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Prólogo II / II

⚠️ TW ⚠️ de más adelante en el capítulo:
Missgender masivo, violencia y discurso transfóbico.

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La madre de Nagisa exhilió a su propio hijo de la habitación después de eso, incluso cuando yo hube terminado de limpiarme y vestirme con mi muda de ropa.

Me dejó el cuarto de Nagisa a mí solo, y a él lo mandó a dormir a la sala.
Faltaban pocas horas para la mañana, pero aún así yo no logré dormir mucho que digamos.
Entre lo confundido que estaba y el dolor en mi abdomen, no podía ni siquiera cerrar los ojos con calma. Estoy seguro de que tener a Nagisa conmigo en ese momento me habría ayudado con ambos males.

Sabía que la madre de Nagisa tenía problemas, así que estaba bastante aliviado cuando al día siguiente mis padres vinieron a recogerme.
Pensé que ellos se tomarían la noticia de una manera más lógica, y me reconfortarían de alguna forma.

- Hola Sakura, ¿Te portaste bien...?

- ¡Papá!

Apenas vi a mi papá me lancé a abrazarlo, aferrandome a él con fuerza.
Quiero irme a casa, y quiero que mi cuerpo pare con lo que está haciendo.
No me gusta.

Mi papá pareció desconcertarse un poco, ya que tardó un momento en arrodillarse para poder abrazarme de vuelta.

- Princesa, ¿Qué tienes?

- ¿Pasó algo malo?

Tanto mamá cómo papá estaban confundidos, y yo no encontraba palabras para explicar lo que había sucedido.
Para mí suerte, fuera buena o mala, había alguien que estaba más que encantada de dar esas explicaciones en mi lugar.

- Tranquilos, ella solo está un poco confundida. ¡Felicitaciones! Su pequeña ya es toda una mujercita, anoche tuvo su primera menstruación

- ¿Eso...? No puede ser, ¡Mi amor, que felicidad! Ya eres una niña grande, ¿No estás feliz?

Por un momento pensé que mi mamá iba estar por lo menos tan desconcertada como yo, pero en sus labios terminó formándose una sonrisa tan retorcida como la de la madre de Nagisa.
Voltee a ver a mi papá con desesperación, en busca del último apoyo que me quedaba... Y para mí gran alivio, él estaba mirando a mamá con la misma expresión desconcertada que originalmente yo esperaba de ella hacía la madre de Nagisa.

Papá notó mi mirada y volteó a verme. Negué un par de veces con la cabeza, sintiendo que me temblaba un poco el labio.
Ya solo quiero irme de aquí.
Él pareció entender, ya que se limitó a asentir suavemente mientras me regalaba una suave y comprensiva mirada junto a una increíblemente reconfortante caricia en el brazo.

Claro que mamá no parecía ser tan perceptiva como mí papá, ya que ella seguía perdida en su éxtasis junto a la madre de Nagisa.

- Oww, cariño tranquila. Te tengo una sorpresa en casa, ¡Hay que celebrar esto! Gracias por cuidar de ella, Hiromi

- Fue todo un placer para mí, poder estar presente en un momento tan maravilloso como el florecimiento de una niña es un sueño para mí...

- Eh, sí. Gracias... por tu amabilidad. Sakura, cariño, vamos

Mi papá interrumpió la conversación de ese par, y me dió un par de toquecitos en el hombro para animarme a caminar a su lado.
Quería hacerlo, quería irme rápido de ahí, pero sentía que si daba un solo paso más el flujo iba a ser peor, así que no pude hacer más que simplemente sujetarme de la ropa de papá mientras contenía las ganas de llorar, rogando porque él se diera cuenta de alguna forma sin que yo tuviera que decir algo tan vergonzoso en voz alta.

Él me miró con confusión en un inicio, pero finalmente soltó un suave suspiro y se agachó un momento para poder cargarme en brazos.

- ¿No quieres despedirte de Nagisa?

Lo pensé un poco, pero finalmente negué con la cabeza.
No quiero que él me vea así, esto es tan humillante...

Mamá y la señora se quedaron conversando alegremente otro poco mientras papá me llevaba al auto, cuando llegamos él me ayudó a acomodarme en el asiento.

- Tranquila cariño, no llores. Te haré un chocolate caliente en cuanto lleguemos a casa, eso siempre le ayuda a tu madre con el dolor...

- P-papá...

Él levantó la vista hacia mí después de ayudarme a abrochar mi cinturón.
Veía un poco borroso por las lágrimas que luchaba por contener, pero aún así podía ver que sus ojos eran totalmente suaves, con una mirada amable.
Papá tiene el cabello largo y lacio, y de un color más blanco que la nieve, sus ojos son de un tono rojizo un poco rosado. Aún con su aspecto poco común, su expresión siempre es gentil y agradable, pero también por eso es fácil saber cuando algo lo perturba o molesta.
Me hubiera gustado parecerme más a él, todos dicen que me parezco mucho a mi mamá sin contar mis ojos. Y ella... Ella siempre sonríe, pero su sonrisa a veces es fría.

Entre ellos dos... Confío más en mi papá, ¿Así que está bien si yo...?

- ¿Qué pasa, Sakura?

- No quiero... Y-yo no quiero ser una "mujercita" papá...

- Ay, cariño. Shh, está bien... No llores

Mi papá me secó las mejillas cuando un par de lágrimas se me escaparon sin que pudiera hacer gran cosa para evitarlo.
Me arrulló en voz baja mientras me besaba la frente con dulzura.

- No escuches a tu mamá, ni a la mamá de Nagisa. Tú aún eres mi pequeña princesa, el que te haya pasado eso pronto no significa que...

- N-no es eso papá... ¡P-perdón, sé que quieres que sea tu princesa pero...! Pero yo soy un chico como Nagisa, no una princesa...

La amable sonrisa de mi papá se esfumó de sus labios, y ahogué un sollozo. Tenía miedo de mirarlo a los ojos y darme cuenta de que se había enfadado o algo así, por lo que terminé simplemente mirando hacia mi regazo.
Él me quiere, pero me quiere como su princesa.
No quería decírselo, pero después de esto...

- Prin... Sakura, ¿Qué estás diciendo?

- L-lo que dije. No soy una princesa, soy un chico como Nagisa... Y n-no me gusta esto que me pasa, ¡No me gusta y me da miedo!

Mi papá se quedó en silencio por un rato, incluso pude terminar de llorar y simplemente estaba hipando para cuando él finalmente habló de nuevo.

- ... Sakura, hablemos de esto en casa, ¿Bien? Pero no le digas a tu madre

Levanté la vista tímidamente, no sabía si estar más o menos asustado que antes pero papá se movió antes de que pudiera descifrar su expresión, besándome rápidamente la frente y moviéndose al asiento del conductor.
Unos segundos después, mi madre llegó al auto y subió también.

Mientras nos alejábamos, la madre de Nagisa nos despidió desde la puerta, y detrás de ella pude ver cómo Nagisa se asomaba también.

...........

Vivimos a apenas unos veinte minutos en auto de la casa de Nagisa, por lo que realmente no era un viaje muy largo.

Y aún así, el tiempo dentro del auto se me hizo eterno gracias a la conversación de mi madre, quien no guardó ni un momento de silencio en todo el rato, siempre hablando de lo que acababa de sucederme como si fuera la máxima bendición habida y por haber.

Tenía tantas ganas de dejar de escucharla que, cuando finalmente llegamos a casa, me bajé del auto de inmediato con la idea de ir a encerrarme en mi habitación.
Algo de lo que me arrepentí una fracción de segundo después al notar un repentino y abundante bajón que me dio apenas me puse de pie.
Me quedé congelado junto a la puerta del auto, mientras apretaba las piernas con un horrible sentimiento de humillación ahogándome por completo.

Se sentía tanto que me bajé más el suéter que llevaba puesto, con la esperanza de que ocultara mis shorts en caso de que me hubiera manchado igual que anoche.
Espero que no, si ensucie el regalo de papá... Voy a llorar de nuevo, y ya van demasiadas veces considerando que apenas va a ser medio día.
Tal vez por eso me siento tan cansado.

- Ah, de acuerdo... Vamos, arriba

Papá me tomó por sorpresa yendo en mi rescate de nuevo, cargandome en brazos para entrar a la casa.
Intenté ver qué clase de expresión tendría en su rostro después de lo que le había dicho, pero era completamente indescifrable.

Mamá pasó a un lado de nosotros sin siquiera mirarme, y se adelantó hasta la sala.
Por su parte, papá me llevó al pie de las escaleras que llevaban a las habitaciones.

- Supongo que quieres estar un rato en tu habitación, así que te llevaré hasta ahí, ¿Bien? En un rato te traeré algo caliente para que bebas, y si quieres puedo hacer bocadillos para que veamos una película, ¿Te gustaría?

Miré a papá con timidez, él me sonrió suavemente y me estampó un besito en la mejilla que casi me hizo llorar de nuevo.
¿Entonces no está molesto conmigo por lo que dije...?

Apreté los labios y asentí, feliz con la idea que me proponía papá.
Desgraciadamente, parece que nuestro pequeño plan tendría que esperar.

- ¡No tan rápido! Haru, deja a Sakura aquí en la sala, tengo algo especial para ella

- ... Amor, sé que estás emocionada por esto pero Sakura está cansada, dejala descansar un momento antes de...

- ¡Será rápido! ¡Tráela acá! No espero que entiendas lo importante que es para las dos este momento

Voltee a ver a mi papá, nunca lo había visto molesto... Y realmente no parecía molesto, pero si tenía la expresión más seria que le había visto poner jamás.

Aunque cuando me volteó a ver, su expresión se suavizó por completo y me sonrió, acercando su rostro un momento para besarme la sien y murmurarme palabras de aliento.

- Será rápido, ¿De acuerdo? Solo dale un gusto rápido a tu madre

Asentí, de cualquier forma sería difícil convencer a mamá con lo emocionada que parecía estar.
Papá me llevó hasta la sala y una vez ahí se sentó en un sofá conmigo en su regazo.
Me quedé ahí hasta que mamá finalmente llegó con algo entre sus manos, parecía tela pero realmente no le podía encontrar la forma hasta que lo extendió alegremente frente a ambos.

- ¡Tará! ¿No es precioso? Lo iba a guardar para tu cumpleaños, pero creo que esto es algo MUCHO más importante

Frente a mis ojos, había un vestido muy lindo.
En si, la prenda no era lo que me perturbaba. Era de un agradable y suave color azul pastel, con una cinta en la cintura y encaje en las cortas mangas.
Llevaba unos bordados nada invasivos de flores en las esquinas, y como complemento parecía llevar un gran moño que seguramente se colgaba del cabello.

Dentro de todo, era un vestido adorable que seguramente se le vería bien a una chica.
Pero el problema, es que yo soy un chico.
Y aunque fuera una chica, odio ponerme vestidos.
Y mamá lo sabe. Se lo he dicho muchas veces, demasiadas veces.

- Y tengo otras sorpresitas, pero no te las puedo mostrar enfrente de tu padre... Y hablando de eso, Haru, nuestra linda Sakura ya no es una niña pequeña como para que la cargues a todos lados y la dejes sentar en tus piernas. Es una señorita ahora, y debe cuidar ese aspecto con los hombres, no le des una idea equivocada

Miré a papá en busca ayuda, pero él mismo no parecía saber muy bien qué decir o hacer.
Parecía tan confundido como yo, y apenas si atinó a hablar pocos segundos después de procesar lo que estaba ocurriendo.

- Amor, entiendo eso pero... Sakura apenas tiene once...

- ¡Doce años! En una semana cumple doce años, y acaba de menstruar, ¡Ya es una señorita! Vamos Sakura, hay que probarte tu vestido

Mamá se acercó y me tomó de la muñeca con fuerza. No quería ponerme de pie, no quería caminar, mucho menos para irme a poner ese vestido.
Tan solo quiero ir a descansar un momento sin sentir que me voy a desangrar con cada paso que dé.

Pero no pude oponerme a la fuerza de mamá y terminé siguiendola al baño, donde ella me hizo desvestirme para ponerme el vestido.

~🚫~

- Deja esa camisa de ropa interior a un lado, ¡Mira lo que te conseguí!

Mamá sacó una cosa más de la nada, parecía un brasier pero de tela suave y un encaje en todos los bordes. No se veía para nada cómodo, podría apostar con seguridad que ese encaje me va a picar en la piel.

- ¿Qué es eso...?

- Un corpiño, cariño. Tus pechos están comenzando a crecer, todo tu cuerpo comienza a ser el de una mujercita... ¡Así que hay que cambiar varias cosas!

" Hay que renovar toda la ropa de tu armario"
"¡Mira tus pequeños pelitos! También te enseñaré a depilarte con cera "
" Tendrás que aprender a comportarte más, nada de juegos rudos, ni que fueras un chico "
" Tienes que ser educada y amable, como una buena chica "
" Te enseñaré a maquillarte para que seas la chica más linda "

" Todo para que seas una chica buena y linda "

Para cuando finalmente salí del baño, me sentía enfermo.
" Las chicas tenían que ser educadas y sensibles, ser cariñosas y saludar con un beso incluso a los extraños. "
" Tendrás que dejar de jugar de ciertas formas con Nagisa... No duerman juntos, no se duchen juntos, no jueguen de manera ruda... Pero puedes seguir besandolo si quieres, de esa forma lo conquistaras si acaso te gusta, y eso solo te hace ver como una chica más adorable y tierna..."

" Pero a partir de ahora tienes que cuidar muchas cosas, porque tú eres una chica, y no un chico "

- ¡Aquí está! Nuestra pequeña y linda flor de cerezo. ¿Acaso no parece una muñequita? Tan delicada y encantadora, como el nombre que elegí para ella... Sabía que este vestido le quedaría hermoso con el color de su pelo

Mi cabello rosa lo saqué de mi mamá, ella parece muy orgullosa de eso.
Normalmente no me importa mucho, pero justo ahora... Siento náuseas.
La "conversación" (si se le puede llamar así a escuchar sin decir nada todo lo que ella decía) que tuvimos en el baño aún se repetía dentro de mi cabeza, como alguna clase de molesto comercial de televisión.

Mamá me hizo dar vueltas y mostrar mi nueva vestimenta a papá, quien simplemente se limitaba a mirar desde el sofá con una expresión confundida, como si no supiera cómo reaccionar con esto.

- ¿Y bien? ¿No es hermosa? Te dije que era una buena idea comprar este vestido y no más de esos pantalones cortos. Parece una princesa

Una "princesa"... ¿Por qué siempre...?
¿Por qué siempre una princesa?

- ... no soy... una princesa

- ¿Ah? Por supuesto que no, querida, ahora eres toda una reina...

- No

Me aparté del lado de mi madre, haciendo a un lado su mano en mi hombro.
¿Por qué tienes que insistir tanto con esto? Hablando como si mi sangrado fuera agua bendita o algo así... Es asqueroso, y lo odio.
Si esto es convertirse en mujer... Lo odio aún más.

- Si tanto quieres insistir con eso... En todo caso yo... Y-yo sería un príncipe, no una princesa

Apreté firmemente los puños mientras sentía como mi corazón iba a salirse por los nervioso y el miedo que sentía en este momento.
Mi madre ladeo la cabeza, mientras la sonrisa en su rostro se enfriaba.

- ¿A qué te refieres con eso, querida?

- A que... Y-yo soy un chico. Y además odio los vestidos, y odio esto que me está pasando... ¡Y tú actúas de una forma que odio!

Se hizo un prolongado silencio, casi me podía sentir sudando de los nervios por haberme atrevido a soltar eso.
Mi padre se incorporó lentamente del sofá, acercándose en mi dirección, pero se detuvo al escuchar la voz de mi madre.

- ... Sakura, ¿Te gustan las niñas?

... ¿Qué?
¿En qué momento dije que me gustaban las chicas?

- N-no me gustan las niñas...

- Oh, entiendo. Por un momento pensé que era una de esos confusiones modernas de las que hablan por ahí, si te gustan los niños entonces sigues siendo mi princesa...

- E-eso no tiene nada que ver, me gustan los niños pero yo también soy un...

Sentí el fuerte y doloroso ardor en mi piel cortar mis palabras, junto al sonido de la palma de la mano de mi madre al golpear fuertemente mi mejilla.
Me tambalee y caí al suelo. Me dolía mucho el golpe, pero aún así ni siquiera podía reacción lo suficiente como para llorar aunque sea.

- ¡Sakura! Azami, ¡¿Qué estás haciendo?!

Papá nunca llamaba a mamá por su nombre directamente, siempre eran apodos cariñosos incluso cuando llegaban a discutir por algo.
Sin embargo, en esa ocasión la llamó de esa forma, y pude sentir el temblor en su voz cuando llegó a mi lado a revisar el golpe en mi cara.

- ¿Estás bien, cariño?

No supe ni qué decir, ni siquiera pude asentir o negar con la cabeza mientras papá tocaba cuidadosamente mi mejilla, tan solo atiné a hacer una pequeña mueca de dolor involuntaria al sentir una punzada bajo la presión de sus dedos.

Mi madre, aún con la mano en alto, simplemente soltó una risa cortada e histérica antes de responder.

- ¿Qué acaso no escuchaste? Ella no sabe lo que dice, apenas es una niña. Así que debo corregir eso antes de que envenene su mente

- ¿Qué apenas es una niña? Creí que llevabas la última hora muy orgullosa de que Sakura ya era "una mujer"

Papá le respondió fríamente a mamá sin siquiera mirarla, mientras se colocaba entre ella y yo.

- ¿Por qué no me apoyas, Haru? Ella es nuestra princesa, y su desarrollo como mujer es una bendición completamente diferente a que ella ahora esté diciendo tonterías así... ¿Quién te dijo esas cosas, Sakura? ¿Fue ese chico tan afeminado, Nagisa? Si es así, me aseguraré de que nunca lo vuelvas a ver...

- N-nadie me dijo nada, Nagisa no tuvo nada que ver...

- ¿Y me vas a decir que tu sola pensaste en algo así? ¡Qué tontería! ¡De pequeña jugabas con muñecas, y te poníamos vestidos! ¡Tú no puedes ser así!

Mamá dió un paso en mi dirección, instintivamente solté un respingo y retrocedí un poco.
Eso terminó de molestar a mí papá, que se incorporó totalmente para hacerle frente a mamá.

- Azami, ya fue suficiente. Cálmate para que podamos hablar esto...

- ¡No te atrevas a decirme que me calme! ¡Esto es tu culpa! ¡Si no le compraras esos estúpidos juguetes y ropa de chico mi princesa no estaría mal de la cabeza...!

- ¡Azami!

Papá nunca le gritaba a mamá, menos por su nombre.
Y esta vez, lo hizo.
Lo hizo mientras me cargaba en brazos y evitaba mirar a mamá.

- Llevaré a su habitación a Sakura. Tú te quedarás aquí, y te vas a calmar para que podamos hablar, o me llevaré a mi hij... A Sakura de la casa

- ¡No puedes...!

- Tienes un historial por alcoholismo, y acabas de dejarle un moretón en la mejilla. No me gusta amenazarte, pero primero toleraría que me golpees a mí antes que a... Ah, a mi hijo, ¿Entiendes?

Papá... Él me acaba de... Dijo que soy su hijo.
Aún con todo esto... Me siento feliz.

Mamá soltó una carcajada forzada y arrojó violentamente un jarrón contra el suelo. Me aferré a la ropa de papá y cerré los ojos con fuerza, sintiendo que se me comenzaban a formar las lágrimas. Él me acarició la espalda de inmediato, en un modo suave y tranquilizador.

