mirada. -¿Que diablos...? ¿Acaso estaba acosándome? 

-¿Me estabas espiando? 

-Puede que si.

-¿Quien te crees para hacer eso? -El sonríe, esa sonrisa que había visto tantas veces en su lindo rostro. Su sonrisa de grandeza.

-Solo recuerda, bonita, no voy a permitir que el se acerque a ti. -Termina. Da media vuelta y se va. Desapareciendo por los pasillos.

"No voy a permitir que el se acerque a ti" Eso es más falso que el "Voy a cuidarte" de parte de Noah.  






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro