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Capitulo 11

Descarga de responsabilidad cualquier personaje usado en esta historia no son míos y solo los uso para mi historia, su creación a sus respectivos creadores.

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Mundos: parte 4.

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Una voz se oía en la infinita oscuridad de la mente de Samantha.

- tu no tienes que estar aquí pero.... Tal vez las cosas se pongan interesantes por aquí - hablo una voz imponente.

- ¿quien eres? ¿Donde estoy? ¿Estoy muerta? - diría Sam confundida sin percatarse de que ese lugar era su mente.

- no, estas lejos de estar muerta, el no lo permitiría por nada en la existencia, es intrigante como el destino se ve alterado con tú sola presencia, más allá de los dones que has ganado con tu propia esfuerzo, sin duda alguna todo para ti cambio, no lo crees Samantha - la voz parecía más divertida que otra cosa.

- eh, ¿a que te refieres? - ella cuestiono - ¿como que todo a cambiado? - volvió a cuestionar Samantha.

- ahora despierta, Santa Asesina de Dioses - diría aquella voz con un atisbo de diversión e ira.

En la realidad....

Los ojos de Samantha se abrieron de golpe y esta se sentó de la misma forma su respiración era agitada mientras sentía caer el sudor desde su frente.

- ¿qué fue eso? Un sueño - diría la chica confundida aunque al mirar a su alrededor pudo ver un entorno desconocido para ella.

- uhh.. ¿Donde estoy? - diría Samantha no reconociendo el lugar y también notando que tenía varias vendas por todo su cuerpo.

Al poco tiempo un ruido la saco de sus pensamientos, llevando su mirada hacia la fuente del ruido pudo ver a Amber mirándola, el cubo de agua y toallas habían caído al suelo mientras sus ojos se llenaron de lágrimas rápidamente.

- hola Amber - atino a decir Sam sin embargo la niña pelicastaña no respondió mientras se lanzaba hacia ella a envolverla en un fuerte abrazo cosa que la hizo apretar sus dientes aún no era momento de recibir esos abrazos más aun cuando aún se sentía como la mierda misma.

Sam se trago sus quejidos y soporto el dolor pues la niña que se aferraba a ella ignorando todo el dolor que le provocaba se aferraba a ella como si fuese a desaparecer si la soltace.

- ya ya, ya pasa, ahora me siento mejor, gracias por cuidarme mientras estaba fuera - Sam dijo mientras acariciaba el cabello de la niña pelicastaña.

- despertaste, me alegra saberlo - una voz femenina hablo desde la puerta de la habitación desconocida.

Sam llevo su mirada en aquella dirección solo para encontrar a Partita mirándole fijamente con una suave sonrisa.

- supongo que también te debo agradecer - dijo Sam mirandola.

- eso no importa, lo importante ahora es que estés mejor, fueron cinco días enteros los que dormiste, no deberías moverte tanto aún - ella sugirió mientras se adentraba en la habitación.

- uhh tengo muchos agujeros en mi memoria, podrías darme algún contexto de lo que paso - dijo Sam aun pérdida sobre los eventos que pasaron hace bueno cinco días como dice la mujer.

- en resumidas cuentas, lograste lo imposible - dijo Partita su voz sonaba muy seria al respecto algo que hizo arquear una ceja en la pelinegra - mataste a un Dios - ella dijo finalmente.

Sam se quedó en silencio mientras trataba de asimilar lo que dijo la mujer, ella una humana mató a un dios, la idea sonaba muy ridícula en su mente sin embargo lo último que recordaba era el descender de su espada sobre Perseo y de allí todo era tinieblas.

- mate a un Dios - dijo Sam con duda en su voz.

- si lo hiciste, aun me cuesta creerlo pero no cabe duda que lo hiciste - Partita suspiro aún no creyendo que ella pudo lograr lo impensable, bueno si el dijo que podría hacerlo simplemente debía creerlo sus palabras no era cosa que podían ser ignorada.

Desecho esos pensamientos luego saranderia al estúpido ángel en busca de respuestas, de momento ella debía de ser atendida aún de encontraba débil, aun así en el interior de ella podía sentir la divinidad qué arrebato del dios que mató así como ki, mana y cosmos y cada uno no eran cosa que podía ser ignorado, sus reservas de energía se incrementaron cientos de veces en comparacion al pasado puedo que este frente a uno de los mortales más fuerte del mundo, claro solo era su suposición los mortales no era débiles, en ningún aspecto y ella sabía de que era capaz un alma cuando se hacía cargo de su propio destino.

- como sea ¿donde estamos? - dijo Sam mirando de nuevo a la pelinegra.

- Rodario, cerca del santuario de Athena - Partita informó tranquilamente.

- genial - suspiro Sam su situación no podía estar mejor que esta.

- oh puedes calmarte, dudo que la señorita Athena se acerque a ti o trate de hacer algo en tu contra - dijo Partita con una sonrisa divertida.

- y eso porque sería - dijo Sam curiosa.

- bueno algunos de los aspectos divinos que arrebataste a del dios que mataste, fueron de Ares el dios de la guerra y Mithra el dios Persa del sol, si bien ahora eres una amenaza tienes al ser más poderoso del universo de tu lado - ella sonrió con diversión ante la mirada mortificada

- Arthur - dijo Sam.

- usa ese nombre también en tu mundo - Partita dijo con curiosidad a lo cual ella solo asintió - en fin, Arthur o Raziel como quieras llamarlo, es conocido por llevar a su fin la titanomaquia, además de que en una ocasión incendio el Olimpo, después de ello más del 95% de las deidades del planeta se tuvieron que unir para sellarlo, aunque lo lograron, eventualmente lo liberaron - diría Partita mirando a la joven.

- y eso como fue - Sam dijo realmente estaba curiosa.

- puedo suponer que haz oído hablar sobre Pandora y su historia verdad - dijo Partita.

- algo así, aunque no me gusta mucho la historia antigua - respondería Sam lamentando su poco interés en ello, pero en su defensa eran historias de fantasía en el mejor de los casos, jamás pensé que eso fuera tan siquiera real.

- bueno, suponiendo que sabes lo esencial los dioses crearon a Pandora y a ella se le dio una caja con todos los males del mundo - explico Partita.

- por Dios no me gusta a donde va esto - Sam suspiro ya imagínandose a su hermano liberando el mal sobre la tierra.

- espero que no estés pensando cosas raras - Partita arqueo una ceja al mirar la expresión cansada de la chica.

- bueno se de que capaz y creeme hizo cosas muy exageradas en nuestro mundo, por lo cual suponer lo peor no podría estar de más - ella se masajeo el puente de su nariz anticipadamente.

- entiendo, pero más allá de la imaginación divertida que tengas, no hizo nada - dijo Partita con suavidad para sorpresa de Sam.

- de verdad no hizo nada - Amber quien ya se había calmado se unió a la conversación.

- la naturaleza del ser humano esa autodestructiva, no se necesita de una influencia externa para querer causar problemas para si mismo, solo cuando dejemos de luchar entre nosotros tal vez podremos alcanzar nuestro verdadero potencial, mientras tanto seguiremos estancados en el ciclo de extinción y renovación - explico Partita seriamente.

- en pocas palabras somos unos idiotas por pelear con nosotros mismos - Sam suspiro del mal humor.

- no te desalientes los humanos son una especie muy joven, tienen mucho que aprender aún - dijo Partita con una sonrisa tranquila.

- hablas como si no fueras humana - Amber arqueo una ceja curiosa observando a la mujer.

- soy humana - aseguro Partita algo nerviosa.

- si como no - Sam dijo sarcásticamente.

- tch, estúpido ángel debí de suponer que de alguna manera, su hermana tendría los mismos instintos que el - Partita arrogo su ceño cosa que se ganó una mirada curiosa de ambas chicas.

- cuando se conocieron tu y mi hermano - hablo Sam.

- en la era del mito, antes de rencarna en el mundo humano yo era la mensajera de Athena en el Olimpo, alli lo conocí - ella dijo tranquilamente.

- eso fue después de que mi hermano incendiaria el Olimpo - indago Sam

- de hecho fue después - explico ella tranquilamente.

- creo que te saltaste esa parte, si Arthur o Raziel estaba sellado como se libero - dijo Amber quien había escuchado todo en silencio y noto en tremendo agujero en su historia.

- Pandora lo hizo, creyó que un mal podría ser vencido con otro mucho peor - Partita dijo con una expresión plana.

- es lo más estúpido que he oído - dijo Sam dijo secamente.

- y que lo digas, aunque bajo todo pronóstico fue lo que pasó, libre de su prisión muchos dioses creyeron que desataria  una venganza sin embargo no lo hizo se alejo comenzó a bagar por el mundo sin rumbo algúno, por supuesto se llevó a Pandora con el - dijo Partita

- por que me sorprende  - dijo Sam con un suspiró.

- era inocente, curiosa y muy amable, Pandora era la perfección encarnada con el fin de llevar el mal al mundo del hombre, lo hizo si y busco resarcir su error - dijo Partita con una expresión seria.

- lo consiguió - dijo Amber.

- al igual que el mito si podría decirlo así, con una ciertas diferencias de hecho - Sonrió Partita.

- pues por lo que se después de liberar el mal sobre el hombre, Pandora guardó la esperanza para si misma - dijo Amber.

- en efecto así es el mito, pero aquí la esperanza nació de ella - dijo partita.

- oh Dios santo.... Dime que no es lo que estoy pasando - Sam se puso algo pálida al respecto.

- en efecto, aquella chica que vieron en Italia es su hija, nacida de aquella mujer que libero el mal sobre el hombre y ángel de la destrucción, encarna la esperanza que debió haberse mantenido oculta hasta el fin de los tiempos Z..... - ella no pudo continuar debido al golpe de karate qué recibio en la cabeza.

- tranquilizate te estas emocionado de más - Raziel diria con aburrimiento.

- eso dolió sabes - se quejo la mujer con pequeñas lágrimas en sus ojos.

Las quejas de aquella mujer quedaron de lado cuando unos pasos captaron su atención al segundo siguiente el fuerte sonido dejó en silencio todo el lugar.

- como pudiste permitir que eso le pasara a Sam - Amber dijo mientras lo miraba con lágrimas en sus ojos la ira estaba presente en ellos tanto que le fue imposible retenerse con tan solo una bofetada.

En repetidas ocasiones las bofetadas cayeron sobre su rostro y el simplemente dejó que eso continuará, se lo merecía y estaba dispuesto a aceptarlo.

- basta Amber - diria Sam notando qué ya eran demasiadas incluso ella quería golpearlo pero no lo hacía por que aun se sentía como la mierda.

- quieres que pare cuando puso tu vida en peligro - dijo Amber volteando a mirarla su molestia aun era palpable en sus ojos.

- se lo merece si, pero yo asumí este riesgo cuando acepte el poder y todo lo que  conlleva con el - dijo Sam seriamente.

- eso tampoco lo justifica, solo mira donde están, lejos de su mundo y en busca de que realmente - comento Raziel con una ceja alzada.

- eso dímelo tu.... eres él - dijo Sam mirandolo fijamente.

- y desde cuando se lo que realmente quiero - el dijo tranquilamente mirando a su hermana de otra dimensión.

- a que te refieres - Sam dijo.

- yo antes quería salvar todo y a todos, ahora solo quiero salvar lo que queda de mi - el comento con una sonrisa suave.

- no entiendo - diría Sam.

- no es cuestión de entenderlo realmente solo es comprender que no siempre se puede salvar a alguien, más aún cuando ese alguien no quiere ser salvado, entiendes a lo que me refiero - diría Raziel.

- eres el por que piensas de esa manera, creí que... - Sam diría sin embargo no pudo terminar ya que el hablo nuevamente.

- ¿estaría feliz? Que todo ese resentimiento se borraría así por que así... No es tan sencillo como parece, serias capaz de perdonar al individuo que fallo y te convirtió en lo que eres, más aún cuando esa persona eres tu mismo, entiendes que tus decisiones son las que te condujeron a eso, aun así te perdonarías - diría Raziel de manera tranquila.

Sam se quedo en silencio pudo entender un poco de sus palabras sin embargo sabía que no podía hacer nada más que guardar silencio, que le ocultaba cual era la otra parte de esa historia que no contó como podría decir algo cuando apenas sabía la mitad de lo que realmente ocurrio.

- bueno que tal si llevo a estas dos niñas a que se den un baño y que coman algo, debes estar muy ocupada con otras cosas verdad - Partita intervino tratando de aliviar el ambiente tan extraño que había quedado tras sus últimas palabras.

- volveré en la noche, me llevare a Medea - dijo Raziel antes de salir del lugar.

......

Mientras tanto....

En aquel castillo se que había levantado en pos de un pequeño pueblo atravez de sus pasillos una mujer observaba una extraña pintura.

- Pandora - un voz misteriosa hablo tras ella.

Pandora vio que apareció una mujer de áspero joven con pelo corto y flequillo qué cae sobre su frente, tenía una Surplice cubre casi la totalidad de su cuerpo y posee una máscara de dos alas, esta era Ker la diosa del destino y hermana mejor de los dioses gemelos Thanatos e Hypnos.

- Ker - hablo Pandora con poco interés.

La joven diosa mira a la muchacha pelinegra con algo más que interés.

- tenemos un problema - Ker dijo mirándola.

- ¿tenemos?... Te recuerdo que no formo parte de su sistema - ella la miró con intriga.

Ker arrugó su frente, la mujer frente a ella ignoraba todo lo que no tenía que ver con ese sujeto.

- sea lo que sea que hayan sido esas fuerzas que chocaron cerca del santuario de Athena se sentían....diferentes y una de ellas solo se fortaleció - Ker dijo seriamente.

- y eso debería de suponer algún problema para mi - Pandora dijo con indiferencia.

La diosa del destino elevó su cosmos de sobremanera mientras tomaba del brazo a la bruja qué libero los males en el mundo.

- a que juegas, bruja - espetó Ker mirándola seriamente.

- suéltame - murmuró Pandora.

Ker se alejo de ella con un salto y la miró fijamente su apariencia no cambio ni su cosmos se había elevado sin embargo en el plateado de sus ojos podía verlo, un poder muy por encima de cualquier deidad vista en el universo y en profundidad de esos ojos había algo oculto que el mundo jamás había conocido.

- si ya te has calmado tal vez podremos hablar sobre "eso" que te molesta - diría Pandora su voz tan suave y delgada pero así mismo tan ominosa y profunda.

Ker solo la vio comenzá a caminar y por consiguiente ella la siguió, después de unos minutos en silencio ella decidió romper el inquietante silencio que se había mantenido.

- puedo entender tu preocupación sin embargo esto está fuera de nuestro... - ella se detuvo su oración mientras buscaba la palabra adecuada qué defina bien la situación actual - Dominio.... Si, Dominio, como diosa que eres has sentido la necesidad de jugar con los mortales usarlos a tu favor, divertirte con ellos, bueno "Él" no es diferente sin embargo sus acciones siempre repercutiran contra los dioses - una sonrisa tranquila se dibujo en su rostro mientras recuerdaba aquella platica con su padre tal vez algo buena salga de ello.

- se ha mantenido en calma por milenios por que ahora... Por que justamente en esta época - Ker dijo sus palabras perfectamente cuidadas dirigidas a la dama frente a ella.

- Raziel odia a los dioses a todos sin excepción, son muy pocos quienes realmente se merecen ese puesto, eso irónicamente no lo excluye, a quien más odia es a él mismo y por ende a su propio creador - diría Pandora tranquilamente.

Eso tomo por sorpresa a Ker quien por primera vez oía una poco del origen de ese hombre, aquel ángel que nació a la par de universo, no era nada más que una abominación, algo que sencillamente no debería existir y aún así esta ahí presente al dia de hoy, como una figura enigmática que mantiene el equilibrio entre que y lo que no debería existir.

Y sobre lo que no debería existir, aquí estaba esa mujer... Una gota de agua de aquel hombre, tanto en apariencia y poder.

Y sin embargo el papel de esa mujer era tan crusial como el de ese hombre.

- firmas de poder extranjeras han ingresado en el ecosistema terrestre, una de ellas fue exterminada hace unos dias cerca del santuario de Athena mientras que las otras se exparcieron por toda la tierra - explico Pandora con simplesa

- ¿quieres que las busquemos? - Ker miro a la mujer con curiosidad.

- no, nada menor a una deidad podría hacerles frente, sus autoridades podrías ser un problema sería solo perdidas de espectros, desconocemos el verdadero alcance de sus poderes o si tienen consigo su propio ejército, los observaremos con suerte seran de ayuda para los planes del señor Hades - dijo Pandora con tranquilidad.

- y si no es si - Ker dijo con seriedad.

- los eliminaran ¿verdad? - ella dijo con una leve sonrisa mientras veía a la diosa de reojo.

Ker apretó su puño con fuerza ser mandada por una mestiza era nada menos que humillante, pero esa mestiza era hija del sujeto más poderoso y peligroso del universo y pese a ello su poder no podría ser ni siquiera menospreciado.

Ker desapareció del lugar y dejó solo a Pandora quien no le dio importancia real, sabía que los dioses la despreciaban por su estatus de semidiosa pero eso es algo que jamás le importó, solo era la opinión de seres egoístas que a ella tampoco le importaban.

Aunque en el montón de idiotas egoístas hubo uno que la acepta tal y como era, aunque eso solo haya sido por su valor, muy astuta por cierto, Hades no la juzgo ni nada eso fue realmente apreciado por ella y sentía algo cercano a un saludable respeto por el dios del Inframundo pero nada más que eso, por ello optó por tomar el papel de su madre en el mundo y liberaria el mal sobre el hombre.

Un mal que para ella no significaba nada.

Y entonces por que lo hizo.

Tal vez para molestarlo, tal vez para salir de la sombra de su padre o tal vez para mostrarle que era alguien más que la hija del ángel de la destrucción y la bruja que desató el mal en el mundo.

Pandora camino hasta un estanque de agua, después de mirarlo por unos segundos unos glifos fueron dibujados en su superficie y el color del agua se fue oscureciendo para segundos después mostrar una imagen.

- ella - murmuró Pandora suavemente.

La imagen mostraba a una niña no mayor de 15 años cabello castaño y ojos verdes, una mirada inocente pero atrevidos de cierto manera bien ocultos, no era nada especial tan solo una niña humana y aun así ella portaba uno de los diez mandamientos en especifico el del amor, uno que estaba ligado fuertemente su padre y que le perteneció en un pasado a su madre.

Sabía que no podía sentirse así, esa niña ni siquiera era de este universo y estaba seguro que la versión de su padre de la cual esa niña se enamora no era ni por asomo igual a su padre, pero aún así por que dárselo a ella, acaso su madre significo tan poco para el, posiblemente por ello se enrredo con Partita, su amiga, por ello estaba muy molesta con él

Su creciente ira rápidamente se fue desvaneciendo, no... Eso no fue si estaba seguro que el hombre realmente ama a su madre.... Podía culparlo por querer sentirse amado.... Su madre se lo había dicho que cuando lo conocío el hombre estaba destruido por dentro, algo muy poco creíble pues siempre le mostraba una sonrisa sin importar que el sonreí, incluso cuando el tiempo le arrebato a su madre.

" El dulce encanto de la mortalidad uno del cual yo no tengo el privilegio de gozar"

Fueron sus palabras en el único momento que se permitio ser vulnerable frente a ella.

El Único momento en el cual ella vio realmente a su padre tal y como era.

Una persona rota.

......

- este lugar se ve increíble, no crees Amber - comento Sam con una sonrisa a la niña pelicastaña a su lado.

- Si tu lo dices, la última vez que estuve aquí me miraron feo - comento Amber mirando de reojo a los caballeros dorados que las escoltaban junto a su diosa.

- me disculpo por ello, bueno no siempre aparecen personas que llevan una sabana santa y un mandamiento de la nada - se disculpo Athena con una suave sonrisa.

- no no, usted fue muy amable conmigo y no dudo de mi, tal solo hubiera deseado que esto no hubiera acabado de este modo - respondió Amber un suspiro.

- bueno eso es el pasado verdad - comento Sam mirándolo de reojo.

Amber asintió aunque se veía algo dudosa de ello.

El camino trascurrio en silencio por su parte, por el otro Sam y Athena seguía platicando, parece que la chica ya se acostumbro a la extrañesas de sus posibles situaciones pues lo manejaba bien, ella aun trataba de asimilar qué su novio era una deidad, ángel bueno que más da no era humano bueno no del todo.

Era extraño sobre todo el que no estén en su mundo, eso le envió una pensamiento preocupante y si no volvía, que pasaría con su mamá, se preocuparía de no verla allí cuando vuelva a casa.

- todo bien Amber - dijo Athena la hermosa diosa había notado el semblante preocupada de la chica por lo cual optó por acercarse a ella y tal vez platicar.

- eh, si si solo cosas por considerar - Amber respondió un poco sonrojada por llevarse la atención de la linda mujer

- si son por considerar son importantes - ella dijo mirándolo con algo de firmesa.

Amber realmente quería que la tierra se la tragara, no podía ni un poco evitar estar nerviosa, estaba enfrente de una diosa, una verdadera ella solo era una pequeña niña humana se sentía pequeña en todos aspectos a la mujer frente a ella, realmente no entendía como Sam no se sentía así, bueno era una adulta y ya había tenido su porción de rarezas pero vamos algo debía haber.

- supongo que si - Amber murmuró con la mirada en el piso.

- tranquila pronto se resolvera ya lo veras - Athena le sonrió suavemente.

Amber solo sonrió ante sus palabras a lo cual se vio arrastrada a una platica con su cuñada y la diosa, la escena era normal en sí pero nada común antes los caballeros dorados qué las escoltaban.

Cuando sus pasos los llevaron hasta el fin de la cámara del patriarca, los santos de oro se quedaron por petición de su diosa, algo que aceptado de forma renuente pero al final se vieron obligados a aceptar.

Sage quien los conducía por la escaleras hasta la villa de su diosa solo podia pensar en como esto cambiaria todo y el como estas niñas influirian en el destino del mundo.

Cuando por fin su destino unas personas ya lo estaban esperando, Medea quien había sido la más cercana volteo su mirada hacia ellos solo para arquear su ceja en intrigra más no le dio importancia por mucho tiempo, al fondo estaba su figura impacible y muy en desacuerdo a lo que conocían.

Había estado observando las estrellas en silencio pudo sentir que se acercaban y sin embargo nada en el mundo le daba la fuerza para querer enfrentarlas, Medea podía ser razonable eso era por que entendí más de la vida que ellas dos, como... Como podria enfrentarlas cuando dijo mucho y ellas sabían tan poco.

Volteo, no quiso hacerlo pero debía, no era ningun cobarde y las vio, ambas lo miraban con una expresión única en su rostro.

Intriga, curiosidad, enojo... Y tal vez decepción no sabia el por que pero en realidad le dolia tanto, era como su hija le miraba en algunas ocasiones no la culpaba pero si pudiera decirle como se sentía se lo diría.

Se mantuvo en silencio sin decir nada aún cuando quería decir mucho no se sentía en el derecho de decir algo... No no el... Ese no era su privilegio no era él pero al mismo tiempo lo era... Desde cuando todo se volvió tan complicado.

- vamos acércate, se que no es el Arthur que conoces pero al mismo tiempo lo es y estoy segura que él está mirando atravez de él - le susurra Sam al oído de Amber.

Algo renuente lo acepto no entendía nada sobre eso, pero era el ¿verdad?

Raziel estaba en silencio y antes de que pudiera decir algo la vio acercarse y por alguna razón su corazón se aprimio tan dolorosamente qué quería ir hacia ella también, lo sentía el y su yo de quien la chica que venía hacia el se había enamorado atravez de él, quería abrazarla esta con ella en ese mismo momento y lugar pero no podía.

Sabía muy en el fondo que si la tuviera en frente él se quebraria, no lo soportaría no era tan fuerte como creía.

El la estaba mirando con ojos muy familiares, todavía no lo entendía del todo pero si era verdad lo poco que comprendía entonces él y su Arthur eran la misma existencia y por ende la misma persona, se veía adulto si, y sin embargo era idéntico, esos ojos llenos de calidez que en el fondo ocultaban una profunda tristeza.

No sabía que decir, no sabía si su Arthur la pudiera oír, tampoco sabía como se estaba sintiendo en estos momentos, tan lejos completamente solo, no sabía nada al respecto, se sentía inútil y eso la frustaba.

- lo siento - fue lo que Raziel dijo.

Ella no comprendio el porque se disculpaba, el no había hecho nada pero algo dentro de él le instó a hacerlo.

Amber sin decir ni una sola palabra solo lo abrazo, el era más alto que ella en este momento por lo cual solo pudo rodear sus brazos atravez de su cintura y undir su rostro en su pecho, el correspondió el gesto y se sintió tan bien pero también mal.

El podía consolarla en ese momento pero quien lo consolaria a él, una vez más ese sentimiento de inútilidad se plasmo en su corazón.

- mientras le des un motivo para vivir, tu presencia será más que suficiente para el - una voz llegue a sus oídos tan lejana, tan cálida y tan repleta de amor, una voz que no era la de Arthur ni Raziel.

Sus ojos se humedecieron mientras ella comenzaba a sollozar débilmente.

........

Mientras tanto en el torneo multiversal..

Sentado en el filo del asteroide y mirando a la oscuridad del firmamento un joven Arthur seguía bebiendo y pensando en lo que estaba por ocurrir aquí y en aquel lugar tan lejano en el espacio y tiempo.

- el pasado te dejo ir... Dejalo ir también - se dijo así mismo con algo de tristeza.

¿Qué sería lo que lo desestabilizaría totalmente? Fue perder a sus hijos por el paso del tiempo, A Harley y Raven en ese suceso, pero también perder a Vomi y Merlín, por las circunstancias. Él descubrió cómo estar muerto y funcionar, y ahora Amber le está devolviendo la vida a Arthur. Ella lo está devolviendo a sus conexiones, su historia, su alegría y todas las cosas hermosas de la vida. Pero ¿y si la vuelve a perder? Entonces no sabe cómo volver a estar muerto. Es miedo al dolor y al trauma una vez más. Ese viaje fue la parte más vulnerable de lo que realmente estaba pasando. Puedes hablar todo el día sobre cómo el silencio te va a perjudicar pero es algo más profundo que eso.

El solo tiene miedo porque este lugar le está quitando mucho... es como perder su humanidad. Se está perdiendo a sí mismo.

Y cuando eso pase lo olvidara todo incluido a ella, se sintió vulnerable una vez más, sintiendo que ya era demasiado por primera vez en quien sabe cuanto tiempo, simplemente ya no aguantaba más esto, el peso de un alma consumida en la tristeza y culpa.

El peso de solo tener media alma ya era demasiado por primera vez.

- siempre me he preguntado, tienes el poder para cambiarlo todo y aun así seguiste adelante, ¿por que no buscaste reparar ese pasado destrozado? - diría una voz tras el pelinegro.

Arthur solo volteo levemente su mirada, la mujer de anteojos tras el lo miraba con curiosidad mientras un leve recuerdo vino a su mente.

Escena retrospectiva....

Allí cuando el tenía  7 años de edad observaba una lapida mientras cerca de él una pequeña Sam de doce años lloraba en los brazos de su padre, sabía que era triste y sin embargo no pudo hacerlo el no pudo derramar una sola lagrima tal vez ya no tenía y era insensible sin embargo no encontré nada que le hiciera sentir mal realmente, salvo las palabras de esa mujer que supo que el no era un niño común y corriente.

- A pesar de que tan duro es el pasado, así como de las cosas que quisieras cambiar o borrar, que tú pasado no te defina, ya que tú, tienes la opción de ser la persona que quieras y decidas convertirte despues de ello -

- Si aún no sabes qué tipo de persona quieres y decidas convertirte, no temas, con el tiempo lo sabrás, Pero sobre todo trata de ver, de encontrar, de creer en ti mismo en las cosas que puedes a llegar hacer y lograr, a pesar de dicho pasado que tuviste -

- Así que recuerda..... - esa mujer lo miró con una cálida sonrisa.

Fin de la escena retrospectiva....

Arthur miró a N21 seriamente y sin ningúna duda en su corazón.

- No hay nada que reparar - dijo el joven Arthur.





Continuara....

Es corto si pero lo hice con mucho gusto.

Espero y lo disfruten.

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