- ¡¿ Tú "HIJO" ?! En verdad debe ser únicamente tuyo porque yo tuve una niña, una hermosa princesa. Y así como yo sé que es una niña, todos los demás también lo sabrán

- Es solo un niño, de ¡Once años, Azami! ¡Once años!... Déjalo en paz

Y diciendo eso, papá finalmente me cargó escaleras arriba.
Cerré los ojos fuertemente para evitar ver a mi mamá, pero aún así su voz continuaba dentro de mi cabeza.
" Así como yo sé que es una niña, todos los demás también lo sabrán."

- Lamento que me hayas tenido que escuchar gritar, y que hayas tenido que ver a mamá así

Papá me dejó directamente en mi cama cuando entramos a mi habitación, sonriéndome de una manera evidentemente cansada.
Me había olvidado incluso de mi dolor en el abdomen con todo esto.

- ... Lo siento

- ¿Qué?

- P-perdón, perdón por hacer que mamá y tú...

Papá me interrumpió acariciándome la mejilla buena, limpiandome los rastros de lágrimas con una mirada suave y tan cuidadosa como su tacto.

- Pequeña- Ah, lo siento... Sakura, esto no es tu culpa. Es un... problema, de mamá. Pero no es tu culpa, no pienses eso, ¿De acuerdo?

Asentí, papá limpió mis lágrimas de nuevo y me dijo que iría a hablar con mamá, cuando terminara con eso me prometió que me pondría algo en la mejilla e iríamos por algo rico de comer.

- Y después podemos ver una película, como te había dicho. Ve pensando cuál te gustaría ver, ¿Bien? Te amo, cariño

Papá me besó la frente por unos prolongados segundos antes de marcharse de la habitación.

Sentía que el vestido pesaba como si estuviera hecho de metal, así que me puse de pie para cambiarme de ropa.
Sin embargo, cometí el error de mirar en un espejo de cuerpo completo que mi madre me había comprado hace tiempo.

El lazo azul adornaba mi largo cabello rosado, y mis lágrimas le daban un brillo ridículo a mis ojos.
Completando la imagen... Estaba mi figura en el vestido.
Lo vieras cómo lo vieras, era... Parecía una niña.

" Así como yo sé que es una niña... "

Apreté los labios y me lo saqué torpemente, sin molestarme en desabrocharlo y lastimandome un poco con el cierre.
Me quejé jadeando, como si más que estarme quitando un vestido me estuviera arrancado una capa de piel.
Me quité también el listón del pelo y lo dejé caer al suelo junto al vestido.

Sin embargo, al ver mi imagen en el espejo de nuevo nada había cambiado.
Sí, mi pelo ahora estaba un poco alborotado y estaba en ropa interior, en una ropa interior de niña.
Y seguía siendo una niña la que me devolvía la mirada desde el reflejo.
No me gustaba esa sensación, nunca antes la había tenido... Y la odiaba, la odiaba tanto...

"... Todos los demás también lo sabrán."

¿Qué podía hacer? Si me quitaba esa estúpida ropa interior, simplemente quedaría mi cuerpo.
Un cuerpo de niña.

Sentí ganas de llorar, y comencé a hacerlo, pero al ver de nuevo mi reflejo comprendí que eso solo empeoraba todo.
Las niñas son sensibles, lloran por todo. Así que no llores, no llores si eres un chico... No llores, contrólate.

- N-no llores... No llores, no llores... No llores...

Porque si lo haces... Solo le estarás dando la razón.
Así ojos secos, voz firme, y ve a tapar ese espejo.

Fui por una toalla, usándola para cubrir esa cosa. No la tapó por completo, pero lo único que veía ahora era debajo de mi rodilla, así que estaba bien.

Sepulta a esa cosa ahí debajo... Y déjala ahí.
Si no la ves, no existe. Así que también deberías vestirte, y terminar de cubrirlo todo.

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