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Capitulo 1

Descargo de responsabilidad todos los personajes usados en esta historia no son míos crédito a sus respectivos creadores.

Capitulo 1.....

Secretos y casualidad

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La destrucción es la maldición de su alma.

Son Goku lo habia conseguido, venció a Takama quien podría ser su más grande adversario.... Pero en realidad eso tuvo un precio la misma vida de son goku llevo a su fin.... Así muriendo.

El Caos maldijo su Destinó.

Lo unico que le quedaba era una existencia qué no lo dejaría descansar en paz.

Y el olvido fue la recompensa de su sangre.

Recorriendo un camino sin aferrarse a nadie, sabía que su camino siempre sería solitario

La vida será su condena y la muerte jamas su recompensa.

Pero jamás se arrepiento......

Aun cuando lo que quedaba de él fue tragado por el vacío primigenio de la creación.

.........

Sus ojos se abrieron suavemente observando el techo desconocido solo lo hizo suspirar recordando lo anteriormente acontecido.

- parece que atraje la atención de algo desagradable - pensó Arthur mirando el techo, por un segundo sintió que algo conectaba con esta dimensión desde una muy lejana, sabría que habría problemas aunque como era lo que el causó el mismo debía de resolverlo.

Llevando su lamentable trasero al baño lavo su rostro con agua fría aunque estaba levemente preocupado por lo que causó en el planeta.

Dibujo varias runas y encantamiento de observación sobre el espejo el mismo se dividió en dos una mostrándo a su padre quien seguía en su trabajo y la otra en su hermana quien se veía visiblemente preocupada.

Dejo escapar un suspiró mientras la imagen se desvancia y solo observa su reflejó en el vidrio, aunque el mismo pudo notar los leves cambios en su apariencia, pequeños flequillo de color plata se asomaban en su cabello haciéndolo frunció el ceño muy levemente.

- no podré ocultarlo por mucho tiempo - hablo Arthur con el ceño fruncido.

Dejando esos pensamientos aún lado salio del lugar en el que se hospedada y solo se perdió en el mar de gente que circulaba por la cuidad.

.......

En nueva York.....

Mirando el plato frente a ella ignorando las miradas a su alrededor ella picaba su pastel osiosamente ignorando la platica a su alrededor.

- Sam estas aquí - la chica a su lado hablo cerca de su oído.

Ella chillo en sorpresa mientras un tinte rojo adoraba sus mejillas.

- no hagas eso Rachel ....te oiga perfectamente - hablo Sam sonrojada.

- pues si fuera enserio no tendrías la mirada perdida - hablo Rachel con burla.

Sam no respondio a ello mientras su mirada se devolvía al plato en su mesa y volvió a picarlo ociosamente, pero en cambio resivio un fuerte abrazo.

- ahh pequeña Sam extraña a su lindo hermano - hablo Rachel.

- ey como que lindo - se quejo Sam frunciendo los labios.

Rachel acuno su rostro cerca del suyo mientras sonreía ampliamente.

- eres adorable, celosa con tu hermano menor..... Quien sabe si te descuidas te lo pueden quitar - Se burlo Rachel.

- aagg callate.... Es solo un niño - hablo Sam con molestia.

Rachel dejo salir una risa escándalo pues de un momento a otro la mirada de todos se volvió sobre ella, al darse cuenta Sam se puso roja del nerviosismo.

- ya ya.....sea donde sea que esté dudo que alguien pueda tan siquiera vulnerar esa armadura que lleva puesta - la burla ante su actitud y su comentario hacia la actitud fría de Arthur con los demás que no sean su hermana o padre, sabía que él chico era distante e indiferente ante quien no le interesaba pues por donde lo veas el chico no era normal.

Sam quería que la tierra se la tragara se dejó llevar por las burlas de su amiga y ahora todos sabían que ella quería a su hermano más de lo se imaginaban.

.......

Estornudando sin previo avisa Arthur negó con la cabeza habia llegado al campamento mestizo tras su pequeño percance en la la tierra de las hadas.

Ignorando la mirada de los presentes volvió al mismo lugar donde anteriormente artemisa lo ataco con sus cazadoras y frunció el ceño.

- no está - el murmuró de mal humor.

Recordaba como su pequeño colar se callo de su cuello antes de ser arrastrado a la tierra de las hadas.

- buscas esto - una voz sonó tras de él.

Aunque pudo sentirla no le dio importancia alguna, pues el tenía prioridades.

Llevando su mirada hacia tras suyo, la Diosa de la caza lo miraba con tranquilidad en su mano un pequeño collar descansaba, lo tomó suavemente abriendo y mirando la única foto en su interior y suspiró aliviado.

- te lo agradezco - Arthur lo dijo sinceramente.

- por que eres tan formal ahora....después de todo tuviste el atrevimiento de golpearme - artemisa dijo con una sonrisa burlona en sus labios.

Arthur la miro inexpresivo no gustandole nada que esa mujer lo trate con tanta familiaridad, aunque al final lo sopeso desechandolo de inmediato.

- algo interesante en mi ausencia - hablo Arthur tranquilamente.

Ella solo hizo una señal y el la siguió mirando el campamento nuevamente, los estragos del combate anterior ya estaban tapados aunque el seguía pensando como fue posible que hubiera dormido una semana entera antes de su reunión con la reina Titania

El Dios Saiyajin, por supuesto, nunca antes había experimentado ningún tipo de campamento de verano, pues odiaba las multitudes sabía que en su naturaleza era mejor mantenerse alejado de todo y limitar las interacción con los demás, por lo que todo en este lugar parecía único, incluso para los estándares de lo que había visto en su anterior universo. Arthur notó que la gran mayoría de los campistas estaban limpiando algún tipo de comedor. Cada uno de ellos tenía entre 12 y 18 años y estaban categorizados en 12 tablas individuales que parecían significar un dios/diosa respectivo.

- acaso hubo una fiesta - hablo Arthur con tranquilidad.

- pues hace no mucho, los campistas ofrecieron sus tributos a los dioses - hablo Artemisa con tranquilidad.

El ceño de Arthur se frunció algo que no pasó desapercibido para la diosa de la caza.

- creí que no lo necesitaban - hablo Arthur con una tranquilidad fingida.

- Jeje, supongo que podrías pensarlo de esa manera. Nosotros, los dioses, tenemos nuestras propias peculiaridades como cualquier otro ser vivo - Artemis proclamó honestamente con una sonrisa de ojos cerrados. Luego, su rostro volvió a su habitual expresión de indiferencia y seriedad mientras ambos se acercaban penosamente al campo de tiro con arco del Campamento Mestizo.

Arthur rodó los ojos en la perspectiva de Arthur los dioses no eran más que instigadores del caos pero quien era hablar de ello pues también era uno de ellos.

El campo de tiro con arco albergaba alrededor de 10 dianas de madera con cinco secciones individuales que dividían puntos específicos. Como era de esperar, muchos de los Cazadores de Artemisa que no se estaban curando en sus respectivas cabañas estaban practicando uno tras otro en una sola fila. Flecha tras flecha se disparó a cada panel, zumbando en todas las direcciones posibles. Sin embargo, los disparos más rápidos y precisos, con diferencia, los realizó Zoë Nightshade recién recuperada. Colocó unas cinco flechas en su arco simultáneamente, para gran deleite de sus compañeras cazadoras. Con el cabello trenzado de color castaño oscuro ondeando suavemente al viento, Zoë gradualmente tiró de la cuerda de su arco hacia atrás y se preparó para disparar.

- ¡Grragh! - Zoë Nightshade gruñó poderosamente, lanzando cada flecha a diferentes objetivos. Con puntería experta, las cinco puntas de flecha atravesaron la diana sin ningún tipo de desgaste. Estaban perfectamente impresos en el exterior de madera de los objetivos, provocando un aplauso de los cazadores observadores y de la propia Artemisa.

- Increíble como siempre, Zoë - Phoebe felicitó a su compañera cazadora con una suave palmadita en la espalda. Zoë, en el proceso de recuperar sus flechas colocadas en los objetivos del campo de tiro con arco, asintió en agradecimiento.

- No fue nada. Tú y todas las cazadoras aquí son tan buenas como las vuestras - Zoë felicitó modestamente a sus compañeros arqueros con una cálida sonrisa. Al darse cuenta de lo amable y motivadora que era Zoë entre sus compañeros, Arthur no pudo evitar preguntarse cuál era exactamente su problema con él. Incluso antes de su "pelea", ella fue inmensamente agresiva hacia él desde el principio, no había visto nada igual desde que llegó a la isla paraíso.

- Wow. Ella es bastante buena - Arthur le susurró a Artemisa, impresionado por las habilidades profesionales de Zoë en tiro con arco. Artemisa asintió con entusiasmo; sus labios rojos se curvaron en una sonrisa orgullosa.

- Sí. Zoe ha sido mi lugarteniente durante siglos. No podría pedir una mejor persona para liderar a los Cazadores en mi probable ausencia - Artemisa elogió alegremente, dirigiéndose a la guerrera como si fuera una madre para una de sus propias hijas.

Arthur no dijo nada aunque no eran diosas en su totalidad el vivir tanto para un humano solo era posible por la intervención divina, llevo su mirada hacia artemisa levemente, preguntandose si sería tan depresiable en arrebatarles su mortalidad.

Después lo negó no era su asunto si esas chicas querían entregarse al sufrimiento eterno de una vida sin fin.

Su presencia atrajo la atención de cada cazadora que estaba cerca, incluidas Phoebe y la mencionada Zoe. Al ver a dicho chico, la sonrisa agradecida de Zoë instantáneamente retrocedió hasta convertirse en un gruñido enfurecido y despreciable. Sus ojos negros se entrecerraron peligrosamente, ambos ardían con puro odio y resentimiento mientras se acercaba al pelinegro.

- parece que aun hay mucha mala sangre aquí - hablo Goku sin preocuparse si la ofendía o no.

- Veo que te has recuperado muy bien, Zoe. ¿Descansaste bien? - La diosa de la luna cuestionó con calma. El humor de Zoë mejoró rápidamente en presencia de su amante, pero aun así continuó mirando a Arthur.

- Por supuesto, señora. Ese corte en el cuello fue sólo un golpe de suerte y nada más - Zoe se burló condescendientemente, minimizando el poder del "ataque" de Arthur durante su batalla en el Campamento Bosque Mestizo. Arthur hizo una pequeña mueca ante este insulto intencionado, comenzando a preguntarse si vencer a este Cazador en particular de un solo golpe era tan buena idea después de todo.

- La arrogancia no te hará ningún bien, Zoe. No traje a Arthur aquí para comenzar otra pelea contra él - Artemisa reflexionó severamente. Sabiendo que el orgullo de Zoe estaba herido por su derrota más reciente, Artemis se mantuvo neutral para aliviar la tensión de esta situación. En respuesta, Zoe apretó con más fuerza el arco que sostenía en ese momento, provocando que pequeñas astillas de madera salieran disparadas hacia afuera.

- Entonces, ¿por qué estas aquí? ¡Sigue siendo nuestro prisionero, sin importar lo que haya hecho para matar a esa supuesta Hidra! - Una Zoe enfurecida señaló acusativamente, a Arthur como si sus intenciones fueran totalmente antagónicas e indignas de confianza. Phoebe y los otros Cazadores de Artemisa asintieron junto con la inquisición de su colega, haciendo una mueca a Arthur con igual desprecio. Artemisa suspiró con aprensión ante esta falta de cooperación entre sus hermanas de armas, sus ojos plateados comenzaron a irradiar con energía reforzada. A medida que su mirada brillaba más profundamente, la luna también comenzó a brillar más y más al unísono sincronizado. Arthur al notar este espectáculo, parpadeó un par de veces con repentina estupefacción no creyó que de todos ella metería las manos al fuego por el un hombre.

- Basta - Arthur la tomo del brazo.

Su ímpetu y aura divina descendieron en el momento que el tomó su brazo.

- no pretendo ser la manzana de la discordia con los tuyos, no necesito su gratitud, ni su reconocimiento, hice lo que tenia que hacer y les guste o no soy más fuerte que todos ustedes - hablo Arthur inexpresivo.

Artemisa entrecerro los ojos en el chico sin embargo no digo nada escuchando las palabras, abruptamente soltó su brazo y solamente lo miro alejarse sin decir más.

- este bastardo - Zoe gruñó sus dientes se apretaron mientras su arco se rompió en dos.

Arthur se detuvo y volteo su mirada en su dirección dandole una sonrisa burlona.

- algo que decir - hablo Arthur burlándose.

Zoe dejo caer el arco ya rotó y saco sus dagas y corrió hacia el, artemisa solo la miró sin decir nada más, el la estaba provocando con la clara intención de ambos pelearán.

Tajos de corte pasaban por su mejilla tan cerca por cada ataque dado de la cazadora, este la miraba ociosamente y sin una pizca de reconocimiento.

Artemisa pudo oír el crugir de los dientes apretados por parte de las demás cazadoras que miraban este combate, el hombre frente a ella las seguía menospreciando con esa mirada burlona.

Las dagas de Zoe se clavaron en el piso muy cerca de los pies de Artemisa quien levanto la mirada solo para verla caer al piso nuevamente.

Zoe jadeo mientras sus extremidades se sentían pesadas lo vio ponerse de cuncliyas mirando con esos ojos cautivadoramente rojos.

Sus pensamientos se detuvieron en seco desde cuando los ojos de este hombre eran rojos, anteriormente los pudo ver y eran color plata.

Actualmente ella parecía ser solo a una presa y su depredador quien parecía divertido con su estado actual.

- te dejas llevar por tu emociones ciegamente.... No te culpa, tampoco se la causa y mucho menos me interesa saberlo, sin embargo te diré algo eso no te llevara a nada más que a una Muerte sin sentido - hablo Arthur con tranquilidad.

- bastardo no eres nadie para decirme eso - gruñó Zoe mirándolo con odio profundo.

Arthur podía usar su omniciensia y leer su existencia sin embargo no lo hizo en cambio tomo su mentón y la obligó a mirarlo, los ojos rojos brillante de Arthur se cruzaron con los castaño oscuro de Zoe quien los entrecerro en odio puro.

- esa mirada me gusta mucho - hablo Arthur con una sonrisa.

Zoe no dijo nada quería matarlo arrancarle el cuello y extirparle esos lindos ojos rojos.

Ante este último pensamiento ella abrió sus ojos levemente, Arthur pareció notarlo y sonrió más ampliamente mientras la dejaba libre, se dio media vuelta alejándose del lugar.

- te veo luego Artemisa - Arthur se despidió con la mano perdiendose en los árboles.

Artemisa no dijo nada en cambio se acerco a su cazadora la cual seguía mirando al piso después de ser liberada, aunque para su sorpresa ella tenía un pequeño tinte rosa en sus mejillas.

Pero de lo que si se percató fue siempre de esa sonrisa que le dio a su compañera cazadora, era hueca sin algún tipo de verdadero sentimiento tras ella, era solo una mueca qué servía para adornar su rostro y nada más.

Mientras tanto, todos los demás estaban ocupados limpiando el desorden habitual en el campamento, una persona estaba parada en el centro del pabellón.

Allí, cerca de una gran olla donde anteriormente las ofrendas a los dioses se colocaron y parecía estar hecha de bronce puro y era similar en tamaño a la de una bañera normal y corriente. La persona antes mencionada que examinaba esta hoguera era una niña de ocho años de cabello castaño corto. Sus ojos eran de un rojo brillante y representaban un fuego cálido y reconfortante que ardía con tanta intensidad como la misma olla que estaba observando. También llevaba un vestido marrón que ocultaba por completo su cabeza y sus pies. A pesar del extraño hecho de que nadie era completamente consciente de su presencia, miró a la única persona que salió del campo de tiro con arco con una sonrisa divertida.

- Arthur, ¿eh? - La chica tarareó para sí misma con interés. Asegurándose de que el chico pelinegro no se diera cuenta de ella, la misteriosa chica desapareció en un pequeño torbellino de llamas de color amarillo anaranjado.

........

Arthur frunció los labios en una mueca de molestia ya era más fácil de saber que tenía la mirada de muchos sobre él esto le importaba muy poco pero resultaba molestó al final de cuentas.

Mirando a su alrededor sabía que algo había estado observándolo tan cerca pero algo lo ocultaba de sus sentidos y eso le molestó, eso solo le dejaba a la otra persona quien mostraba interés en el.

- y tu quien demonios eres - hablo Arthur su tono era inexpresivo.

- oh querido, no es la manera de pedirle el nombre a una dama - hablo la chica frente a él con una sonrisa dulce.

Era una mujer extremadamente hermosa con ojos verde esmeralda, cabello rubio largo y suelto y una figura curvilínea con forma de reloj de arena. Además de tener un hermoso rostro sin ningún rastro de imperfección, también vestía una túnica rosa bastante reveladora que dejaba ver sus largas piernas y, más específicamente, sus grandes pechos, que podían ajustarse para convertirse en cualquier tamaño. También llevaba una faja roja alrededor de su cintura para mantener todo el atuendo en su lugar.

- Dama, si como no - Arthur puso los ojos en blanco mientras retomaba su camino.

Afrodita se quedó conmosionada el la ignoró por completo y se comenzó a alejar.

- uhhh espera - ella chillo sujetandolo del brazo.

- y ahora que - se quejo Arthur algo molesto.

Sabía que era una diosa pero eso no le importaba en lo más mínimo, tenía cosas que hacer y ni siquiera ella lo detendría.

- no eres muy amable sabes - afrodita se quejó haciendo un puchero mientras sus brazos se cruzaron bajo el pecho.

Eso causó una reacción interesante en los amplios pechos de la diosa sin embargo el no le dio importancia y volvió a darse vuelta para irse.

Una vez más ella lo tomo del brazo sin embargo esta vez sentía un poco más de fuerza en su agarre no le dio importancia si quisiera matarla simplemente lo haría pero ahora sabía que estaba en el mal lado de la diosa.

Una sonrisa estuvo apunto de adornar sus facciones sin embargo educó sus rasgos y miro a la diosa qué en esta ocasión le miraba con molestia.

- espera - su voz sonó molesta.

Arthur solamente la miro con tranquilidad sin siquiera sentirse amenazado por el incremento del poder de la diosa.

- que quieres mujer - hablo Arthur con tranquilidad.

- oh genial eres tu Afrodita - hablo Dioniso quien había llegado al lugar después de sentír el incremento del aura divina de la diosa del amor.

- Afrodita - hablo Arthur con tranquilidad.

Tal parece que el oír su nombre salir de sus labios causó que la molestia acumulada por su interés se desvaneció de inmediato y dibujo una sonrisa dulce en sus labios.

- oh, Dioniso espero no te moleste si tomo prestado a uno de tus campistas - hablo Afrodita alegremente.

- has lo que quieras, pero vete de aquí - Dioniso lo descarto sin siquiera darle más asunto al tema.

Quiron miro al chico con una mirada preocupada, los dioses eres caprichosos y no era bueno meterse en su caminó cuando querían algo.

- y quien te dijo que yo quiero hablar contigo - hablo Arthur con tranquilidad.

- oh querido, me encanta tu espíritu sin embargo debes estar consciente de tu posición actual - hablo Afrodita con un tono peligroso mientras sus ojos brillaban en un tono rosa oscuro.

Había estado observando al chico un tiempo, pero lo que no le gustó fue verlo enredarse con Gaia sin siquiera dudarlo, para luego despresiar a la diosa del amor sin siquiera darle asunto.

- oh y cual es mi posición - su tono sonó divertido y en un rápido movimiento se safo del agarre del la diosa y la tomo del cuello.

Ella la miraba con deseo y lujuria mientras sentía su tacto en su cuello, los presentó dejaron salir un sudor nervioso ante la sola actitud de la diosa tal parecia que en la lista de sus innumerables fetiches de la diosa el masoquismo era uno de ellos.

Afrodita tomo al brazo dibujando con sus dedos el contorno de sus marcados músculos mientras ella sonreía con lascivia.

Ella trató de safarse de su agarre pero para su mala suerte no pudo hacerlo, el le estaba dando esa sonrisa divertida que detrás de cualquier cosa se estaba volviendo oscura y eso la asustó, pues no sentia nada en éste chico parecía una simple vasija básica.

- sueltame - Afrodita pidió.

La petición sorprendio a muchos pero el la dejo ir mientras relajaba su semblante.

- supongo que podemos iniciar de nuevo - Arthur le sonrió con timidez.

Las mejillas de Afrodita se volvieron un poco más rosadas mientras tímidamente apartaba la mirada de Arthur. Por más que lo intentó, la diosa estaba demasiado avergonzada para compartir un contacto visual completo con el joven frente a ella.

- eh, bueno yo.... - hablo Afrodita con nerviosismo.

- que pasa no puedes hablar o algo travieso de te vino a la mente... Tal vez por algo que viste - Arthur se burlo abiertamente dando a conocer que estaba al tanto de las actividades privadas de la diosa.

Afrodita se sentía más avergonzado ahora que sabía ello sin embargo eso ya no importa pues el no mostró pudor alguna a no negar su acciónes con la madre tierra.

- bueno yo ya me voy - Arthur dijo de la nada sacandola de sus ensoñaciónes.

- guahhh, espera no puedes irte así como así tenía tantas ganas de conocerte - hablo Afrodita mientras se aferraba la brazo del joven pelinegro quien se alejaba acuestas con la diosa encima sin siquiera darle importancia.

- no puede ser en otro momento.... Tengo cosas que hacer - hablo Arthur monotonamente sin detener el paso.

- más importante que conocer a la diosa del amor a profundidad - decía Afrodita con un tono seductor y dulce que puso a todos rígidos.

Arthur se detuvo y la miro de reojo ella seguía aferrándose a su brazo izquierdo y desde ese ángulo tenía una vista perfecta de sus abundante pechos.

Usualmente no dejaría esta oportunidad de lado sin embargo un hombre debía tener prioridades.

Al haberse detenido Afrodita dejo libre su brazo para poder ponerse de pie pensando en que había ganado la atención del joven pelinegro, sin embargo su corazón no estaba listo para las siguientes palabras que sacudirian su mundo.

- nehhh, he de reunirme con una mujer más bella que tú, así que no me hagas perder mi tiempo - hablo Arthur con un tono inexpresivo mientras desaparecia en un destello de luz dorada.

El lugar quedó en silencio mientras la diosa del amor tenía una mirada vacía en su rostro que reflejaba el shock de unas palabras que jamás creyó oír en su vida inmortal.

.........

Al día siguiente.....

En lo profundo del bosque....

- así que me puedes decir porque quieres acompañarme - hablo Arthur a su hermano quien lo seguía por el bosque frondoso sin siquiera quitarle la mirada de encima.

- oh bueno estuve pensando al respecto y dado que eres algo inhumano quiero conocer ese mundo sobrenatural que se oculta de mi vista - hablo Sam con tranquilidad

- La ignorancia puede ser una bendición Sam, hay cosas que es mejor no saber - hablo Arthur con tranquilidad.

- aahhh, cállate no quiero escuchar ese sermón nuevamente, si no quieres mostrarme las cosas geniales de las cuales eres capaz, lo hubieras dicho y me hubiera quedado en casa - ella cruzo los brazos he hizo un puchero.

- deberías de comportarte como la mayor debes en cuando sabes - Arthur la miro con una expresión plana.

- que dijiste - ella bramo la ira floreciendo en su mirada.

- nada, dime que gustaría saber - hablo Arthur con tranquilidad.

- cuando te encargaste de esos demonios, te vi sacar múltiples armas de esos portales dorados, puedo ver una - hablo Sam mirandolo con los ojos brillantes.

Arthur solo suspiró, en alguna parte de su mente debía haber algo de racionalidad e impedir que su hermana se exponga a estos peligros, pero otro le decía que era la mejor opción para protegerla de los peligros del mundo.

De un portal dorado salió una espada de plata reluciente con decoraciónes doradas, Arthur la tomo y se la tendió a Sam para que la mirara.

Al tomarla sintió el gran peso del arma sin embargo se las arreglo para poder admirarla en toda su gloria.

- se llama Clarent y pertenecio a Mordred Pendragon - hablo Arthur con tranquilidad.

Ignorando las palabras de su loco hermano ella seguía embobada en la espada qué era hermosa a un punto inigualable, inclusive la plata fina parecía una burla baratija ante el brillo de hoja de esta espada.

- espera dijiste Mordred Pendragon, acaso te refieres al hijo del Rey Arturo - Sam había tomado en cuenta las palabras de su hermano mientras dejaba que la espada descanse en su hombro ociosamente.

- ese mismo - hablo Arthur extendiendole la mano para ayudarla a cruzar el tramo del bosque.

Tomando su mano olvido que tenía la espada en su hombro y solo comenzó a seguirlo sin decir nada, no sabía como consiguió tal cosa pero sin duda era genial esos pensamientos causaron que sus ojos se iluminarán en antelación.

- uhhh de casualidad no tendrás el Crisol del Doom slayer - hablo Sam tímidamente mientras un pequeño sonrojo adornaba sus mejillas.

Arthur la volteo a mirar fijamente causando que el sonrojo se profundizara en sus mejillas.

- de verdad, el Crisol.... Juegas muchos videojuegos - Arthur le dijo más que una negativa solo fue un comentario.

- no me critiques eres tu quien tiene historia aburrida en tu mente.... Yo solo trato de vivir mi vida lo mejor que pueda - hablo Sam volteando la mirada algo indignada.

Arthur la miro de reojo aunque trato de evitarlo su risa fue audible a los pocos segundos algo que sin duda llamó la atención de su hermana quien lo miro.

- que te causa tanta gracia - Sam le reclamo.

- el crisol existe - hablo Arthur con una sonrisa tranquila sabía de la existencia de un mundo que era el vivo reflejo de lo que existían en un videojuego.

- he, de verdad creí que solo era un arma de un videojuego - hablo Sam sorprendida.

- la realidad puede resultar más engañosa de lo puede ser, quien sabe la ficción resulte ser solo una realidad más - hablo Arthur con una sonrisa un poco burlona.

- je cómo no, y que sigue Son Goku existe de verdad - hablo Sam su sarcasmo prácticamente saliendo de cada una de sus palabras.

Ella paso de largo a su hermano quien de detuvo ante estas últimas palabras mientras su mirada se oscureció.

- uhh, que pasa andando - Sam hablo mirando a su hermano quien se había quedado atrás.

Arthur suspiró no era momento de pensar en ellos, pero sabía que esa maldita broma o burla debió ser obra de alguno de esos bastardos.

Sinceramente se pregunto si la Presencia o The One above all tuvieron algo que ver en todo esto, pero algo le dije que El bastardo cabeza de balón tenía algo que ver en ello, quien si no más, infantil y con tiempo de sobra solo el tendría la paciencia de hacer algo así pues el fue quien lo creó en un principio, se las cobraría algún día de eso no lo dudaba.

- Zen-oh te maldigo - pensó Arthur una ira ardiente en su alma creciendo hacia el pequeño rey del todo quien era más un niño que un rey de verdad.

Dejo escapar un suspiro de cansancio al final la existencia funciona de manera complejas, aveces es mejor no tratar de comprender como esta funciona pues son conceptos abstractos de por si.

- je que pasa con esa cara, no me digas que no estas feliz de estar con tu hermana mayor en una aventura sobrenatural - Sam lo abrazo su rostro se pego mucho al rostro de su hermano menor.

- pero la ignorante aquí eres tu - Arthur la miro como si le hubiera crecido una tercera cabeza.

- detalles pequeño, detalles - Sam hablo con una gran sonrisa.

Tras varios horas de recorrer el bosque y el cielo de torno naranja mostrando que ya estaba por anochecer.

- bien acamparenos aquí - hablo Arthur mirando la planicie boscosa.

- no es por quejarme pero no es peligroso - hablo Sam dejando su mochila en el piso.

- descuida, no hay nada extraño por aquí - hablo Arthur con tranquilidad imitando su acción.

- je y como lo sabes - hablo Sam mirando a su alrededor.

- puedo sentir a cualquier ser vivo a mi alrededor en un radio de 200 millas y si eso falla también puedo olerlos - hablo sellando su olfato.

- no eres alguna especie de hombre lobo verdad - hablo Sam mirándola con una expresión extraña en su rostro.

- se asustara si le digo que soy parte ozaru... Uhhh no creo que eso esta fuera de discusión - pensó Arthur con simplesa.

- no y en cualquier caso los hombres lobos no suelen deleitarse con la carne humana, aunque no lo creas los humanos no son la fuente principal de alimento de los monstruos y demás seres mágicos - hablo Arthur mientras comenzaba a apilar ramas para hacer una pequeña fogata.

- uhh, crei que los humanos eran la especie más débil ya sabes por ser mortales - hablo Sam mirándolo.

Mientras arthur juntaba pequeñas ramas ella limpio el lugar donde se colocaría la fogata.

- muchos tienden a pensar lo mismo sin embargo son muy pocos los capaces de ver la bastedad del potencial de un mortal, afortunadamente así como hay quienes lo ven como la especie más débil también hay quienes creen en ese potencial, los humanos son seres del cambio esta en su naturaleza, se adaptan crecen y mejoran - hablo Arthur con tranquilidad.

- supongo que puedes tener razón, aunque muchos darían esa naturaleza por poseer las habilidades de un ser superior - comentó Sam.

Arthur la miro de reojo sabía que eso debió sacarlo de algún videojuego, aunque ella tenia razón, muchos humanos preferian renunciar a su humanidad por algo más en su mayoría poder.

- no me mires así, sabes que leo mucho verdad - ella se jacto.

- si por leer te refieres a las sinopsis de tus videojuegos, tu fuente de información me preocupa bastante - hablo Arthur dándole una media sonrisa.

- ja, dilo que quieras pero es la verdad - hablo Sam desviando su mirada.

- es verdad y por ello te digo que el hacerlo es el mayor error que pueden hacer - hablo Arthur mientras se acarcaba a ella.

- a que te refieres - hablo Sam.

- pues a diferencia de los dioses, los mortales heredaron un poder infinito, los dioses en cambio tenia habilidades increíbles y en casos poderes inalcanzables, sin embargo estos dados desde el inicio de su existencia inmortal, por lo tanto estos no podrían mejorar más allá de lo que ya eran, , los Mortales en cambio eran distintos por su parte esto seres eran irrelevantes y que no valían la pena, su poder era ridículamente bajo y no tenían ningúna hábildad especial, eran demasiado simples para haber sido creados por los verdaderos dioses, o eso era lo que se pensaba , los mortales heredaron la capacidad de mejora infinita de sus creadores el potencial insensato que los podría volver realmente omnipotentes si encontraran la manera de lograrlo - hablo Arthur con tranquilidad.

Este saco una pequeña rama la cual se estaba quemando suavemente ante los ojos de Sam.

- como todo esto se equilibraria puesto que a diferencia de los dioses la vida de los mortales era finita y tendía a acabarse con el pasar del tiempo, como una especie de vela su llama sería luminosa y revelde en su inicio pero terminaria por atenuarse antes de exigirse para siempre, por ello aunque su poder y potencial eran infinitos estos jamas podrían aprovecharlo al 100% pues su vida no se los permitía - terminó Arthur con tranquilidad mientras miraba el fuego de la fogata arder.

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Sam había quedo en silencio absoluto tras las palabras dichas de su hermano, aunque eso solo desvelaba más preguntas que respuestas era mejor no saber mucho quien sabe que simple hecho de haber oído eso ella estaba temblando por las implicaciones.

- supongo que tienes muchos preguntas, aunque me gustaría responderlas pero creo que es mejor así, la ignorancia es una bendición no siempre se está preparado para la verdad - hablo Arthur mirando el cielo con tranquilidad.

- y dímelo a mí, jaja pero como sabes eso eres solamente un niño - hablo Sam mirándola.

- si tan solo supieras - el pensó había pasado por su mente hablarle de su pasado y eventualmente lo haría pero sabía que eso lo cambiaría todo, ella no era Azrael quien ya era conciente de lo extraño del mundo, ella solo era humana...

- de verdad me crees - hablo Arthur mirandola de reojo.

- tienes algún motivo para mentirme - hablo Sam mirándolo.

- no - dijo Arthur.

- bien gracias por esa información un poco aterradora, ahora me gustaría dormir un poco.... - Sam miro a su alrededor ganandose una pequeña risa de su hermano.

- vigilare, puedes dormir en paz - hablo Arthur con una sonrisa.

- bien.... Despiertame en 5 horas - ella dijo mientras se metía en el saco de dormir.

Arthur solo tarareo en aceptación ella entrecerro los ojos en el pero después lo desecho y solo cerró sus ojos esperando poder colsiliar el sueño.

5 horas después concidero la idea de despertarla sin embargo no lo hizo y la dejaría descansar tranquilamente.

........

Al siguiente día......

- me muero de hambre....no deberías tratar a tu hermana así - Sam de quejo pues desde la mañana comenzaron a moverse.

- el bosque huele a sangre....debe haber un depredador cerca no quiero ensuciarme las manos en la mañana, además solo estoy buscando el río o algún manaltial - hablo Arthur sin darle mucho asunto.

Sam no le dio importancia a su comentario pues estaba cansada y hambrienta no era un buen día para ella, lo Único bueno era que pudo salir a acampar con su hermano como lo hacía antes cuando aún eran unos niños, aunque debía de admitir que el cambio no fue muy grande el seguía siendo el mismo de siempre, solo cambio en estatura por que de allí su actitud, forma de hablar e interacciónes con el resto de gente eran las misma, su mirada siempre reflejaba desinterés y aburrimiento como si todo lo que le redeara le paresiera monótono.

Arthur sintió el apretón qué le dio la mano de Sam a la suya, sabía que algo estaba cruzando por su mente pero por el bien de la privacidad de su hermana el no dio un vistazo a su mente.

- quieres decirme algo - dijo Arthur sintió como su agarre se apretó en su mano.

- es acaso un sexto sentido o que - hablo Sam mirandolo.

- no, solo siento tu aura alterada, sabes que puedes decirme lo que sea verdad - el se detuvo para voltear su mirada hacia ella.

Sam imitó su acción y solo le miró con curiosidad.

- puedes sentir las emociones - hablo Sam mirándolo con una expresión confusa en su rostro.

- soy empatico....también puedo leer el corazón de las personas - dijo Arthur con tranquilidad.

Ante esto último Sam se tenso levemente por alguna razón.

- tranquila no lo haré contigo - dijo Arthur.

- bueno gracias por respetar mi privacidad pero te lo adversario su uzmeas te golpeare - Sam lo amenaza seriamente.

- OK, no mirare te lo prometo - Arthur sonrió con tranquilidad.

Ambos retomaron su caminar y por varios minutos el camino fue recorrido en un agradable silencio, el único sonido a su alrededor era el cantar de las avez y crujir de las hojas secar al ser pisadas.

- uhhh puedo oír el río esta cerca - Sam se alegro y comenzó a correr

Arthur no dijo nada pues ella tenía razón más adelante la corriente de agua era audible con el particular detalle de que el agua tenía un leve aroma a sangre en el esto lo confundió pues la única presencia hostil de encontraba río abajo y ellos habían estado subiendo el tramo del bosque que resultó ser un pequeño serró.

Apretó su paso acercandose rápidamente al lugar.

Aunque más allá de su hermana quien estaba bebiendo un poco de agua en el pequeño arrolló todo era normal.

- supongo que fue una equivocación - pensó Arthur relajándose un poco.

Dejo la mochila qué llevaba en el piso y se preparó para hacer un desayuno ligero sin embargo de inmediato sus ojos se abrieron en sorpresa absoluta.

- abajo Sam - ordenó Arthur.

La mensionada se confundió al principio sin embargo no tardo en hacer lo que se le pidió, lanzándose al pasto, ella pudo ver algo cruzar sobre ella qué sin duda era enorme... Al principio pensó que era un lobo o un perro muy grande sin embargo al mirarlo mejor noto algo extraño en este animal.

Se veía diferente y tenía una mirada oscura, la críatura gruñó en advertencia sin embargo más allá de esto siquiera asustar a Arthur, sus ojos lo miraban analíticamente y hasta en un cierto punto de manera crítica.

La bestia le volvió a gruñir a Arthur pero el lo que hizo es desaparecer de la vista de la bestia y en un parpadeo ya estaba sobre el, lo golpe hundiendolo en el pasto seguido lo tomo de las patas y lo arrojo al aire.

En ese momento inscripciones en un lenguaje desconocido se dibujaron en sus pies, las mismas se alzaron hasta llegar a sus manos y las apuntaron a la bestia, que pese a resivir tremendo golpe aún seguía conciente sin embargo tras ser golpeada por un rayo azul que salió de aquel círculo mágico arcano la bestia se desintegró en motas de polvo oscuro.

Pero eso no hizo nada para relajar a Arthur, otros símbolos extraños fueron dibujados en el aire los mismos brillaron por unos 30 segundos al cabo de ese tiempo Arthur suspiro ya más relajado.

- uhh eso fue genial y aterrador - hablo Sam aceptando la mano de su hermano quien le ayudo a ponerse de pie.

- estas bien - el indaga mirandola de pies a cabeza.

- si lo estoy por suerte soy rápido jeje - Sam soltó una pequeña risa para calmar un poco el ambiente.

Arthur no le dio importancia a sus palabras pues ahora se acerco a cosas y las tomo guardandolas en un bolsillo dimensional, esta acción confundió a su hermana.

- ocurre algo - ella dijo.

- exploremos la zona, si esa cosa estuvo atacando algo o a alguien debería estar vivo pues lo estaba rastreando - habló Arthur mostrando un pequeño trozo de tela la cual la había arrancado de su hocico.

- eh, pero - ella se sobo el estómago con una expresión triste.

Arthur dejo salir una pequeña risa ante esto, abriendo una pequeña brecha a su derecha varias frutas salieron y se las tendió a su hermana.

- prometo hacerte un banquete cuando lleguemos a casa, pero ahora necesito que me ayudes a buscar lo que sea que trato de matar esa cosa - hablo Arthur con tranquilidad.

- no quiero ser pésimista, de verdad crees que haya escapado sea lo que sea que esa cosa aterradora haya estado cazando - hablo Sam mirandolo tranquilamente.

- tienes razón pero la sangre alrededor de la tela está fresca, si esa persona o criatura sigue viva me gustaría tenerla de mi lado ya sea que escapa por sus habilidades o pura suerte - hablo Arthur con tranquilidad.

- no me opongo pero puedo saber porque - hablo Sam con un semblante curioso.

Arthur comenzó a caminar aunque lo que no pasó desapercibido para ella fue que varias dagas y una espada se equiparon en su ropa, luego el volteo su mirada hacia ella y le tendió lo que parecía ser un espejo... De todos las cosas.... Hubiera apresiado una espada o una lanza aunque no sepa usarlas al menos podría estorbarles si trataban de matarla pero el desgraciado de su hermano le dio un maldito espejo.

- por que quien sea capas de escapar de un sabueso de tindalo no es un ser ordinario - Arthur dijo con seriedad.

Con esas palabras dichas ambos comenzarían a recorrer el lugar en busca de cualquier indicio.

- tengo un mal presentimiento sobre esto - pensó Arthur mirando de reojo el cielo.

.......

Varias horas después en lo profundo del bosque....

Varias personas recorrían el lugar aunque por la perdida de la luz solar este trabajo se les dificultaba.

- deberíamos haber subido el peñasco tal y como lo sugerí no rodearlo - hablo la voz de un joven pelinegro.

- no es momento de quejarse, sabes a lo que nos enfrentamos verdad, ser precavidos no puede estar de más - comento la persona a su derecha qué por su tono de voz era una mujer.

- dejen de hablar - ordenó la persona frente a ello de inmediato ambos se taparon la boca en aceptación.

Sus túnicas oscuras eran idónea en su trabajo de recopilación de información sobre todo en un lugar oscuro.

- Lo sentimos padre Alexander - ambos chicos se disculparon.

Dejando aún lado a sus dos pequeños aprendices el sacerdote miró sus alrededor con intriga y curiosidad, podía sentir las energías naturales a su alrededor pero así mismo había dos energías ajenas aquí una de ellas le hizo frunció el ceño.

- preparense - hablo el sacerdote mientras de sus túnicas una espada de plata pura fue desvainada y la energía sagrada comenzó a colmar la hoja.

Ambos jóvenes imitaron su acción aunque a diferencia que los hombres la chica saco un libro el cual comenzó a brillar con una tenue luz dorada.

A medida que recorrian el lugar la tensión en el ambiente se podía sentir, era como cualquier otro día fueron alertados de un posible evento sobrenatural algo usual en una cuidad como Nueva York pero en esta ocasión algo se sentía diferente y el hombre mayor lo sabía.

En un mundo de dioses y mounstros la humanidad jamás estaría a salvo.

Llegaron a un pequeño arrolló el ambiente era tranquilo pero de allí era de donde esa sensación salia, acercandose a un lugar en especifico del lugar llevo su mano a la tierra mientras sentía el rastro del poder que allí de manifestó hace algunas horas.

- hay algo padre Alexander - la chica preguntó curiosa aun así no despejó la mirada de su entorno en precaucion de que algo trate de sorprenderlos.

- es palpable aun.... conjuros arcanos fueron usados aquí, asumo para desterrar algo de este plano existencial - hablo el sacerdote con un tono serio.

- magia arcana - hablo el joven con intriga.

- tal vez un loco que trató de invocar algo que no era de esta dimensión - hablo La chica con tranquilidad.

- no, la naturaleza del conjuro estaba destinado a la destrucción completa de lo que sea que haya sido su objetivo, por la naturaleza de este circulo de magia arcana asumo que quien lo hizo era un experto en magia arcana, se consentro únicamente en la completa aniquilación de su objetivo - hablo el sacerdote con seguridad conocimientos respaldando sus palabras.

- uhh eso es inusual más en esta cuidad, oí rumores de que una tal Hécate fue asesina aquí por un guerrero desconocido - comento la chica con tranquilidad.

- donde lo escuchaste - hablo el sacerdote con interés.

- esta regado por todos la red sobrenatural... - ella hablo mostrando lo que parecía ser un teléfono sin embargo las inscripciones a su alrededor no eran simple adorno.

- bueno al menos usaste tu talento para darnos ese dato interesante - hablo el sacerdote mayor con un suspiro.

- jeje y tu decías que seria una perdida de tiempo - hablo la chica mirando al joven pelinegro con una sonrisa engreída.

- lo que sea - hablo El chico poniendo los ojos en blanco.

- dejen de parlotear, andando Mike, Leticia - hablo el único adulto de la lugar mientras se alejaba del lugar.

Ambos comenzaron a seguirle no obstante algo llegó a los sentidos de Leticia era justamente donde el padre Alexander estuvo analizando la tierra con curiosidad de acercó y miró el lugar estarando su mano hacia algo que allí no se sé encontraba.

- hey Leticia muevete o te dejaremos atrás - hablo Mike desde lo lejos.

- eh, espérenme no sean malos - la chica chilló mientras comenzaba a correr en su dirección al hacerlo la capucha que cubría su rostro cayó hacia atrás mostrando una larga cabellera rubia y unos brillantes ojos azules.

........

En algún lugar de nueva York....

Sus ojos se abrieron debido al incomodo resplandor qué llegaba a su rostro, lentamente se percató de que era una habitación desconocida para ella, al sentarse lo que pudo ver fue una habitación simple había un escritorio con varios libros abiertos en el, una silla que así mismo estaba colmado de libros una estantería repleto de libros también pudo vislumbrar un espejo frente a la cama junto a él lo que parecía ser el armario, al girar su cabeza televisión y un aparato extraño yacia allí.

Miró sus manos y pese a sentirse confundido no trató de entender el por que se veía así, era su cuerpo de eso no había duda pero así mismo se preguntaba que paso para que se veía tan... Joven.

Se levantó de la cama y camino hacia la entrada aunque al hacerlo en una silla cercana pudo ver y largo vestido qué ella conocía muy bien, sin embargo no le dio importancia saliendo del lugar decidió explorar este extraño lugar.

Aunque en su camino su olfato percibio un aroma esquisto y fue en su dirección, llegando a una sala cómoda con una mesa grande como para cuatro personas lo pudo ver.

De pie frente a la casina el joven pelinegro que tenía un delantal rosa puesto, estaba picando lo que pareció ser verduras antes de caminar hasta la estufa y degustar lo que allí preparaba.

Miró a su alrededor y noto que estaban solos.

- oh despertaste - hablo el joven.

Ella se sorprendió.

- me pregunto que haré aquí, tal vez no deba tener interacción con el, puede que sea un enemigo - la chica pensó algo alterada.

Sin embargo sintió una calida mano en su frente.

- que bien, parece que la fiebre ya disminuyo - hablo el joven con un pequeño tono aliviado en su voz.

Ella se apeno y bajo la mirada sin embargo en ese momento el retiro su mano de su frente causando qué ella levante la mirada.

- bien.... Tienes hambre, que se te antoja puedes pedir lo que quieras - el joven pelinegro dijo con tranquilidad.

En primera instancia ella no sabía que decir estaba más confundida qué nada, este chico estaba siendo demasiado amable con ella, aunque por su apariencia puede que no sepa quien es en realidad.

- uhhh puedes entenderme.....o acaso hablas otro idioma.... - el dijo con tranquilidad.

- pu-puedo entenderte - ella dijo rápidamente.

- eso es bueno, al menos ya hemos superado la barrera del idioma - el dijo con tranquilidad.

- ahora ven primero come cualquier preocupación puede esperar, el hambre es el enemigo - el dijo prácticamente poniéndola sobre una silla del comedor en un instante.

Rápidamente fue cosina y trajo varias platos, el le tendió un par de cubiertos.

- ten vas a necesitar esto - hablo suavemente el pelinegro.

- se lo recibí sin pensar.... - pensó la chica - este cuerpo reacciona en forma de una niña, es un problema, que debería hacer nisiquiera puedo usar magia - ella pensó distraídamente.

- esta caliente así que ten cuidado - hablo el joven.

- si yo... - dijo la chica.

- ¿que estas esperando? - el dijo nuevamente.

- tengo mucha hambre - ella dijo un pequeño tinte rojo adornando sus mejillas al decir esto ella llevó la cuchara a su boca sin embargo se sorprendió por el sabor - esta delicioso - ella chilló infantilmente.

- ah... Lo siento olvide algo importante.... Me llamo Arthur Horvarth es un gusto - hablo Arthur con una sonrisa.

La niña solo se le quedó mirando inconscientemente ella no extendió su mano al ver esto, Arthur lo correspondió sin embargo algo inesperado sucedió tres marcas en su mano izquierda se quemaron en tono rojo sobre la piel del pelinegro.

- ¡Eh! - fue el único ruido que emitió los labios de Arthur.

- desde cuando tienes eso en la mano - la niña preguntó sin saber que hacer realmente.

- esto debería de ser imposible..... A menos... - llevo sus sentidos al interior de su alma y allí a simple vista como si estuvieran diciendo aquí estoy mírame la inmensa cosa envío pulsaciones de energía en reconocimiento de su maestro.

- jeje solo mi suerte - Arthur dijo con una sonrisa tranquila.

- puedes llamarme Caster - la niña dijo después de terminar de comer ambos se sentarian uno frente al otro.

- Master el contrato se ha hecho, sin embargo el grial no me a dado la información adecuada sobre la época en la que estoy por lo cual seria de mucha ayuda que me pudiera dar cierta información - hablo la niña con seriedad.

- supongo que esto va ha ser muy incómodo.... Pero al menos ya tengo una idea sobre el como acabaste aquí - hablo Arthur de manera pensativa.

- uhhh a que se refiere Master - hablo Caster.

- en primer lugar no hay una guerra del Santo Grial - Arthur dijo con un tono de hecho.

Esto la confundió si bien podía sentir la conexión con el grial esas palabras no tenían fundamentos o puede que sea un humano ordinario sin alguna afiliación a la magia, aunque mirándolo detenimiento no podía sentir nada en el... Es más no podía sentir nada a su alrededor.... No había mana solo simple y puro oxígeno sin nada especial.

Antes de que cualquier palabra pudiera escapar de sus labios Arthur levanto la mano deteniendo cualquier intento de hablar.

- dejame terminar por favor, si bien actualmente eres incapaz de percibir el mana ambiental, debo de informarte que estamos en un mundo en el cual la era de los dioses aun perdura en el siglo XXI - hablo Arthur con seriedad.

Caster se tensó ante esta información sin embargo al observar que el se detuvo únicamente para que ella pudiera asimilarlo supo que no era todo.

- te encontramos en el bosque anoche.... Estabas herida a un punto que sinceramente estabas más muerta qué viva, sin embargo pudimos llegar a tiempo y salvarte la vida... Y eso lleva a mi única pregunta, ¿recuerda el como acabaste en ese estado? - Arthur indagó con tranquilidad.

Ella lo miro fijamente aunque al principio dudo había algo que le decía que podía confiar en el.

Pues cuando todo se fue al infierno a si fue cuando ese Assassin intervino, llegó al templo ryuudou y mato a su Master pero sin duda la cosa más repugnante era ese barro negro y ese siervo.... Angra manyu si no recordaba mal y si esa cosa veía la luz la humanidad sería exterminada hasta que la contra fuerza envíe a sus agentes a limpiar el lugar aunque hasta que eso suceda la mitad de humanidad hubiera sido eliminada sin remedio alguno.

- ya veo - tarareo Arthur con tranquilidad aunque sabia que una quinta guerra por el grial era inevitable debía de admitir que esa guerra que describió Caster mostró ser peculiar, sobre todo por el simple hecho de que Angra manyu siga existiendo, se pregunta si era un punto absoluto en el tiempo aunque rápidamente lo negó aún en medio de tal guerra podía sentir mundos libres de esa variante tan notable.

- bien por el momento podremos posponer esta platica, dado que ahora estas en este mundo tendrás que acostumbrarte a todo y una de esas cosas seria la cantidad de mana ambiental - hablo Arthur con tranquilidad.

- te preocupas por cosas pequeñas, aunque no he podido usar mi magia, tienes algo que ver en ello - hablo Caster entrecerrando los ojos en el pelinegro.

Arthur no dijo nada ante eso y solo chasqueo los dedos de inmediato todo volvía a ella y tal como decía el mana ambiental era abundante tal como lo era en el pasado sin embargo lo que en realidad la tomó por sorpresa fue el pelinegro.

- este chico es interesante, puedo sentir un pozo sin fondo de un misterio poder habitando dentro de él, aunque no tenga idea de que es.... Es inmenso y absoluto - pensó Caster mirando detenidamente al pelinegro.

Arthur se confundio en un principio lo dejo de lado en cambio solo se centro en buscar la respuesta a por que un Servant estaba en este mundo y una mejor seria si era la única.

Canalizando energías en su interior sello el acceso al grial mayor en su interior, sabía que tomarlo fue una mala idea aunque era la única opción, las maldiciones de Angra manyu habían profundizado mucho en el núcleo y terminando por corromperlo por completo.

- digiste que la era de los dioses aun perdura verdad - hablo Caster con tranquilidad.

- en efecto por que la pregunta - hablo Arthur con tranquilidad.

- ¿sabes si Afrodita aun esta con vida? - decía Caster. Arthur sabía quien era y sabía a donde la llevaría eso aunque quisiera tratar de persuadirla sabía lo que sentía y lo entendía perfectamente hay cicatrices que no sanan aun. Y lo peor es que en realidad quería apoyarla ya mato a una que diferente hacía el matar a otra.

- estas apuntando muy alto Caster - hablo Arthur mirándola fijamente.

- Diosa o no, fue mi vida la que arruinó - ella declaró la ira ardiendo en sus ojos tan palpable.

- uhhh, con la amenaza de Zeus de una guerra si su estúpido rayo no es devuelto dudo que alguien siquiera note su ausencia, aunque eventualmente volverá lo sabes - hablo Arthur mirándola.

- importa acaso - ella lo miro con una expresión plana.

- bien si eres consciente de los peligros no tengo razón para negarme además, ese bastardo amenaza mi amada paz así que le aplatare el cráneo antes de que eso suceda - declaró Arthur con tranquilidad.

- y no sería mejor opción devolverle su rayo - hablo Caster mirándolo como si fuera un estúpido.

- donde esta lo divertido en eso - hablo Arthur con tranquilidad.

- eres raro sabes - Caster comentó mirándolo.

- lo se - el dijo solamente antes de salir del lugar seguido por Caster.

.......

Mientras tanto en algun lugar de Nueva York....

- puedo saber por que aun estamos en esta ciudad - Mike habló sus manos llevaron la tasa de cafe a sus labios aunque al instante hizo una mueca de desagrado.

Tomando la taza de azúcar casi trastorno la totalidad de su contenido en su cabeza, este lo revolvió para después probarlo nuevamente y el sonrió en aprobación.

Leticia lo miraba con algo de asco y aburrimiento.

- ya se te dijo estamos en una investigación oficial asi que no preguntes tonterías - Leticia respondió a su pregunta de manera despectiva.

- nadie te lo pregunto - hablo Mike mirándolo con molestia.

- basta ustedes dos incomodan a las demás personas - Alexander los regaño con un tono relajado aunque eso causó que ellos notaron que muchos los miraban mientras comentaban sobre ambos.

Ambos decidieron guardar silencio ya eran bastante llamativos con las túnicas de la iglesia como para prácticamente alardear por más atención.

La campana del establecimiento sonó si bien a muchos no les importo pues estaban en una cafetería sin embargo la atención de los tres enviados de la iglesia se puso de inmediato en la persona que entró.

Era una mujer de no más de 20 años, cabello negro, ojos azules llevaba una chaqueta de cuero junto a unos pantalones Jean azules y zapatillas negras, aunque más allá de una chica común y corriente lo que en realidad llamo la atención es lo que a su alrededor ondeaba.

- un sabueso de tindalo.... Un ser del exterior.... Aunque su labor es perseguir y devorar a quienes rompan las fronteras entre el tiempo cualquiera presa potencial que puede llamar su atención es cualquier ser fuera de su dimensión...como es que Arthur lo sabe - pensó Sam con un pequeño ceño fruncido el le estaba ocultado cosas.

Cada vez que conocía algo nuevo, otro misterio aparecía sinceramente ella ya no reconocía el mundo en el que vive.

Una día es una chica normal con un hermano y un padre amorosos, luego se entera que su hermano ni siquiera es del todo humano y el mundo en el que vive está repleto de un sin fin de razas y ahora esto, dioses exteriores, los primordiales y los grandes antiguos, este último pensamiento la perturbo mucho más.

- señorita en que le puedo ayudar - la voz amable de la persona que la atendía la devolvió a la realidad, dejaría esos problemas para luego.

Aunque lejos de su conocimiento ella estaba siendo observada, aunque era bonita siempre habían bellasas qué la superan, era un rostro recordable en la multitud únicamente, pero en esta ocasión ese no era el caso pues quienes la observaba se enfocaron en otro aspecto.

Imperceptible a la vista de los ojos comunes, oculto bajo la niebla qué separa el mundo normal del sobrenatural, sobre la chica una aura sagrada de un nivel inmenso la protegía.

- eso es.... - hablo Mike.

- Tanta energía sagrada - hablo Leticia mirándola.

- miren lo que cuelga de su cuello - hablo Alexander.

Llevando a mirada hacia la mujer ellos a simple vista se confundieron al mirar un relicario aunque sencillo supieron que era de gran valor para ella sin embargo algo estaba grababa en el, inscripciónes de un lenguaje único en el mundo.

- no entiendo lo que significa - dijo Mike.

- Enochian, la sagrada lengua de los Angeles - informa Alexander seriamente.

Leticia se quedó muda ante lo dicho por el sacerdote mayor, aun siendo una exorcista el acceso a esta información le era restringida solo quienes estén en las más altas filas de la iglesia tenían acceso a ella.

- puede leerlo padre Alexander - indagó Mike.

- no, pero que una persona común tenga eso debo de suponer que tiene alguien muy poderoso protegiendola - hablo Alexander..

- en territorio griego y demoníaco, no lo culparía por dejarla tan protegida, tal vez tenga algo que ver con el asesinato de un pilar demoníaco - hablo Leticia.

Alexander no decía nada mientras sus dos alumnos seguían parloteando al respecto su mirada se cruzo con la de la chica, ella lo miró con tranquilidad aunque después lo desecho y solamente salió de la cafetería.

Alexander se puso de pie y salió del lugar dejando a sus dos aprendices allí.

- uhhh, padre Alexander - Mike dijo aunque mirando a su alrededor ya no me estaba al no verlo solo suspiró - supongo que nos toca pagar la cuenta verdad - llevo la mirada a su compañera pero para su sorpresa ya no estaba.

Una mano se puso en su hombro al voltear su mirada vio a una de las camareras mirándola con una dulce sonrisa.... Muy dulce para ser real.

........

- y esta hermana tuya.... Dime crees que es sabio dejarla salir en una cuidad repleta de monstruos - pregunta Caster con tranquilidad.

- muchos de ellos la ignoran, además puedo sentir su ki desde cualquier parte del mundo, eso sin mencionar que tiene un relicario que esta envuelta en miles de sacramentos y bendiciones menores de protección y ocultamiento, estamos en territorio griego y demoníaco así que dudo que alguien siquiera note la naturaleza de esta protecciónes qué puse en ella - hablo Arthur osiosamente.

- uhh, sacramentos.... En territorio demoníaco... Será como una luz intermitente en la oscuridad para los demonios - hablo Caster mirándolo de reojo.

- y por ello son las bendiciones, técnicamente ella es invisible para el mundo sobrenatural, ya que técnicamente use la niebla para ocultarla del mundo mismo - dijo Arthur con una tranquila expresión en su rostro.

- impresionante.... Master me gustaría conocer tu taller - hablo Caster mirándolo.

- seguro no hay problema.... Pero deja de llamarme así, puedes usar mi nombre con toda confianza - le dijo Arthur con una sonrisa.

El rojo invadió su rostro mientras que por sus oído casi salía humo.

- ehhh, no es muy pronto para llamarte por tu nombre - ella chillo con su rostro completamente rojo.

- ¿tiene algo de malo eso? - pregunto Arthur confundido.

- no, no es eso - dijo Caster nerviosa.

Ella pudo ver como el se puso en concliyas quedando justamente a su alrededor y le dio una suave sonrisa mientras levantaba la mano en la cual los hechizos de comando eran visibles.

- somos amigos ahora, técnicamente como una familia, así que por favor deja de llamarme maestro - Arthur le sonrió con calidez.

- entonces, Arthur. ¿así esta bien? - dijo Caster con un mirada soñadora y un fuerte sonrojo en su rostro.

- demonios es adorable... - pensó Arthur mirando hacia otro lado con un pequeño sonrojo.

- hermano... Que haces aquí.... Dije que no tardaría mucho - dijo Sam mirando a su hermano en la calle de cuncliyas aunque al ver mejor pudo observar que no estaba solo una pequeña niña lo acompañaba tenía el cabello de un color lavanda claro ojos a juego y una rostro muy lindo.

En primera instancia confundiria la situación con las típicas idioteces de su hermano menor aunque al ver detenidamente a la niña, las orejas de elfo llamaron su atención por completo.

- despertaste, eso me alegra.... Me llamo Samantha pero puedes llamarme Sam, cual es tu nombre pequeña - ella le sonrió ampliamente mientras le extendía la mano.

Caster la miro, con un largo cabello negro ojos a juego de un brillante color azul, un rostro bonito y una figura envidiable, su mirada viajo a Arthur no se parecían en nada aunque ella la llamo hermano supuso que debía haber una explicación al respecto, además de que no sentia nada en ella ni una gota de poder, sin embargo el relicario que mensiono anteriormente sobre su cuello estaba repleto de mana, la cantidad era tal, que era absurdo.

- Caster - hablo la niña con un tono tranquilo.

- ehhh, dime por que se oye algo similar al tuyo - ella aprisiono el cuello de su hermano en sus brazos como si lo culpara de que ella no le quisiera dar su nombre.

- y ese sería - hablo Caster curiosa ante sus palabras.

- pues cuando sale por allí a hacer sus cosas geniales se hace llamar, Avenger - hablo Sam con una sonrisa divertida.

- ya te dije que el nombre de una persona tiene un peso en el mundo, y por ello deberías pensar en uno si quieres volverte parte de ese mundo - Arthur trato de alejarla sin embargo ella se negó y aunque tenía la fuerza en el fondo no quería alejarla y solamente resoplo aunque tenía una sonrisa en su rostro.

- así que Avenger eh - Caster miro al pelinegro con una mirada severa aunque era evidente que le ocultaba más de lo que dijo a simple vista una de ellas era que ni una sola vez pregunto su nombre por lo cual asumió qué lo sabía.

- detalles que te puedo contar más tarde, de momento hay que irnos quiero mostrarles mi laboratorio - hablo Arthur con tranquilidad.

- laboratorio, crei que los magos aborrecian la tecnología - dijo Caster con tranquilidad.

No podía decir que compartia ese sentimiento con de repulsión hacia la tecnología pues técnicamente sus dioses eran máquinas.

- el progreso del mundo no puede ser detenido, lo único que podemos hacer es adaptarnos a él - comento Arthur con simplesa.

- genial otra vez estas hablando como un anciano - Sam entrecerro los ojos en el, sabía que le ocultaba muchas cosas pero no le gustaba cuando hablaba así.

Era como si en lugar de un chico de 15 años estuviera hablando con un hombre de años de experiencia en un mundo que era desconocido para ella.

- solo digo lo más lógico - hablo Arthur con tranquilidad.

Caster miro esta interacción con curiosidad, tal parecía que ella no sabía que era el realmente aunque al menos el trataba de que él impacto de la verdad sea el mínimo posible cuando lo sepa.

Ella frunció el ceño puso sentir a alguien observándolos, sin embargo la mano de Arthur la detuvo y solamente negó con la cabeza, esto la tomó por sorpresa aún cuando sabía de la posible amenaza el se mantenía tranquilo, aunque no lo culpaba era menos no matar a nadie frente a su hermana quien era ejena a al mundo iluminado por la luna.

Tomando la decisión de alejarse del lugar claramente ignorando el hecho de los seguían era mejor soluciónar esto en un lugar alejado.

Las personas que seguían a la joven pelinegro solo suspiraron en alivio, lo que pareció ser tan solo las ansias de saciar las dudas de unos curiosos por saber que clase de ser le otorgo una protección absoluta a una humana común y corriente, paso a ser una revelación inaudita de que en territorio griego y demoníaco un niño con una ridícula cantidad de energía sangrada campana a sus anchas sin que nadie lo notace.

- esta seguro de que es real - Leticia preguntó.

- te lo digo Leticia no hay manera de que me equivoque - hablo Alexander el sudor frío bajando por su frente.

- dices que ese chico emite una presencia aún más grande que la de su santidad - hablo Mike consternado.

- niño si te dijo que es así, es por que es verdad, soy de los pocos que tuvo el privilegio de ver a su santidad aunque sea un momento y no hay duda, esa energía que en el mora es una aura sagrada de un nivel muy alto - agregó Alexander con seriedad.

- y entonces que hacemos, deberíamos informar de esto al Vaticano - hablo Mike.

- primero hay que confirmar quien es, tal vez entablar una alianza o tratar de conseguir que nos acompañe al Vaticano - dijo Leticia con tranquilidad.

- andando - hablo Alexander una determinación sin presendentes bien marcada en su rostro.

......

Alejado de la zona comercial y habitacional de la cuidad de Nueva York carca de los muelles cerca de la zona industrial, las grandes bodegas y almacénes abandonados se asentuaban uno al lado del otro.

