6 - 'otoño'
Capítulo 6
'Otoño'
Allen.
El castillo de Allen se había vuelto un caos hace unas horas. Se estaba buscando a la persona que había robado las cartas, la cual no aprecia por ningún lado. Ni había rastro alguno.
Allen estaba hablando con Khorne sobre alguna preparación de un banquete.
— ¿Te parece si lo hacemos aquí? —Khorne le pregunto a Allen.
Allen prefería que la gente no entrase a su casa, después de todo siempre terminaban en desastre. Pero no pudo negarse.
—Claro, solo evita que alguien entre a mi jardín y mi cuarto —Khorne asintió —es lo único que pido.
—Esta bien, le diré a los decoradores que vengan mañana temprano para empezar con los preparativos.
—Espero todo salga perfecto, no queremos que la celebración que da inicio a el otoño sea todo un desastre —Hablo Ágora atrás de Khorne—Yo me encargo de la vestimenta de todos.
Allen ya tenía un vestido confeccionado. Era un vestido largo de color dorado con hilos más claros que brillaban. Un corset en su parte superior con un falda abierta en su parte derecha.
Ni Khorne, ni Allen se negaron a la petición, que era más un aviso de Ágora. Ya que cuando está tenía algo en mente no había nadie que la parara.
—¿Hubo un robo? —Monty y Python habían llegado hace poco y habían fingido estar ayudando a buscar, cuando en realidad no sabían siquiera que había qué buscar.
—No, solo no encuentro unos papeles que debo de entrarle a Eros —Allen respondió tratando de evitar que su voz de cansancio se notase.
—¿Eros?—Python pareció asombrado, Allen asintió —Eros nunca se relaciona con gente de Teufel, odia con su alma a Khorne.
Khorne soltó un gruñido con incomodidad dando a entender que no le gustaba el tema.
— Los temas entre Eros y Khorne son tema de ellos, yo no tengo que ver nada con sus problemas infantiles — Ágora pareció más asombrada cuando Allen dijo lo último.
— ¿Y de qué papeles hablas?—Monty pregunto fingiendo interés.
—La ciudad que se hundió hace unos años en las costas está siendo habitada por una familia de alto rango, ellos reclaman la ciudad como su territorio cuando en realidad me pertenece. Eros me pide los papeles donde se compruebe que yo soy la propietaria anónima —Allen explicó.
Todos se quedaron callados.
— ¿Tú eres propietaria de Hidra?— Khorne fingió asombro aún sabiendo que él fue el se la había dejado.
—Así es, ahora sí me disculpan tengo algunos asuntos que resolver en Umbriel — Allen se retiró mientras sus hermanos cotillaban de La ciudad que se había perdido en el mar.
La vista de Allen había empezado a fallar desde que le mostró su futuro a Julianne. Aunque realmente cambio varias cosas, por eso le había afectado tan drásticamente la vista. Manipular el futuro no era cosa fácil.
Allen ya había llegado a Umbriel cuando vio a Eros conversado con una de las trabajadoras de Allen.
—Sí, tengo algunos terrenos ya sabes — Allen llegó a su lado y le hizo una seña a la chica para que se retirará.
Eros la miró de forma odiosa. Eros era sumamente alto, y siempre olía a mar. Tenía su cabello rubio algo mojado, vestía unos pantalones con una armadura que se suponía que era de las tierras de Teufel.
—Prefiero no preguntar de donde sacaste el traje —Eros trato de no reír cuando Allen hizo cara de asco.
Eros tenía los ojos de colores distintos. Allen había escuchado que se le decía heterocromia a ese fenómeno, aunque en Friende se veía muy seguido en criaturas como Dioses o semi dioses. Y como Eros era un Dios era normal.
Eros le sacudió el cabello rojizo de Allen.
—Pequeña Allen, hace cuánto no tenía el honor de ver tus hermosos ojos — Allen le dedicó una media sonrisa con pocos ánimos antes de empezar a dirigirse a la oficina.
Eros la siguió mientras le hablaba de la temporada.
—Claro que las Langen saben mucho mejor, pero la mayoría prefiere a los pulpos. Yo en lo personal prefiero Las Langen. Son más deliciosas y dejan un pequeño picason en los labios, en fin. ¿Cuáles te gustan más a ti Allen?
Allen estaba buscando los papeles entre su escritorio cuando miro a Eros. Si no conociera a Eros caería perdidamente enamorada, era su tipo. Pero Eros era más de el tipo de una sola noche.
La imagen de Eros en la cama de Allen llegó como rayo sin dejar que Allen tratará de disimular su vergüenza. Las mejillas pálidas de Allen se volvieron un rojo carmesí.
—¿Pasa algo?—Eros rodeó el escritorio asustado —De un momento para otro te pusiste extremadamente roja Allen. No sé si dije algo malo. No era mi intención.
Allen soltó una carcajada bastante característica de ella. Aunque ella no reía muy seguido, Eros siempre la hacía reír. Nunca supo porqué pero siempre le parecía muy gracioso cuando algo le asustaba.
Eros le dio un pequeño empujón a Allen.
—No seas idiota Allen, respeta a tus mayores —La voz de Eros trato de salir con autoridad pero Eros soltó una sonora carcajada haciendo que terminaran riendo —No entendiendo por qué te volviste tan amargada, eras mi favorita de tus hermanos. No, no siempre me gustó mucho tu hermana la que tiene un aire de chica dulce.
—¿Hablas de Julianne?—Allen le paso los papeles a Eros mientras el asentía.
Entre los temas de conversación salió el que Allen más quería evitar.
—Se que no te gusta hablar de esto, pero van a ser solo dos preguntas —Allen dejo de sonreír haciendo una mueca.
—Necesito saber si la chica de la visión esta bien—Eros volvió a hablar.
Hace unos años Allen estaba algo más joven decidió probar por primera vez uno de los hechizos más característicos de esta, en Eros.
Había visto su futuro, y en este aparecía una chica. Una hermosa chica de ojos iguales a los de Eros, cabello como la nieve.
—No lo sé—respondió cortantemente Allen —Todo puede variar, después de todo has estado cambiando en repetidas ocasiones tu futuro.
Eros se pasó su fría y húmeda mano por la nuca muy incómodo y apenado.
—¿Entonces ella sabrá de el plan?—la segunda pregunta de Eros.
—Sí—Una respuesta corta pero precisa.
Eros asintió.
Allen se quedó callada. La visión que había tenido ya hace siglos se mostró que pasaría por esos días. Pero nunca se cumplió.
Tal vez las tantas veces de evitarlo que Eros intento funcionaron. Pero Allen estaba segura de que no era posible distorsionar el futuro.
' por más que intentes tomar otro camino este te llevará a el mismo destino '
Tal vez la visión que había visto era la primera visión que nunca se cumplió.
⚘
El fastidio que sentía Allen para cuando los organizadores le preguntaban que prefería eran bastante profundos.
Así que la primera ocasión que tuvo huyó dejando a la sensible Julianne con la carga.
El festival de otoño era muy común en las tierras de Friende. Mayormente se celebraba el inicio de cada estación, era como una tradición que llevaba siglos y siglos ya.
Allen había empezado a caminar sin una dirección fija hasta encontrarse en la cocina. Esta estaba repleta de comida. Algunos de los cocineros estaban caminando de allí para acá, otras sirvientas lloraban por alguna razón. Pero cuando las criaturas que se encontraban en la cocina notaron la presencia de Allen todo el lugar se sumió en un extremo silencio.
—Perdón—Allen se disculpó por interrumpir el trabajo de aquellas criaturas.
Una pequeña castaña de ojos verdes, que se notaba a lenguas que era de las tierras de Feen se le acercó a Allen para darle un abrazo. Aunque ella solo alcanzaba a abrazar las largas piernas de Allen.
Allen notó las miradas de miedo al verlo. Todos sabían el odio que Allen tenía hacia aquellas criaturas.
Allen pensó que Mammon debió ser el que las envió, aun sabiendo lo que opinaba de estas.
—Feliz otoño—La voz dulce que se desplazaba por la boca de la niña hizo que el corazón de Allen se estrechará—Su castillo es hermoso, majestad.
Los murmullos de las demás criaturas no tardaron en aparecer y una chica casi igual a la pequeña se acercó con las mejillas a punto de estallar.
Esta hizo una reverencia.
—Mil disculpas su majestad, mi pequeña hermana no sabe que no puede acercarse así a su superior—La chica estaba apunto de llorar cuando la Allen bajo la mirada hacia la niña, quien ahora jugueteaba con una de las telas de el vestido— Tuve que traer a mi hermana porque mi madre enfermo, pero ella ya no la molestará más.
Allen miró de manera acusante a los que murmuraban cosas sobre las dos hermanas.
—Está bien, no es necesario que pidas perdón por algo de lo que no tienes la culpa—Allen asintió y la chica soltó un suspiro que parecía que no había respirado en siglos.
La pequeña volvió a sentarse en Allen.
—Eres muy hermosa—La pequeña miraba a Allen con ojos de admiración—Algún día querío ser como tú.
Allen río por lo bajo antes de tomar a la niña en brazos.
—Pero si vas a ser mucho mejor que yo y más hermosa—Allen sonreía cuando una mujer hablo sin saber que Allen la escucharía.
—...Qué clase de estúpida trae a su hermana para preparar un banquete. Realmente ya no hay respeto en estas tierras.
Allen rápidamente giró en busca de la persona que lo había dicho. Y rápidamente la encontró. Dejo a la pequeña en brazos de su hermana y se acercó a la mujer.
La mujer se encogió en el lugar donde estaba, la altura de esta era mucho menor a la de Allen. Doblándole la estatura.
Allen hizo un ademán de que todos siguieran en lo que hacían pero nadie era capaz de hablar o de respirar.
—Dime, ¿Tienes hermanos?—Allen le pregunto con tono amenazante. La mujer asintió con temor—Me da lastima pensar lo que tuvieron que pasar tus pobres hermanos teniendo a una mujer tan podrida por dentro como tú de hermana—escupió Allen.
Esta no escondió su dolor cuando Allen escupió tales palabras sin una gota de remordimiento.
Allen ignoro el echo de que la mujer quería responder y volvío donde las dos hermanas.
—¿Puedo llevar a tu hermana a un recorrido por mi castillo?—Allen le pregunto a la chica.
Y esta solo asintió con algo de temor, no era un secreto que Allen no le agradaban las hadas.
Allen y la pequeña salieron de la cocina para empezar el recorrido.
Ya era medio día cuando Allen y la pequeña iban pasando por la puerta que daba a el jardín cuando la pequeña paro frente de la puerta.
— ¿Puedo ver qué hay aquí?—pregunto sin quitar la vista de aquella puerta de piedras negras.
Allen dudo, así que trato de evitar el tema.
—¿Cómo te llamas?
La pequeña la observó incrédula.
—Me llamo Ezlyn. Como mi madre—Esta empezó a saltar olvidando la puerta — Aunque mi hermano me dice Lyn, odio ese apodo. Pero también me gusta—Ella ríe y corre a abrazar a Allen.
Allen no puede creer lo que acaba de ver, sin querer había visto el futuro de Ezlyn. Esta se congelo por completo pero trato de no mostrar el temor y el orgullo que sentía por Ezlyn. Su futuro era radicalmente diferente a lo que Allen antes había podido ver. Era tan único lleno de deseos y ambiciones. Ezlyn era una pequeña sin límites, con ambiciones y mucha libertad y eso era lo que el futuro de Ezlyn resaltaba por completo.
—¿Quieres ver algo Ezlyn?—Ezlyn casi hace que Allen caiga a el suelo pero está acepta.
—Pues ven —Allen abre la puerta de piedra y Ezlyn la sigue.
Horas después la hermana de Ezlyn había tenido que partir hace unas horas a Feen, por cuestiones de que su madre había empeorado. Así que Allen decidió ofrecerse para cuidar a Ilaria y así poder que su hermana llegará más rápido para atender a su madre con una medicina que Allen le había brindado. Aunque Allen sabía que está no iba a sobrevivir.
Había decidido mandar a confeccionar un vestido igual a el que Allen usaría para Ezlyn. Así que en unos momentos antes Allen y Ezlyn se encontraba en el cuatro de Allen mientras le hacían peinados iguales.
Allen sentía un agotamiento increíble. Pero no quería estropear un día tan importante para Aldeanos. Así que solo se preparó un té de caoba con algún otro ingrediente para mantenerse despierta.
Las puntas de sus dedos estaban increíblemente pálidas. Producto de los tipos de venenos que Allen ingería con frecuencia.
' si quieres vencer a el enemigo, debes volver inmune a el'
Las palabras de el padre de Allen resonaban en su cabeza. Desde muy joven Allen hacía esto. Los venenos de las tierras de Meer era los más fuertes de todas las cortes. Así que ella decía poner su totalidad atención en estos. Mezclándolos con un poco de té de caoba para tratar de alivianar el sabor.
— ¿Todo bien Allen? —Julianne se veía preocupada—Parecías fuera de tu cuerpo.
Allen se sentía mal, a tal punto de querer vomitar pero no lo hizo. O tal vez sí. Allen no lo recordaba con claridad. Pero terminó tumbada en el suelo de su habitación mientras lloraba Ezlyn y Julianne gritaba por ayuda.
Allen despertó minutos después rodeada de mayordomos y algunos guardias.
El fastidio en la cara de Allen se hizo notorio. Y por un momento mientras su vista se cegaba por completo vio a Morank correr hacia ella, gritándole que la amaba.
Lágrimas brotaron de los ojos de Allen antes de volver a tragarse ese sentimiento. Ya que solo era Ilaria corriendo mientras un guardia la sostenía fuertemente de el brazo y ella lloraba.
—Deja me verla, es mi amiga—gritaba sin consolación Ezlyn.
—No seas una maldita hada fastidiosa, no eres más que una simple sirvienta—el guardia la lanzó fuera de la habitación y un dolor en el pecho de Allen apareció.
Era furia.
Allen se levantó casi de golpe dirigiéndose a fuertes sacadas hacia el guardia. El guardia era mucho más alto que Allen. Pero aun así que no tardó por notar la sombra que se acercaba.
Los cuernos negros de Allen sobresalían de su cabeza mientras sus ojos se tornaban grises.
—No te atrevas a tocarle un pelo a Ezlyn —y en un parpadeo el guardia estaba rebanado en pequeños trozos.
Un gran inicio de otoño, Allen.
[Gracias por leer]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro