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Capítulo 3

Era uno de esos días muy malos.  

No era por exagerar, pero Jungkook sentía como su sangre hervía a cada momento, sentía como su cuerpo se calentaba aún más y como el fuerte aire del clima lograba calmar un poco su pequeño cuerpo, no había ninguna explicación para que estuviera así, simplemente se despertó con ganas de odiar a todo el mundo, incluso su omega gruñía a cada segundo.

Desde que salió de su casa no había dejado de fruncir el ceño, podía sentir como su omega tenía ganas de gritarle a todo el mundo, sus padres habían evitado hablarle, ya que sabían que no estaba del todo bien, incluso no pasó a comprar su licuado de plátano, simplemente no quería hablar con nadie, porque sabía que iba a terminar gritándoles a todos.

Quería llegar y encerrarse en su oficina por el resto del día, jugar esos juegos de mesa que tenía por ahí y fingir que todo estaba bien, jodidamente bien, pero realmente nada estaba bien, llegó a la empresa, enseguida todos le estaban dando el paso, ya que sabían que no estaba de buen humor, su aroma era muy fuerte, todos lo podían oler, incluso si estaban en el segundo o tercer piso, soltaba leves gruñidos cada vez que alguien lo miraba o le sonreía.

Fue entonces cuando cierto alfa comenzó a caminar en su dirección, con una linda sonrisa en su rostro, Jungkook quería golpearlo, quería golpearlo porque el traje color negro que tenía se le veía muy bien, queria golpearlo porque su sonrisa era la mas hermosa que había visto en su vida.

—Jungkook.

—Mantén tu distancia, Kim—gruñó y siguió caminando. El alfa lo miró incrédulo, aún así caminó detrás suyo.

—Necesito que veas estos informes.

—Ahora no.

—Es muy importante que los veas ahora, no es por nada pero tus problemas dejalos en casa. —Jungkook paró en seco y lo miró con el ceño fruncido.

—Dije, ahora no. Veré esos informes cuando yo quiera, no me importa si no tienes tiempo después, si yo quiero me pasó esos informes por el trasero.

Todos los empleados estaban mirando la escena de ambos.

—No te dejaré hasta que los veas.

—¡Por el amor de Dios! ¡Dile a Hoseok que vea esos informes y no me molestes a mi! —Taehyung lo miró sorprendido, nunca un omega le había gritado así, se sintió muy ofendido.— Mira, Taekyun, no molestes y vete a tu maldita oficina.

Hubo un silencio muy incómodo, las personas estaban viendolos, como si sus vidas dependieran de eso. El omega tenía sus pómulos rosados, a Taehyung le pareció lindo. El alfa pensaba que no había mejor cosa que ver al omega enojado, con el ceño fruncido, labios torcidos y pómulos rosados.

—Iré a tu oficina en una hora. —dijo entre dientes y ambos caminaron en diferentes direcciones. Para cuándo Jungkook llegó a su oficina, dejo salir un bufido, demasiado brusco.

✷✷✷

Cuidar a un bebé no era una tarea fácil.

Primero, el bebé no había dejado de llorar, aún con las feromonas del alfa; el cachorro estaba muy inquieto, soltaba quejidos a cada rato y nada lograba calmarlo, segundo, el alfa no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, trató de hacer reír al bebé, pero solo logró hacer que llorara aún más, intentó darle un biberón, pero simplemente no quería tomar leche.

Se estaba arrepintiendo de todo, Taehyung puso canciones de cuna, para ver si así lograba dormir el bebé, parecía funcionar, ya que había dejado de soltar quejidos y ahora estaba con los ojos entre cerrados, era muy adorable el bebé.

Tenía sus ojos claros, sus pestañas eran muy rizadas y largas, como las de su madre, se podía ver como sus labios eran delgados y con forma de corazón, sin duda su parentesco con su madre se notaba mucho.

Todas las omegas que pasaban a la oficina de Taehyung se quedaban muy emocionadas mirando como el alfa cuidaba el bebé, la manera en que lo cargaba con un solo brazo y como siempre estaba dándole besitos en las mejillas y quién no quedaría así al ver a un alfa cuidando a un bebé.

Desde muy pequeño deseó tener un bebé o dos, un omega y una familia, a la cual amaría con todo su ser. La verdad era que él no creció con su familia verdadera, siempre había estado de un orfanato a otro, cuando cumplió los quince años fue cuando le dijeron que ya no podían cuidarlo más, que debería de buscar su propio hogar, recuerda haber caminado horas y horas casi hasta las afueras de Seúl, en donde encontró una gran casa color blanca con las persianas doradas, era como un castillo.

Trabajó para esa familia, la cual tenía por apellido Kim y no tenían hijos, la pareja había intentado muchas veces pero no podían. No tardó mucho tiempo para que Taejoon y Hyeji vieran al adolescente como su hijo, pero poco tiempo después, Hyeji logró quedar embarazada y ahora Taehyung tenía una hermana menor a la que debía cuidar.

Taehyung nunca supo lo que pasó con su madre verdadera y tampoco es como si quisiera saber sobre ella, la verdad era que se sentía muy feliz con sus papás adoptivos, eran unas personas muy amables que supieron darle el amor que se merecía.

—Tardaste un poco en llegar —habló el alfa cuando vio a cierto omega entrar a su oficina.

—No eres el único que hace informes.

Hoseok puso su vista en el bebé que estaba en los brazos de Taehyung, quien estaba muy contento arrullandolo.

—No sabía que tenías un bebé. —El alfa lo miro muy confundido.

—Hay muchas cosas que nadie sabe de mi.

—Creía que diría que no es tuyo.

—¿Por qué tendría que negarlo? —Hoseok estaba muy sorprendido. ¿Taehyung tenía un bebé? ¿Una omega? ¿Por qué quería estar con Jungkook si ya tenía un bebé de casi tres meses?

—No es mío. —No hay parecido entre los dos.

—En realidad si lo hay, tus ojos, tus cabello, tus labios delgados y quizá tenga hoyuelos. Lo siento... No es de mi incumbencia.

—No tienes por qué disculparte.

Hoseok se quedó un momento más mirando al bebé, quien tenía un gran parentesco con el alfa, Taehyung dejo al bebé sobre una pequeña mesedora que estaba en el piso.

—Hablemos de los informes. —su voz era firme de nuevo, casi intimidante, se sentó en su silla muy firme y derecho, —se los iba a mostrar a Jungkook, pero no parecía de buen humor, me dijo que te los enseñara a ti.

—Suele ser así casi siempre...No es su culpa, ha sido muy difícil todo para él.

—¿A qué te refieres? —Se estaban desviando del tema importante; los informes.

—No creo... No creo que yo deba decirte esto, será mejor que él te lo diga. Si lo quieres debes ganarte su confianza, trataló como nadie más lo ha hecho, llévalo a lugares que no ha ido.

—No creo que sea muy fácil ganarme su confianza.

—Eso es lo mejor de él —se removió en su asiento. —Se podría decir que ha tenido un cortejo... Aunque no fue uno de verdad, el alfa solo lo trato como una máquina de dinero y eso. ¿Conoces a Minho? Bueno él, lo trato bien, pero no tan bien... Es muy difícil de explicar. Taehyung estaba muy atento, escuchaba todo lo que decía, realmente todo.

—Minho engañó a Jungkook, lo hizo cuando él viajó a quien sabe dónde, le mandaron una foto y fue ahí cuando se supo que no quería nada serio con él —el alfa parpadeó un poco, lento muy lento, su ceño se frunció, tratando de descifrar la mirada que tenía el omega pelirrojo.

—Jungkook casi se deja marcar por él... Lo devastó mucho que lo engañara, no le digas que yo te dije. —Taehyung asintió.

"¿Cómo alguien se atrevería de engañar a una criatura tan bonita como nuestro Omega?"

Taehyung seguía confuso, quería saber el por qué Jungkook le había intentado coquetear a ese alfa delante suyo, lo cual había pasado hace tres días, no podía negar que desde el momento en que lo vio, quedó enamorado de él completamente, de su manera de ser tan diferente a todos los omegas que ha conocido hasta el momento.

Quería protegerlo, quería hundir su nariz en el cuello del omega e inhalar ese aroma que tanto lo estaba atormentando, quería dejar marcas rosadas sobre su piel, quería ser su alfa, quería que lo llamara alfa todos los días, quería poder despertar todos los días a su lado, desnudo, con el cabello revuelto y quizá un poco de saliva en su barbilla, lo quería a él en todos los momentos de su vida y solo a él.

Sabía que no iba a ser nada fácil, pero lo iba a intentar.

—¿Suele tener cambios de humor siempre? —Hoseok asintió.

—Normalmente siempre, pero trata de controlarlos, no por nada se la pasa en su oficina. Nunca ha dejado entrar a nadie a su oficina, es como una especie de nido para él.

"A nosotros nos ha dejado entrar a su oficina...nido"

Y quizás entonces Taehyung entendió por qué Jungkook se la pasaba en su oficina siempre y por qué no dejaba que nadie más entrenara en ella, se aislaba de todos, para así evitar sus cambios de humor, para que nadie más notara sus aromas.

—No debes de estar preocupado de que te haya hablado mal en la mañana, seguramente vendrá más tarde a disculparse.

Hoseok volvió su vista a los informes que le habían dado, fruncía un poco su ceño de vez en cuando, mordía un poco el borrador del lápiz que tenía en la mano y a veces le hacía comentarios a Taehyung.

A él le había caído muy bien el omega pelirrojo, era un chico muy tierno y carismático, siempre te hacía reír con cualquier cosa, nunca se quedaba callado.

—Creo que eres un alfa bueno para Jungkook —Taehyung casi se ahoga con su saliva, —y él sería un buen omega para ti. ¿Te gusta?

"Y decían que el directo soy yo"

—Creo que todos están tratando de emparejarlos.

"Si no lo mencionas ni cuenta nos damos Omega"

En realidad era cierto que todos están detrás de que ellos dos estén juntos. Hace dos días Junsoo lo lleno de miles y miles de preguntas sobre Jungkook y le dijo todo lo que le gusta a su hijo y lo que no.

—Algo así. —El omega enarco una ceja.

—¿Cómo que "algo así"?

"Está en su faceta de omega chismoso"

—Solo algo así.

El bebé comenzó a llorar y Taehyung lo puso de nuevo sobre sus brazos, tarareando un poco para ver si se podía volver a dormir pero estaba mucho más inquieto que antes.

—Deberías calmarlo con tus feromonas.— sugiere Hoseok.

—No lo creo, no creo que le guste ¿Podrías cargarlo tu?

—¿Su madre no se enojaría?

—Ella no está aquí.

Hoseok dudó un poco, sabía que había omegas que eran muy celosas con sus bebés, se acercó de forma lenta al alfa, el cual le sonrió un poco, estaba apunto de cargar el bebé pero la puerta se abrío y era Jungkook.

Soltó un severo gruñido y Hoseok lo miro muy sorprendido, en su vida había recibido un gruñido por parte de Jungkook.

—Me retiro, Taehyung los informes estan bien y... Y ya. Adiós. —Hoseok salió casi corriendo de la oficina, Jungkook volvió a soltar un gruñido, pero está vez fue mucho más suave.

—Parece que Hoseok vio esos informes muy de cerca.

"Nuestro Omega está celoso"

—De hecho.

—¿Y ese bebé?

—Lo estoy cuidando, pero ahora no se quiere quedar quieto.

—Puedo ayudar. ¿Cómo se llama?

—Kenma.

—¿Kenma?

—Yo tampoco se por qué le pusieron asi. —Jungkook cargo a la bebé y muy rápido se quedó muy quieto.

—Quería venir para disculparme sobre mi actitud de esta mañana, suelo ser muy molesto siempre, espero que no te hayas enojado por eso.

—No te preocupes. Realmente no estoy enojado, soy consciente de que yo también puedo ser muy molesto a veces, pero tú... Tú no molestas. —Estaba muy atento a la manera en que sostenía al bebé en sus brazos y lo hermoso que se veía con un bebé.

—Bien, —Jungkook se sentó en el sillón en donde había estado Hoseok. —¿Qué harás después? —pregunta arrullando al bebé.

—Realmente nada.

—Okey. ¿Quieres ir a algún lugar?

—¿A dónde?

—No tengo idea, podemos ir a dónde tú quieras... Realmente no pensé que ibas a aceptar salir conmigo.

—Todos aceptarían salir contigo, Jungkook —el Omega se sonrojó y su enojo había desaparecido completamente.

—Con tal de que te sonrojes así de bonito todo el tiempo. ¿Quién no quisiera salir contigo?

—Pero realmente soy muy aburrido, nunca tengo de que hablar y siempre me duermo cuando salgo con chicos que muy apenas y conozco.

—Quizá sea porque ellos no saben como hablar contigo, como tratarte, como tocarte —¿en verdad había dicho como tocarte o solo fue imaginación de Jungkook?

—Creo que deberíamos... — tragó saliva, —deberíamos buscar a la mamá del bebé.

—Ella no tarda en llegar. —su rostro estaba muy cerca del de Jungkook, tanto que el omega podía escuchar la respiración del alfa, junto con ese aroma que tanto lo volvía loco, si realmente lo volvía muy loco, vio los ojos del alfa, estaban un poco más oscuros y brillosos.

—¿Cuántos años tienes, Taehyung? —quería acabar con todo eso.

—Veintisiete.

—Te creí mayor.

—Suelen decírmelo todo el tiempo. Quizá es porque soy alto, realmente nunca me puse a pensar en eso, en por qué creían que era mucho más mayor.

—Si, debe ser la altura.

—Tu tampoco te ves de...¿Veinticuatro? —asintió.

—Pareces un bebé, en verdad tienes cara de un bebé muy pequeño —le enseñó su dedo meñique.

—Podrías ser mío, mi pequeño. —El Omega gimió.

"¿Por qué fue eso? Yo nunca ando por ahí gimiendo"

—Para.

—¿Me dejarías oler tu cuello?

"Si"

—No —murmuró por lo bajo.

El omega quería tener a Taehyung cerca, en su cuello, para que sintiera el dulce aroma de Jungkook, él estaba hecho un lío, quería y no a Taehyung en su cuello, jamás había querido que un alfa estuviera tan cerca de su cuello o de él, y la verdad era que no sabía lo que le estaba pasando en ese preciso momento, pasaba saliva cada dos segundos, apretaba muy fuerte sus piernas y sus labios estaban apretados, incluso podía sentir como su garganta comenzaba a secarse. Quería salir corriendo de ahí.

—Quiero oler tú cuello. — dice el alfa acercándose mucho más, en verdad no sabía en qué momento se había puesto de cunclillas para estar tan cerca de su cara. —Déjame oler tú cuello —estaba apunto de acceder a lo que el alfa le decía cuando la puerta se abrió.

La oficina se llenó de un dulce aroma de frutos rojos, una omega muy linda estaba parada enfrente de Taehyung y Jungkook, muy atenta mirando a ambos chicos, Taehyung se puso de pie y camino hasta ella, Jungkook por su parte se quedó con el bebé, aún lo estaba arrullando en sus brazos, dejando leves caricias en las mejillas del pequeño cachorro; quien estaba muy cómodo con todo lo que le hacía.

—¿Por qué mi bebé está en brazos de ese omega, Taehyung? — cuestionó la omega.

—No se quería calmar.

—¿Y se te ocurrió dárselo a él? Debe ser una broma. — no se veía molesta, es más, había un poco de gracia en su voz, la omega tenía su cabello recogido en un moño a la mitad, sus labios estaban pintados de un color rosa muy claro con brillos, sus ojos eran de un color café muy claro, casi avellana, era muy linda.

—Pudiste llamarme y habría venido por él.

—No era un problema para mí.

—Esta bien, ¿Vas a presentarme al omega bonito que está allá con mi bebé? —dice divertida.

—Claro, Jungkook ven aquí.—su voz era muy suave.

—Ella es Hyuna y es la madre de Kenma. —Jungkook se puso de pie y caminó hasta donde estaban el alfa y la omega.

—Mucho gusto Hyuna.

—El gusto es mío, espero que no se te hayan dormido los brazos por cargar a Kenma, —suele ser un consentido casi todo el tiempo, creo que salió a mi.

—O a Tzuyu —dice Taehyung.

—Quizá sea herencia de los Kim. —Taehyung frunció el ceño.

—No te dejes llevar por la apariencia de alfa malo de Taehyung, en realidad es una bolita de azúcar llena de amor y paz.—Aunque algunas veces si puede llegar a ser todo un hijo de puta posesivo y mandon.

—Rara vez pasa, Hyuna.

—¿Quieres que lo cargue ahora?

—No, está bien, es muy bonito y muy parecido a ti.

—Y eso que no has visto a Tzuyu, tiene más parecido a ella que a mí, aunque dicen que también se parece mucho a Taehyung, realmente no sé de dónde sacan todo eso.

—Ya te tienes que ir, Hyuna.—comentó Taehyung.

—No seas un aburrido. —Jungkook soltó una risa algo escandalosa, acarició la mejilla del bebé antes de devolvérselo a Hyuna.

—En fin, ya me voy porque parece que alguien me quiere matar con la mirada.— Hasta luego Jungkook, me alegro conocerte hoy, ¿sabes? Taehyung no ha parado de hablar de ti en estos días. Adiós Tae. —Jungkook se quedó muy atento viendo a Taehyung, quien tenía la cabeza gacha.

Hyuna salió de la oficina, dejando al alfa completamente sonrojado y a un Jungkook queriendo reír muy fuerte.

—¿Quieres comer algo?— preguntó Jungkook, queriendo romper con todo el silencio incómodo que se estaba formando, Taehyung lo miró por unos largos segundos y asintió, caminaron hasta el elevador, el cual no estaba tan lejos, Jungkook metió sus manos en sus bolsillos, queriendo llegar rápido hasta la planta baja, Taehyung por su parte tenía sus manos hacia atrás, entrelazadas, estaba demasiado feliz de que Jungkook estuviera aún lado de él. De repente el omega sintió un poco de aire en su oído izquierdo.

—No creas que se me olvidó lo de hace rato, omega —Jungkook sintió como sus piernas estaban un poco flojas, —voy a oler tu cuello.

—No —se hizo un poco de lado, —por favor, no.

—¿Por qué no me dejas oler tú cuello?

"Porque serías el primero en hacerlo"

—Ya te dije lo que pienso de eso, Taekyun .—otra vez dijo su nombre mal a propósito para tratar de sonar un poco duro y distante.

—Vale.

Llegaron a la planta baja, en donde Jungkook salió corriendo del elevador, Taehyung tuvo que seguirse el paso.

—¡Jungkook! —esa no era la voz de Taehyung.

—Mingy —Jungkook fingió alegría, —¿Cómo estás?

—Muy bien, gracias. ¿Cómo estás tú?

—Igual.

—Quería saber si ya pensaste lo de la vez pasada.

Lo de la vez pasada.

Vez pasada.

¿Que era?

La flor.

¡Oh!

—Estoy un poco retrasado, Mingy. —señaló a Taehyung —Cuando llegue podemos hablar de nuevo ¿si?

—Claro. Ya sabés en donde encontrarme.

"Él sabe que no irás"

El alfa salió de la vista de Jungkook y al fin pudo soltar el aire que tenía retenido.

—Ven Taekyun, no tengo todo tú tiempo.

—¿Quién era él?

—Trabaja para mi padre — chasqueo la lengua, —me dió una rosa blanca, pero no la acepte y ahora está detrás de mi para que le de una respuesta, pero no quiero aceptar, no es mi tipo y tiene el ego hasta las nubes.

—Parece un buen alfa.

—Si pero no es para mí.

—¿Cómo sería un alfa para ti? — le abrió la puerta del coche.

"Alguien como tú"

—No tengo idea de cómo sería un alfa para mi. Jamás me he tomado el tiempo para pensar en eso, todavía soy muy joven para pensar en un alfa y en una marca.

—Normalmente los omegas se enlazan a los diesciocho o antes. —el omega rodó los ojos.

—Esta más que claro que yo no soy normal.

—Si eres nornal.

—No lo soy.

—Dime por qué piensas eso y no quiero escuchar algo referente a tus aromas.

—Mis aromas.

lo miro con cara de ¿en serio? —Eres un caso perdido, Jeon.

—Lo se, Kim.

✷✷✷

En el restaurante había muchas personas.

—Hablame de ti.— escucho la voz del alfa, tan firme y muy varonil, tenía puesto uno de esos trajes bonitos y muy caros, ese era su estilo, estaba comiendo un filete a termino medio, acompañado de una ensalada que para el gusto de Jungkook se veía muy seca.

—¿Qué quieres saber? —respondio. A diferencia de Taehyung, Jungkook tenía una voz mas suave. Algunos omegas hombres, solían tener la voz firme y un poco gruesa, casi como los alfas, pero tampoco era raro encontrar a un omega con voz como la de Jungkook

—Hay muchas cosas que te sorprenderían.

—Lo necesario.

¿Que era lo necesario?

—Bueno... Mi cumpleaños es el primero de septiembre, — soy hijo único, aunque me gustaría haber tenido una hermana o hermano. Mis colores favoritos son el rojo y el azul... Nunca he tenido un novio o con quien pasar en los momentos difíciles — suspira, —mi padre me hizo aprender el código morse, lo cual no sé por qué, también tomé muchas clases de lenguaje de señas y no quiero aburrirte con tanta información.

—No me aburres, nunca aburres. — le sonrío.

—También sé lenguaje de señas.

—Dejando de lado lo mío, ahora dime algo sobre ti. —Jungkook se llevó a su boca un poco de macarrones.

—Bien...Mi cumpleaños es el 30 de diciembre. Tengo una hermana menor y una prima que es como una hermana para mí, su nombre es Tzuyu, ella ya tiene omega, la conociste hoy... —trató de pensar un poco en que más decirle, —he tenido solo una relación oficial, pero no duró mucho, ya que ella tenía que irse a Rusia por motivos personales, nunca he pasado mi celo con nadie... Mi color favorito sería el morado y no hay nada más.

—Creí que dirías que habías tenido más de una relación.

—¿Por qué?

—Bueno, eres atractivo y todos los omegas siempre te miran, casi te quieren violar con la maldita mirada, pero supongo que has tenido una que otra aventura de una sola noche ¿no?

—Una que otra, si. Aunque si es algo muy extraño que no hayas tenido novio, eres muy lindo y divertido, ¿cómo alguien no podría poner sus ojos en ti?

—No soy tan atractivo.

—Claro que lo eres.

—Una vez acepte un cortejo...Pero no fue uno muy bien hecho en realidad, así que no creo que cuente cómo uno, el alfa lo hizo todo al revés ¿si? Quería marcarme primero y después seguir todo el rito del cortejo... Él me engaño, se acostó con una omega, me dijo que era su amiga pero resultó ser algo más que eso.

—Apuesto a que es Minho.

—Ese mismo.

—Nunca me agrado.

—Se nota.

Jungkook siguió comiendo de sus macarrones, los cuales eran muchos.

—El cortejo en Tailandia es muy diferente. — comentó Taehyung.

—¿Cómo es?

—Es el tradicional. Cuando el omega acepta el cortejo, tienen que lanzar una linterna volante, luego le das el primer regalo a tu omega que tiene que ser referente a como se conocieron, luego si es aceptado, le das el segundo regalo que es un brazalete para que todos sepan que estás siendo cortejado, luego viene el tercer regalo que es algo que tenga que ver con el aroma del omega y el último será un regalo personal, para que ambos lo tengan, algo de parejas, la mordida se da cuando ya se hayan completado todos los pasos y el amor y la confianza entre ambos, alfa y Omega sea fuerte y sólido, nunca antes.

"Ese si es un verdadero cortejo"

—¿Haz cortejado alguna vez?

—No, lo guardo para cierto omega de ojos brillantes como estrellas.

—Oh.

—Y mi nudo. Ese también lo guardo para mí omega.

"¡Di algo!"

—Oh. Suena genial el cortejo...Nunca lo había escuchado. —tragó saliva.

—Es el tradicional, no entiendo porque en algunos lugares dejaron de hacerlo.

—Deberíamos volver a la empresa, mi padre me dijo que haría una pequeña junta para saber que haremos la próxima semana.

—Pediré la cuenta.

Salieron del restaurante a paso lento, no tenían ninguna prisa de llegar a la empresa; no quedaba muy lejos, estaba a media manzana del restaurante.

El alfa agarró la mano de Jungkook, lo cual fue muy raro para él pero se sintió realmente bien así que no hizo ningún esfuerzo en quitarla, se sentía tan cálida y suave, cómo si su mano encajara perfectamente con la suya.

No tenía ni idea de lo que le estaba pasando, estaba actuando muy raro, siempre quería tener al alfa cerca, aunque no lo admitiera.

Tenía miedo.

Miedo de caer completamente enamorado del alfa, miedo por no ser suficientemente bueno para él, simplemente tenía miedo de todo lo que pudiera pasar en los siguientes días o semanas.

En la empresa siempre habían personas de un lugar a otro, nadie parecía poder descansar un momento, pues siempre había trabajado por hacer, Namjoon estaba en la recepción, siempre atento a todos y siempre era amable, le dió una sonrisa a Jungkook, antes de volver a su escritorio.

—¡Jungkook! —exclamo, — la junta comenzó hace unos minutos, tú padre está como loco porque no estabas en ningún lado, casi quería quemar la empresa.

—¡Ya voy!

Subieron hasta la oficina de Junsoo, en donde habían más de cinco alfas, quienes no habían apartado la mirada de Jungkook ni por un segundo, Taehyung se había puesto detrás de él, sujetando un poco la cadera del Omega en forma un poco posesiva.

Lo estaba reclamando como suyo y fue así como todos lo dejaron de mirar.

El omega no habló en ningún momento, solo estaba escuchando y haciendo una que otra anotación mental, las cuales luego se las daría a Namjoon para que él las anotara en unos papelitos, podía sentir la mano de Taehyung en su cadera, como la apretaba de vez en cuando y la manera en que dejaba caricias muy sutiles, o la manera en que a veces se acercaba a su oido para decirle una que otra cosa.

Jungkook había dejado de escuchar la voz de su padre y de los demás alfas, estaba muy concentrado en todas las caricias que Taehyung le estaba dando, quería decirle que parará ya, pero a su vez quería que siguiera con las caricias en su cadera.

Hizo todo lo posible para no gemir cuando introdujo su mano en el interior de su camisa; tenía su mano fría pero suave, no le molestaba, más bien le gustaba, lo miró de reojo y tenía una maldita sonrisa en su cara y alzaba sus cejas repartidas veces.

—Taehyung y Jungkook harán el viaje a Tailandia — escuchó el omega.

—¿Qué?

Taehyung retiró la mano de la camisa de Jungkook y se sentó derecho.

—Tú y Taehyung viajaran a Tailandia por una semana, para que veas cómo es su empresa. El vuelo sale mañana por la tarde.

—Debe ser una broma.

"No lo es"

—Podría pasar de todo.

"No pasará nada"

—Eso dices ahora.

—Ya se había acordado de que tú irías con tu asistente personal. —agradeció por no tartamudear.

—Hubo un cambio de planes. La junta se hizo por eso ¿no escuchaste? Será mejor que vayas a casa y arregles tus cosas. Que te acompañe Taehyung.

Lo que menos quería era ir de viaje con Taehyung, el camino a su casa fue silencioso, aunque no era para nada incómodo. El alfa puso la calefacción al ver como el omega temblaba de frío, Jungkook murmuró un gracias muy bajo, como si tuviera miedo de que lo escuchara alguien.

—Voy a ver tu castillo. —Habían llegado a la casa de Jungkook, la cual estaba muy iluminada.

—No es un castillo.

—Ya veremos eso.

—Pasaré por ti mañana por la tarde para irnos juntos al aeropuerto.

—Esta bien.

—Adiós Jungoom.

—Adiós Taekyun.

Quizá esos nombres ya eran sus apodos cariñosos, porque Jungkook sentía todo un zoológico en el estómago cada vez que lo escuchaba llamarlo de esa manera.

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