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Prólogo

Descarga de responsabilidad cualquier personaje usado en esta historiano son míos y solo los uso para mi historia, su creación a sus respectivos creadores.

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PRÓLOGO

Observándo el paisaje que se desmoronaba a su alrededor, la mirada que reflejaba culpa y miedo había cambiado por una sencilla y satisfecha con su final.

Desechando la espada en sus manos a lo más alto del cielo, solo la miro....la hoja que brillaba con la luz de las estrellas se desvancia en motas de polvo dorado posiblemente volviendo a su dueño original o simplemente perdiéndose en el olvido, no lo sabía y sencillamente no le importaba en este punto.

Observé los pétalos de flores qué alguna vez lo llevaron a la capital de los muertos en britaña hace ya más tiempo del que recordaba, sonrió complacido por sus acciones y cerró sus ojos al final de cuentas era el final de su camino y no se llevaba nada ni un nombre ni mucho menos sentimientos.

- ja tal vez olvidar todo sea mejor que vivir sabiendo todo lo que he causando - recordó la indiscriminada matanza que causó Takama por su debilidad y eso lo lleno de una ira cruda tan grande que era reflejada en su mirada llena de sed de sangre

- Takama -  fue lo último que dijo desechando absolutamente todo lo que lo alejaría de su único objetivo y así la oscuridad lo consumió en un vacío sin fin en donde nada se podia gestar y así la existencia de Raziel treseavo rey del todo se perdió en el basto e ilimitado vacío existencial

Solamente llevando consigo el nombre de la bestia que causó tanto caos y muerte con una promesa jurada de venganza qué ya sea en su próximo vida se consume o en su eternidad por delante no descansaria hasta matarlo.

Pero.....

La existencia puede ser caprichosa como tal... Y no permitiria que un alma tan grande y poderoso se pierda así como así, regresando a su origen por desicion propia.

El vacío como tal le dio lugar a la existencia como tal, pero llegaría un momento en el cual esta reclamaría todos lo que dio de regreso.... Pero hasta que ese momento llegue...la existencia cumpliría sus caprichos tal y como esta lo desee.

........

Una mujer se movía por las calles y callejones de Londres. Gran parte de los rasgos de la mujer estaban cubiertos por una capa y un velo que colgaba un poco bajo. Se movía a toda prisa porque sabía que no tenía mucho tiempo hasta que la encontraran desaparecida. Los demás se preguntarían adónde se había escapado y ella no podía arriesgarse a que los demás se enteraran de sus actividades.

Tuvo mucha suerte de que el objeto envuelto en una tela suave estuviera en silencio. Incluso ahora la mujer podía sentir que Padre celestia se acercaba a él. Sin embargo, la mujer usó una innumerables encantamiento de ocultacion que ella misma había creado para ayudarlo a mantenerlo oculto de su mundo. Si bien Padre sabía que existía, no pudo encontrarlo.

La mujer pudo llegar a un hotel, el personal no se dio cuenta de la mujer ya que había usado sus habilidades para mantenerla fuera de su vista. Se dirigió al ascensor y presionó uno de los botones laterales. Las puertas pronto se cerraron y sintió que la elevaban más hacia el interior del edificio.

Momentos después la puerta se abrió nuevamente permitiendo a la mujer continuar su camino. Corrió por un pasillo antes de llegar a una puerta. Ella gritó con el puño y empezó a golpear la puerta con una fuerza antinatural. Pasaron los segundos y la puerta se abrió lentamente. Un hombre asomó la cabeza por la abertura para ver mejor a la mujer que estaba allí.

Sin dejar que el hombre dijera una palabra, la mujer abrió la puerta y derribó al hombre, antes de cerrar la puerta detrás de ella. El hombre obviamente un poco enojado por tener una mujer irrumpiendo en su habitación sin explicación se levantó y se preparó para darle una reprimenda a la mujer pero sus palabras murieron en su garganta cuando la mujer se quitó el velo dejando caer su cabello negro y plateado. ojos azules que se encontraron con sus ojos marrón.

Sus labios comenzaron a temblar al recordar la amenaza que la mujer le hizo hace algún tiempo. No hace falta decir que ahora temía que ella estuviera allí para cumplir su promesa. Estaba seguro de haber cumplido sus condiciones al pie de la letra.

- Dave - la mujer comenzó a adoptar un tono suave. - Sé que la última vez que partimos, hice algunos... juramentos. Pero te aseguro que no estoy aquí para cobrarlos, ya que has prestado atención a mis palabras. Sin embargo, hay algo que debo darte - la mujer habló.

Desabrochó la tela que ocultaba el objeto que sostenía. Los ojos del hombre se abrieron como platos al ver que la mujer tenía un bebé con ella. Un bebé con ojos de un plata reluciente y un cabello como el suyo oscuro como la noche. .

- Él es tuyo - La mujer dijo de hecho. "Como la existencia de este niño se debe en gran medida a mi falta de disciplina, he utilizado algunas de mis conexiones para acelerar tu ciudadanía hacia las Américas, así como la suya. Recibirás una suma mensual para ayudarte a criarlo. Un billete de avión... Ha sido reservado para ti y tu hijo, te vas mañana - Se detuvo por un momento.

- No le hables de mí, di las palabras que debas pero él no debe buscarme. No me importa si haces que me odie, pero nunca debe buscarme. ¿Estoy claro? - ella hablo con solemnidad.

El hombre todavía estaba estupefacto y sólo logró asentir débilmente.

- Bien - Dijo entregándole el niño a Dave antes de irse.

La mujer se reajustó el velo y luego abrió la puerta para salir, pero al hacerlo se detuvo y giró la cabeza para mirar hacia atrás.

- Su verdadero nombre es Raziel, deberás escoger un nombre normal adecuado para el, no le quites jamás el collar que lleva alrededor del cuello y espero que críes a un joven adecuado - Dicho esto, la mujer se dio vuelta y salió de la habitación del hotel.

......

Observando a su hijo moverse con avidez por la cocina con una sonrisa en su rostro, Dave dibujo una propia ya habían pasado 15 años en los que "ella" se lo entregó en aquel hotel.

Arthur Horvarth era el nombre de aquel joven que cocinaba con avidez y distraidamente ignorando su clara naturaleza inhumana era un joven común y corriente qué su mayor problema era llegar tarde la preparatoria.

- tarde - la voz de Arthur lo saco de sus pensamientos.

- lo siento se me pegaron las sábanas - se escuso con una sonrisa ignorando la mirada fulminante qué le lanzó el chico.

Arthur suspiro debía a que era usal pero no se quejaría después de todo fue el quien se levantaba a horas inhumanas y se ponía a realizar los quehaceres sin problema alguno.

- San no llego a dormir - comento Arthur con tranquilidad.

- puedes pasar a verla - el dijo con una sonrisa nerviosa.

5 Años después de recibirlo se volvió a involucrar con una mujer que tenía una hija 5 mayor a él lamentablemente la mujer sufrió un accidente y falleció o eso fue lo ie le dijeron a ellos, desde entonces era solamente los tres aunque en los últimos años la chica se fue alejando de la familia.

Arthur asintió al pedido de su padre y el sonrió complacido mientras comenzaba a devorar su desayuno.

- llegaras a cenar esta noche - el hablo con tranquilidad mientras se sentaba al otro lado de la mesa a degustar su parte del desayuno.

- supongo que puedo llegar a tiempo - el tarereo con tranquilidad de reojo observo el reloj de pared y se maldijo internamente - demonios voy tarde.... Nos vemos en la noche...no olvides que pasar a ver a tú hermana hoy en la tarde y procura no meterte en problemas - el advirtió claramente sabiendo lo revoltoso que era su hijo.

- lo se y lo intentaré - el sonrió sardonica.

La ceja de Dave se crispo muy levemente pero dado su urgencia lo ignoro y solamente salió apresuradamente del lugar.

Arthur sonrió con tranquilidad al verlo marcharse y cuando paso al rededor de diez minutos dejo salir un suspiro de cansancio.

15 años han pasado desde que el renació en este mundo, No sabía si sería eso sería tan siquiera posible... Pero bajo los caprichos de la existencia lo hizo.

Y pese a ello conservo sus recuerdos en su plenitud, lo asumió a su pleno pleno capricho de algun rey del todo y siendo un ser que trasciende la existencia misma, sería algo sencillo.... Pero al menos se hubieran molestado en sellar sus poderes.

Desde que fue consiente de su supervivencia límito sus poderes a un nivel aceptable para cualquier ser sobrenatural recién nacido sin embargo el rostro de asombro de su madre en este mundo lo dijo todo, la volvió a cagar.

Y hablando de su madre, el destino, su suerte de rango E y estaba seguro que incluso zen-oh tuvieron algo que ver en ello.

Uno de los más grandes pilares celestiales lo trago a este mundo, si mal no recuerdo el nombre de su madre en este mundo era Anaziel, miembro de la coste celestial de querubines... En el anterior mundo no la conocío ni hoyo mension alguna pues los ángeles de mayor rango murieron tras la gran guerra santa entre las facciones o cayeron tras la muerte de Elonhim por lo que asume que en esta realidad el está vivo.

Y bueno dejando eso aun lado debía de admitir que cambios no hubieron realmente, sus 12 pares de alas seguían allí, la sangre humana en su interior seguía siendo la menor en consentracion pero aun se mantenía... Y su esfera de realidad bueno creyó que al destruirse su alma sufriría el mismo destino pero no fue así.

La sentía más fuerte que nunca, además que había algo que no debería estar allí, Caliburn y Excalibur habían aparecido en su mármol de realidad por lo cual debía de suponer que algo pasó mientras la oscuridad lo tragaba.

Y con respecto a su entorno bueno eso era peculiar pues por doquier sentía las presencia divinas de los seres más repugnantes de la historia. Dioses... Una sonrisa de autodesprecio se dibujo en su rostro aunque lo odiara el también era uno... Ahora se sentía más en sintonia con Gilgamesh y su repudio a estos tipos.

Horas despues....

Arthur estaba guardando todos sus libros escolares en su casillero. Su última clase del día había terminado y era hora de regresar a casa. Pero antes debía hacer una pequeña parada Tuvo que admitir que la escuela era mucho más fácil cuando ya lo había aprendido, pero resulta que las escuelas japonesas y estadounidenses enseñaban a sus estudiantes de manera un poco diferente, por lo que no fue del todo pan comido para él. En todo caso, se alegraba de que el inglés fuera un curso obligatorio en Japón. También se alegró de haber aprendido algunos otros idiomas a lo largo de su vida pasada. El latín, el alemán y el francés, tuvieron sus usos de vez en cuando. El latín resultó útil fácilmente al leer textos antiguos, y el runico al final sirvió de algo, puso sobre si mismo varias runas de ocultamiento más para desechar miradas curiosas ahora era nadie.

Observando a los niños que se divertían en el agua un suspiro vino a sus labios, paso a leer un libro pues aún faltaba para que la clase termine.

Aunque al instante frunció el ceño debido a la sensación de ominosidad que le daba una presencia que observaba a los chicos como un pedazo de carne qué podía deborar a placidez.

Observando a una de las personas que estaba en uno de los grupos aledaños que Compartían la piscina el día de hoy pudo ver a un hombre mayor quien parecía más cómodo ignorando su mirada asesina y ver el objetivo que seria su potencial cena en el futuro cercano.

Aunque al percatarse de su mirada la criatura arrugo las facciones en una mueca de pánico y odio puro.

Arthur lo siguió dejando su libro allí se aseguró que nadie lo siguiera.

Al cabo de un tiempo la criatura se detuvo y Arthur observó sus alrededores con interés pues no había nadie a la vista.

- un lugar apartado eh, astuto - dijo Arthur con tranquilidad.

- je, creí que querías privacidad chico - el hombre hablo aunque de sus labios se veía la baba caer en antelación.

- eres un ser repugnante sabias - Arthur se burlo con una sonrisa.

- je, igual que los de tu clase - el tipo se lamio los labios antes de dejar ver una sonrisa repleta de dientes muy afilados.

Arthur no dijo nada y en su mano una esfera dorada se hizo presente cosa que sorprendió al ser.

- tan pronto y ya estas entrando en desesperación, creí que querías una pelea, Angel - hablo el ser mirándolo con molestia.

- no pienso perder mi tiempo con un demonio menor... Sin embargo me causa mucha curiosidad qué haces en la tierra - el indagó con tranquilidad.

El demonio menor no respondió y solo se abalanzó hacia el, sin embargo del piso salieron espadas de energía qué se clavaron en el cuerpo del demonio matandolo de inmediato.

Vio su alma descender a la tierra figurativamente supuso qué cruzaría el velo entre el mundo mortal y el infierno sin embargo dado el daño que resivio duda que siquiera lo logre.

Suspirando de aburrimiento se alejo del lugar, su vida era tranquila y normal aunque el hecho de que las cosas estén cambiando mucho más rápido de lo que esperaba lo hizo plantearse si involucrarse una vez más en el mundo sobrenatural o solamente dejar que se joda así mismo.

.....

-  no debiste venir aquí - San pregunto con tranquilidad.

- al menos alguien debería saber si estabas comiendo bien o puede que solo te llenes de esa basura grasosa - hablo Arthur con un semblante tranquilo.

- bah, hablas como un anciano - San le saco la lengua.

- supongo que si pero aquí quien es la mayor - hablo Arthur con burla mientras le revolvía el cabello como. Si fuera una pequeña niña.

San se retorció ante su toque mientras trataba de alejarlo pero le era inútil hacerlo.

......

Desde un lugar distante suspendido en las más blancas y puras nubes una enorme ciudad se vislumbro mostrando a ángeles volando de aquí para allá.

De entre todos una de las personas más importantes del lugar se paro más cerca del filo observando la tierra con tranquilidad.

Una mujer de cabello negro y plateado sonrió con dulzura mientras que observa a lo lejos a su pequeño niño ya ser todo un joven adecuado tal y como ella quería lejos de este lado del mundo.

- Lady Anaziel la reunió comenzará en breve - un ángel menor le informo.

Su sonrisa se borro y sus rasgos se volvieron en una fina línea mientras solo asentía y se alejaba del lugar.

El ángel curioso de que estaba observado alguien de su nivel en la tierra se mostro intrigado así que observo la tierra sin mucho interés.

Sin embargo la intensa mirada de un chico de ojos plateados lo congelo en ese mismo instante, la intensidad de su mirada fue tal que lo paralizó pero al instante se volvió desinteresada y solamente se fue como si el objeto de su interés se haya marchado hace tiempo.

Dejando un suspiro qué no supo que estaba reteniendo, su ceño se frunció, los ángeles tenían prohibido fraternizar con los humanos y quienes lo hicieron fueron expulsados del cielo por padre sin embargo esa medida fue absuelta después de que un tercio del cielo se viera disminuido en números por tal ley.

Esa ley fue absuelta sin embargo eso no queria decir que se podría hacer lo que se quisiera. Muchos preferian no ir en contra las palabras de padre sin embargo aún existian algunos que se sentían intrepidos al desafíar esas palabras y hacían de la suyas.

......

- a que hora estará la cena - hablo San desde el otro lado de la mesa del comedor observándo a su hermano cocinar.

- en breve.... debería darte un baño antes y ponerte cómoda - hablo sin mirarla mientras su atención se la lavaba la sarten en la estufa.

El rostro de la chica se mostró contemplativo ante la idea.

- bien, pero no vallas a mirar - ella hablo con burla.

- si si lo que tu digas - hablo con tranquilidad.

La mujer frunció el ceño aunque no le dio mas importancia pues siempre jamás le prestaba atención cuando salían con esas temas.

Arthur la vio de reojo marcharse y solo dejo salir un suspiro pues como siempre dejo la ropa por doquier.

- esta niña - hablo Arthur comenzando a recoger la ropa qué dejo por todo el lugar botada.

Cuando se acerco al baño escucho la regadera abierta y a su hermana tararear una melodía aunque no lo diría en voz alta tenía una fea voz.

Dejo eso aun lado puso la ropa en la canasta y se fue a terminar de preparar la cena.

......

En el Monte Olimpo…

La majestuosidad del Monte Olimpo fue verdaderamente un espectáculo que superaba los estándares de cualquier mortal. Al residir en otro plano de existencia, dicha "montaña" era un paraíso natural libre de contaminación y de toda forma de tecnología. Era una ciudad enorme compuesta por 12 palacios imponentes, cada uno diseñado para los respectivos dioses y diosas griegos que representaban. A lo largo de estos antiguos templos, criaturas míticas como ninfas y sátiros hacían felizmente diversos recados, disfrutando del cielo literal al que tuvieron la suerte de llamar hogar.

La cima del Olimpo albergaba una estructura similar a la Acrópolis donde cada atleta olímpico se reunía para discutir circunstancias relacionadas con sus hijos semidioses y otros fenómenos globales. Uno de esos palacios pertenecía a Afrodita, la diosa griega de la belleza, la pasión, el placer, la lujuria y, sobre todo, el amor. Estaba pintado con una mezcla de oro y rosa brillante con diseños detallados de corazones pegados a las paredes de mármol.

Era una mujer extremadamente hermosa con ojos verde esmeralda, cabello rubio largo y suelto y una figura curvilínea con forma de reloj de arena. Además de tener un hermoso rostro sin ningún rastro de imperfección, también vestía una túnica rosa bastante reveladora que dejaba ver sus largas piernas y, más específicamente, sus grandes pechos, que podían ajustarse para convertirse en cualquier tamaño. También llevaba una faja roja alrededor de su cintura para mantener todo el atuendo en su lugar.

Aunque era deseada por todos los hombres mortales y dioses que existían, Afrodita estaba empezando a sentirse, a falta de un término mejor, aburrida. Se había acostado con su amante, Ares, innumerables veces y había tenido múltiples hijos semidioses con cualquier hombre mortal atractivo que pudiera encontrar, pero después de hacer lo mismo durante milenios, la diosa anhelaba algo diferente.

En este punto, no le importaría sentar cabeza y enamorarse genuinamente de una persona especial que pudiera hacerla feliz. Era una mentalidad egoísta, por supuesto, pero dado el hecho de que su "matrimonio" con Hefesto fue esencialmente forzado a ella, ya era hora de que participara en algo que le diera placer a ella misma , no a otra persona.

Afrodita suspiró y entró tristemente en su templo. Se acercó a su cama en forma de corazón y se dejó caer encima de ella, luciendo abatida.

- Ugh. Eso lo resuelve. Ya no soporto compartir la misma cama con Ares una y otra vez. La pasión es casi inexistente ahora... - la bella diosa pensó.

Su relación abierta puede haber sido divertida hace miles de años, pero ahora que todos y su madre estaban conscientes de las escapadas sexuales en las que participaron, ella ya no disfrutaba en absoluto… haciéndolo con él. Incluso los mortales, por atractivos que pudieran ser, hicieron mucho para remediar su pérdida de afecto externo.

- Tal vez debería intentar encontrar un... chico bueno y genuinamente dulce por una vez. Normalmente no son mi tipo, pero uno de ellos podría hacerme perder la cabeza. ¿Quién sabe? -  Pensó Afrodita mientras se acostaba en su cama. - Aunque, me pregunto si el hecho de tener tantos hijos se interpondrá en eso... - finalizó.

Ella resopló y comenzó a reírse altivamente ante un comentario tan tonto.

- ¡Pfft! ¿Qué estoy diciendo? ¡Soy Afrodita! ¡Puedo tener al hombre que quiera, en cualquier momento y en cualquier lugar! - ella dijo

Después de cantar sus propias alabanzas, se proyectó un arco iris desde una fuente cercana. Ella inclinó la cabeza hacia un lado con curiosidad.

- ¿Eh? ¿Un mensaje de Iris? - ella dijo curiosa.

Luego saltó de su cama e inspeccionó este misterioso mensaje. Una vez que se acercó lo suficiente para ver lo que implicaba el mensaje, el arcoíris se transformó en una grabación proyectando algúna cuidad mortal en el mundo.

- Extraño. ¿Por qué Iris me enviaría algo... como... esto... - sus palabras se detuvieron debido a lo que sus ojos veían.

Frente aún orda de demonios y lo que ella creyó como un príncipe oscuro se alzaba un guerrero, caballo negro con detalles plateados ojos plateados que reflejaba la luz de la Luna y sobre su mano una espada de energía dorada, la expresión del chico era fría e inclemente ante el enemigo, afrodita pudo observar lo sinselado de su cuerpo tras ese atuendo de batalla oscuro y relamio los labios con antelación.

......

Retirandose la parte el dogi oscuro que estaba manchada de sangre el chico suspiro molesto.

- esto no saldrá con nada - murmuró.

Desde hace unos días la influencia de demonios en este lado del mundo incremento, debió de suponer que fue culpa del demonio inferior que mato hace ya un tiempo, asumió que no era tan inferior como. Creyó.

- hermano - sono la voz de Sam abriendo la puerta de su habitación sin permiso alguno.

Pero lo que vio allí fue nada, estaba la han vacía aunque el hedor de la sangre de demonio colmo sus fosas nazales.

- agh... Que es esa peste.... Espero que este niño no tenga la contumbre de masturbarse a solas.... Aunque me pregunto si me usará de material de fap - ella admiro su curvilínea figura en el espejo de la habitación.

Aunque ya harta de ese hedor se marcho del lugar, al cerarse la puerta motas de polvo dorado converguieron en la figura del dios saiyajin quien suspiro de aburrimiento.

- necesito un baño - el desecho su dogi maltratado de sangre que no era suya al piso y se metió al baño.

Mientras el agua caía por su rostro hasta sus pies, la sangre y de más sustancias asquerosas qué se pegaron tras una casa infructuosa de demonios se deslizaban por el drenaje, el seguía en sus pensamientos completamente perdido.

- por más que trato de entender el cambio en mi, todo se vuelve más confuso - pensó Arthur tranquilamente.

El fragmento de su reality marble que implantó en Valeera seguía vivo y la conexión aún era estable pero algo ya volvía ese mundo interno diferente del suyo y no sabia lo que era.

Amarró una toalla alrededor de su cintura y se miró al espejo, la enorme cicatriz que le hizo Excalibur al acaso cortarlo en dos seguía allí, y demás rasgos eran los mismo lo único diferente era su cabello qué ya no estaba alzando en picos desafiando la gravedad, hasta cierto punto era un cambio interesante pero en realidad estaba apegado a esa imagen, tal vez pida hacer algo con magia pero no sería lo mismo, el dejo de ser Son Goku en apariencia y eso debía ser así.

Son Goku murió y alguien más nació tal vez alguien mejor quien sabe eso solo se lo dirá el tiempo... Y este mundo era su oportunidad de vivir libre.

Salió del baño dejando esos pensamientos aún lado solo para maldecir a su suerte y propia estupidez.

De pie en el medio de su habitación su hermanastra miraba el dogi ensangrentado con ojos críticos, aunque al verlo salir del baño la mirada se alteraba entre el y las telas ensangrentadas.

- puedo explicarlo - el dijo con tranquilidad.

La mirada de Sam viajo hasta la enorme cicatriz en su torzo qué casi lo dividia a
La mitad se acerco sin decir nada.

- explica eso - ella dijo señalando la cicatriz.

El cerebro de Arthur dejo de funcionar espero un escándalo por las telas ensangrentadas pero no por la cicatriz qué nadie salía qué tenía pues desde que tenía conciencia la oculto con magia.

- bueno....  - hablo Arthur sin poder articular más.

Esta platica seria interesante por decir lo menos.

........

Observando a la exhibición de historias mundial que se mostraba en el museo, Arthur no le dio tanta importancia pues s mente se puso a recordar lo que sucedió anoche, cabe decir que tubo que alterar varios recuerdos de su hermana para que su historia fuera creíble al menos un poco aunque ella seguía mirándolo con duda inclusive cuando se marcho lo sabía por su mirada ella no le creía.

Por más que trato de usar hipnosis con ella no lo hizo solo alteró una qué otra cosa para que sus recuerdos sigan tal como estaban, no le mentira a su familia no otra vez.

Justo cuando estaba a punto de pasar a la siguiente exhibición, un olor desagradable asaltó la nariz de Arthur. El guerrero se llevó las manos a la nariz, el olor se había vuelto tan fuerte que un horrible olor a muerte, carne quemada y azufre asaltó su nariz. Se giró hacia la dirección del olor y comenzó a caminar hacia él, sabía muy bien que era el olor de alguna forma de monstruo. El joven pelinegro se abrió paso por el museo acercándose al olor y los sonidos de la batalla. Arthur se empujó contra una pared y apareció por la esquina. Sus ojos se entrecerraron ante lo que vio.

Una mujer con garras afiladas y alas de murciélago luchaba contra un niño de doce años con una espada de aspecto de bonzo… que no podía analizar. Al pelinegro no le estaba yendo bien contra la bestia infernal; Esta era la primera vez que empuñaba una espada. Sin embargo, la bestia infernal no se estaba tomando la pelea en serio y sus ataques fueron descuidados y mal dirigidos, ya que simplemente se lanzó a la defensa del niño con la esperanza de abrirse paso.

Creo una espada de energía santa y se lanzó hacia el mounstro con un certero tago obligó a la críatura a retorcer, la misma le gruñó fuertemente pero el ni siquiera le presto atención, en cambio dejo salir una espada tras un portal dorado que se forma en su espalda la misma había atravesado el pecho de la mujer dejando un gran agujero donde habría estado su corazón. Luego, su cuerpo comenzó a convertirse en polvo dorado como los otros monstruos anteriores.

Eso fue hasta que un hombre de aspecto mayor en silla de ruedas entró en el pasillo por el que avanzaba.

El hombre estaba vestido como un profesor con una chaqueta sobre un chaleco y una camisa blanca y corbata debajo. Una manta estampada cubría sus piernas, pero los sentidos de Arthur le dijeron que no era una manta común y corriente. El cabello y los ojos del hombre eran de color marrón con una barba completa que crecía más hacia la barbilla. Arthur pudo ver que este hombre era mucho mayor de lo que parecía dada la mirada que tenían los ojos. Esos ojos habían visto mucho durante una larga vida, mucho más larga de lo que habría visto un humano normal.

Arthur también notó que olía a caballo y, dada su suerte de toparse con cosas del mundo iluminado por la luna, supuso que su hombre era un centauro. Una criatura fantasmal con torso de hombre y parte inferior de un caballo. Por lo general, fueron retratados bajo una luz semipositiva; se sabía que se entregaban a sus placeres, ya fuera la caza o el coito. Uno de esos centauros se llamó Quirón, posiblemente uno de los más famosos de la raza.

El hombre puso una sonrisa amistosa en su rostro mientras giraba su silla de ruedas para mirar a Arthur. El joven, por otro lado, hizo aparecer más portales dorados y los apunto al hombre listo para dispararle en caso de resultar hostil. Una cara sonriente fácilmente podría ser una mentira sobre los verdaderos motivos de alguien.

- Hola, joven - El hombre habló amistosamente hacia Arthur mirándolo de arriba abajo. - Admito que no te noté hasta que estuve justo frente a ti. Solo por tu postura puedo decir que eres un gran guerrero. Sólo puedo suponer que fuiste tú quien salvó al otro niño de la furia - el dijo.

- una furia... Ya veo Hades.... Supongo que viene por el vástago de Poseidon - el informo señalando al chico oculto.

Aunque al verlo así el desvaneció los portales y se comenzó a alejar, dejando aún sorprendido hombre quien debió de admitir esta información era valiosa pero ahora eso solamente dejaba que era el.

- joven guerrero, ¿puedo saber tu nombre? - el hombre en silla de ruedas pidió amablemente.

Arthur lo pensó y solo suspiró.

- Goku.... Son Goku - el se elejo sin más aunque al dar unos pasos más se detuvo.

Quiron se tensó, tenía que admitir que incluso el simple caminar de este joven lo ponía nervioso, no se estaba protegiendo pero algo le daba mal espina, por donde armas indudablemente famosas se hicieron presentes.

- sabes si Hades a tenido contacto con algún pilar demoníaco últimamente - Arthur pidió tranquilidad.

- no, aunque las hordas infernales han estado muy activas últimamente.... Por lo que se mataron a un miembro de los 72 pilares hace no mucho en esta ciudad - informó Quiron con tranquilidad.

- ya veo - el prosiguio su caminar sin más.

Al menos las cosas seguían iguales Hades aun parecía odiar a los demonios pero eso ya lo hacía con dos enemigos potenciales, el inframundo por ende Hades y los 72 pilares demoníacos, su vida no podía ponerse mejor verdad.

........

Olympus estaba bastante tranquilo a esta hora del día. La mayoría de los dioses estaban realizando sus quehaceres, persiguiendo a algún mortal que captó su interés o disfrutando de sus pasatiempos. Un dios que disfrutaba de sus pasatiempos era la diosa Hera. Durante esos tiempos de tranquilidad, ella mantenía el jardín de su templo. Se podría llamarlo un bosque pequeño y exuberante con muchas plantas y árboles hermosos, pero para la diosa era sólo un jardín. También se tomó este tiempo para pensar mientras cuidaba su jardín. Mientras Hera repasaba mentalmente los acontecimientos recientes, llegó al asunto de cierto hombre.

Atuendo negro ojos color y plata y ojos a juego de un brillante plateado, ha sido el responsable de las múltiples matanzas de demonios a lo largo de la ciudad aunque por su recurrente presencia en esto insidente parecía haber una especie de conflicto entre ellos.

Lo pudo observar combatiendo el hombre era una auténtica bestia a tal punto que creo que era un bastago de Ares sin embargo lo desecho ya que el se preocupaba por partes afectadas en el conflicto,  se aseguró mantener los daños en el mínimo posible y de que nadie muriera tan siquiera por error.

Ella había intentado usar su sentido divino para determinar qué era él.  Se sorprendió al descubrir que era bastante difícil hacerlo. Este hombre estaba protegido por alguna forma de aura poderosa que le impedía discernir sus orígenes y el simple hecho de que parecía consciente de su mirada la tenía más curiosa al respecto, el no solo era un guerrero poderoso sino también estaba bien verzado en la magia pues varias veces escapo a su mirada y solamente se desvaneció en partículas de polvo dorado no sin antes darle una sonrisa como despedida.

Entonces eso la dejó con una opción.

- ¿Dama ​​Hera? - Preguntó una voz femenina.

- Por aquí Hécate - Hera llamó a la diosa menor.

La diosa de la magia pronto apareció a la vista en otra parte del jardín. Llevaba un vestido rojo oscuro similar al que habría usado la antigua mujer griega de alto rango. No estaba ocupada con sus dos mascotas ni llevaba su antorcha. Como la diosa cambiaba a menudo de apariencia, no tenía una apariencia "predeterminada" como muchos de los otros dioses. A partir de ahora, ella estaba tomando la forma de una hermosa mujer de mediana edad con ojos marrones y cabello rubio.

- ¿Me llamó aquí, alteza? - Hécate preguntó, ya sabiendo la respuesta.

- Sí, me gustaría conocer tu opinión sobre un individuo con el que me encontré  respondió Hera, alejándose y haciendo un gesto a Hécate para que la siguiera.

- También les pediría que no compartan nada de lo que vamos a discutir con nadie - ella dijo claramente.

La diosa que caminaba junto a Hera le dirigió una mirada inquisitiva pero se resignó a asentir con la cabeza en señal de confirmación. Las dos diosas llegaron a una pequeña laguna de aguas claras con algunos cisnes nadando suavemente sobre la superficie del agua. Un camino de piedra conducía hacia un edificio con cúpula de tamaño mediano ubicado en medio de la laguna. Las dos diosas entraron, el interior del edificio estaba oscuro a excepción de unas pocas luces de color azul claro que recorrían los bordes del interior del edificio. El techo era una imagen en movimiento de un cielo nocturno con estrellas. En el centro de la habitación había una mesa circular con un cuenco que coincidía con el ancho de la mesa, el agua dentro del cuenco reflejaba el techo de estrellas.

Ambas diosas se acercaron a la mesa. Hera agitó su mano justo por encima de la superficie del agua. El agua comenzó a hervir a fuego lento ante la imagen de Arthur y Samantha hablando en una de las mesas de una tienda, estaban hablando de algo, ambos con una sonrisa en sus rostros.

- El pelinegra es Arthur y la otro es su hermanastra Samantha - Hera comenzó a señalar la imagen. - Creo que Arthur tiene algún tipo de magia que lo protege de los sentidos de los monstruos, también parece procesar un tipo de magia que no he encontrado antes. ¿Puedes discernir algo de él? - ella pidió.

Hécate se acercó, sus ojos escanearon la imagen de Arthur, captando cada detalle que pudo. Los ojos de la diosa menor se entrecerraron antes de que una ceja se alzara un momento después. Pronto frunció el ceño antes de ser reemplazado por una leve sonrisa.

- ¿Entonces? - Preguntó Hera, impacientándose.

- Tenías razón, alteza - respondió Hécate, sin apartarse de la imagen. - Este chico Arthur está protegido por una magia poderosa. Quien tejió estas cuerdas mágicas sabía lo que estaba haciendo e hizo todo lo posible para asegurarse de que nadie pudiera deshacerlo. También parece estar suprimiendo algo sobre Arthur , interesante.  - la diosa de la magia explicó.

- ¿Suprimiendo qué? - indagó Hera.

- Esa es la pregunta que también me gustaría que me respondieran, alteza. Como dije, este nivel de habilidad mágica intrincada solo es capaz de unos pocos, pero siempre podría haber alguien que no conozco. Además de mí, sólo podría Pienso en mi hija, Circe, en este momento. Aunque la fuente de su barrera mágica es claramente una serie entrincada de runa y sacramentos alrededor de él - hablo Hécate.

- ¿Runas, Sacramentos? -

"Sí, los sacramento son las bendiciones menores de aquel dios Cristiano, y las runas, yo no sé mucho sobre ellas, pero sí sé que la magia rúnica es un lenguaje mágico - dijo Hécate.

- ¿Magia del lenguaje? Nunca había oído hablar de tal cosa - Hera dijo confundida.

- Es un tipo de sistema mágico. La mayor parte de la magia se realiza aprovechando el poder que uno mismo tiene a su alrededor mientras conduce la dirección o el poder con palabras o cánticos. Esta magia se basa en las propias habilidades naturales de uno para controlar estas energías, lo que significa que la mayoría de las personas no pueden realizarlas. magia en absoluto - Explicó Hécate, todavía mirando al chico de la imagen. Su cabeza se levantó ligeramente como si notara algo. - La magia del lenguaje, por otro lado, puede ser realizada por cualquier persona independientemente de su talento natural. Este tipo de magia controla las energías que los rodean mediante el uso de palabras o un conjunto de palabras para controlar el mundo que los rodea. En términos simples, los usuarios de la magia del lenguaje, como La magia rúnica es simplemente hablar o escribir en un lenguaje de poder. Las palabras mismas tienen el poder y no el practicante. Cuanto más conocimiento tenga un practicante sobre el lenguaje mágico elegido, podrá realizar magias más poderosas - finalizó tranquilamente.

De repente, la imagen de Arthur y su Hermanastra desapareció, pero el edificio todavía estaba a la vista.

- Oh Dios, qué chico tan inteligente - Hécate comentó con humor.

- ¿Qué pasó? - Hera exigió intentar restaurar las imágenes.

- Parece que Arthur detectó mi presencia, tiene un campo mágico alrededor de la tienda de su hermanastra y es claramente hostil - Respondió Hécate, sonriendo al agua. - Simplemente agregó una banda de magia que hace imposible ver a través de ella con magia. Debo admitir que nunca antes había visto magia usada de esa manera - elogio Hécate.

- ¿Cómo es eso? ¿Cómo podría impedirte que lo vieras? - ella dijo.

- Si tuviera que explicarlo... levantó una especie de muro de escudo mágico como si una línea de soldados simplemente levantara sus escudos y los entrelazara. Una forma muy... realista de protegerse de la vista. Temo decir que atravesarlo, me sería imposible, y el tan siquiera hacerlo sería considerado... de mala educación - Hécate dijo.

- No veo cómo romper su barrera mágica sería considerado de mala educación - Hera respondió cruzándose de brazos. - Somos dioses, si deseamos observarlo, entonces debería sentirse honrado de que nos molestemos en observarlo - ella farfullo con desden.

- Puedo entender sus deseos de quedarse en soledad con su hermanastra mientras hablan - Dijo Hécate, alejándose de las imágenes.

Hera continuó mirando la imagen pensando en lo que haría a continuación. Cuando un destello de luz llamó su atención. Hécate había cambiado su forma a una mujer de aproximadamente la edad de Arthur, su ropa había cambiado a un vestido rojo más moderno, un vestido que mostraba más su escote. Su cabello también había cambiado de rubio a rojo oscuro y sus ojos a azul cielo.

- ¿Qué estás haciendo? - Preguntó Hera, entrecerrando los ojos.

- Voy a conocer a este hombre - Hécate respondió mirando hacia atrás.  - Él me interesa - sonrió divertida.

- Lo prohíbo - Hera declaró rápidamente.

"¿de verdad? Sería una penas que zeus se entere - Hécate respondió revisándose. "Pero estoy seguro de que a Zeus no le importará, después de todo, es posible que no esté mucho más tiempo una vez que descubra que su esposa ha estado observando a otro hombre - ella hablo con una sonrisa.

El estado de ánimo de Hera rápidamente cambió de pasivo a enojado en un momento.

- ¡Te atreves a insinuar que tengo un interés romántico por este chico! - Hera grasmo molesta.

- No me atrevería a hacer nada parecido, alteza - Hécate respondió respetuosamente pero casi burlonamente mientras se inclinaba levemente. - Pero es posible que el rey no lo vea de la misma manera - ella finalizó.

Hera sabía que Hécate tenía razón. Si Zeus sospechara el más mínimo interés romántico en otro hombre, vaporizaría a esa persona en un instante. Si bien a ella realmente no le importaba lo que le pasó a Arthur, sí sabía que él podría resultar útil en el futuro. ¿Por qué negarse a sí misma una herramienta útil?

Hera dejó escapar un suspiro.

- Bien, puedes irte, pero espero que aprendas más sobre él y me informes - hablo Hera.

Una sonrisa apareció en el rostro de Hécate, esta vez se inclinó más.

-  Se lo agradezco, alteza. Me aseguraré de explorarlo... a fondo - un tono sensual se escapo de su boca antes de desaparecer.

La diosa menor luego desapareció en la niebla. Hera puso los ojos en blanco y se volvió hacia las aguas.

- ¿Quién eres, Arthur? - Pensó Hera justo cuando la imagen comenzó a oscurecerse como si algo estuviera comenzando a cubrir su cuervo.

Antes de que pudiera siquiera ordenarle que huyera, la visión del cuervo se vio envuelta en oscuridad.

......

Se masajeo el puente de la nariz en molestia, cenizas y restos de polvo dorado se juntaban a su alrededor.

- puedes salir - Arthur dijo con tranquilidad.

- es seguro - una voz se oyó desde los basureros del lugar.

- si es seguro - Arthur puso los ojos en blanco ya sabiendo las implacaciones de lo que se venia.

Su hermanastra saco la cabeza para ver si era siquiera seguro cuando solo vio a su hermano allí solo mirando en su dirección con una expresión cansada, ella camino hasta el a paso rápido y lo tomó por  sorpresa dándole una fuerte bofetada.

- puedo saber por que fue eso - aun la mejilla se le puso roja del golpe el nisiquiera la sintió aunque tuvo que descender sus defensas al límite humano para que su hermanastra no se lastime la mano.

- solo quería saber si lo que vi fue real - ella hablo mirándolo.

- puedes decirme que haces aquí - su voz sono cansada y un poco molesta ignorando su pregunta.

- uhh, bueno el otro día vi cosas extrañas en tu habitación y bueno solo quería sacarme la duda al menos - dijo Sam.

- pudiste preguntar - el sugirió con tranquilidad.

- quien me asegura que me hubieras dicho la verdad - hablo Sam con un tono fuerte.

- pues pese a lo que viste, te mantienes calmada... Dime no es la primera vez que vez algo así verdad - el Indagó con una ceja alzada.

- soy consciente de que el mundo es raro pero demonios y mounstros, que sigue dioses y ángeles - ella dijo seriamente.

- uhh, pues algo me dice que la noche será un poco larga - hablo Arthur mirando a la mujer que los miraba con una sonrisa divertida.

- buenos noches.... Debo decir que estoy impresionada - la mujer hablo con una amplia sonrisa - debo suponer que sabes quien o al menos que soy - ella dijo mirando a pelinegro quien se mantenía calmado.

- Una diosa...por el tipo de divinidad que logro sentir asumo de origen griego.... O me equivoco - Arthur sonrió burlonamente.

Mas que enojar a la diosa ella asintió complacida con su rápida deducción.

- Como ya sé tu nombre, permíteme inducirme. Soy la diosa Hécate, diosa de la Niebla, la magia, la brujería, la hechicería, la encrucijada, la nigromancia, la noche y la luna - Hécate se presentó con un tono de superioridad.

- oh, entonces ella asume saber quien soy, bien es perfecto - pensó Arthur con tranquilidad.

- Arthur Horvarth, artista marcial - el se presenta con neutralidad.

La sonrisa de la diosa se hizo más amplia.

- Oh, ambos sabemos que eres mucho más que eso. Puedo sentir esa energía mágica tomando la forma de esferas a tu alrededor - ella sonrío

Sam se maldijo mentalmente. Debería haber esperado eso y más de su loco hermano. Pero Ya era demasiado tarde y sólo podía esperar que Hécate no se ofendiera por ello. Apuntar con un arma a un dios ya era bastante malo, pero había esperado que la diosa lo tomara como si estuviera sosteniendo el mango de su espada envainada.

- Creo que conoces el castigo por apuntar con un arma a una diosa si me baso en la  expresión de tu hermanastra - Hécate continuó con aire de suficiencia. - ignorare este insulto si las deconstruyes... y te relajas - ella dijo mirándolo.

- por que debería hacerlo en lo que a mi respecta solo me estoy defendiendo - Arthur hablo con tranquilidad.

Hécate frunció el ceño mientras su aura divina se volvía visible.

Sam comenzó a respirar con dificultad algo que fue notado por Arthur quien solo la puso tras suyo crubiendola de los estragos de la divinidad de la mujer.

- tienes una lengua muy larga chico, deberías tener en cuenta tu situación actual - hablo Hécate con molestia.

Una sonrisa sardonica apareció en rostro del chico mientras las esferas de energía comenzaron a materializarse a su alrededor, causando que la mujer entrecerrara los ojos en el chico.

- y cual es mi situación actual - el hablo con burla.

- te lo advier..... - sus palabras murieron en su boca pues resivio un bombardeo por parte del chico que no fue para nada débil.

Sam observo horrorizada como su loco hermano atacó a una diosa sin siquiera parpadear aunque se podía observar en sus ojos un poco de diversión como si lo estuviera disfrutando.

- je, una diosa menor trata de advertírme supongo que alguien aquí no está consiente de su situación actual - Arthur hablo con tranquilidad aunque de fondo se oía un deje de burla y odio.

Detrás del la cortina de humo, una diosa completamente herida el icor se filtraba por sus cortes y la misma miraba con miedo y desprecio.

- ¿que eres? - Hécate hablo con dolor.

- si no puedes verlo, no mereces saberlo - hablo Arthur en su mano una espada de origen divino se manifestó.

Hécate abrió los ojos en completo horror la espada en las manos del niño era una reliquia de las hadas, dada a unos de las más grandes campeones de la humanidad.

- por que la tienes tu... Es imposible debería estar con las hadas - Hécate despotrico con ira y miedo.

- muere - el clavo la espada dorada en su corazón sin misericordia alguna, a Hécate le horrorizo el saber que un mortal de todos las cosas la miraba como si fuera un ser inferior.

El daño ya estaba hecho y sintió que su forma mortal comenzaba a desmoronarse. Momentos después, su cuerpo se desmoronó en polvo dorado cuando su alma regresó al Tártaro para reformarse.

Arthur suspiro con desgana, aunque había algo con lo que debía lidear antes, volteado su mirada su hermana la miraba con algo de miedo, asombro e incredulidad.

Arthur dio un paso hacia atrás, eso fue suficiente para que Sam reacciónara.

- espera - ella hablo con un tono débil.

- ¿que esperas hay que ir a casa? - Arthur indagó con una ceja alzada.

Sam se quedó en silencio por un segundo y luego reacciono.

- entonces eso está bien - dijo Sam mirándolo fijamente.

- ella se reformara.... Tal vez tarde unos meses que se yo.... Tal vez vuelva o no quien sabe - Arthur se encogió de hombros sin darle mucho importancia.

- mataste a una diosa, si las historias nos enseñó algo es que ellos no lo dejaran pasar.... Vendrán a buscarnos - ella hablo con algo de pánico.

- te equivocas... Vendrán únicamente por mi...pero estaré listo cuando lo hagan - el hablo estoicamente.

- ¿que es lo que planeas? - ella dijo.

- no busco una guerra contra el Olimpo pero si se meten en mi camino los mataré.... A todos de ser necesario - el hablo inexpresivamente.

Sam quedo en shock era la primera vez que veía ese lado de su hermano menor era como su fuese una persona completamente diferente.

......

Cuando Arthur abrió los ojos dejo escapar un suspiro de desden ya sabiendo lo que se acercaba a él.

- saludos joven guerrero - hablo una voz suave, en casi un susurro, el suelo debajo de la losa de piedra frente a el comenzó a ceder, antes de que algo comenzara a surgir rápidamente de la superficie rocosa. Formando la forma humanoide de una mujer con cabello largo y suelto del color de la tierra y ojos amables que mantienen el mismo color y vitalidad del verdor más saludable. Su piel tenía el mismo tono que las raíces más sanas de la tierra, su rostro tenía un nivel de belleza natural y femenina que parecía haber sido moldeado inmaculadamente por la naturaleza misma, lo cual no estaba lejos de la verdad considerando que ella esencialmente era la naturaleza misma. . Su cuerpo no tenía tela para cubrirse, en cambio tenía ciertas áreas de su cuerpo divino y primordial cubiertas de musgo verde brillante, deliciosamente saturado, como su pecho, parte superior de sus brazos, cintura, caderas y muslos. Todos ellos bien proporcionados, con senos grandes y redondos, copa G y pezones respingones de color marrón, cintura sublimemente delgada, caderas anchas al nacer, culo firme y redondo, muslos flexiblemente gruesos y piernas delgadas. Musgo y tierra salpicaban el lugar donde se encontraba su feminidad entre sus dos pilares de feminidad cubierta por la naturaleza

- Gaia - Arthur murmuró sin mucho interés aunque sus miradas se cruzaron.

Siguieron con el concurso de miradas hasta que la Diosa decidió romper el silencio.

-  Tienes unos ojos tan majestuosos - elogio la primordial.

Arthur parpadeo en curiosidad.

- ¿Mis ojos? ¿Qué quieres decir? - Arthur nunca escuchó muchos elogios sobre sus ojos. Eran simplemente corrientes. ¿Qué tienen de especial?

- Son de un color plateado tan hermoso. Similares a la luna, pero mucho más vibrantes, potentes y atractivos  - dijo mientras seguía mirando a Arthur con una sonrisa deliciosa.

- que desea la diosa primordial de la tierra de mi - Arthur ignoro sus elogio.

- me gustaría saber, por que puedo sentir una conexión contigo... El planeta entero de hecho a ignorado tu presencia, la representación de la madre tierra de las diversas mitologías te ignoran pero aun así guardas un fuerte vínculo con ellas - hablo Gaia con interés.

- ¿oh? - hablo Arthur con sorpresa.

Había olvidado su contrato con Gaia y alaya y por ende su posición como un agente del planeta y del inconsciente colectivo de la humanidad.

- como me has detectado - hablo con interés estaba vez Arthur mirándolo fijamente.

- esa espada.... No debería existir al menos ya no.... Las hadas deberían están muy confundidas y buscarán respuestas - ella dijo con tranquilidad.

- me las arreglare - Arthur lo desecho sin mucho interés pues no sería difícil de solucionar.

- lo se.... Se que habrá algo en ese interminable campo de flores qué pueda solucionar tu problema - la atención del chico volvió a la diosa primordial.

Gaia comenzó a caminar lentamente hacia Arthur, sus caderas moviéndose de una manera peculiar, lo que lo confundió. A medida que Gaia se acercaba más y más al Dios Saiyajin, su rostro adornaba una sonrisa, pero no se parecía a ninguna de las sonrisas que le había dado a Arthur antes. Era una sonrisa que mostraba deseo y lujuria. Eso puso un poco nervioso a Arthur puede que este desinteresado a su situación acopero incluso el tenía que admitir que la mujer frente a él era una belleza indiscutible y levantó la guardia, preparándose para lo que fuera que la Diosa estuviera a punto de hacer.

-  Relájate... no voy a lastimarte... nunca en mis sueños - Dijo Gaia seductoramente.

- bueno al menos tu no quieres matarme, tal vez mi suerte esta cambiando un poco - Arthur sonrió con tranquilidad.

En ese momento, Gaia ya había alcanzado a Arthur y estaba frente a él. Estaba peligrosamente cerca ya que no le daba espacio personal al Dios Saiyajin. La Primordial de cabello verde envolvió lentamente sus delgados y suaves brazos alrededor del cuello del Guerrero de Ojos Plateados. Su toque era suave, como el de una madre cariñosa. Un toque que le resultaba extraño a Arthur pero no les molesto. Su toque era calmante, como la sensación de tumbarse en el césped después de un largo día de entrenamiento.

- Una pareja perfecta... Para ser mi Rey - ella ronroneo.

El corazón de Arthur dio un vuelco. Sus palabras hicieron que el Dios Saiyajin de Sangre Pura sintiera una sensación que muy pocas lograban hacer sentir en el. Gaia había despertado algo en Arthur que no creía que alguna vez experimentaría. La perdición de todo hombre de sangre roja. La debilidad que todo hombre tiene que afrontar y superar en su vida. El que pierde la mayoría de los hombres. Del que nunca podrán escapar.

Lujuria.

Ahora, la propia Tierra lo rodeaba con sus brazos.

- Únete a mí, Raziel. Conviértete en uno conmigo. Sé mi Rey  - Gaia comenzó a acercar sus labios rosados ​​a la boca de Arthur, ofreciéndose al Dios Saiyajin.

El dios saiyajin la tomó sin dudarlo, su lado masculino le exigía tomarla o el mismo cuestionaria su orientación sexual.

En un lugar desconocido...

El sonido de la carne golpeando con fuerza contra la carne resonó alrededor de las habitaciones principales del lugar. Rebotando en las paredes altas y resistentes de la habitación, casi como si una fuerte bomba explotara varias veces por segundo. Más allá de eso, se mezclaba el sonido de gruñidos fuertes y agresivamente sexuales. El ruido distintivo de una cama crujiendo y temblando como una hoja solitaria en el viento, con gritos y gemidos ahogados, se podía escuchar rugiendo en un colchón suave y mágicamente mejorado que Tenía un nivel absurdo de durabilidad, resistiendo las ondas de choque literales que se generaban y absorbían.

En el centro de todo, estaban el rey del todo Raziel y la diosa primordial Gaia, completamente desnudos y actualmente en acto de coito. Ambas deidades encima de su gran cama, con Gaia empujada boca abajo entre las sábanas, con su trasero levantado en el aire mientras el treseavo rey del todo la tomaba por detrás sin piedad. Sus manos agarraron sus caderas como si fueran un tornillo de banco mientras se inclinaba sobre ella. Se había formado una mancha húmeda sustancialmente grande debajo de la mujer, mientras un flujo constante de sus fluidos continuaba cayendo por sus piernas, mientras otro fluido blanco, viscoso, caía de su feminidad.

Arthur sonrió salvajemente, enseñando los dientes mientras oleada tras oleada de placer carnal lo envolvía con todos y cada uno de los empujes titánicos que daba su virilidad. Conduciéndolo dentro y fuera del maltratado coño de su reina Gaia, que había sido remodelado una vez más por su gran miembro. Excavándose a través de su caverna húmeda y apretada con increíble velocidad y poder, rompiendo su cuello uterino con cada embestida exitosa. Sus bolas golpean como un trueno contra el culo regordete y perfectamente redondo de su cuerpo divino con un celo conmovedor. Sus tiernas nalgas se movían constantemente con ondas enviadas a lo largo de sus dos grandes bollos de carne flexible, que se habían vuelto de un rojo rosado por el constante abuso. Sus pechos copa G fueron aplastados contra la cama y rodando hacia adelante y hacia atrás rápidamente como montículos de masa mientras su propio cuerpo se tambaleaba hacia adelante y hacia atrás por su implacable asalto.

Podía sentir su clímax final llegando caliente, y así, con un poderoso bramido propio, mezclado con completa euforia, Arthur golpeó su gruesa polla de diez pulgadas hasta el fondo del túnel sagrado de su cónyuge con toda la fuerza que pudo reunir. La fuerza detrás de esto se disparó hasta el final de su útero, golpeando sus bolas con fuerza en su trasero enrojecido y casi rompiendo la cama mágicamente mejorada con su empuje final.

Escuchó el grito apasionado de su amante incluso cuando estaba amortiguada en la cama mientras alcanzaba su clímax final. Sus jugos brotaron casi como una ducha mientras su pene derramaba una abundante porción de su semilla en su útero por tercera vez hoy.

- Ahh... - Arthur exhaló de felicidad, mientras sacaba su vara carnosa de su coño después de unos buenos quince segundos, y rociaba la porción restante de su semen por todo el cabello, la espalda y las nalgas liberados y desgastados de la Primordial, como si Estaba marcando su territorio.

- Ese puede haber sido el mejor sexo que he tenido contigo, Gaia Si no, sin duda fue el más largo - Gracias a su relación con el tiempo, que era uno de sus numerosos dominios, era muy consciente de que su última sesión había durado alrededor de diez horas completas en ese momento. Los dos habían comenzado temprano en la mañana cuando el sol  aún se estaba levantando, y ahora era la tarde.

Je, debieron haber cambiado de posición sexual una docena de veces durante todo ese asunto. En su opinión, había sido realmente todo un espectáculo.

Gaia solo jadeó con fuerza cuando todo estaba listo y hecho. Ninguna palabra salió de sus labios mientras se desplomaba de lado. Sus pezones erectos, de color rojo cereza, erguidos sobre sus globos tambaleantes por toda la atención que les habían prestado antes. Su largo cabello oscureció la mayoría de sus rasgos enrojecidos cuando su semilla comenzó a brotar de su canal devastado por la guerra. Aunque eso no impidió que Arthur pudiera distinguir la expresión completamente delirante que adornaba su hermoso rostro.

- Hmph. Sólo mírate, querida. Incapaz de pronunciar ni una palabra después de que termine contigo - Se rió entre dientes con humor, sintiéndose bajar de su euforia sexual. - Por otra parte, eres tú quien ha estado vinido a mí, queriendo  que te folle hasta dejarme sin sentido. Debo decir que no sé de dónde vino este repentino deseo tuyo de tener tanto sexo conmigo - El dios Saiyajin sonrió. Su polla, incluso después de todo ese sexo, seguía tan erecta como cuando empezaron. - Sin embargo, mentiría si dijera que no lo disfruté. Realmente me encanta este  lado tuyo impulsado por el sexo, Gaia - el elogio

Al levantar la cabeza ahora, Arthur pudo ver la sonrisa demacrada pero eufórica que ahora descansaba en los labios de Gaia.

- Me... alegro de... oírlo... - Ella jadeó lentamente. Sus ojos lucen vidriosos y desenfocados. Y con los arduos golpes que acababa de darle, eso no era sorprendente. - Yo... vivo para... servirte... mi señor... - ella logro artícular.

- Eso que haces. - Arthur estuvo de acuerdo, pareciendo bastante satisfecho. - Y continuarás haciéndolo - Dijo, mientras volvía su mirada hacia el relog de su habitación. - parece que aun tenemos tiempo para otra ronda. Así que será mejor que estés preparada, querida - el sonrió con lujuria.

- Por supuesto... - Gaia asintió temblorosamente y felizmente. Sus ojos vidriosos se oscurecieron mientras lo miraba sensualmente, lamiéndose los labios con avidez. - Soy toda tuya... después de todo... - Gaia le informo.

Arthur sonrió complacido y se volvió a unir a la diosas en una horas más de sexo desenfrenado.

........

Arthur dejó escapar un bostezo de satisfacción mientras se levantaba de la cama temprano en la mañana, todavía vestido con su dogi. Una sensación de mayor gratificación burbujeó a través de él mientras se levantaba y estiraba los brazos dentro de su habitación antes de rascarse la nuca con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

- Ya era hora de que despertarás - Arthur se giró para ver a una chica rubia mirándolo con el ceño fruncido. Arthur reconoció con un sobresalto que era la chica de antes. Ahora podía verla con más claridad. Probablemente tenía aproximadamente la misma edad que él, tal vez un poco mayor. También era unos centímetros más alta y parecía bastante atlética, al menos de eso estaba bastante seguro.

Con su bronceado profundo y su cabello rubio rizado, Arthur estaba bastante fascinado. Sus ojos también eran bastante cautivadores. Eran de un gris sorprendente, como nubes de tormenta; bonita, pero también intimidante, como si estuviera analizando la mejor manera de derrotarlo en una pelea. Arthur no estaba seguro de dónde venía ella pero sentía su origen divino alineado a los Olímpicos, pero la forma en que ella lo miró lo hizo estremecerse, como si alguien más lo hubiera mirado de la misma manera antes. Llevaba vaqueros azules, zapatillas altas Converse y una camiseta de color naranja brillante que decía CAMPAMENTO MESTIZO.

- Annabeth - El respondió. La chica cruzo sus brazos bajo el pecho y mirándolo con molestia.

- De todos modos, vamos. Chrion y el Sr. D están esperando verte - ella dijo con un ceño fruncido.

Siguió a Annabeth por el porche.

- Guau - Dijo Arthur con una expresión de asombro finjdo en su rostro. El valle se extendía hasta el agua, que brillaba a un kilómetro de distancia. Entre aquí y allá, simplemente no podía procesar todo lo que estaba viendo.

El paisaje estaba salpicado de edificios que parecían arquitectura griega antigua (un pabellón al aire libre, un anfiteatro, una arena circular), excepto que todos parecían nuevos, con sus columnas de mármol blanco brillando al sol. En un arenero cercano, una docena de niños de secundaria y sátiros jugaban voleibol. Las canoas se deslizaban por un pequeño lago. Niños con camisetas de color naranja brillante como la de Annabeth se perseguían unos a otros por un grupo de cabañas enclavadas en el bosque. Algunos dispararon objetivos en un campo de tiro con arco. Otros montaban a caballo por un sendero boscoso y, a menos que estuviera alucinando, algunos de esos caballos tenían alas.

Al final del porche, dos hombres estaban sentados uno frente al otro en una mesa de juego. Había un niño pequeño susurrándole al chico que estaba de espaldas a Arthur, quien aun así soltó un pequeño grito cuando vio a Annabeth y Arthur. Pero lo que llamó la atención del pelinegro fueron los cascos que tenía en lugar de pies.

- ¡Annabeth! ¡Está despierto! -chilló.

- Arthur, este es Grover Underwood, un sátiro aquí en el Campamento Mestizo". dijo Annabeth.

- ¡Hola! - Arthur estrechó la mano de Grover, quien dejó escapar un grito de sorpresa.

- ¡Vaya, eres fuerte! - Grover agitó su mano en el aire y la sopló repetidamente.

- Bueno, mira quién finalmente está despierto. El niño que apareció de la nada en mis campos. No puedo tener un descanso esta semana, ¿verdad? - Arthur se giró para mirar al hombre bajo que lo estaba mirando. El hombre frente al pelinegro era pequeño, pero corpulento. Tenía la nariz roja, grandes ojos llorosos y cabello rizado tan negro que casi era morado. Llevaba una camisa hawaiana con estampado de tigre. El otro hombre era mucho más brusco, vestía una chaqueta de tweed, tenía el pelo castaño ralo y una barba rala. También estaba sentado en una silla de ruedas.

- Arthur, este es el Sr. D, nuestro director del campamento, y Quirón, nuestro consejero. Este es Arthur - el dios saiyajin rió nerviosamente mientras se pasaba una mano por el cabello. Quirón se giró con una sonrisa mientras estrechaba la mano de Arthur.

- ¡Qué agarre tienes! Un placer, Arthur o Debería llamarte Son Goku - el centauro entrecerro sus ojos en el Dios quien solo sonrió con burla.

- je no estarías confiado en qué te diera mi nombre así como así verdad - el respondió con una sonrisa.

- Oh, genial ya se conocen - El Sr. D refunfuñó mientras barajaba una baraja de cartas que sostenía.

- fue quien salvo a Percy de la furia, aunqjeme sorprendio que supieras que era un hijo de poseídon - el hablo con intriga.

- despide el olor de océano, además ya me he topado con un Olímpico antes, es fácil recordar la sensación que emite su divinidad - Arthur mintió no les diría que conoció al rey de los mares de una dimensión alterna cuando estaba explorando la Atlántida en busca de la arca de la unión para guardar los diez mandamientos allí.

- de verdad, con quien te has topado - el señor D pregunto curioso quien sea lo suficientemente astuto como para salir ileso del encuentro con un dios era alguien interesante.

- era Hécate... La muy zorra quería acostarse conmigo así que hizo lo más lógico - Arthur sonrió con tranquilidad.

Annabeth puso los ojos en blanco mientras que Grover, Quirón y el señor D solo suspiraron.

- la asesine - culminó Arthur con tranquilidad.

Los ojos de todos se abrieron en sorpresa, asesinar un dios era algo muy difícil más si se trataba de un simple mortal, aunque desde el primer momento en el que el puso un pie en el campamento las alarmas se ensendieron, la sola presencia del chico enviaba oleadas de un poder muy extraño que no era divinidad y más teniendo en cuenta sus antecedentes siendo quien mato a una furia fácilmente.

- la cólera del Olimpo no se hará esperar - advirtió Quirón mirándolo.

- je, pues cuento con ello, las cosas por aquí se han vuelto muy aburridas - el se burlo mientras se alejaba de todos los presentes dejandolo en un incomodo silencio.

- de donde rayos lo sacaste Quirón - hablo Dioniso exasperado.

- solamente llego, me pareció curioso que jamás demostró una actitud negativa la idea de enfrentarse a un dios aunque no espere que el haya sido quien tomó la vida de la señora Hécate - hablo quirón.

- zeus esta como loco, tratando de averiguar quien lo hizo, eventualmente llegara a el - hablo Dioniso.

- solo podemos esperar lo mejor entre esto y el sorticio de verano, puede que algo de geste - hablo Quirón.

- pufff, mejor lleva al niño a que vea al oraculo, el apesta a problemas tal vez podamos usarlo a nuestro favor - Dioniso hablo contemplativamente.

........

Mientras Arthur caminaba osiosamente por el campamento ganándose las mirada curiosas de los campistas y un ceño fruncido por parte de los satiros, se detuvo en momentos y observo la casa más grande del lugar.

Frunció el ceño cuando sintió que una sensación extraña lo invadía, lo que le hizo girarse y mirar hacia el edificio. Era mucho más grande de lo que se dio cuenta cuando estuvo de pie: cuatro pisos de altura, azul cielo con adornos blancos, como un balneario de lujo. Estaba mirando la veleta de latón en forma de águila en la parte superior cuando algo llamó su atención, una sombra en la ventana superior del hastial del ático. Algo había movido la cortina, sólo por un segundo. Arthur frunció el ceño mientras miraba la cortina. Se sentía extraño, como si allí arriba hubiera algo que no era humano. No podía explicar cuál era la sensación, solo que se sentía extraña y hacía que su piel hormigueara un poco.

- supongo que esta claro que las cosas por aquí se volverán más interesantes - el pensó retomando su camino sin darle mucho atención ala fuente de la perturbación.

Este llego a la planecie qué fue designada para el entrenamiento de los campistas o en este caso el número anormal de semidioses, Arthur sabía que los olímpicos en especial estaba gobernados por lo que habían en sus entrepiernas más que por su sentido común pero esto, ya era una locura.

Cerro sus ojos dejando aún lado esos pensamientos inútiles para después pues no serviría de nada darle importancia a un tema tan redundante.

Canalizó las energía en su interior hacia el exterior, al abrir sus ojos múltiples orbes de energía yacian girando en pos de este en armonía.

Ki mortal, Ki híbrido, Ki divina, ki de los dioses celestes, ki de la destrucción, ki de la creación, ki de los ángeles, energía demoníaca, energía sagrada, energía psíquicas del shoki, energías elementales de todo tipo, agua fuego viejo tierra, trueno, huelo, lava polvo, acero y un sin fin más, cosmos, chakra, energía cósmica, magia arcana, magia de la dimensión Amazon, gracia divina, sus dominós y sus autoridades divinas.

Todos circulaba a su alrededor en una contemplación magistral de su bastó asernar energética aunque debía de admitir que le faltaban varias como la energía maligna de los antiguos dioses de la creación, el ki negativo de la dimension de la nada y el Ki prohibido del infierno.

El suspiro contemplativamente mientras disipaba estas energías nuevamente en su interior, aunque debía de admitir que para llegar a su estado actual tubo que pasar por muchas cosas.

- observar sin antes presentarse puede ser tomado como una falta de respeto saben, aunque creo que esta en su naturaleza el no tratar con hombres verdad, cazadoras - la mirada de Arthur viajo hacia los árboles circundante del cual una andadana de flechas salió disparada en su dirección aunque más que causar un levantamiento de ceja de parte del dios saiyajin, solo suspiró.

- fue buena idea dejar a Sam en casa - el pensó con cansancio.

Tiempo atrás......

En algún lugar de las montañas…

Artemisa, autoproclamada diosa de la caza, hacía bastante tiempo que no estaba en el Olimpo. Prefería con creces la compañía de sus cazadores a la de cualquier olímpico, especialmente si la comparaban con su molesto hermano gemelo, Apolo, o alguien tan frívolo y tonto como Afrodita. Cómo se ganó algún tipo de respeto estaba más allá de su alcance.

La arquera virgen actualmente estaba tomando la forma de una niña de trece años con ojos dorados y cabello castaño rojizo recogido en una cola de caballo. Artemisa podía cambiarse a cualquier edad, por supuesto, pero, la mayoría de las veces, deseaba igualar la edad promedio de sus seguidores, que era doce o trece. Esto los mantuvo puros y al margen de cualquier hombre lo suficientemente tonto como para intentar captar su interés. De hecho, cualquier hombre que fuera sorprendido mirando a los Cazadores de Artemisa se transformaría instantáneamente en un jackelope o un animal salvaje.

Al menos así era en los viejos tiempos.

Ahora, Artemisa y los cazadores habían instalado su campamento en una región montañosa y nevada. Decidieron tomarse un breve descanso después de pasar unas horas cazando monstruos alistados por el Ejército de Titanes. De vez en cuando, su padre, Zeus, también le encomendaba misiones especiales, pero por lo general no eran demasiado importantes.

Eso probablemente cambiaría durante esta Segunda Titanomaquia.

Suspiró y se sentó cerca de una fogata. Grandes lobos rodeaban todo el campamento, por lo que ningún extraño comprometería su ubicación actual.

Me pregunto cuál será el próximo movimiento de Cronos. Puede que esté atrapado en su sarcófago por ahora, pero ¿qué pasará una vez que finalmente se regenere y recupere su integridad?

Los pensamientos de Artemis fueron interrumpidos por una rápida ráfaga de viento que pasó por su rostro. Este viento, aunque aparentemente normal a primera vista, hizo que sus ojos dorados se abrieran con sorpresa.

Luego cerró los párpados y respiró en sincronía con el viento.

Algo… se está moviendo en este momento. No estoy seguro de qué podría ser, pero se ha producido un cambio en el equilibrio del mundo. Algo… o alguien ha interferido en ello.

- ¿Hay algo que le preocupa, mi señora? - hablo una voz femenina.

Artemis levantó la vista y vio a su teniente, Zoë Nightshade, parada allí. Era una chica alta y hermosa, de ojos marrones y piel color cobre. También tenía un aro plateado trenzado que hacía juego tanto con su parka como con su lazo.

La diosa sonrió levemente y sacudió la cabeza.

- No es nada de qué preocuparte, Zoë. El viento simplemente despedía una especie de energía extraña que no me parecía familiar - ella se pronunció.

Zoë pareció curiosa y dijo:

- ¿Incluso si no te resulta familiar? Eso es bastante difícil de creer, Lady Artemisa - Zoe dijo respetuosamente.

- Supongo que sí - se rió Artemisa. - Solo me preocupa que pueda ser otra arma que el Ejército de Titán podría usar contra el Olimpo. Desafortunadamente, están haciendo un trabajo bastante bueno al traer a los semidioses y a otros a su lado - ella suspiró.

Su lugarteniente hizo una mueca y apoyó una delicada mano en el hombro de la diosa.

- Hmph. Bueno, si es algo que pueda amenazarla a usted o al Señor Zeus, mi señora, ¡entonces lo cazaré personalmente hasta los confines de la tierra y me desharé de él de inmediato! - Zoe aseguro firmemente.

Esta proclamación segura hizo que Artemisa se riera aún más.

- Entonces te haré cumplir esa promesa, querida - Dijo mientras se ponía de pie. - Reunamos a los demás y continuemos nuestra caza ahora, ¿de acuerdo? - ella ordenó.

Zoë asintió.

- ¡Como desees, mi señora! - la cazadora dijo.

Mientras ordenaba a los otros Cazadores de Artemisa que levantaran el campamento, su señora entrecerró los ojos y miró a lo lejos. A unos cientos de kilómetros de distancia estaba la base de los semidioses, el Campamento Mestizo y la ciudad de Nueva York.

Fue allí donde pudo sentir la presencia de dos individuos. Uno era un dios compañero, mientras que el otro era indudablemente ajeno a este mundo. Era extremadamente potente, pero en general de naturaleza extraña .

Quizás Zoë tenga razón. Quizás tengamos una nueva presa que cazar.

Luego, un aura de energía plateada rodeó el cuerpo de Artemisa mientras se volvía a reunir con sus hermanas adoptivas y se trasladaba a otro lugar en las montañas.

Actualmente......

Con tan solo un movimiento todos las flechas fueron desviadas con tan solo la presión del aire pero eso no las detuvo, más y más flechas se lanzaron aunque esta vez una qué Otra lanza salia de ella lluvia de fechas para sorpresa de Arthur.

Este sujeto una sola de las lanzas que cayeron en su dirección y la comenzó a balancear de una manera magistral mientras la lluvia de flechas seguía cayendo del cielo, que a este punto no era más que una mera distracción.

Altos niveles de divinidad se consentraron en un punto en concreto del bosque.

Mientras tanto, los ojos de Artemis se llenaron de energía plateada en un intento de mejorar el impacto de su flecha. Una vez que su punta de lanza irradió con niveles iguales de poder divino, disparó la flecha a quemarropa y apuntó directamente a la frente de Arthur. Silbando rápidamente en el aire, la capacidad de detección de ki divino del pelinegro le permitió ver y oír el arma que se aceleraba en cámara lenta. Justo cuando la flecha de Artemisa estaba a punto de perforar su piel, el primogénito del ángel de la muerte en un mundo diferente giró la cabeza hacia un lado y esquivó el ataque entrante. La flecha continuó avanzando, partiendo completamente un árbol por la mitad antes de disolverse en la nada. Artemisa y los otros Cazadores quedaron anonadados expectantes por este reflejo increíblemente rápido.

- ¡ ¿E-lo esquivó?! ¡ ¿Cómo es eso posible?!" - Artemisa se quedó boquiabierta mentalmente, sin recordar un momento en el que alguna presa fuera capaz de escapar ilesa de su perfecta puntería. Arthur miró a sus espaldas por un segundo para inspeccionar los daños ambientales y luego se paró en el lugar para dirigirse a sus posibles oponentes.

- sal de una vez.... O es que los de tu tipo no tienen honor en enfrentar a su adversario - Arthur hablo un pulso de energía se hizo presente en sus manos aunque no había nada entre sus dedos, estos se sujetaban a un arma oculta por el propio viento.

La mención de esas palabras enfureció absolutamente a todos los cazadores, especialmente a Zoë.

- ¡Silencio, hombre! ¿Cómo te atreves?  - Zoë Nightshade espetó disgustada; sus ojos castaño oscuro se entrecerraron con puro desprecio. Sus compañeros cazadores también se negaron a revelar sus escondites y solo decidieron preparar sus propias flechas en caso de que Arthur decidiera tomar represalias.

- que pasa, necesitas que alguien hable por ti o que - se burlo Arthur con una sonrisa.

El pequeño sonido de una rama quebrarse lo alertó, levanta la lanza del fin y con ella bloqueo la hoja de bronce celestial que era empuñado por la diosa de la caza quien lo miraba fríamente.

- palabras grandes para alguien quien oculta su arma en los vientos - Artemisa contrarresto inexpresivamente.

- oh, no eres digna de verla.... Ninguno de tu tipo lo es.... - El espeto con frialdad.

El repentino cambio de comportamiento del Saiyajin tomó a la diosa de la luna con la guardia baja, pero ni siquiera ella pudo ocultar su creciente anticipación por lo que estaba a punto de suceder. Este Arthur realmente era el tipo de presa que estaba buscando: un combatiente desafiante que pondría a prueba todas sus habilidades heredadas como cazadora.

- Que así sea, Arthur. No me decepciones - Artemis aconsejó fríamente, luciendo una sonrisa competitiva. Arthur sonrió levemente de la misma manera, levantando una de sus manos e indicando a la hermana gemela de Apolo que se acercara a él. Tras esta muestra de consentimiento para el ataque, todos los Cazadores de Artemisa de 12 a 13 años rápidamente colocaron flechas en el lugar donde se encontraba actualmente Arthur. Al ver más de cien proyectiles acercándose a él, Arthur rodeó todo su arma con un aura dorada de magia y la extendió en dirección de los cielos.

- ¡Haaaaah! - Arthur gritó poderosamente, proyectando una corriente de energía condensada que desintegró cada flecha que se acercaba de un solo golpe. Asombrada por esta técnica imprevista, Zoë Nightshade rodó hacia Arthur y disparó una rápida ráfaga de sus propias flechas a corta distancia. El Dios saiyajin ni movió sus brazos para destrozar cada uno, su piel parecía lo suficientemente dura como para que no produjeran ningún tipo de herida notable. Esto simplemente enfureció a Zoë a un grado aún más extremo.

- ¡Grrr! ¡No me importa lo fuerte que seas! ¡Ningún hombre obtendrá lo mejor de mí! - Zoë gritó desafiante, sacando un cuchillo de caza de Bronce Celestial de su bolsillo. Mientras cargaba con todo su corazón contra Arthur en un intento de cortarle el pecho, Arthur desapareció y reapareció al lado de dicha joven sorprendida. Luego cortó el punto de presión en el cuello de Zoë y la miró con cierta disculpa.

- Q-qué h-hizo... h-hizo... - Zoë se desplomó de rodillas antes de que pudiera terminar su declaración anterior, cayendo instantáneamente inconsciente por el golpe fuertemente reprimido de Arthur. La derrota sin esfuerzo de Zoë sorprendió a los otros Cazadores, una gran mayoría demasiado congelada por el miedo para enfrentarse a Arthur más. Sin sentir ningún tipo de hostilidad hacia la niña, el pelinegro recogió el cuerpo inerte de Zoë y suavemente la dejó en algún lugar lejos del improvisado campo de batalla.

- Ella estará bien. Puede que duerma unas horas, pero eso es todo, aunque su verdadero potencial aún no está bien aprovechado - Arthur aseguró con calma a los preocupados Cazadores, levantando las manos para demostrar que no haría nada abiertamente sospechoso. Este comportamiento casi noble de un hombre como Arthur intrigó a los cazadores abiertamente sexistas, pero su desconfianza en su género seguía prevaleciendo como siempre. Artemis corrió al lado de Zoë para confirmar adicionalmente que estaba bien, quitándose maternalmente algunos flequillos que cubrían sus párpados cerrados. Ella sonrió con cariño y alivio por un segundo antes de darse la vuelta para mirar solemnemente la forma actual de Arthur.

- Te aprecio por hacer eso, Arthur, pero definitivamente se necesitará más que eso para derribarme. Mucho más - Artemis advirtió al Dios Saiyajin que esperaba pacientemente mientras inesperadamente envolvía el lazo alrededor de sus hombros. Luego hizo lo mismo que Zoë y sacó dos espadas de Bronce Celestial a juego de los bolsillos de su abrigo. Estos eran casi de color diamante y se extendían hasta la longitud de sus dos brazos, comparables en tamaño al de las espadas medievales. Artemisa colocó una espada de caza frente a ella y la otra cerca de su trasero, el cabello castaño rojizo ondeando al viento mientras se agachaba preparándose para atacar a Arthur como un depredador feroz al acecho.

- Vaya - Arthur simplemente dijo, asombrado por el intrincado diseño de sus armas de mano en comparación, el peso de las armas cayeron sobre los jardines de avalon mostrando su origen como un constructo divino a base de bronce celestial.

Un pilar de energía dorada ascendió al cielo, Arthur tono lo que sujetaba en su mano con ambas y la luz materializo el contorno de una lanza plata celestia y decoraciónes doradas.

- creí que los de mi tipo no eran dignos - Artemisa hablo con el fantasma de una sonrisa apuntó de aparecer entre sus labios, logró que no solo ser tomada enserio por este guerrero sino también lo obliga a mostrar lo que en primera instancia se negó a mostrar.

Una sonrisa se dibujo en los labios del dios saiyajin quien puso la lanza en su rostro y la invitaba a atacar plenamente.

Artemis tomó esto como una oportunidad abierta para cortar la cara de Arthur con una espada y el estómago usando la segunda, lo que provocó que el Dios Saiyajin realizara frenéticamente un salto mortal hacia atrás. La misma lanza plateada la apunto y dejo caer una llovía de ataque de energía qué eran evadidos por la diosa con gran maestría. La diosa de los arqueros luego se lanzó hacia adelante para cortar las piernas de Arthur en una formación de "x" mientras aterrizaba, tratando de no darle tiempo suficiente para respirar. Arthur tomó el impulso con en que bajaba como ventaja, apuntó la lanza hacia el piso bloqueando las hojas después saltando por encima de la técnica cruzada de doble hoja. Instantáneamente se transmitió detrás de Artemisa e intentó darle una patada en el cuello, un método de represalia que la diosa empoderada fue capaz de bloquearlo con inmensa dificultad. Sostuvo ambas espadas entre el pie derecho de Arthur e intentó usar su fuerza divina para arrojarlo al suelo sucio. ¡Esto falló una vez que Arthur se teletransportó sobre la diosa y golpeó con el borde grueso de la lanza qué apenas fue bloqueado por las espadas de la diosa cosa que la envió a estrellarse al piso con éxito! Los ojos de Artemis se salieron de sus órbitas en respuesta a este movimiento repentino, su hermoso rostro enterrado con fuerza a 6 pies de profundidad en la tierra.

Artemisa se retorció un poco por la incomodidad momentánea, usando ambos "cuchillos" para levantarse. El daño no fue grave, por decir lo mínimo, excepto por un hematoma prominente en la parte superior de su cabeza y mechones de cabello rojo despeinados que sobresalían en varias direcciones. Se masajeó el dolorido cuero cabelludo, desconcertada al ver que pequeñas motas de icor dorado, la sangre de los dioses, comenzaban a brotar de la herida craneal.

- E-imposible. ¡¿Estoy sangrando por un solo golpe?! No se sabe cuánto poder puede poseer... - Artemis pensó con abyecta incredulidad, las gotas de icor se disiparon a medida que su mancha lentamente comenzó a regenerarse de nuevo a la normalidad. Ella miró de reojo a Arthur, cada vez más desconcertada por su existencia que por cualquier otra cosa

- ¿que es el? No es mortal.... Tampoco un dios como yo, Como cazador, necesito saber exactamente a qué me enfrento - Artemisa se preguntó casi exigentemente, sin darse cuenta de la herencia Saiyajin de Arthur en su antiguo hogar en el Universo 7. Estaba empezando a sentirse inmensamente frustrada. Sabía que era  "peligroso" pues estaba llendo a siegas sin saber detalles específicos sobre su estilo de lucha y sus habilidades. Pero, de nuevo, eso lo hacía aún más atractivo como oponente en relación con la caza específicamente.

- Impresionante golpe... - Artemis refunfuñó en voz baja, quitando el exceso de suciedad de la bata blanca que llevaba actualmente. Arthur, al escuchar este semi-piropo, tosió nerviosamente mientras se rascaba la nuca.

- gracias supongo - el dijo sin problema alguno en aceptar las palabras de la diosa.

Artemisa miró fijamente a Arthur con las cejas planas y sus labios rojos grabados en un ceño prominente.

- De todos modos, esa será la última herida que me hagas  - Artemisa declaró con confianza, preparando sus espadas gemelas para el combate una vez más. Al gustarle el espíritu firme de esta diosa en particular, Arthur también adoptó una postura de combate apuntando su lanza hacia la diosa y esperó su primer movimiento. Sin embargo, un pico de ki hostil entró abruptamente en su mente subconsciente, volviéndose cada vez más notable y enorme a cada segundo. ¡De la nada, una gigantesca explosión de energía amarilla se dirigió directamente hacia Artemisa, mientras a lo lejos algo parecía entrar desde lo que pareció ser una grieta.

Empujando a Artemisa fuera del camino mientras dicho rayo caía hacia abajo en una explosión de fuego. La implosión de este inexplicable rayo derribó varios árboles circundantes, arrancando sus raíces del suelo sin mucha demora. Revelándose desde las partes más profundas del bosque, apareció a la vista una hidra más grande que el promedio con tres pares de brillantes ojos anaranjados. Cada una de sus cabezas tenía seis espinas alargadas que parecían coronas y multitud de púas afiladas a lo largo de sus cuellos. El monstruo dracónico, a diferencia de sus hermanos más pequeños, tenía un par de alas enormes que atravesaban todo el bosque cada vez que movían un solo músculo.

- ¡Graaahhghgh! - La feroz bestia de tres cabezas rugió ferozmente, principalmente fijando su mirada en el aturdido Arthur. Al ver que su amante y Zoë, desmayada, estaban potencialmente en peligro, los otros Cazadores salieron de sus escondites e intentaron defenderse de la criatura mitológica lo mejor que pudieron. Artemisa, todavía protegida por Arthur, se sonrojó con una mezcla de vergüenza e ira, y empujó al Dios Saiyajin fuera de ella.

- ¡Quítate de encima! Lo que te dio la audacia de tocar... Dioses míos - Artemisa jadeó despectivamente, asombrada por la inmensa estatura de esta hidra en comparación con otras de la misma especie. Cada flecha disparada por sus subordinados no hizo nada para disuadir el ataque de la bestia reptil, y todas se evaporaron en pequeñas chispas de electricidad estática antes de que pudieran siquiera tocar su piel. Cazador tras cazador cayó debido al inmenso poder de la hidra, ya sea siendo enviado a volar por explosiones inducidas por rayos o arrastrado por el viento proyectado de su impresionante envergadura

- una hidra - murmuró Arthur con tranquilidad.

- al menos no eres ignorante, Sin embargo, nunca he visto uno de este tamaño particular en más de un milenio. Ninguno con alas tampoco - Artemis admitió honestamente, recordando la Hidra de Lerna de nueve cabezas contra la que Hércules luchó como uno de sus 12 trabajos

- je esta maldita lagartija poco desarrollada cree que puede venir aquí a imponer su dominio, solo por estar un poco amenazada por tu presencia - Arthur se burlo con una sonrisa.

- crees que esa cosa vino por mi - Dicha diosa del tiro con arco suspiró irritada y golpeó con el pie esperando que este chico entendiera la situación en la que se encontraba.

-si no vino por ti, acaso vino a darse un banquete en este campamento - hablo Arthur aburridamente.

- vino por ti - ella dijo molesta.

- ¿por mi? - Arthur se señaló inocentemente.

- irradias una poderosa aura aunque no es divinidad, la hidra se sentía amenazada y es una criatura bastante territorial, debío creer que era una especie de monstruo que trata de ejercer su dominio en el mundo mortal - hablo artemisa sabiamente.

- cree que soy una vulgar bestía - Arthur se señaló así mismo con un semblante sumamente confundido.

- ¿Qué vas a hacer entonces, Arthur? A mis cazadores no les queda mucho tiempo. ¡Podrían morir en cualquier segundo! - Artemis exigió preocupada, mirando a ciertas chicas que colapsaban por el cansancio o eran aplastadas por los frenéticos retorcemientos de la hidra. Arthur se enojado por la confusión que causó sin darse cuenta, aumentó constantemente su ki en un intento de alejar a la hidra de los Cazadores de Artemisa heridas. Esto resultó exitoso ya que las tres cabezas de la hidra miraron a Arthur con sus hendiduras reptilianas, gruñendo profusamente.

- Ordena a tus cazadores que retrocedan. Yo me ocuparé de la hidra - Ordenó Arthur con severidad, su energía elevándose más y más bajo la apariencia de un fuego dorado que fluía. Tomando nota de este aumento de poder instantáneo, Artemis luchó por replicar el firme consejo del  Dios saiyajin.

- ¡T-tú... no puedes decirme qué hacer! ¡Soy un cazador! Nunca huyo de un.... - Artemisa intentó discutir desafiante, acercando uno de sus cuchillos al cuello del pelinegro. Arthur, sin embargo, no estaba convencido y agarró la muñeca de la diosa virgen a velocidades vertiginosas. Sus ojos quemaron agujeros en el alma de Artemisa, provocando que se congelara en su lugar.

- ¡NO! ¡Este es mi desastre y lo limpiaré! ¿Entendido? - Arthur gruñó furiosamente, aliviando un poco la presión con la que la sujetaba. Artemisa, sin aliento en ese momento, asintió lentamente y apartó su mano de la más grande y orientada al combate de Arthur. Se masajeó la muñeca un poco confusa antes de soltar una llamada confusa.

- ¡Chicas, retírense al bosque! La situación está bajo control - Artemis gritó con autoridad, señalando el mar de árboles ubicado detrás de ella. Las chicas se alejaron corriendo de la hidra actualmente distraída y siguieron a su autoproclamada protagonista, algunas tomándose el tiempo para sostener a los gravemente heridos y recoger el cuerpo aún inconsciente de Zoë. Arthur permaneció en su lugar, manteniendo a la hidra preocupada con su firma aura sagrada altamente intimidante.

- Lady Artemis, ¿está segura de que confiar en este hombre es sabio? Estábamos bien sin él - Phoebe, una de las cazadoras más antiguas de Artemisa, refunfuñó con desconfianza mientras sostenía un corte prominente en el costado de su estómago. Ella era más grande y fornida en comparación con sus compañeros colegas, y tenía una cabellera pelirroja.

"Sabes que eso no es cierto, Phoebe. Además, este Arthur tiene más poder de lo que inicialmente anticipamos. Considera este incidente de la hidra como una sesión de estudio de algún tipo - Artemis aconsejó sinceramente, golpeándose la cabeza un par de veces con fines de análisis. Phoebe gruñó comprendiendo y se puso a trabajar curando a los otros cazadores como solía hacer en incursiones de caza como esta. Artemis luego ajustó la posición de su cabeza e inspeccionó cada movimiento de Arthur desde ese momento en adelante.

- ¡Bidibidibidi! - Chilló la hidra de escamas amarillas mientras intentaba estrellarse contra Arthur, sus enormes alas destrozaban los árboles mientras se movían. Arthur se agachó y apretó los puños a lo largo de cada rodilla en respuesta, sin miedo en absoluto del monstruo que se acercaba.

- ¡soy la destrucción que acabará con la creación! - murmuró Arthur suavemente el primer verso de su esfera de realidad.

La energía mágica circundante sd multiplico exponencialmente de repente, volviendo el lugar muy sofocante sin embargo la misma lanza plateada comenzo a absorber la energía circundante.

Sin embargo fue cuando lo sintió algo se filtraba desde su mármol de realidad hacia el, era indetenible pero a su vez tan familiar y eso le dio una muy mala espina, sin embargo debía consentrarse en medio de la batalla así que dejo esos pensamientos aún lado por el momento.

La lanza de fin daría el golpe final sin embargo debía hacerlo en el momento adecuado un mal direccionamiento de su próximo golpe con la lanza y el mundo podría ser destruído.

Arthur se materializó desde abajo y lanzó una patada de alta velocidad en el área del estómago del monstruo. Convulsionando por un inmenso dolor, la hidra fue enviada a toda velocidad hacia una masa circundante de pinos, destruyendo uno tras otro en implosiones infundidas de electricidad. Sin querer causar demasiada devastación, Arthur desapareció una vez más al activar el ki de la hidra. Artemisa y sus cazadores quedaron completamente sin palabras ante esta demostración de destreza en batalla experimentada.

- ¡I-imposible! ¡L-logró herirlo sin una espada de Bronce Celestial! - Phoebe se atragantó por el shock reaccionario, enfurecida porque Arthur era capaz de superar a todos los cazadores con un solo ataque. Artemisa quedó aún más estupefacta ante esta simple acción que fue respalda por aquellas extrañas palabras que dijo anteriormente , notando su efecto positivo en la fuerza y ​​velocidad del joven guerrero.

- Si Arthur pudiera hacerme sangrar en su estado ordinario, no se sabe qué podría hacer en este estado. Es... nunca me había sentido tan aterrorizado, pero inmensamente emocionado al mismo tiempo - Artemis pensó eufóricamente, queriendo descubrir todo sobre el Dios Saiyajin y de dónde venía realmente su nivel divino de poder.

Mientras tanto, la aturdida hidra continuó agitándose por el bosque, con sus cabezas desorientadas por la rápida patada de  Arthur. Antes de que pudiera recuperar el control de sus alas, Arthur se movió debajo del área trasera y lanzó un gancho que envió a la hidra a los cielos.

Artemisa y sus cazadoras lo vieron sonreir sabíando qué el próximo ataque sería el último no apartaron la vista del próximo movimiento del joven guerrero.

- Despreciado por los dioses, Olvidado por los humanos - Canto el seguirte verso de su existencia mientras la energía circundante se arremolinaba a su alrededor en ondas de un dorado resplandor.

Allí lo sintió aún más fuerte, el daño en. Su alma aun seguía allí a un punto infernalmente doloroso, se formó una mueca en su rostro siendo la diosa de la luna siendo la único que lo noto dejando un lado el asombro de sus palabras dichas con anterioridad.

Los ojos de artemisa y sus cazadoras se abrieron en completa sorpresa al oír esas palabras, sin embargo no pudieron pensar más en ellas pues la energía mágica estaba en su pica más alto y a este punto un poco inaudito.

- ¡Rhongomyniad! - la luz del fin cubrió por completo a la hidra consumiendola por completo en una luz tan Intensa que francamente parecía un segundo sol en la tierra.

Instantemente los sentidos de Arthur comenzaron a sentirse agobiado por algo inexplicable, dirigiendo su mirada hacia la fuente frunció los labios tal parece que hizo muy escándalo y alguien peculiar ahora estaba interesado en el.

Desendio lentamente hasta quedar frente a la diosa caza y sus cazadoras a lo lejos se podía observar a Dionisio y quirón acercarse con muchos campistas quienes tenían armas, entre el grupo vio a Annabeth y sonrió con tranquilidad.

- esa chica significa problemas - y el mundo de los sueños atrapa su mente, sabía que su cuerpo era capaz de ejercer el poder que había obtenido sin embargo algo muy importante era aún averiguar el como sobrevivió su su alma fue destruida por el mismo.

Apenas y de manera borrosa pudo ver a artemisa observándolo como si se hubiera dado cuenta e algo que el un ignoraba.

Tal vez sea que pudo ver su mundo interno, y el solo hecho de que su alma aún estaba herida y por ende le era imposible llegar a materializar su esfera de realidad de momento, no le dio importancia pues se sintió muy conforme en el sueño reparador que estaba por tomar.

.......

Los ojos de Arthur se abrieron lentamente. El mundo había dejado de girar, pero sentía que algo todavía no estaba bien en él. Su cuerpo se sentía húmedo y ligero como si estuviera flotando en agua, pero el agua parecía fluir a través de él como si él también fuera agua. Su Alma todavía palpitaba de dolor de vez en cuando, pero estaba muy lejos de lo que había sentido antes de que el dolor lo abrumara. También notó que no sentía ninguna ropa mojada en su cuerpo, lo que significa que estaba desnudo.

- Has despertado - Habló en un tono elegante pero apropiado - Si el caballero es tan amable de seguirme y tomar asiento, podemos comenzar a arreglarnos más. Una toalla para cubrir su modestia si así lo desea - Terminó de señalar con la cabeza un escritorio de madera con una toalla blanca cerca de Arthur .

La naturaleza inhumano del ser frente a el lo hizo suspirar, sabía que eventualmente irían por el si hacía algo estúpido aunque mejor antes que todo se vuelva un completo infierno.

Por mucho que quisiera destripar al bastardo por lo que acababa de pasar. Arthur, de pie, se acercó al escritorio y se envolvió la toalla alrededor de la cintura. Luego caminó hacia la silla junto a la cual estaba el hombre y se sentó.

- Hmm, la corporación de caballeros está anotada - El hombre notado se alejó.

-  La mayoría tomaría represalias después de tal limpieza. El caballero es más sabio de lo que parece - Arthur se resignó a darle al hombre una mirada negativa.

El hombre no hizo comentarios sobre la mirada que Arthur le estaba lanzando y continuó alejándose de él. Se detuvo frente a un escritorio al otro lado de la habitación y tomó una pluma y un papel.

- Por favor, afeite la cara y las patillas del caballero a media pulgada - El hombre ordenó a una persona invisible. De repente Arthur sintió una presencia detrás de él. Antes de que pudiera girarse para ver quién, era otro hombre. Éste llevaba un traje que parecía un sirviente. Llevaba una sencilla camisa morada con botones y mangas blancas con tirantes negros. Sus pantalones eran negros con líneas ligeramente más oscuras a lo largo de las piernas. Su cara tenía algo de grasa, pero no hasta el punto que uno llamaría verdaderamente gordo. Caminó hacia una mesa cercana y de ella sacó una navaja de afeitar, mientras su otra mano estaba rodeada de agua. Luego, el sirviente caminó de regreso hacia Arthur y se detuvo detrás de él.

- Por favor, inclina la cabeza hacia atrás y quédate quieto - Dijo el sirviente antes de comenzar su trabajo. Cuando el sirviente comenzó, el agua que rodeaba su mano comenzó a moverse. Obedecer una orden silenciosa. El agua fluyó hacia Arthur, aparentemente tomando el papel de crema de afeitar. Se sentía como crema de afeitar pero más húmeda. La navaja se movió hacia el agua sin desplazar el agua similar a la crema de afeitar mientras la navaja afeitaba el corto vello facial de Arthur.

- Y prepárate para responder algunas preguntas - Dijo una voz masculina. Los ojos de Arthur se volvieron para encontrar a otro hombre entrando a la cámara. Este vestía más como un noble pero solo vestía una túnica negra con un tipo de chaqueta desconocida que le llegaba hasta las rodillas. Sin embargo, era delgado y caminaba como alguien que estaba más acostumbrado a combatir el movimiento que al movimiento normal. Este hombre parecía mayor, rondaba los cuarenta. Arthur notó la cicatriz debajo de la mandíbula del hombre que corría hacia la oreja derecha del hombre pero se detenía justo en seco. Los ojos del hombre eran de un gris que parecía mayor y su cabello era de un negro descolorido que parecía demasiado brillante. Llevaba una espada enfundada en el cinturón, pero colgada de manera que sólo se veía la empuñadura. Era un mango de aspecto ornamentado con correas negras y una gema azul oscuro en el pomo. La guarda parecía la de un estoque, pero el mango parecía demasiado grande para una hoja tan estrecha.

- Capitán, este no es el momento.... - El hombre que parecía asesor comenzó pero fue interrumpido.

- No se me ocurre mejor momento. Seguramente nuestro invitado está buscando responder algunas de sus propias preguntas - El hombre habló, sonando algo divertido.

El asesor no ofreció más argumentos y volvió a tomar papel y lápiz. Sonriendo para sí mismo, el capitán se acercó a Arthur , con una silla creciendo en el suelo frente a él.

-  Ginko, comandante de la guardia real. Antes de que te lleven a ver a su majestad real, debemos confirmar alguna información. Supongo que pasaste por la "limpieza - El ahora llamado Ginko habló, tomando el asiento que acababa de surgir del suelo.

Al ver que Arthur no respondió, Ginko continuó sacando una pluma y un pergamino de su túnica.

- Admito que no es algo que apruebo, pero descubres que tenemos un sentido del olfato mucho más fuerte que el de los humanos normales. Así que déjame ser el primero en disculparme por esa experiencia - Arthur una vez más no respondió. Aunque sí notó que esta persona Ginko parecía insinuar que no era humana.

Debía de admitir que las hadas tenían unos sentidos muy agudos inclusive ahora Ginko seguía observandolo con intriga.

- Arthur Horvartn, nacido en Inglaterra aun sin especificar,  padre, Dave Horvartn madre desconocida, hermanastra, Samantha Horvartn ,tu edad es de 15 años - Ginko dijo.

- más allá de cualquier cosa humana realmente te has mantenido fuera del rasgar por un largo tiempo... Clara hasta que matarás al heredero de la casa Astaroth de los 72 pilares demoníacas y a una tal Hécate de los Olímpicos, de hecho te has mantenido bastante ocupado no es así - Ginko hablo mirándolo tranquilamente.

- reciéntemente te viste involucrado entre las cazadoras de Artemisa y una Hidra qué fue por alguien de gran poder, asumo que debió ser la mujer en cuestión no lo se el dijo aunque en ese momento la mirada de Ginko se volvió seria - pero parece que estas en posesión de un artefacto de las hadas, más en especifico Rhongomyniad y diversas energía que únicamente se encuentran en Avalon - el hada hablo solemnemente.

Arthur siguió observando al tipo sin ninguna reacción, aunque para su sorpresa su afeitado acababa de ser terminado por lo cual el consejero volvió a aparecer y se llevó al dios saiyajin a continuar sus preparaciónes posteriores.

Lo llevaron fuera de la cámara y por algunos pasillos más diseñados de manera similar. Sin embargo, la habitación estaba vacía. En cambio, se encontró siendo conducido a una corta escalera de caracol que conducía a una puerta de madera de aspecto ornamentado. La puerta estaba custodiada por dos guardias con algún tipo de armadura de madera. Sus rostros estaban ocultos por el casco y permanecían lo suficientemente quietos como para que uno pudiera confundirlos con estatuas. La escolta de Arthur abrió la puerta y entró. Antes de que pudiera seguirlos, los guardias cruzaron sus lanzas impidiéndole entrar. Su escolta continuó adentro y cerró la puerta. Arthur dio un paso atrás y esperó, los guardias no se movieron ni un centímetro. El mago se tomó un momento para mirar alrededor del área con sus ojos, tal vez localizar alguna forma de salida. Sin embargo, no había señales claras de una salida. Si tuviera que adivinar, no habría una forma normal de salir de este lugar.

Sin embargo, justo cuando comenzaba a elaborar un plan de escape, las puertas de la habitación que tenía delante se abrieron.

- Déjalo entrar - Ordenó su escolta.

Los guardias levantaron sus lanzas y volvieron a su postura anterior. Al entrar, Arthur fue recibido por una reunión de hadas en una sala de estudio personal. Se dio cuenta de que algunas de las ferias parecían hadas típicas de tamaño humano, con orejas puntiagudas y una apariencia más élfica, mientras que otras parecían humanas. Ginko estaba en la habitación junto con algunas otras hadas vestidas de la realeza. Sin embargo, rápidamente fueron empujados a un lado de la mente de Arthur cuando vio lo que supuso que era la Reina.

Ella era muy hermosa por decir lo menos. Como algunas de las otras hadas, sus orejas eran puntiagudas. Cabello castaño claro que fluía por su cuerpo como una corriente que fluye suavemente. Los ojos azul oscuro se encontraron con sus ojos marrón dorado. Su piel era de un blanco impecable, como si nunca en su vida hubiera tenido una mancha en la piel. Llevaba un vestido azul oscuro que colgaba holgadamente de su forma y cubría la mayor parte de su cuerpo excepto sus antebrazos. Las únicas joyas que llevaba estaban alrededor del cuello. Un tipo de amuleto con forma de metal dorado que recuerda a las alas de un hada y una gran joya en forma de ojo en el centro. Más bien, reservado para una reina.

Dejando a las hadas discutir sobre temas que al no le interesaban comenzó a observar los cuadros adyectos en el lugar, debió de supener qué fueron los antiguos monarcas de las hadas en el pasado, en su vida solo conoció a tres Gloxinia, Dahlia y Harlequin, así que no tenía ni idea quienes eran los otros, aunque en esa dimensión recuerdan claramente que Gerheade sería la primera en gobernar las tierra de Avalon las cuales fueron anexadas al bosque de las hadas por el árbol sagrado, algo que sin dudo lo sorprendió.

Dejos esos pensamientos aún lado después de oír la negativa de una de las hadas del lugar.

Su escolta comenzó de nuevo después de hacer una pausa para hacer una reverencia. Claramente le estaban presentando a la reina. Sobre su cabeza estaba su corona, una simple y delgada banda de metal verde alrededor de su cabeza, con joyas amarillas a lo largo de la banda. Una vez que el hada terminó, la reina habló. Su voz era como música, una suave melodía que parecía cantarle al alma. Las otras hadas parecieron confundidas por un momento y luego cada una comenzó a salir de la habitación. En unos momentos Arthur se quedó solo en el estudio con la reina. La Reina, que había estado mirando el cuadro de un joven hada, se acercó al escritorio y tomó asiento en la silla cercana.

- saludos Arthur Horvartn. Soy Titania, la sexta y actual gobernante de las hadas. Pido disculpas por el proceso por el que pasaste poco después de despertar. Le había pedido a Fayetta que renunciara a esa parte de tus procesos para conocerme, pero él es un riguroso con el protocolo - ella hablo con un tono de disculpa.

Arthur quería estar enojado con ella, pero dado que Fayetta lo hizo por su propia voluntad, decidió dirigir su ira a otra parte.

- Gracias por su consideración, su alteza - Arthur respondió neutralmente.

- Supongo que mi capitán te dijo por qué estás aquí. Verás, Avalon es una parte importante de la sociedad de las hadas - Empujó por un momento y su amuleto brilló ligeramente antes de volver a la normalidad - aunque hayas pisado Avalon dudo que eso sea suficiente como para dejar una huella tan notable en tu alma - la reina hablo.

- mi alma es Avalon.....deberías poder verlo si te consentras lo suficiente - hablo Arthur con neutralidad.

Los ojos de Titania se entrecerraron en el joven frente a ella, quien claramente irradiaba la gracia de un ángel, como uno aliado de Elomhin el pueblo de las hadas estaba acostumbrada a sentir su poder, pero lo que este chico hablaba era más que pura blasfemia pero la curiosidad la asalto, que hacía un ángel en el mundo humano y sobretodo territorio griego.

Llevó su mano al pecho del chico y comenzó a observar, sus ojos se abrieron en completo shock sus palabras eran reales aunque jamás hubo tan siquiera la más mínima intención de engañar en ellas..

Los bastos y casi infinitos campos de flores repletos de las más grandes armas de la humanidad y de los dioses la dejaron sin palabras alguna.

- te lo dije - el hablo con un tono relajado.

Lo vio caminar hasta el centro de este mundo, allí y siendo la única clavada en la tierra Caliburn, a su lado Excalibur y cerca de este último una funda de esmalte azul y dorado con inscripciones claramente pertenecientes a las hadas en ella, sobre ellas la lanza del fin quien emitía ondas fluctuantes en clara amenaza a la invasora.

Aunque algo estaba mal aquí y podía sentirlo.

- tu alma está herida, ¿por que? - Titania hablo con terror en sus palabras.

El tan siquiera herir un alma era imposible para cualquier ser pues las mismas eran un bien de la existencia de un valor incalculable, sea quien logró causar tal daño era peligroso para todos en un sentido general.

- por que así lo quise yo..... Aunque al final de cuentas no fue suficiente - sus palabras sonaron distantes como más que haber respondido a su pregunta se lo hubiera dicho así mismo una vez más.

Antes de que cualquiera cosa fuese dicha Titania fue expulsada por algo que no pertenecía a ese mundo, vio los ojos sorprendidos del chico antes de retorcerse en agonía y el mismo tener que salir de su alma antes de dañarla más.

Siendo sujeto por el cuello y apuntado por decenas de armas de origen fae.... La respiración de Arthur era entrecortado entre la expulsión de la reina Titania de su reality marble y su salía apresurada, una nueva figura se hizo presente allí.

Con ojos y un cabello plateado tan resplandecientes y un poder a la par de un rey del todo sea lo que sea que haya invadido su alma no se sentía ageno a ella, más bien le daba un sentimiento de tranquilidad y cariño.

- que tratabas de hacer - espeto Ginko con una espesa voz mientras apuntaba su espada al cuello del niño.

Arthur se sacudió de cualquier ensoñación posible pues debía salir de aquu antes de que alguien siquiera se de cuenta de su naturaleza extradimensional.

Consentrando una masa de energía de proporciones dimensionales, la realidad se distorsióno llevandolo lejos del reino de las hadas a un lugar seguro, cayendo sobre sus rodillas se levantó jadeando pues aún no ejercía un control adecuado de este aspecto nuevo de su poder.

Pero ciertamente algo había cambiado, su alma ya no se sentía tan mal, quiso entrar en su mundo interno pero la sola idea lo asustó, aun debía de solucionar sus problemas antes de lanzarse nuevamente hacia una posible muerte más a su favor si el intruso en su alma era un rey del todo.

Ahora tenía una idea sobre el como sobrevivió pero eso solo aumentaba la lista de enemigos en su haber.

- maldita sea mi suerte - dijo Arthur anteriormente conocido como Son Goku y posteriormente Raziel en medio de la nada en la que se encontraba.

.......

Momentos antes......

Gracias al oportuno lanzamiento de Annabeth, Percy logró cortarle la cabeza a Medusa. Tanto la cabeza como el cuerpo del monstruo cayeron al suelo, afortunadamente su cabeza estaba boca abajo, lo que le permitió a Percy mirar al monstruo con el que había estado luchando. Respiraba con dificultad mientras se balanceaba alrededor de Riptide con todas sus fuerzas. Al ver que el monstruo había muerto, Annabeth y Grover se acercaron a felicitarlo, bueno más Grover que Annabeth.

Sin embargo, justo cuando terminaban de felicitarlo, el cuerpo de Medusa y todos a su alrededor comenzó a temblar de manera violenta.

Antes de que pudieran decir algo una masa de energía de proporciones inimaginables asalto sus sentidos, noqueandolos al instante.

En el Olimpo.....

Pilares, paredes las más magestuosas edificación de una ciudad en los cielos, se desmoronaba por la presión ejercida por un poder tan grande que literalmente los hacía parecer nada menos que una mota de polvo.

- Padre - hablo Athena con un miedo adyecto en sus sentidos y palabras.

Zeus el rey de los dioses Olímpicos se quedó en silencio observando a la tierra, la masa de energía se exparcia por todos lados y pese ello la tierra no fue origen.

Nueva York.....

El sismo más grande que la tierra había registrado en la historia estaba causando un sin fin de problemas en la sociedad, ignorando eso y miedo que esto normalmente provocaria en cualquier persona.

Una sola mujer de no más de 20 años observó el cielo con más preocupación que miedo a tan evento.

En sus manos sostenía lo que parecía ser un relicario en el cual una pequeña foto se podía ver, un chico de no más de 15 años con cabello negro y ojos color plateado sonreí con algo de aburrimiento mientras que la mujer de cabello negro y ojos azules lo abrazaba con felicidad.

- por favor vuelve sano y salvo Arthur - ella murmuró su único deseo al mundo entero.

Desde hace unos días su hermano menor fue a este lugar repleto de semidioses en busca de según sus propias palabras joder al rey del Olimpo quien amenazaba con una guerra que nadie pidió, tan solo por un rayo qué algún niño sin pasatiempos debió robar.

Sam claramente ignoraba la gravedad de las burlas de su hermano menor quien poco o nada le importaba si esa cosa apareció o no, sin embargo amenazaban su paz y vida mundana con su hermana mayor y quien amenaze esa paz simplemente sería destruido aun si se trataba de los mismos dioses.

Y como si el mundo hubiera escuchado sus palabras todo se detuvo en seco y aquel terror primordial se perdería en la confusión aterrada de todo una población.

Y aquí el primer capítulo de esta nueva historia...

Goku en el mundo de percy jackson.

Como podrán ver el nombre del protagonista cambio, será Arthur el porque es debido a que tomo a un Goku de mi otra historia y lo usaré en esta.... Su relación con las hadas, los dioses, el cielo y el infierno se puede profundizar debido a su mismo origen como un Dios, parte angel quien posee en su alma las arma de todos los héroes de la humanidad así mismo como los prototipos de los armamento divinos de los dioses.

Y más que eso sería la prueba única de que hay más amenazas allí afuera, o como lo tomarian los dioses de este mundo... Los exteriores.

Por que allí quedará claro tal y como leí en un mahwua los dioses interiores jamás podrán vencer a los exteriores.... O si...????

Bueno no le doy más cháchara a la introducción a este nueva historia solo espero que la apoyen aunque de cualquier manera la seguiré escooues me gusta hacerlo jejej..

Les mando un saludo y un feliz año nuevo para todos.

Adiós.....

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