Capítulo 9
¿Alguna vez deseaste escapar de tu hogar, irte a otro lugar e iniciar de nuevo? Jungkook sí.
¿Has deseado ser otra persona? Jungkook sí.
¿Alguna vez te has encerrado en tu habitación a llorar por horas y horas hasta que sientes que no te quedan más lágrimas? Jungkook sí.
¿Alguna vez quisiste ser perfecto solo para que esa persona te eligiera solo a ti? Jungkook sí.
Realmente sentía que todo se estaba viniendo abajo en su vida, se pasó las siguientes dos semanas acostado en su cama, viendo a través de su ventana como cambiaba el tiempo, días soleados, días nublados y días lluviosos, ese era su nuevo pasatiempo. Cuando iba a la oficina, todos los empleados se le quedaban viendo, quizás era porque estaba muy descuidado; con su cabello largo, desordenado y sin lavar, tenía bolsas debajo de sus ojos y unas ojeras oscuras.
Sus amigos pasaban mucho más tiempo con él. Cuando Namjoon se enteró de lo que pasó, le dieron muchas ganas de ir hasta el departamento de Taehyung a partirle la cara a golpes, pero Hoseok, Jungkook y Jimin lo detuvieron e hicieron todo lo posible por calmar al joven alfa.
Había muchos murmullos en la casa de los Jeon, muchas veces, el omega escuchó como Namjoon y su madre tenían pequeñas peleas, siempre se estaban diciendo cosas al oído; en una ocasión, escuchó que su mamá le decía a Namjoon "Se han separado, ya no es necesario que él lo sepa". No le tomó importancia, en realidad últimamente ya a nada le tomaba importancia.
Y Junsoo... Bueno él trataba de usar la diplomacia y no ser grosero con Taehyung.
Jungkook ahora estaba en su habitación, recostado boca arriba en su cama, Namjoon estaba con él, habían pasado la noche juntos, habían hecho una especie de pijama, en donde comieron mucho helado y varias otras cosas más, se tomaron un montón de fotos y vieron películas un tanto románticas, el alfa hacía todo lo posible por animar a Jungkook y él le agradecía por eso, aunque no se lo decía.
Se acarició su estómago y soltó un pequeño gemido al sentir una punzada en su vientre, definitivamente no iba a volver a comer cosas dulces en su vida, su amigo notó que tocaba su estómago y solo lo vio, buscando en su mente las palabras exactas que decir, pero no encontró nada y entonces simplemente ambos se quedaron en silencio.
Ninguno de los dos se preocupaba por llegar tarde al trabajo, pues Junsoo le había dado permiso a Jungkook de llegar a la hora que él quisiera.
Namjoon se estaba quedando dormido a media película y Jungkook se quería reír por eso.
El alfa tenía que empacar sus maletas, pues Junsoo le había dicho que salían esa misma tarde para Estados Unidos, pero en lugar de ir hasta su casa y hacer sus maletas, estaba con Jungkook, acostado en su cama y a punto de quedarse dormido como un bebé recién nacido.
Namjoon era un buen Alfa y también era muy hermoso, si él quisiera podría tener a muchos omegas a su lado, pero simplemente era muy reservado con algunas personas, siempre estaba haciendo las cosas lentas, como a la "Antigua". Podría ser todo un cabeza dura, pero había momentos en donde se le salía su parte dulce y siempre estaba abrazando a los demás, Jungkook seguía sin entender el por qué Jin lo había rechazado, y no creía en la excusa de que encontró a su alma gemela; antes de eso, Namjoon siempre lo invitaba a salir y rara vez aceptaba salir con él.
Mentiría si negara que, más de una vez, Jungkook se imaginó un futuro con él. Literalmente, había veces en donde se preguntaba ¿Cómo sería si hubiera aceptado el cortejo de Namjoon"? Posteriormente, se imaginaba a si mismo con su marca... ¿Era eso raro?
Y después estaba Taehyung, el alfa al que ahora mismo no quería ver.
Se negaba a llorar por él, se negaba a extrañarlo, se negaba a quererlo, simplemente se estaba esforzando por ni siquiera pensar en Taehyung.
Tuvo una pelea con su omega, hace días que no se siente igual, se siente perdido e indefenso. Era como si su omega interno se hubiera esfumado y eso le hacía tener miedo, no quería comentarle a nadie sobre esto, pues pensó en que le dirían que no era normal y que seguramente era aún más raro de lo que ya era.
De alguna manera, se sentía como esas veces en las que estuvo en el hospital, cuando los doctores le hicieron cientos de análisis para al final decirle a él y a sus padres un maldito "No encontramos nada". De alguna manera aún sentía en su nariz el aroma a medicina, de alguna manera, su vida se estaba haciendo miserable y se odiaba porque todo se debía a lo sucedido con Taehyung, se repetía una y otra vez que iba a ver mejores alfas. De alguna manera se preguntaba "¿Por qué no le tomé importancia cuando Minho me mintió y me duele tanto que lo haya hecho Taehyung? Esa se había vuelto su pregunta del día, y a cada segundo, minuto y hora se la repetía una y otra y otra vez.
Creyó entonces que era tiempo de volver a terapia.
—¿Alguna vez trataste de cambiar por una persona? —su garganta se secó y se obligó a pasar saliva.
—No —respondió, —la persona que te quiera no te pedirá que cambies, te va a querer tal y como eres, Jungkook. No cambies para que la gente te amé, se tú mismo y la gente correcta te amara.
Namjoon con sus consejos.
Él Alfa se sentó en la cama, tallando sus ojos y peinando su cabello con sus dedos.
—¿Piensas quedarte en la cama todo el tiempo?
—Es lo único que puedo hacer.
—Deberías salir a que te dé el sol, estás muy pálido.
—Es mi color natural.
Soltó un suspiro cargado y se dejó caer en la cama, Namjoon se giró para verlo y el omega hizo lo mismo.
Jungkook podía sentir sus labios hormigueando y se tomó el tiempo para ver a Namjoon, sus ojos y sus pestañas negras, largas y rizadas, sus labios rosados, era muy bello.
—Pensé en que quizá deberías venir con nosotros a —fue interrumpido.
Jungkook había acercado sus labios a los de Namjoon, el alfa se quedó paralizado en una especie de shock. Se separó de Namjoon al ver que él no le siguió el beso, se sintió tan apenado que cubrió su cara con una almohada.
Por otro lado, Namjoon tenía el ceño fruncido y ahora tenía la mirada fija en el techo, llenó sus mejillas de aire para después sacarlo de golpe, quería decirle algo a Jungkook, pero simplemente no encontraba su propia voz para poder hablar.
—Lo siento... —susurro Jungkook después de un rato, —yo... No sé porque lo hice.
En realidad, si sabía porque había besado a Namjoon, las últimas semanas que había pasado con él, lo había estado mirando de más y temía sentir algo por él. ¿Quién no se iba a enamorar de él? Namjoon era atento, inteligente y carismático, era todo lo que un omega podía pedir.
—Tranquilo —Jungkook volvió a interrumpirlo.
—Namjoon, hay algo más que yo... Mierda...
El omega se paró de la cama y comenzó a caminar en círculos, el alfa hizo lo mismo, pero se sentó en la orilla de la cama, mirando muy atento a su amigo.
—¿Quieres que me vaya? —
—Si —la palabra salió de su boca sin que pudiera detenerla, —¡No! ¡No quiero que te vayas! —gritó.
—No es... No es normal que vayas besando a las personas simplemente porque te sientes solo Jungkook —dijo despacito, —no puedes hacerlo y más si son tus amigos a los que besas. —parecía decepcionado.
—Creo que me gustas.
Nam abrió la boca, sorprendido. —No puedo gustarte.
—Una vez me dijiste que no elegimos a las personas que nos gustan.
—No puedo gustarte porque a ti te gusta Taehyung y lo quieres como alfa, no a mí, Jungkook.
—¡¿Por qué todos quieren que este con Taehyung?! ¡¿Por qué quieres tú que él sea mi alfa?
—Quiero que tu alfa sea Taehyung, porque solo así podré decirte lo que tu madre no quiere que sepas. —Pensó, pero no dijo nada en voz alta.
—¿Por qué te gustó ahora? ¿Por qué no cuando te intenté cortejar?
—No lo sé.
Entonces Namjoon asintió y se fue de la habitación de Jungkook y de su casa sin decir una palabra más.
✷✷✷
Ir al aeropuerto era completamente aburrido, o al menos lo era para Jungkook, iba manejando su auto; después de mucho tiempo, decidió manejarlo, primero lo limpio y después decidió usarlo, ahora mismo iba escuchando canciones de su amada Ponme, las canciones de ella siempre lograban relajarlo, pues tenían un ritmo lento, aunque también había unas que tenían un ritmo alocado.
El auto de sus padres estaba delante del suyo, con ellos iba Namjoon, quien los acompañaría para ser el asistente de Junsoo.
Habían pasado alrededor de dos horas desde que Namjoon y Jungkook se vieron, el Omega se sentía un poco culpable por haber besado a su amigo, pensó que él también le iba a seguir el beso, pero cuando no lo hizo, algo dentro de él se sintió raro.
Extrañaba a su omega y los comentarios que siempre le hacía, extrañaba hablar con el lobo y pelearse con él. Extrañaba que siempre lo estuviera poniendo en vergüenza o cambiando sus estados de ánimos, simplemente extraña su otra mitad, sin su omega se sentía vacío, muy vacío.
¿Taehyung estará igual? La pregunta llegó a su mente de repente.
¿Qué haré si me encuentro con él en la empresa?
Exacto, ¿Qué haría? ¿Huir de él? ¿Fingir que había tomado el camino equivocado? O simplemente ser un adulto y pasar al lado de él sin que le afectara no hablarle, no sabía qué hacer.
A lo lejos vio el gran edificio o más bien el aeropuerto de Incheon, siguió conduciendo detrás de sus padres, hasta que se estacionaron.
Sus padres habían pagado dinero extra para poder llevarse su auto, aunque Jungkook no había entendido si el auto se sus padres iban a ir en otro avión o en el mismo.
No tardaría mucho en salir el vuelo.
—¿Me comprarás un recuerdo de Los Ángeles?
—Veré que te compro —su amigo le dio una sonrisa tierna. —Quizá te traiga a un alfa.
Ambos rieron.
—Y tú consigue un omega.
—Veremos qué pasa.
Namjoon paso su brazo por los hombros de Jungkook, atrayendo al omega hacía su pecho.
—¿Podemos olvidar lo que pasó hace unas horas?
—Si quieres olvidarlo, está bien para mí.
—Te quiero Nam.
Las palabras se repetían una y otra y otra vez en la mente de Namjoon, cómo en un bucle interminable, Jungkook estaba esperando su respuesta, lo sabía porque no lo había dejado de mirar.
—También te quiero.
—¡Tenemos que irnos, Namjoon! — gritó Junsoo.
Ambos se pusieron de pie y Junsoo se acercó a Jungkook para despedirse.
—Te voy a extrañar. —dijo besando la mejilla de su hijo.
—Yo también, me volveré loco por estar en casa solo.
—¡Tonterías! Puedes decirle a Jimin y Hoseok que se queden contigo, solo no vean cosas de terror porque no vas a poder dormir.
Quería decirle "Estoy grande, ya no me asusto". Pero se estaría mintiendo a sí mismo.
—Veremos Bob esponja. — Junsoo lo miró con mala cara, sabía que se lo había dicho con cierto sarcasmo.
—No hagas una fiesta. Se responsable ¿Si? Vas a estar a cargo de la empresa, Taehyung te ayudará en lo que necesites.
—No necesito la ayuda de él.
—Jungkook... No puedes estar enojado con Taehyung todo el tiempo, habrá un momento en donde tendrán que arreglar sus asuntos.
—¿Quien dice que quiero 'arreglar las cosas'? Estoy bien así. —fingió una sonrisa. —Lo voy a tratar como lo que es, nuestro socio y nada más.
—No seas así.
—¿Cómo soy papá?
Él no respondió, pues escuchó que su vuelo ya estaba a punto de irse.
Jungkook vio como sus padres y su amigo se iban y cuando los perdió de vista, él se fue del aeropuerto.
Condujo hasta la empresa, al llegar vio que ya había muchos autos en el estacionamiento que eran exclusivamente para los empleados. Maldijo en sus adentros y optó por dejar su auto atrás de la empresa, no le iba a hacer mal caminar hasta la entrada.
Al entrar a la empresa, se le hacía raro no ver a Namjoon, en cambio estaba Anysha, una linda omega con cabellera castaña y ojos marrones. Había hablado un par de veces con ella, era muy amable y siempre hacía reír a las personas, le dio una sonrisa y posteriormente subió hasta su oficina, o más bien a la de su padre, recordó que ella habló con Taehyung en la fiesta y le dio una mala mirada, ella lo miró con confusión.
Se sentó en la silla de Junsoo, sabía que su padre siempre tenía chocolates en el último cajón del escritorio, así que busco en el y sacó un paquete de chocolates, prendió la computadora y comenzó a mandarse mensajes con personas importantes de la empresa, hizo un par de llamadas y más llamadas.
Tenía que ir con Mingy para preguntarle si tenía que asistir a juntas.
También tenía la opción de marcarle con el teléfono de la oficina, pero simplemente se decidió por ir hasta donde estaba el alfa.
Al salir vio que Jin estaba hablando con el alfa. Jin tan solo vio a Jungkook de forma discreta, desde su pelea trataba de evitarlo así que se dio vuelta y se fue por el pasillo.
—¿Hay juntas? — fue directo al preguntar.
—Hola a ti también — el Omega rodó los ojos, —una junta en una hora y la otra será antes de la salida.
—Me iré antes, cámbiala.
Pudo ver como Mingy apretaba la pluma que tenía entre sus dedos.
—Bien.
—¿Es todo?
—Sí. ¿Qué es eso? — apuntó el traje de Jungkook.
Jungkook se había puesto el broche que Taehyung le había regalado.
—Un broche sin importancia. —dijo firme y fuerte.
—Me preguntaba si, ¿Quieres salir a comer? —y regresaron las súplicas de ese alfa para que Jungkook lo aceptara.
Si estuviera su omega con él, seguramente le diría que lo rechazara o algo así, pero ahora solo estaba Jungkook, un omega sin un lobo al cual obedecer. La respuesta le picaba en la lengua, miro las plumas, hojas y libretas que Mingy tenía en su escritorio, como si estos objetos le fueran a decir que hacer.
—Me gustaría, sí — murmuró incómodo, —pero en otra ocasión, hay cosas por hacer ¿Entiendes? La empresa y eso.
—Entiendo.
—Quizá mañana.
—Me encantaría. —sonrió.
Y bueno, Mingy tenía una muy linda sonrisa.
—Bien, yo te aviso. —su voz sonó aún más amable de lo esperado, —por cierto, tengo una gran duda.
El alfa dejo de acomodar sus libretas y miró a Jungkook.
—Dime.
—¿Por qué no fuiste con mi padre? —si la voz de Jungkook había sonado amable anteriormente, ahora sonó un tanto agresiva. —Dijiste que tenías cosas por hacer y veo que estás trabajando.
—Si... Tengo cosas pendientes —rasco su cabeza de la parte de atrás, —cosas de alfas.
—¿Tu celo?
—Ehh... ¡Sí! —se apresuró en decir, —mi celo es mañana y no podía ir con Junsoo y ser su asistente.
No me lo creo.
Enarcó una ceja.
—Bien. Buena suerte en eso.
—Aun no tengo con quien pasarlo...
—Espero que consiga a alguien.
—Quizá tú quieras...
—¿Qué?
Iba a volver a hablar, pero cerró la boca de golpe al ver que cierto alfa se acercaba a ellos, Jungkook aprovechó para buscar alguna excusa para poder salir de ahí lo más rápido posible, Taehyung por su parte, caminaba a paso lento, casi como no queriendo llegar a donde el omega y el alfa estaban hablando y Mingy, bueno para él todo era muy incómodo.
—Jeon.
—Kim.
Ambos se miraron por unos segundos.
—Tiene ojeras, su cabello está más largo y desordenado —pensó para sí mismo Taehyung.
Y mientras ellos se veían, el otro alfa estaba jugando con sus manos y moviendo su pierna de un lado a otro, quería seguir hablando con Jungkook y sabía que era muy pero muy posible de que se pusieran a hablar en la oficina. Mingy quería a Jungkook para él, solo para él, no soportaba la idea de verlo con otro alfa que no era él.
—Traje unos informes para revisar. —alzó la mano en donde tenía los informes, tan solo tres carpetas con quince hojas en cada una. —¿Tienes...Tiene tiempo joven Jeon?
Fue raro, tanto para Taehyung como para Jungkook.
—Sí, sí tengo tiempo. —hizo una seña para que Taehyung pasara a la oficina de Junsoo —Mingy, luego seguimos con nuestra plática.
Al llegar a la oficina volvió a tomar asiento en la silla de su padre, busco la manija para poder bajarla y que sus pies tocaran el suelo, pero su búsqueda fue inútil.
—¿Algo para tomar? Papá suele tener alcohol en la oficina.
—No gracias, estoy bien.
Extendió la mano para que el alfa le diera las carpetas con los informes, pero él no le dio nada.
—Kim ... Kim ... ¡Taehyung! —gritó. —Los informes.
—Oh sí, perdón.
Comenzó a ojear los informes, no leía todo, simplemente leía unas cuantas palabras y pasaba la hoja y así.
—¿Por qué hablabas con él? —preguntó de repente.
—Es un país libre y puedes hablar con quién quieras.
—No me refiero a eso.
—¿A qué?
—Estabas hablando con el alfa que intento cortejarte con una rosa. —dice Taehyung incrédulo.
—¿Tiene algo de malo cortejar a alguien con una rosa, señor Kim?
—Un omega merece más que eso.
—¿Un omega también se merece que le mientan? ¿Se merece ver al alfa que pretende cortejarlo besar a otra Omega?
—No, ningún omega merece eso.
Volvió la vista a los informes que tenía en la mano, su corazón estaba latiendo muy rápido y un fuerte aroma de café comenzó a llenar toda la oficina.
Estaba comenzando a enojarse.
—En realidad quería decir que —comenzó despacio, — tú te mereces más que una rosa. ¿Qué significado le dan a esa rosa?
—He pensado en ello. Los omegas pueden darle el significado que ellos quieran, igual los alfas. Cada quien decide cómo cortejar a un omega, Kim, nadie debería juzgar eso.
—No juzgo los métodos de cortejo de los demás.
—Pues parece.
Jungkook suspiró y dejó los informes a un lado.
—¿Qué le molesta?
—Que me hables de usted.
—¿En serio? —enarco una ceja.
—Jungkook.
—Taehyung.
Otro silencio.
Contacto visual.
Olor a café en toda la oficina.
Omega y alfa mirándose fijamente a los ojos, como si sus vidas dependieran de ello y por la forma en que se miraban, parecían una especie de enemigos mortales.
—¿No tienes cosas que hacer? ¿No te ha llamado ella? Por cierto, dime una cosa para que no me quede con la intriga, ¿Quién besa mejor? —frunció el ceño, — ¿Ella o yo?
¿Akiva o Jungkook?
Taehyung desvío la mirada y con mucha valentía respondió —Tú. Tú eres mejor que ella, siempre.
—Ya.
—¿Quieres que te lleve a tu casa saliendo?
—Me iré en mi auto, pero gracias.
Taehyung tenía unas inmensas ganas de besar a Jungkook, apoyarlo contra la pared o el escritorio, meter sus manos bajo su ropa, acariciar su bella piel y no dejar de hacerlo durante un buen tiempo. Lástima que no podía hacer nada de lo que tenía en su mente.
Y bueno Jungkook, trataba de ver si podía sentir a su omega, pero simplemente seguía ausente.
—¿Iras con él? —preguntó, —¿Lo acompañaras en su celo?
Una cosa que había descubierto era que, Taehyung tenía un buen oído.
—¿Te importa?
—Me importa.
—No tiene que importarte, tú puedes ir con Akiva y pasar el rato. —dijo entre dientes. —Ella es linda.
—Lo eres más.
—Tiene un solo aroma.
—Prefiero los tuyos.
—Ella puede... — cerró la boca de golpe. —La puedes marcar cuando quieras.
—Te quiero marcar a ti.
El aroma que antes era de café, ahora era de limón.
—Hay omegas mucho más lindas.
—También lo eres.
—Ya.
Se escucharon unos golpes en la puerta de la oficina, Jungkook dijo un fuerte "pase" quien entró era nada más y nada menos que Mingy.
—Hay una visita para el Joven Kim.
—¿Quién? —preguntó Taehyung.
—Creo que su nombre era Akira... ¿Akiva?
Jungkook miró a Taehyung con el ceño fruncido.
—En un momento voy.
Mingy salió sin decir más.
—Puedes irte, tengo cosas que hacer, perdón.
—No. No dispongo de tiempo.
—Jungkook...
—Vete ya, no hagas esperar a tus visitas.
Iba a decir algo más, pero Jungkook giro su silla, dándole así la espalda, fue un acto un poco inmaduro, pero no le importó.
El Alfa fue hasta su oficina en donde su amiga lo estaba esperando, al entrar, vio que la omega estaba sentada en su silla, tenía las piernas cruzadas y estaba agarrándose su cabello, cerró la puerta de golpe, haciendo que la omega diera un salto en su lugar.
—Espero que no te moleste que esté aquí —dice con una gran sonrisa, se paró de la silla de Taehyung para luego acercarse a él y darle un beso en la mejilla.
—Para nada —dice fríamente.
—Bien. Tenemos cosas de qué hablar.
Taehyung la hizo a un lado y se sentó en su silla, dejando a Akiva parada cerca de la puerta, con cara de indignación.
—Tengo trabajo por hacer. —prendió su computadora. —Hablamos después.
Se acercó hasta uno de los asientos que estaba enfrente del escritorio de Taehyung, se recargo en uno de ellos y lo miro.
—¿Sigues enojado por lo que pasó? —pregunta incrédula. —Han pasado como dos semanas.
Taehyung suspiro frustrado, se llevó una mano a su cabello y lo peino un poco.
—¿No tienes cosas que hacer? —preguntó él.
—No.
—Bien. Cuando te aburras puedes irte.
—Taehyung. Esto es infantil.
—Me gusta ser infantil.
El Alfa comenzó a mensajear con Yoongi, ignorando por completo a Akiva.
—¿Cómo vas con Jungkook?
—Lo encontré con Miny
—¿Miny?
—Ni te metas.
Akiva comenzó a reír.
—¡Vamos! ¡Ya me disculpé por el beso! —exclamo — fue un accidente y los accidentes suelen pasar todo el tiempo.
—Hu-Huh.
Akiva termino por suspirar, rendida, para no aburrirse
—más de lo que ya estaba— se puso a ver sus redes sociales, pero al cabo de unos minutos se aburrió de ver a tantas modelos en ropa interior.
—Espero que se arregle todo. —Taehyung negó —¿Hablaste con él?
—Lo intenté.
—De verdad estoy muy arrepentida, estuvo mal, lo sé. No sé lo que pasó esa noche, fue el efecto del alcohol... Supongo.
—¿No fue intencional?
Ella lo pensó dos veces antes de responder.
—Claro que no, puedo mostrarte que en verdad me arrepiento, puedo ir a disculparme con él a su oficina.
—No lo hagas.
—Solo iré y diré un "Lo siento" de verdad.
—No.
—De todos modos, iré ahora. —remarco el ahora, con un tono fuerte y amenazador.
La omega caminó hasta la puerta para salir de la oficina de Taehyung, dando así camino hacia la de Jungkook, aunque siendo sincera, no sabía en donde estaba, tuvo que preguntar a unas cuantas personas en donde estaba la oficina del Omega, todos le remarcaban un fuerte "Jungkook no deja que nadie entre a su oficina, puedes pedirle que salga para hablar." Pero vamos, ella era Akiva y nadie le decía que hacer.
Sus pasos eran lentos, caminaba con la mirada hacia arriba, moviendo sus caderas, se podía considerar que caminaba como si fuese una modelo profesional.
Estaba en el pasillo, muy cerca de la oficina de Jungkook, abrió la puerta, pero no había nadie ahí, pensó en entrar y esperarlo, revisar algunas cosas o algo así, pero a ella nunca le gustó husmear en las cosas de los demás, cerró la puerta y comenzó a caminar hasta el piso de abajo.
Después de preguntar en dónde estaba Jungkook, maldijo cuando le dijeron que se encontraba en la oficina de Junsoo, suspiró y volvió a subir al piso de arriba.
Tocó un par de veces en la puerta hasta que escucho que podía pasar, abrió la puerta despacio, haciendo que la mirada de Jungkook se posará en ella.
—¿Akiva?
—La misma.
—¿Qué haces aquí? —tenía el ceño fruncido.
—Me vine a disculpar, he hecho cosas que no fueron correctas, como; besar a un alfa que está cortejando a un omega y pelear contigo. —puso una mano en su pecho. —No quiero ser tu enemiga, es por eso que he venido a pedirte disculpas.
Jungkook la miro con cara de "Debe ser una broma". No se iba a tragar ese cuento, estaba más que claro que Akiva decía puras mentiras y que esas palabras eran falsas, al igual que ella.
—Los omegas tenemos que estar juntos ¿no? —sonrió. —Podemos iniciar de nuevo.
—No creo que sea buena idea.
—Jungkook —se acercó al escritorio —todos cometemos errores, es nuestro deber corregirlos e intentar ir por otro camino. Ya acepté que estuve mal y vine aquí contigo, para que veas mi arrepentimiento, Taehyung y tú hacen una hermosa pareja, de verdad.
Era una buena actriz.
—Taehyung es mi amigo y siempre he querido que sea feliz con alguien —y bueno, ahora estaba a punto de llorar. —¿Amigos?
Jungkook se rindió, se paró de la silla y fue hasta donde estaba la omega.
—Amigos — su voz casi tembló.
Akiva lo abrazo, lo cual fue una total sorpresa para él.
Y quizá —solo quizá— haber aceptado ese abrazo, fue la peor decisión de Jungkook.
Akiva regresó con Taehyung, tenía una enorme sonrisa en su rostro, como si hubiera cometido el crimen perfecto.
—¿Y bien? —preguntó el alfa al ver a su amiga tan sonriente.
—Somos amigos.
—Felicidades, no moriste en el intento.
—Aun susurro para ella misma.
Unas horas más tarde, Akiva se fue de la oficina de Taehyung, con la excusa de que le habían surgido varias cosas.
Cuando su amiga se fue, se sintió solo, ya no estaba Akiva y extrañaba la presencia de Jungkook, pues ya se había acostumbrado a pasar casi todo el tiempo con el omega.
Suspiró varias veces.
Las ganas de ir con Jungkook, aumentaban cada vez más, y se sentía mal de no poder hablar con él. Ambos se estaban haciendo daño y lo sabían, tanto Taehyung como Jungkook eran orgullos, y eso solo empeoraba las cosas entre ellos dos.
Decidió irse a casa antes de la hora de salida, aún faltaban cuatro horas para que todos se fueran a casa. Le aviso a la recepcionista que estaba afuera que cancelara todas sus reuniones y que las cambiara para otro día, ella asintió e hizo su trabajo.
Taehyung iba jugando con la llave de su auto, tanto que se le cayeron y se agachó para poder recogerlas, cuando lo hizo, escuchó unos pasos que provenían no muy lejos de él, era nada más y nada menos que Jungkook quien tenía las llaves de su auto en las manos y tenía la mirada en su teléfono, ignorando todo lo que pasaba a su alrededor, no sé dio cuenta que Taehyung lo estaba observando, solo como él sabía hacerlo.
Sintió la mirada del alfa y se atrevió a alzar su vista para verlo, guardó su teléfono y carraspeó, iba a seguir con su camino, pero unas manos lo detuvieron.
—Jungkook —murmuró — Tenemos que hablar.
—No hay nada de qué hablar. Tengo que irme.
—¿Saldrás con él?
—Sí, lo haré. —mintió — Tengo derecho a salir con quien yo quiera, al igual que tú.
—Yo no he salido con nadie —se apresuró en decir.
—Porque no quieres. Estuve esperando tu llamada — dice despacio —Cada noche, durante dos semanas me quedaba despierto esperando a que llamaras para decir que lo sentías — Jungkook dijo esas palabras como si estuviera a punto de quebrarse en miles de pedazos.
—¿Por qué querías que llamara? Su voz se quebró —no ibas a responder.
—Iba a hacerlo.
—¿Quién lo asegura?
Se quedaron en silencio.
Taehyung vio que Jungkook aún tenía puesto su broche de cortejo y su pecho se apretó.
—Aun te lo pones.
—Combina con todo —miró de reojo al broche que tenía en su traje.
—Por favor, dime cual era la respuesta que ibas a darme esa noche —suplicó. —La intriga me está matando por saber.
—Yo... —tragó saliva, —la respuesta no importa ya. Lo que te iba a decir esa noche... Simplemente ya no vale la pena decirse.
—Jungkook...
—Taehyung...
Ya no había más un Taekyun y Jugoom, ahora era un simple Taehyung y Jungkook.
—Lo siento —dijo el alfa.
Jungkook desvío la mirada y retrocedió un poco de Taehyung.
—Te he perdido.
—Nunca me tuviste.
Una vez más, a Taehyung se le llenaron los ojos de lágrimas y Jungkook solo lo vio ahí, parado.
—Sé qué piensas que soy cruel y tal vez lo soy, pero ¿Qué pasaría si todo hubiera sido al revés? Que yo me hubiera besado con alguien más, seguramente no querrías verme.
No hubo respuesta.
—Que desastre, todo se ha vuelto un completo desastre. —Jungkook estaba pensando en voz alta y no se había dado cuenta de eso.
"Tenemos que limpiar todo el desastre que has hecho, Taehyung"
—¿En serio saldrás con él? —volvió a preguntar.
—No lo sé.
—Esa no es una respuesta.
—¿Por qué te interesa tanto saberlo? Por Dios. ¿Quieres que salga contigo o qué? Porque si es así, estás equivocado.
—Jungkook, podemos hacer que todo vuelva a ser como antes.
—No.
—Jungkook.
—No, Taehyung, no creo que pueda funcionar.
—Haremos que funcione.
—¡Carajo! Ya no compliques esto. Quiero hacer que ya no sienta nada por ti, pero cada vez que te veo me dan ganas de besarte y...
Unos labios lo interrumpieron.
Se sentía bien, correcto y libre.
Pero Jungkook sabía que tenía que detener a Taehyung.
—¡No! —gritó —Solo...Vete a casa Taehyung.
Jungkook comenzó a caminar en sentido contrario, escuchaba unos pasos detrás de él.
—Tú eres mi casa.
Se detuvo de golpe.
—Lo eres todo para mí.
Taehyung se acercó más, hasta quedar frente a frente, tocó la mejilla del Omega y le dio un beso.
—Unas palabras bonitas y unos besos, no harán que cambie de opinión —se apoyó en el pecho de Taehyung —Lo siento...Perdón por no ser lo suficientemente bueno para ti.
—Eres bueno.
—No lo soy.
"¿No te sientes bien al estar con Taehyung?"
—Lobo —Jungkook dijo feliz.
—¿Qué?
—Mi omega volvió... Había desaparecido por estás dos semanas y ahora ha regresado.
—Me pasó lo mismo con mi alfa, recientemente volvió.
Jungkook se atrevió a sonreír.
—Ya me tengo que ir —susurro.
—Adiós.
"Que no salga con Mingy" —Dijo el alfa.
"No estés de celoso" —Contestó el omega.
Tanto Taehyung como Jungkook, sintieron como sus lobos interiores tenían una pequeña conversación.
—¡Jungkook! —gritó Taehyung —¿Me prometes que no saldrás con él?
Negó.
—Tampoco saldré contigo.
—¿Amigos?
—La última vez que intente ser tu amigo, me diste un broche de cortejo, pero sí.
✷✷✷
—¿Ya se arregló todo?
—No.
—¿Volvieron?
—No.
—¿Ya?
—¡No Hobi!
Tenía alrededor de una hora con Hoseok, había decidido platicarle lo sucedido con Taehyung y ahora su amigo lo estaba llenando de preguntas.
—Quiero ver la cara de Namjoon cuando le diga esto —tapó su boca — seguro y se pone rojo del enojo.
—Ni se te ocurra decirle, es capaz de ir y golpear a Taehyung.
—¿Y? Necesito verlos pelear.
—¡Hoseok!
El Omega comenzó a reírse.
—Hay algo que aún no me has dicho. Tienes esa mirada de que escondes un secreto.
—Solo me he besado con Namjoon y nadie sabe eso.
"¡Te besaste con Namjoon!"
—Supéralo.
"No me volveré a ir, mira las burradas que haces cuando no estoy"
—Quizá hay algo —rasco su cabeza —me besé con Namjoon... bueno, yo lo besé. —Hoseok dejó caer su hamburguesa, parpadeó un par de veces, casi creyendo que era una completa mentira.
—Jesús, María, José y todos los animalitos del pesebre —hablo rápido, —¡Te has besado con Namjoon!
—Sí, eso dije.
— Golpéame en la cara para saber que no estoy en un maldito sueño —mostró una de sus mejillas y Jungkook lo abofeteo.
—¡Auch! ¡¿Por qué?!
—¡Me dijiste que lo hiciera!
—¡Era una maldita broma!
—¿Cómo iba a saberlo?
—Deberías de saber cuándo alguien te habla con sarcasmo.
—No parecía que fuera sarcasmo —dice inocente.
Jungkook le quitó un par de papas fritas a Hobi, quien lo vio con una cara amenazadora.
—Perdí mi celular —dijo el pelirrojo —Fui al baño y lo dejé en el lavamanos y cuando me acordé ya no estaba.
—Eres un descuidado.
—Dime algo que no sepa.
—Puedo ir contigo a comprar otro.
—Estoy bien así.
Jungkook volvió a quitarle papas, está vez su amigo no le dijo nada.
—Sigo sin poder creer que te besaste con Namjoon y luego con Taehyung. ¿Quién besa mejor?
—Namjoon no me respondió el beso.
—Dios. Ese alfa siempre hace todo mal, si tú me besaras a mí, créeme que no te dejaría ir nunca —rio.
—Por dios Hobi, hiciste que tuviera esa imagen en mi cabeza —fingió una mueca de asco.
—Debí haber llegado a mi casa hace una hora.
—Tus padres no están en la ciudad, puedes llegar a la hora que quieras.
—Le dije a Min que iba en camino ¡Hace una hora! Debe estar preocupada — frunció los labios.
—Bien, ya vete antes de que tú y Min tengan un ataque al corazón —le dio un beso a Jungkook en la mejilla —No podré quedarme en tu casa, mi mamá llega en unas horas.
—Le llamaré a Jimin.
Jungkook se fue entonces del restaurante en donde estaban y caminó hasta su auto para poder conducir hasta su amada casa.
Hace apenas una hora vio a Taehyung, era algo extraño. Su omega no había parado de decirle que era un tonto por dejar ir a un alfa como él.
Esta vez no puso música, no le apetecía escuchar nada ahora, subió los vidrios del auto para prender el aire acondicionado. Por lo que veía, sería una tarde soleada, pero con una ligera brisa de aire fresco, se limitó a conducir despacio sin apuros, pensaba en lo que iba a comer cuando llegara a su casa, porque a pesar de haber comido con Hoseok, aún tenía algo de hambre, literalmente, podía comer a cualquier hora del día y nunca lograba subir de peso, todos siempre le decían que les pasaran la receta para mantenerse siempre delgado.
Su teléfono comenzó a sonar, pero no hizo ningún caso, simplemente fijo su mirada a la carretera.
"¿No sientes eso?"
—¿Qué?
"Eso"
Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo y de repente tuvo la sensación de que algo malo iba a pasar, un sudor frío comenzó a notarse en su frente, haciendo que su cabello se le pegara en la frente, aceleró más, para poder llegar rápido a su casa.
Cuando llegó a su casa, el portón estaba abierto, era todo un alivió, así no tenía que bajarse y avisar que había llegado para que le abrieran el portón.
Bajo del auto y camino hasta la puerta, antes de entrar vio los mensajes que le habían llegado.
Número desconocido.
Hey, soy Hoseok. Estaré en tu casa en unos minutos. :) 😊
"Hobi no suele usar esas caras y emojis"
No les tomó importancia a las palabras de su Omega.
Iba a meter la llave en el cerrojo, pero la puerta ya estaba abierta, fue entonces cuando se dio cuenta de que alguien había entrado a su casa.
"Hoseok no envió ese mensaje"
—No, no lo hizo.
Entró a su casa con mucha desconfianza, miró por todas partes para ver si algo estaba mal.
La luz del día aún iluminaba la casa, por lo tanto, podía ver aún con las luces apagadas, caminó a pasa lento, haciendo todo lo posible para no hacer ruido, tomó un jarrón por si le era necesario. Quiso llamar a Min, pero algo dentro de él le decía que no la llamara.
Caminó hasta la cocina, no había nadie, subió al piso de arriba y vio habitación por habitación, pero no había nadie, checó los baños, pero tampoco había nadie, volvió a la planta baja, rendido y diciendo que todo era parte de su imaginación y que Min estaba comprando en el supermercado, para luego hacer la cena, suspiró y fue a la cocina, se sirvió un vaso de agua fría.
Pero entonces lo vio.
Sus ojos avellana estaban posados en él, su cabello rubio estaba casi despintado y la sonrisa coqueta que tenía, estaba haciendo un gran espectáculo. Y si, podría ser un Dios Griego como muchos decían, pero estaba muy lejos de ser una divinidad, el alfa rubio tenía un teléfono en sus manos, más bien tenido dos, y si, uno de esos teléfonos era el de Hoseok.
Jungkook sabía que todo estaba mal, había tenido la oportunidad de ir a otro lugar, pero no, había decidido quedarse en casa, después de ver que la puerta estaba abierta.
—Hola, café helado con nuez —al escuchar su voz, un escalofrío volvió a recorrer su cuerpo, en ningún momento había dejado de sonreír —¿Sabes por qué te dije eso? No, no lo sabes.
Jungkook no se movía.
—Fue lo único que se me vino a la mente en ese momento... Debiste ver tu cara.
"Llámalo... Hazlo ahora"
Su omega se refería a llamar a Taehyung, para pedirle ayuda, pero en ese momento, Jungkook estaba quieto y tenía sus ojos puestos en el alfa que tenía enfrente de él.
—Mingy... —susurró.
—En realidad ese no es mi nombre —dijo como si nada —Mingy es... Uno de los muchos nombres que tengo.
—Yo no —
—No hables Jungkook — puso un dedo en su boca, simulando que guardara silencio —Hablaras cuando yo te lo indique ¿sí? Será mejor que no me contradigas porque tendré que hacer algo que no quiero.
Mingy o como sea que se llame se sirvió un vaso de agua, empujando con su cadera a Jungkook, quien tuvo que sostenerse de la barra para no caer al piso.
—Ahora tú vendrás conmigo.
—No iré a ningún lado contigo —no supo de dónde le salió la valentía para decirle aquellas palabras.
—Oh, pero claro que vendrás. —Se acercó más a él.
Jungkook retrocedió hasta chocar con algo o más bien con alguien.
—Sino vienes ella usará su magia para que seas más accesible.
Giró su rostro.
"Debe ser una broma"
—Akiva.
—La misma —sonrió.
Jungkook no podía correr, no podía gritar, no podía hacer nada para escapar de ahí.
—No entiendo.
—Mira —dijo el alfa —es increíble cómo te dejaste llevar por un simple broche de uva. ¿Por qué no aceptar mi cortejo? Nos hubiera ahorrado todo esto.
—Así es, si hubieras aceptado la estúpida rosa de él, yo no tendría que estar aquí.
—¿La llamaste para separarme de Taehyung? ¿Por qué?
—Porque solo tienes que ser mío.
—¡Estás loco! —golpeó a Mingy.
—Grave error —dijo Akiva.
Mingy tomo a Jungkook de los hombros y lo tiró al suelo, haciendo que este se golpeara en la cabeza.
—Akiva, hora de usar tu magia.
La Omega alzó el bate que tenía en las manos y caminó hacía Jungkook.
—Taehyung. —Murmuró antes de quedar inconsciente.
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