Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo: 4 de febrero, 2015


El humo empezaba a llenar la habitación casi como si se tratara de un incendio. Melissa estaba de asueto, así llamaba a los pocos días en los que se permitía fumar un porro o comer lo que quisiera, sin que su tiránica consciencia se lo reprochara. Amina estaba tirada en el piso abrazada a un gran oso panda de peluche y se reía a carcajadas. Entre las dos había una bandeja con dos cucharas y un frasco de dulce de leche, un cenicero a rebozar de colillas y el olor dulce que las delataba. No se habían molestado en servirse la comida en bowls. No era necesario. Ambas tenían esa confianza de hermanas de madres diferentes, que impedía que nada se les hiciera incómodo. Sin embargo esta vez, algo se sentía... raro. Al menos no tan familiar como antes. -Entonces, ¿es tu último asueto?- preguntó finalmente Lena cuando logró contenerse un poco. La pregunta tomó por sorpresa a Mel. No es que no se la esperara, simplemente ya se había olvidado del tema. Cuando finalmente habló lo hizo con tanta seriedad, que Ami tuvo que creer que la hierba ya no le hacía el mismo efecto que antes. -¡¿Ya estás de cara?!- protestó mientras volvía a pasarle el encendedor, animándola a volver a fumar.

-No. Es solo que... ¡No quiero que lo digas así! "Mi último asueto". Suena como que me voy a morir. ¡Son solo dos años, Ami! Voy a Rusia a seguir estudiando, sabes que el bolshoi es muy selectivo. Que haya podido entrar es un verdadero sueño. Si me vieran fumando, aunque sea una sola vez estaría fuera, por pura falta de disciplina. El entrenamiento lo es todo, y la temporada que pase ahí será lo mejor que le haya pasado a mi carrera.- Amina podía tener sus propias opiniones sobre el bolshoi y su disciplina. Parecía aburrida y absorta. La verdad, le gustaba el ballet, incluso de niña había tomado unas cuantas clases, pero cierto es que su figura no encajaba con la disciplina de manera armónica, y además ahora, casi 10 años después de haber estado en una escuela de danza por última vez, el sacrificio y la disciplina que exigía la vida de un bailarín le resultaban absolutamente insostenibles. -Claro, solo dos años -repitió con poca atención.- Y supongo que en un año vendrás, al menos de visita.. ¿Verdad?-

El comentario le iluminó el rostro. Mel dio un salto tan ágil que al caer no hizo el menor sonido. Ami arqueó una ceja, esa imagen le había recordado a un gato. Un gato estilizado y de finas líneas entrando por la alta ventana de un salto. -Prometamos reencontrarnos- dijo Melissa acercándose sonriente. -En un año. Exactamente el cuatro de febrero del 2016 volveré y nos contaremos todo lo que han cambiado nuestras vidas en un año.- Ami miró hacia un lado sin responder, así que Mel arremetió sacudiendo de los hombros a su amiga: - Ay, ¡por favor! Tenemos veinte y pocos años, estamos en la etapa de hacer locuras y que nuestra vida cambie por cada decisión trascendente, estúpida o estúpidamente trascendente. En un año, nuestras vidas pueden ser tan distintas que ni vos misma te lo creerías.- Ante el prolongado silencio, Mel se dedicó a molestar a su mejor amiga tironeando de la manga de su buzo, hasta que ésta, de mal grado aceptó. -Ok, ok. De acuerdo, ¡si! En un año te contaré que escalé el Everest y estoy por casarme con Tom Felton o Emma Watson, lo que ocurra primero- dijo sarcástica, alzando sus brazos en señal de rendición. Luego le guiñó el ojo, con lo que Melissa dió por asumido su pacto; entonces miró su reloj. -Tengo que irme- dijo poniéndose de pié. -Tengo que terminar mi valija y pasar algo de tiempo con mamá antes de que le dé un ataque. Aún no se ha hecho a la idea de que su bebé...- dijo esta última palabra con los ojos en blanco -...se va un año completo del país.- Tomó su mochila y al panda que Ami todavía abrazaba y salió por la ventana del cuarto. Ya estaba del otro lado, cuando se volvió a mirar a su amiga. -Ey, Ami: Puedes mantenerme todo lo que quieras alejada de Tom, pero si te casas con Emma, ¡Yo exijo ser la madrina!- dijo con una sonrisa complice, le sopló un beso desde la ventana y salió corriendo por el pasillo que daba hacia la calle.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro