8 - 'una breve historia para un buen escuchador'
Capítulo 8
'Una breve historia para un buen escuchador'
Allen.
Allen entro a la oficina de Khorne.
—No lo haré—Khorne alzó la mirada sin saber de qué hablaba—No pienso asistir a otro baile sin la presencia de mi hermano.
La voz de Allen sonaba imponente.
—Es tu deber como próxima reina—Khorne se levantó —debes estar presente para tu pueblo. Si es que quieres ser reina.
—Mi deber es proteger a mi gente— respondió Allen—lo cual no he hecho bien, ni tú, por lo que veo.
El ojo derecho de Khorne se volvió negro, con la pupila en forma media luna.
Eso no es buena señal.
—Deberías retirarte y pensar bien las cosas—Khorne no le estaba haciendo una petición, le estaba dado una orden. Pero sabía que Allen no la acataria.
Allen se dirigió a la salida antes de decir una palabras que preocuparon a Khorne.
—Mis tropas salen a el amanecer — pronunció lenta y satisfactoriamente, los ojos de Khorne se abrieron—y tú, no podrás detenerme.
Allen salió antes de volver a su habitación y pasar por el pasadizo atrás de la gran pintura.
Llegó a el lago de las almas para recostarse en una pequeña pierda.
—No te acerques mucho a el lago de las almas, o la tuya quedará ahí.
La madre de Allen le repetía cuando iban a buscar cosas cerca del lago. Nix salió de el agua cristalina.
—Siento tus energías algo pesadas —este se recostó a su lado.
—No quiero hacerlo, Nix. No quiero ser la villana de esta historia, pero hay ocaciones en las que simplemente no puedo elegir.
Nix sabía de qué hablaban. Nix era uno de los único seres que podría saber todo y absolutamente todo de Allen.
—Si hay opción, no lo hagas—Nix dijo tratando de liberar el ambiente con algo de sarcasmo.
—Eres poco gracioso—Allen estaba muy cansada, casi apunto de caer en un sueño. Cuando una pregunta azotó su cabeza.
—¿Eres un alma?—Allen soltó.
Nix se tensó.
—¿De qué hablas?
—Mi madre decia que hasta el alma de un Dios quedaba atrapada en el lago.
—Algo he escuchado—solo respondió Nix.
—¿Y bien?—Allen solo quería la respuesta, no que esté la evadiera.
- Te contaré una historia, cuando vuelvas.
—¿Y si no lo hago? —le cuestionó Allen.
Nix giro sus ojos y le dio una media sonrisa.
—Hace algún tiempo una chica vivía cerca de aquí, acostumbraba a pasar por esta parte de el bosque sólo por diversión, para pasar el rato. Un día unos chicos de el reino vecino invadieron su hogar, en busca de tesoros, pero no encontraron nada. La chica decidió esconderse en lo más profundo de este bosque. Donde ahora vez un lago.
—¿De qué hablas? ¿No siempre fue un lago?
—No, antes era una extraña cueva subterránea. Siguiendo, la chica se escondió, sola en la oscuridad pero al momento de salir no pudo. Había pasado un terremoto, y la cueva había quedado sellada.
—¿Murió?
—Ya callate. La chica intento por todas las formas, pero no lo logro. Se quedó atrapada y sola. Lloro y lloro, la cueva se fue inundando poco a poco. Y en sus propias lágrimas se ahogó.
Allen se levantó de el áspero hombro de Nix
—Perdóname por no entender —Allen si lo había entendido. Pero no quería irse aún.
—La chica murió ahogada en sus lágrimas, su alma quedó atrapada en lo más profundo de este lago. Y por si no lo sabes, el fondo de el lago se perdió hace mucho tiempo.
—No fue mi pregunta.
—Soy parte de el lago, parte vital. Mar lo fue, se perdió en el lago, y como yo lo haré. Soy el agua que lo llena y el alma que lo condenará.
Allen se quedó en sumo silencio. Entendió cada palabra, cada señal.
—¿Una última pregunta? —Nix asiente —¿De dónde nació el bosque de las cosas perdidas?
Nix lo dudo, el vacío en sus ojos fue obvio.
—Nunca se supo, es como lo que contiene, está perdido.
Allen se levantó y su vestido negro suelto ahora lleno de lodo se pegó a sus piernas.
—Gracias.
Nix volvió a su figura. Y se introdujo a el lago.
⚘
El baile había empezado ya hace horas. Pero Allen no aparecía por ninguna parte. Las personas empezaron a murmurar.
—¿Le habrá pasado algo?
—Dicen que la vieron en el lago de almas, tal vez ya sea una alma muerta.
—las almas no mueren, Jack.
—Ella pudo haber asesinado a su hermano, tal vez por eso escapa.
—¿Habrá escapado?
Una gran copa resonó en todo la sala y está quedó en total silencio.
Khorne se había levantado de su asiento y todos le hacían una reverencia.
—Ante todas sus dudas sobre la siguiente reina, la princesa Allen se encuentra en cama guardando por su recuperación. Ya que ingirió una rosa venenosa.
Las palabras volvieron a sonar.
—¿Se intentó asesinar?
—...O la intentaron asesinar.
— ¡Silencio!—grito fuertemente khorne—El baile da por empezado.
Allen.
Las tropas ya estaban organizadas para partir, desde metros de distancia Allen escuchaba los gritos y festejos de la gente de la alta sociedad en el castillo.
Aún pensaba en que mentira podría haber inventado khorne.
Hace una seña a sus tropas para siguen caminando. Un pequeño joven parte de la tropa se adelanta a sus compañeros y le pregunta algo a Allen.
—Lo siento señorita, sólo tengo una pregunta.
—¿Tu nombre?
—Elijah, es un honor.
—¿Cuál es tu pregunta, Elijah?
—Me gustaría saber por qué el capitán khorne no nos acompaña en la búsqueda.
—Te lo responderé con gusto, si me dices cuál es el monstruo al que los monstruos le temen.
—El bosque de las cosas perdidas. Aunque no es un monstruo materialmente, espiritualmente se concidera como uno. Te hace revivir tu mayor miedo y al momento de entrar te vuelves parte del bosque.
—Exacto, khorne no se mete con cosas que realmente haría perder su tropa. Yo por el contrario elijo soldados que den su vida por mi. Khorne no están de acuerdo con mi manera de tratar la situación que está pasando con morank, yo estoy igual. Siento que todos hacen como si nada hubiera ocurrido, como si Morank no hubiera existido.
—Ya entiendo, muchas gracias.
El soldado volvió a su lugar con mirada perdida.
Ya había avanzado bastante y se encontraban en el bosque sin fin.
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