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Capítulo 15

Tomó el primer vuelo para ir a Bangkok.

Ya era hora de ser feliz. 

Tanto él como su omega, brincaban de la felicidad, estaba muy ansioso por recuperar a Taehyung.

Su omega no había dejado de llamarlo, lo hacía con mucha emoción y anhelo y el alfa de Taehyung también lo estaba llamando a él. Era increíble la manera en que ambos se estaban llamando, y era muy increíble porque aún no estaban enlazados.

"No, no hagas eso"

Mordió un poco la uña de su dedo pulgar, para así evitar que un sonido se le saliera de la boca.

"Que no se te ocurra hacer eso"

Su lobo quería detenerlo de gemir, estaba inquieto, desesperado y quería llegar ya a Bangkok, dejaba salir sus fuertes feromonas, haciendo que algunos alfas lo voltearan a ver.

Hay muchos alfas, no había necesidad de contar cuántos iban en el avión, pues con tan solo olerlos sabía que había más de un alfa.

"Debimos tomar el vuelo que salía más temprano"

—En efecto.

Faltaban unos treinta minutos para llegar a su destino, quizá era por eso que su omega estaba demasiado inquieto, a tal grado de no parar de gemir.

"Llámalo y dile que vamos con él"

Será una sorpresa.

Quería llegar a la empresa de la familia de Taehyung, ir hasta su oficina y cuando lo viera iba a correr hacia él y le iba a dar un fuerte abrazo, seguido de muchos besos.

Tenía un pequeño plan para pasar un buen rato con él, en la maleta se encontraban algunas cosas que había comprado antes de abordar el avión, sabía que se iba a llevar una gran sorpresa cuando viera lo que estaba en ella, sonreía de tan solo imaginar su cara.

"La sorpresa que le daremos"

Tuvo que apretar sus labios para no reírse.

"¿En qué pensabas cuando compraste todo eso?"

—En Taehyung. —Suspiró una vez más.

Más bien la idea había sido de Namjoon, él le dijo que comprará algunas cosas para su reconciliación y bueno le hizo caso porque quería probar cosas nuevas.

"Ahora que lo pienso, pobre de Félix"

Jungkook no pudo evitar reír a carcajadas, haciendo que algunas personas se le quedarán mirando.

El avión aterrizó en el Aeropuerto Suvarnabhumi de la ciudad de Bangkok, se alegró de al fin haber llegado, se puso de pie tan rápido como sus piernas se lo permitieron, esperó pacientemente por su maleta y cuando la tomó se apresuró en ir a conseguir un taxi, pero nuevamente tuvo que esperar al ver que no tenía pasaje.

—¡Vamos con Taehyung! —Exclamó muy contento, tanto que hizo que su lobo soltará un aullido muy alto.

"¿Por qué nos miran? ¿Tenemos algo en la cara?"

—Quizá sea porque no has dejado de estar inquieto y porque acabas de hacerme aullar. Ya sabes, lo normal.

Alzó su mano para hacerle la parada a un taxi, el conductor lo ayudó a meter la maleta en la cajuela y le dio la dirección a la cual debía llevarlo.

El taxi lo dejo justamente en la entrada de la empresa, había olvidado lo grande que era el edificio, se dio cuenta que había uno que otro cambio muy pequeño, le pagó al chófer y luego salió del auto, no sin antes agarrar su maleta.

"Vamos por nuestro alfa"

Su pecho latía con fuerza y un suave aroma de vainilla con chocolate se hacía notar en el ambiente, les dio leves sonrisas a las personas que iban caminando a su lado. Ahora no solo su omega estaba ansioso, sino que él también lo estaba.

Tan solo puso un pie en la puerta, comenzó a correr, se sentía libre, había estado esperando mucho tiempo por este momento.

En la recepción estaba el padre de Taehyung, el alfa se llevó una gran sorpresa al verlo.

—¿Jungkook? —murmuró.

No se paró para saludarlo, siguió su camino.

Apretó muchas veces el botón del elevador, las puertas no se querían abrir y él no iba a tomar las malditas escaleras, cuando por fin se abrieron, presionó el número de piso de la oficina de Taehyung.

Ya que estaba solo en el elevador, aprovechó para peinarse el cabello, también acomodó el suéter que tenía puesto, quitó algunas pelusas que había en su pantalón negro y bueno, el elevador se estaba llenado de su aroma, lo cual iba a ser molesto para los demás.

Llegó al noveno piso y salió corriendo, se tropezó y cayó. Unas omegas lo miraron muy curiosas y lo ayudaron a ponerse de pie, murmuró un "Gracias" para volver a correr.

La recepcionista de Taehyung estaba ahí, con un hermosos vestido negro pegado al cuerpo y con su cabello muy bien peinado.

—El joven Kim no quiere que nadie lo moleste —le dijo —puede volver mañana por la tarde o si gusta agendar una cita para después.

No se tomó el tiempo para escucharla, ¿Quién era ella para impedirle ver a Taehyung? Abrió la puerta de la oficina y entonces lo vio. Estaba de espaldas, con el teléfono en la oreja, cerró la puerta sin hacer ruido y le puso seguro, para evitar que alguien más entrará.

—...Es un omega, castaño y de ojos bonitos y brillantes como las estrellas — puso su mano en su cadera y se giró, —olvídalo, está enfrente de mí.

Su cabello estaba corto, tenía una ligera barba, se veía muy decaído, había unas ligeras ojeras en sus ojos y su aroma era de tristeza.

Dejó caer su maleta en el piso y corrió hacia él, el alfa agarró sus piernas cuando esté rodeo con ellas su cadera.

—¡Ya lo adiviné! —exclamo, ocultando su nariz en el cuello de Taehyung —es coco, todo este tiempo ha sido coco — sus ojos se llenaron de lágrimas que no tardaron en deslizarse por sus rosadas mejillas.

—Estas tan hermoso como el día en que te deje ir, ya no huyas de mí, omega —se aferró más a él, —porque si te vas de mi lado, iría a buscarte hasta el fin del mundo hasta encontrarte.

—Ya no me iré, nunca más me volveré a ir de tu lado.

Jungkook era el fuego que calentó el ártico, Taehyung era el frío que congeló el infierno.

—No seré el omega perfecto o el más comprensivo, pero si me quieres a tu lado, puedo amarte con todo mi corazón —sus palabras eran muy sinceras, tanto que le dolían. Comenzó a besar la cara de Taehyung, al mismo tiempo que con su mano le daba caricias. — Puedes elegir quererme tal y como soy o puedes dejarme.

—Te quiero como eres —se dejó besar, —te quiero a ti y a tu omega. Te quiero para ver tus hermosos ojos todas las mañanas, escuchar tu risa para toda la vida y para abrazarte y no soltarte nunca.

—¿Eres real? —pregunto, riendo.

—¿Tú eres real? Con esa linda sonrisa y esos ojos brillantes y tan bonitos, simplemente no creo que tú seas real.

—Soy tan real como tú.

Taehyung sentó a Jungkook en el escritorio, solamente para besarlo en los labios.

—Me hacía falta esto, un beso tuyo. Tú me hacías falta.

—Lo siento —sonó su nariz, — siento todo esto.

—Todo está bien —esas palabras no hicieron que se sintiera mejor realmente — ahora todo estará bien.

En verdad quería que ya todo se pusiera bien.

—Voy a tratar de controlar mis cambios de humor.

—No, no cambies nada de ti. Así estás perfecto, así tal como eres, me gustas.

—¿Cómo puedo gustarte así? —pregunto, señalando su cuerpo, — soy débil y soy un omega con más de un aroma.

—Me gustas así, porque así yo puedo cuidar de ti.

—Te quiero tanto —sonrío, cerrando sus ojos — ¿Me quieres?

—No, por supuesto que no te quiero, te amo.

—He traído algunas cosas — bajó la mirada llena de vergüenza, —están en la maleta.

—¿Cuál maleta? —el Omega señaló la maleta que estaba en la entrada, —esa maleta. ¿Puedo ver qué hay en ella?

—Humm sí.

Fue directo hasta donde estaba la maleta, se puso de rodillas y dejó salir un suspiro al ver lo que había en la maleta.

"Espero que hayas traído una pomada"

—¡Diablos! ¡La olvide!

"¡Por las chanclas de su Dios Jesucristo!"

—Tú... —cerró la boca de golpe, —pensé que habría ropa.

—Siempre puedo usar la tuya.

—¿Quieres que use esto... — estaba asombrado, —en ti?

—No, yo la usare en ti —el alfa estaba muy asombrado, —hay unas cosas para mí.

En la maleta había esposas, mordazas, sogas y unos cuantos dildos de diferentes tamaños y más cosas que Taehyung no sabía que eran o para que servían.

—Abre la bolsita de afuera—hizo caso, abrió el cierre que estaba afuera y vio lo que había dentro, —traigo unas puestas— pantis, eran pantis y más lencería.

—¿Puedo verlas? —se le hizo agua en la boca.

—Si —Taehyung caminó hasta él —pero no aquí. Vamos a tu casa.

Tragó saliva más de una vez, esperaba que su padre no se enfadara por haberse irse ido antes de la hora acordada, bueno, seguramente iba a entender el porqué de su ausencia.

Taehyung lo besó en la frente y luego en el cuello, sus manos estaban inquietas, las metió debajo del suéter de Jungkook, este al sentirlas dio un brinco porque estaban frías, pero suaves. Se besaban con tanta lujuria, como si sus vidas dependieran de ello, la oficina se llenó de los aromas de ambos y a decir verdad era la mejor combinación de todo el mundo.

—Detente, debemos ir a tu casa —dijo entre jadeos, — ¡Taehyung! —chilló al sentir como el alfa lamía su cuello.

—Aquí, te quiero aquí —estaba caliente, como si tuviera fiebre.

—Tendrás tu celo —eso no estaba en sus planes.

—Sí, sí.

—Con más razón hay que ir a casa.

"Ojalá su mamá no esté en la casa. Él tiene un departamento ¿No?"

¿Lo tenía? Había cosas que ya ni siquiera recordaba.

—Alguien me puede oler.

—Sí, lo sé —su voz cambió, —alguien se dará cuenta de que entraras en celo y si un omega se te acerca me voy a pelear con él o ella, porque nadie tendrá lo que es mío.

¿Había algo mejor que un omega siendo posesivo con su alfa?

No pudo evitar sonreír, su omega se veía tan tierno y lindo cuando actuaba así de posesivo.

—¿Qué? —pregunto, incrédulo, —sí, acabo de decir que eres mío. Tú Kim Taehyung, eres mío y solamente mío.

—Lo sé.

—Mi alfa.

—Tu alfa —se sentía tan bien decir esas palabras — tu alfa.

—Di que eres mío — necesitaba que se lo dijera, en verdad lo necesitaba.

—Tuyo... —suspiró —soy tu alfa.

Sintió mariposas en su estómago. Si alguien le hubiera dicho que tendría a un alfa diciéndole que era de él, seguramente se echaría a reír.

—Sí, mío —sonrió. —Ahora nos iremos y cuidaras de no soltar feromonas.

¿Alguien más piensa que Jungkook parece un alfa y no un omega? Quizá era por el celo de Taehyung, ya saben lo que dicen, algunos omegas se ponen posesivos por el celo de su alfa.

Taehyung volvió al lugar en el que estaba la maleta y la tomó en sus manos, le hizo una seña a Jungkook para que lo acompañara a la puerta de la oficina.

—Cancela todo lo que tenga agendado —dijo tan solo puso un pie afuera —no creo volver en unos días — quizá fue rara la manera en que miró a Jungkook, era como si estuviera diciendo "No vendré en una semana porque tendré mucho sexo de reconciliación con mi omega"

—Pero... En unos minutos llegará el socio con el que firmaron el año pasado y ya había confirmado la junta con ellos y... —paró en seco, Jungkook la miró bastante mal —¿Qué le diré al señor Kim?

—Mira— dice Jungkook tocando el puente de su nariz, —dile al señor Kim que la razón por la que Taehyung se ira es por mi ¿Si? Jeon Jungkook, su Omega, escríbelo así en tu libreta.

—Hum... Sí, claro.

—Anota, te dicto, se fue porque su querido omega volvió después de seis semanas y ahora irán a su nido de amor a echar pasión, ¿Te lo deletreo?

—Así está bien. —La secretaria estaba asustada.

—Genial, ahora nos vamos, puedes irte si gustas.

El omega pasó su brazo por la cadera del alfa, para atraerlo hacia su cuerpo, el alfa tuvo que poner uno de sus brazos en los hombros del omega, para evitar caerse —normalmente cuando estaba en celo, sus piernas se ponían como una maldita gelatina. —Así podía oler el suave aroma que el pequeño omega desprendía.

—Me duele decirlo, pero vamos a tomar las escaleras.

—¿Por qué?

—Porque nadie toma las escaleras.

—Hay personas que, si las toman, lindo.

—¿Quién dice? —frunció el ceño.

—Olvídalo.

Fueron directo hasta la puerta de las escaleras, había unos cuantos focos de luz blanca, parecía una de esas escenas de las películas de terror.

—¿Quién te dio la idea de que comprarás todo eso? — alzó la maleta.

¡Joder! No pensé que me lo fuera a preguntar.

—Bueno —rascó su ceja, —Namjoon me dio está idea...

—Ya sé a quién agradecerle por eso.

—Definitivamente.

Las escaleras parecían ser infinitas y ellos parecían estar borrachos por el modo en que sus cuerpos se estaban tambaleando a cada paso que daban.

El aroma de Taehyung cada vez más se hacía más fuerte y más fuerte, tanto que lo mareaba, nunca imaginó que el aroma de celo del Alfa iba a ser tan fuerte y a decir verdad le estaba fascinando

Taehyung ya no aguantó más y estampó a Jungkook contra la pared, haciendo que este soltará un quejido de dolor. Lo besó con tanta intensidad que la ropa comenzaba a estorbar, el alfa metió una de sus manos entre los pantalones de Jungkook, el omega solo pudo gemir al sentir sus dedos muy cerca de su entrada, quería tomarlo ahí mismo, no había nadie y él quería aprovechar eso.

Jungkook tenía sus planes y no iba a arruinarlos, empujó a Taehyung lo suficientemente fuerte para que se agarrara del barandal, lo tomó del traje y lo pego contra la pared, bajó su mano hasta donde estaba el miembro del alfa, acariciándolo por encima de la tela del traje.

Estaba a punto de meter su mano en su bóxer, cuando... Se escuchó que unos papeles se caían, ambos se separaron y acomodaron su ropa. Un tímido beta estaba escaleras abajo, mirándolos con mucha pena.

—Lo siento —murmuró apenado, bajó la mirada y pasó a un lado de ellos, se escuchaban los pasos del beta, casi como si no quisiera caminar o hacer ruido, ambos se miraban entre ellos, apenados.

—Te dije que había personas que tomaban las escaleras.

—Sigamos caminando.

Fue muy difícil no besarse mientras bajaban las espantosas escaleras.

La erección de Taehyung se notaba demasiado, tanto que a Jungkook le fue imposible no mirarla de reojo, era grande, muy grande, quizá lo era más porque estaba en celo.

Llegaron al final de las escaleras a duras penas y con dolor de piernas, ahora lo difícil sería caminar entre todas las personas que estaban en la planta baja.

Jungkook ya se estaba preparando para poner su peor cara de "Te acercas y te mato"

Se abrieron paso hasta la puerta principal, se podía notar que estaban muy nerviosos y Taehyung hacía todo lo posible para no soltar sus feromonas de celo, caminaban muy rápido, con demasiada prisa.

Y tuvo que pasar lo que no querían que pasara.

Una omega se acercó a ellos, muy sumisa y con el cuello de lado para que Taehyung la viera.

—No — dijo al ver que ella seguía acercándose. —¡Dije que no! —llamó la atención de los demás alfa, omegas y betas que estaba ahí.

—Jungkook... —susurró — solo sigamos.

Varios omegas estaban gimiendo y con el cuello de lado, Jungkook quería llorar porque Taehyung no dejaba de ver a todos los omegas, veía la posición en que estaban y escuchaba la forma en que gemían.

Eran muchos omegas, muchos aromas combinados y de repente le dieron ganas de vomitar.

"¡No dejes que lo miren!" Gruñó su lobo.

Jungkook soltó un gran gruñido fuerte que llego hasta el tercer piso, sus ojos estaban dorados, el color marrón se había ido por completo. Ese gruñido solo significaba una cosa, que el lobo de Jungkook se había hecho presente y estaba reclamando a Taehyung como suyo.

"Nadie se acerca a él ¡Nadie, mira lo que es mío!" —los demás omegas bajaron la mirada asustados.

Y sin más se fueron de la empresa.

—Ni de chiste vas a conducir —dijo el omega —dame las llaves.

—En mi bolsillo —metió la mano en el bolsillo izquierdo de su pantalón, evitando tocar el miembro de este.

—¿Tu casa...?

—Sí, mi madre no está, así que podemos tener...

—Entiendo. —Gracias a su magnífica memoria, sabía en donde vivía Taehyung.

"Su aroma es tan dulce"

—No te dejes llevar.

"Aparca el auto"

—¡Estamos en medio de la carretera!

Hacía todo lo posible para conducir rápido, iba suspirando solamente para que el aroma de Taehyung llegará a sus fosas nasales.

"¡Ve más rápido!"

¡Joder!

—Jungkook...

"¡Nos necesita!"

—Ya casi llegamos.

Y gracias al cielo llegaron a la casa de los Kim en una sola pieza, aparcó el auto enfrente y se apresuró en bajar del auto para ir hasta el lado de Taehyung y sacarlo del auto, lo tomó de nuevo de la cadera para que no se cayera.

La casa estaba vacía, no se escuchaba ni un mínimo sonido, las chicas de la limpieza tampoco estaban y eso era. Subieron hasta la habitación de Taehyung y una vez más agradeció a su estupenda memoria, cerró la puerta con seguro y dejó al Alfa en la cama.

Comenzó a sacar las cosas de la maleta, acomodando todo en el piso, miró a Taehyung muy levemente, este tenía su mano adentro de los pantalones, tragó saliva.

Escuchaba sus dulces gemidos, roncos y fuertes, el traje se le pegaba al cuerpo y olía bien, olía a alfa y no podría mantenerse cuerdo teniendo a un alfa en celo que rogaba por estar con él. Y sí, quizá quería tomar algo de venganza porque el alfa tardó mucho en tomarlo y él haría lo mismo.

—Voy a quitarte la ropa. —Comenzó por el pantalón que tenía puesto, siguió con la camisa del mismo color.

—Jungkook —gimió al sentir las manos del omega muy cerca de su bóxer, — déjame tomarte, por favor.

—Tendrás que rogar por ello.

Estaba jugando sucio, pero no le importaba.

—¡Omega! —sintió un estirón muy cerca de su miembro, —ven aquí.

—Si tantas ganas tienes de tomarme, tienes que rogar por ello, yo tuve que rogarte para que me anudaras, ahora ruega para que te deje anudarme.

¿Quién era este Jungkook? ¿Qué mierda le había dicho Namjoon? ¡¿Qué pasó?!

—Omega... Déjame tomarte—tocó su miembro, — déjame anudarte. Quiero... No.... Necesito anudarte.

—¿Si? ¿Cuánto lo deseas?

—Mucho, mucho, mucho, lo deseo demasiado, no te imaginas cuánto. Por favor, ven aquí para que pueda tocarte, omega. Mi omega, solo mío.

Se mojó.

Su lubricante salía de su entrada y sabía que Taehyung ya se había dado cuenta de esto, el aroma de Jungkook era de fresas, dulces fresas y se podría decir que era uno de los favoritos del Alfa.

—Quiero probarte.

"¡Que tú Dios nos ampare!" Jungkook no se esperaba algo así.

—Yo... ¿No estas siendo obsceno?

—Obsceno será lo que meteré en tu trasero sino...

—¡Taehyung! —exclamó.

"Ni en su celo deja de ser un pervertido"

—Pero te gusta.

"Me encanta"

—Quiero esto...Quiero probarte y luego tomarte, anudarte y besarte.

Y se mojó aún más.

—¿Me dejas? —no encontró su propia voz. ¿Lo dejaría? —omega.

—Bueno... Ya que insistes.

—Quítate la ropa —mandó, —no, mejor lo hago yo.

Sus ojos se iluminaron al ver los pequeños pantis que tenía puestas, se le hizo agua en la boca.

—Se supone que yo tendría el control de esto.

—Ya no.

—No arruinarás mis planes, —sintió tensión en su entrada.

—Supongo que, ya lo hice.

La ropa de Jungkook fue tirada al piso, Taehyung puso una almohada en el estómago de Jungkook y otra entre sus piernas. Sin previo aviso le alzó el trasero y se inclinó en él.

Podía sentir el aire chocar con su rosada y punzante entrada y de nuevo, sin previo aviso lamió el orificio. Fue algo nuevo para Jungkook, era raro y excitante a la vez, quería más y no podía negarlo.

Taehyung jugaba con su entrada como si de un dulce se tratara y lo disfrutaba mucho.

Quería que Taehyung lo ensuciara, lo marcara y dejara marcas en todo su cuerpo.

—¡Taehyung! —gimió.

—Alfa, llámame alfa. —hizo algo raro con su lengua que al parecer a Jungkook le gustó.

—¡Alfa! —arqueó su espalda y no aguantó más, su orgasmo llegó duro y fuerte, manchando la almohada que estaba ahí ¿A quién le importaba una almohada sucia? A nadie.

—Ahora voy a tomarte.

—¡No, no lo harás!

—¿Qué?

—Acuéstate en la cama, alfa. Tu omega se encargará de ti —se quitó todo lo que tenía en sus piernas —¿No harás caso?

—Bien...

Jungkook caminó hasta la maleta, vio con sumo cuidado las cosas que había dejado en el piso, tomó dos de ellas y volvió a la cama.

—Tus manos en la cabecera y alza la cabeza —el alfa hizo todo lo que le ordenó, —en mi celo te monte con mis manos atadas a mi espalda y yo ahora te montare esposado a la cama y con vendas en los ojos.

No tardó en esposar las manos de Taehyung en la cabecera, después puso una venda negra en sus ojos.

—Podrás mandar en nuestra relación, pero no el sexo, alfa. —no había un omega como Jungkook.

—Joder.

—¿Ansioso?

Se acomodó y se frotó con él, solo para hacer sufrir a Taehyung, tomó su miembro y lo alineó en su entrada, dejándose caer muy despacio hasta tenerlo todo dentro. Abrió su boca en un perfecto círculo al sentir que tocaba su punto dulce.

—Es una lástima que, no puedas tocarme ni verme — subió despacio para luego bajar de golpe, —espero que no olvides esto, alfa.

Taehyung quería tocarlo, subir de ritmo y enterrarse en él aún más, a pesar de que tomaba un ritmo lento, lo disfrutaba y mucho. Amaba la forma en que las paredes del interior de Jungkook eran cálidas y muy húmedas, era estrecho, quizá siempre lo sería.

Puso sus manos en su cabeza y se imaginó a si mismo bailando enfrente de Taehyung. Escuchaba los gemidos que salían de su boca, amaba que gimiera su nombre.

—Jung... —se cortó al sentir que se apretaba en él. Era una pequeña cajita de sorpresas.

Con mucho esfuerzo se movía en él, gimiendo, sollozando y jadeando de placer, Taehyung lo estaba disfrutando demasiado, sentía como apretaba sus paredes, Jungkook apoyó sus manos en el pecho de Taehyung, quería besarlo y morder todo su cuerpo.

—¿Quieres tocarme, alfa? — preguntó entre gemidos, se movió más rápido, sus pieles comenzaron a chocar entre sí, ambos eran un mar de gemidos, el alfa no podía hilar una frase, no encontraba su voz.

—No pares... muévete más rápido.

—Necesito verte —sus palabras se volvieron gemidos, —lo... Lo necesito.

—Imagíname montándote.

Y claro que se lo imaginó, con sus piernas alrededor suyo, subiendo y bajando fuertemente, con la boca rosada y llena de saliva que escurría por su cuello, su cabello pegado en la frente por el sudor. Así era como se lo imaginaba.

Bastaron unas cuantas sentadas más, para que ambos llegarán al orgasmo. El nudo de Taehyung creció en el interior de Jungkook, haciéndolo sentir aún más lleno. Aprovechó para quitarle la venda negra de los ojos, el alfa tenía algunas lágrimas en sus ojos, se veía tan lindo.

—Tenemos que volver a repetir esto —dijo tragando saliva, —todo el tiempo.

—Sí, sí lo vamos a repetir.

—Joder, serás mi perdición. —suspiró.

—Lo sé.

—Mi hermosa perdición.

—Después de esto no creo que pueda caminar.

—Te voy a tomar otra vez y ahora si no podrás caminar.

Bajó la mirada, con pena.

—Sí.

Cuando el nudo bajo, se quitó de encima de Taehyung con mucho cuidado, se tumbó a un lado, quien lo miraba con una mirada muy inefable.

—¿Qué? —pregunto confundido.

—No me has quitado las esposas.

Oh, lo había olvidado.

—Lo siento —murmuro, tomó la llave y abrió las esposas, —quizá haya marcas en tus muñecas.

—Me gusta, así sabrán que soy tuyo —besó sus labios —Cuando volvamos, le agradeceré a Namjoon por esto.

La mirada de Jungkook cambió y él ya sabía lo que eso significa.

—¿Si vamos a volver?

Se encogió de hombros.

—Ahora estoy contigo y no quiero ir a otro lugar.

—Bien —volvió a besarlo — tú y yo nos tomaremos unas vacaciones.

Esa no era una mala idea.

—¿Y qué haremos en nuestras vacaciones? — acarició el pecho de Taehyung.

—Hay muchas cosas que podemos hacer... —bajó su mano hasta el trasero de Jungkook, —¿qué dices?

—Humm

—Necesitas descansar.

—Arrúllame —bostezó, —por favor, alfa. —el alfa comenzó a dar leves palmaditas en la espalda de Jungkook, lo arrullaba con mucha delicadeza, como si tuviera miedo de romperlo. El omega ya se estaba quedando dormido.

—Duerme, dulce omega.

✷✷✷

Aún era de día, lo sabía porque en la ventana alumbraba la molesta luz del sol.

Se removió de la cama, muy molesto y suave para no despertar a la persona que está a su lado. Taehyung dormía muy pacífico y se sentía como un psicópata por ver cómo dormía.

Estaba a punto de ponerse de mal humor, ¿Por qué? Porque se había despertado con hambre y no tenía ganas de ponerse de pie para ir a cocinar algo, estaba muy a gusto con el calor de su Alfa.

Suspiró.

Tenía demasiada hambre.

—Taehyung —susurró —Taehyung despierta.

—Mmm

—Tengo hambre —el alfa no se levantó corriendo para prepararle algo, — despierta, tu omega tiene mucha hambre.

El alfa se acomodó mucho mejor en la cama, justo encima del cuerpo de Jungkook.

—No dejaré que me tomes, si no te pones de pie —no pasó nada, —alfa.

Alfa... Llamó.

—¿Estás bien? —se sobresaltó.

—Sí, pero tengo hambre.

—Omega...

—¿Tienes palomitas?

—No vas a comer eso.

—¡Pero se me antojaron!

Era cierto, tenía un gran antojo de palomitas de maíz con bastante mantequilla, de tan solo pensar en eso se le hacía agua en la boca.

—No, hay cereal y puedes comer, pero de ninguna manera comerás palomitas grasientas. —su voz fue firme y pesada.

—Dije que quiero palomitas.

—Y yo dije que comas cereales, no busques pelear.

—¡Tú me haces querer pelear!

Se sentó en la cama, respiró hondo tratando de relajar todo su cuerpo, no quería pelear con Jungkook, no iba a soportar gritarle al pequeño omega.

—Jungkook...

Y como está de esperarse, el aroma del omega era de café.

—¿Estás enojado? —suspiró —Ve y come las palomitas.

Sus ojos se iluminaron, pero aún seguía enojado.

—Taehyung, perdón, no quería gritarte —se recargó en la espalda del alfa.

—Ya, no pasa nada.

—¿Me haces palomitas grasientas? —citó sus palabras.

—Lo haré, pero no comas muchas.

—¡Entendido!

—Ya no estés enojado.

—Si me das un beso me pongo feliz.

Besó sus labios muy suavemente como si estos se fueran a romper, se puso de pie y se colocó su bóxer.

—¿No vienes? —pregunto con el ceño fruncido.

—No sé en dónde está mi ropa.

Taehyung le dio una de sus camisas, quería verlo con su ropa, seguramente se iba a ver muy lindo.

—Te espero en la cocina, omega.

Jungkook se puso la camisa, le quedaba muy enorme. No había necesidad de ponerse los pantis, era lo suficientemente grande como para cubrir su trasero.

Taehyung ya estaba preparando las palomitas. En una olla pequeña puso una barra de mantequilla y después vacío un puño de maíz palomero, tapó la olla y después las movió.

Lo abrazó por detrás, apoyando su mejilla en su espalda desnuda, le dio varios besos, dejando un rastro de saliva.

—Si vamos a hacer esto todos los días, no me opondré —volvió a besar su espalda, — tú cocinando y yo vistiendo tu ropa.

—Me lo imaginé y fue fabuloso.

Jungkook se rio a carcajadas, le dio un golpe en la espalda, pero este en un hábil moviendo se lo regresó en su trasero.

Comieron palomitas grasientas y después se fueron a dormir.

Y luego de unas horas, Jungkook volvió a despertarlo, porque ahora tenía un horrible dolor de estómago.

✷✷✷

"Limón, que tenga mucho limón" dijo el lobo Omega.

"No, estará muy ácido" Contestó el lobo alfa.

Así es, ambos lobos estaban teniendo una plática sobre comida.

A nosotros nos gustan las cosas acidas, alfa tonto!"

"¡Les hará daño!"

"¡¿Quién dice?!"

"Yo, lo digo yo. ¿Recuerdas lo que pasó con las palomitas?"

Lo recordaba perfectamente, Jungkook se paró a vomitar las palomitas que había comido y después le dio un fuerte dolor de estómago que hizo que se revolviera en toda la cama, Taehyung tuvo que llevarlo al doctor cuando su celo terminó, para que él omega no sufriera mucho y estuvo dice y dice que había sido una mala idea comer esas palomitas y le hizo prometer que no volviera a comerlas.

"Eso fue algo tonto. Teníamos hambre y no había nada hecho"

"Había cereal. Hay cereal, pero ustedes son muy tercos"

"¿Hablas del cereal de avena?"

"Sí"

"¡Ahg, que asco!"

"Les hace bien, omega"

"Huh-Huh"

Era la primera vez que hablaban, no lo habían hecho porque no se había dado la oportunidad, el lobo omega cuando se lo proponía podría ser muy platicador al igual que el lobo alfa.

Taehyung estaba haciendo alguna comida que tenía limón y Jungkook le había estado diciendo que le pusiera mucho, era raro porque últimamente tenía antojos a cada rato, y Taehyung no quería decir algo sobre eso, pues pensaba que el omega se iba a enojar o algo así.

"Limón. Limón. Limón. Limón"

"Ya dime, ¿Qué tienen con el limón?"

"Ay alfita, eres un tontito"

"Puedo serlo. ¿Me dirás?"

"No"

Jungkook miró a Taehyung al ver como este suspiraba.

—¿Qué tanto le dices al alfa de Taehyung? —Preguntó muy curioso.

"Nada, solo cosas de espíritus lobos, no entenderías"

—Seguramente.

—Ya está —dijo Taehyung apagando la estufa, —¿Pones la mesa?

—Enseguida.

Jungkook fue hasta la pequeña mesa que estaba afuera de la cocina, puso dos platos, dos juegos de cubiertos y dos vasos, se sentó y esperó a que llegará con la comida.

"Muero de hambre"

Por suerte no tardó mucho, puso un gran sartén en la mesa y le sirvió la comida.

—Espero que te guste.

—Me gustará solo porque tiene limón —comió un poco, —mmm, amo esto.

—Haz tenido muchos antojos... —revolvió todo lo que había en su plato, — ¿Quieres decirme algo?

—Humm no, no hay nada que decir.

Era cierto, no tenía nada que decirle ¿Tan raro era que, tuviera antojos a cada rato?

—¿Seguro?

—Muy seguro, ahora come que se enfría la comida.

"Me gusta que haya cosas que tú no notas y yo sí"

—¿De qué hablas? ¿Estamos bien? ¿Necesito que vayamos al médico? —Jungkook se preocupó.

—Dime qué pasa.

"No es nada... solo es una pequeña cosita que no has notado"

—Estas preocupado ¿Qué pasa?

—No lo sé —hizo una mueca, —ahora sí no lo sé.

Se limitó a comer lo que le habían preparado, saboreando el limón ácido y haciendo muecas. Podía notar como Taehyung estaba muy ansioso, lo sabía porque no dejaba de mover sus manos y la manera en que comía lo más rápido posible. El alfa estaba nervioso.

—Tengo un regalo para ti — dijo, tomando agua, —lo tengo desde hace días.

—No es mi cumpleaños.

—Lo sé, pero igual quiero darte un regalo.

—¿Dónde está? —pregunto.

—En mi habitación, iré por él.

"Bien, esto es raro"

Espero a que volviera.

—Ya dime, de que tanto hablaban tu y el lobo de Taehyung. ¡Me muero de la intriga!

"Cosas"

—¿Qué tipo de cosas?

"Cosas buenas"

—Ya, es muy extraño toda esta situación, primero tú diciéndome que no he notado algunas cosas y ahora Taehyung queriendo darme un regalo.

"Muy raro ¿no?" Jungkook volteó los ojos, "solo diré que, no tengo nada que ver con el regalo de Taehyung, te lo prometo"

El Alfa regresó a la cocina, sentándose en la silla en donde minutos atrás estaba, puso una pequeña caja de terciopelo color negra en la mesa, Jungkook la miró con mucha curiosidad.

Tomó la caja en sus manos y la abrió con mucha lentitud, sus ojos se iluminaron al ver lo que había dentro y casi gritó.

—Un broche de cortejo — estaba asombrado, —es hermoso.

Era un ramillete de uva con un estilo muy diferente al otro, los círculos morados estaban muy bien encajados y las hojitas eran color doradas, era lo mejor del mundo.

Taehyung agarró el broche en sus manos y endureció su voz.

—Con este broche, inicia nuestro cortejo —dijo despacio y firme, —con este broche, te pido que seas mi omega, con este broche que tengo en mis manos, te prometo que te amaré cada segundo de mi vida y te pregunto a ti, Jeon Jungkook. ¿Quieres ser mi omega?

—Sí, sí quiero ser tu omega. Lo he querido ser desde el día en que te conocí.

Taehyung le colocó el broche en el suéter, justo en el lado del corazón, cerraron el cortejo con un apasionado beso que duró varios minutos.

—Lanzaremos una linterna volante —dijo —porque has dicho que sí. Antes no lo dijiste.

—¿Donde la vamos a lanzar?

—Hay un lugar especial en donde se lanzan, las parejas van de noche y se besan cuando la linterna volante se va hacia arriba, después vamos a seguir con los demás regalos.

—Te amo, Taekyun.

—Yo también te amo Jungoom.

—Tu teléfono suena —Taehyung apuntó el teléfono de Jungkook, — contesta.

—¿Hola? —Decidió poner la llamaba en altavoz.

—Jungkook, soy la doctora Linh. Tus resultados salieron hace unas horas y no había podido comunicarme contigo.

—Oh sí, no estoy en casa...

—Lo sé, Jeji me lo dijo — frunció el ceño al escuchar el nombre de su madre — ¿Quieres que te diga cómo saliste?

—Por favor.

—Eres cien por ciento fértil —soltó todo el aire que había estado reteniendo, — y felicidades.

—¿Por qué?

—Estas embarazado de cuatro semanas.

"Y como dije, hay algunas cosas que tú no notas mi querido Kookie"

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