En lo que parecía ser una bodega simple y nada especial tres personas miraba esto con diversas expresiones en su rostro.

- de verdad es aquí - pregunta Caster.

- rápido quiero verlo si.... - Sam sonrió alegremente.

Dejando aun lado la Mirada de caster quien lo miraba como un bicho raro, su hermana en este mundo le recordaba mucho a azrael quien era una niña en el cuerpo de un adulto aunque eran similares había mucho que las volvían únicas en sí, y no podía evitar sentirse algo nostálgico y preguntarse como estaría ella... Aunque tenía a muchos a su lado de eso se aseguro su madre jamás estaría sola.

- las apariencias son más engañosas de lo parecen - hablo Arthur con una sonrisa mientras le acariciaba la cabeza con suavidad.

Caster sonrió suavemente ante esto aunque de inmediato recordó que no estaban solos y trató de recobrar una apariencia más digna, lastima que se preocupo por nada pues la niña mayor estaba más impaciente por saber que había adentro como para siquiera notar su expresión.

- Sam - llamo Arthur ella volteó su mirada aunque tuvo que pensar rápido pues unas Llaves cayeron en sus manos y ella sin más salió disparada hacia la puerta dejando a los dos allí de pie.

- crees que.... - hablo Arthur con tranquilidad.

- si de verdad la quieres, es mejor que sepa lo que eres en realidad - hablo Caster con tranquilidad.

- si, pensaba lo mismo - hablo Arthur tranquilamente.

- y que haremos con nuestros amigos - ella señaló osiosamente el tema que estaba ignorando.

- dejalos no son una amenaza, quiero saber la situación de la iglesia, si los ángeles se mantienen en el cielo por órdenes de Dios, el papa es la único conexión con ellos, - hablo Arthur tranquilamente.

- ciertamente es un mundo diferente - comento Caster mientras se adentraba al lugar seguido por Arthur quien toco una de las paredes del edificio antes de entrar por completo.

Cuando Caster entro al lugar jamás espero lo que vio allí, el lugar era inmenso pero asquerosamente blanco no había nada allí más que una Sam confundida y algo decepcionada.

- deberías poner algo de color aquí, no es que tenga algo en contra del blanco pero enserió... Solo acolchona las paredes y es perfecto para ti - hablo Sam con tranquilidad.

- si sería un cuarto perfecto para pensar y aclarar mi mente sin embargo, solo es la entrada - hablo Arthur con tranquilidad.

- la entrada - hablo Sam confundida.

- te lo dije la realidad puede ser más engañosa de lo que parece, aveces debemos mirar más allá de lo que los ojos nos permite - Arthur dijo su mano de alzó y tomó algo en el aire y simplemente lo giro.

Cuando Sam estaba por devolverle un poco de sentido al cerebro estúpido de su hermano, sus ojos se abrieron en sorpresa aún en el blanco absoluto del lugar en las paredes, techo y piso había una puerta oculta allí en medio del lugar a simple vista pero oculto del ojo normal.

- ¿que demonios? ¿Qué hiciste? - Caster dijo sorprendida aun con su gran capacidad mágica, percepción y conocimiento no pudo ver nada pero cuando la puerta fue abierta esta misma estaba en este dimensión y a su vez no lo estaba, era como si esa simple puerta estuviera fluctuando entre dimensiónes frente a ella.

- solo abrir la puerta - el dijo con una cara de chibi.

Tanto a Caster como a San una vena se les formo en la frente querian golpear al niño frente a ellas.

- uhh, que esperan no querían ver donde hago mis experimentos - hablo Arthur con tranquilidad.

- desde cuando tienes este lugar - dijo Sam.

- supongo que desde guardar cosas bajo mi cama comenzo a atraer a duendes.... Tks parásitos querían llevarse mis cosas - hablo Arthur con una expresión de enojo.

- pues que guardabas - pensó Caster con una expresión nerviosa.

Al entrar al lugar ambas abrieron sus ojos en completa shock y su mandíbulas se abrieron a más no poder.

Un flash las sacó de su sorpresa esto siendo Arthur con una cámara en mano mientras parecía complacido por lo que veía.

- para la posteridad cof chanteje cof cof - su falso intento de disimular su última palabra causó que ambas chicas fruncieran el ceño.

- borra eso - ambas ordenado.

- no - la cámara fue guardada en una dimensión de bolsillo lejos del alcance de ambas para siempre.

Decidieron que en algún momento se la quitarian ya sea amablemente o por la fuerza, por el momento comenzaron a mirar el lugar y los diversos objetos que estaba allí.

El espacio mostró ser inmenso, en el centro había una computadora inmensa pero lo más llamativo era el báculo en el centro del lugar, la maldita cosa ireadiaba oleadas de poder por doquier inclusive Sam que no podía sentirlo aseguraba que lo más valioso allí sería ese báculo.

- solo hay una regla jamás toquen el báculo, esta ligado a mi alma y bueno meterse con mi alma es problemático - hablo Arthur con seriedad.

- y eso porque - hablo Sam.

Arthur supo que explicarle sería una perdida de tiempo pues no tenia el conocimiento básico para tan siquiera comprender así que simplemente se lo demostraria, le dio lo que encontré cerca de él, Sam resivio lo que parecía ser un escudo simple de bronce y le dije que lo arrojara al báculo.

Ella no se opuso queria saber que tenia de especial la maldita cosa que lo hacía lo único importante aquí.

Arrojando el escudo puso ver que estaba recorrido el camino directamente al báculo, pero aun no había pasado nada cuando el escudo estuvo de golpear el báculo del techo piso y paredes a su alrededor espadas, lanzas, hachas, alabarda atravesaron el escudo llenándolo de hoyos peor que un colador.

- anotado báculo no tocar - Sam dijo tranquilamente se juro no tocar la cosa por nada en el mundo.

Caster tuvo un pensamiento similar sin embargo las armas que veían eran fantasmas nobles todos y cada uno, no eran copias ni proyección eran los reales, originales en derecho propio, ella llevó la mirada al chico quien ya la había estado mirado.

- Arthur quien eres en realidad - Caster pregunto mirándolo fijamente.

- será una platica larga - dijo Arthur con tranquilidad.

- pues a mi me gustaría oírla - hablo Sam.

- por donde empiezo.... - tarareo Arthur con tranquilidad.

Ambas fueron llevadas a una mesa donde todos tomaron asiento.

- ah, si ya se por donde....Samantha, Medea lo que estoy por contarles quedará entre nosotros únicamente.... Les puedo decir en que lugar fue, y el como una simple guerra se convirtió en el advenimiento de uno de los más grandes monstruos de la creación, pero antes de llegar a eso las inducire en inicio antes del fin, en donde un joven guerrero ingenuamente trato de cambiar el destino, aunque poderoso ingenuo al macabro juego que el destino le pondría enfrente, aunque trato de preservar lo poco que tenía pero en su camino perdió más de lo que pudiera imaginar - hablo Arthur con seriedad.

- Arthur como se llama la historia - dijo Sam dudosa algo le decía que esta historia le gustaría para nada.

- La cuarta guerra del santo grial - dijo Arthur con una mirada sombría.

.....

Todo el mal de la existencia.

Takama la encarnación de la oscuridad en la existencia.

Una bestia primogénia nacida del vacío antes del existencia.

Un ser creado por el génesis anterior a todo lo existente.

En pocas palabras...

Un ser invencible.

Con el advenimiento de la bestia Takama el colapso de la existencia era inminente aunque pudieran postergarlo jamás podrían evitarlo, un ser omnipresente causante del mal en la creación, creador de métodos astutos de obtener más y más poder, la fusión metamor, los arcillos portara y el ser que devolverá todo al principio.

El vacío.

Sam contemplo la sola idea de saber esto más que ser tratada como una loca, pensar que tan siquiera Dios todopoderoso no era todopoderoso pues solo es una copia del verdadero Dios e inclusive quienes se hacía llamar dioses no eran más que el capricho de la existencia misma y sus leyes.

Mas allá de eso realidades alternas, universos paralelos, líneas te tiempo casi infinitas cada una creada por el tan solo hecho de una simple decisión, que puede crear un efecto tan grande y crear una línea de tiempo diferente en el cual el peso de esa decisión lo cambiaria absolutamente todo.

Universos que son casi infinitos habitado por miles y miles de razas inclusive más avanzadas qué la humana, Multiversos conteniendo en su interior una cantidad infinita de universos, megaversos que en su interior contienen una cantidad infinita de multiversos y el Omniverso un lugar tan amplio que puede contener estas extensiónes de espacio tan grandes tan repletos de materia, energía, vida, conceptos, dimensiones, realidades etc.

Arthur tenía razón.... Esta historia no era para los cobardes.... Decisiones que solo los más fuertes podrían tomar... O los más dementes la falta de amor propio no pasó desapercibido para ninguna de las dos, aunque pareciera ser un hombre de acero su corazón estaba desecho en mil pedazos.

Arthur estaba rotó a un punto casi irreparable.

Ya era muy poco lo que podía sentir, miedo angustia, desesperación eran cosas que el ya casi no sentía, alegría solo con aquellos que formaban parte de su vida por que a los demás no les daría ni una sola sonrisa, por que cuando tienes muy pocos sonrisas no las desperdiciarias con algún desconocido, felicidad tan solo un sueño que olvido que existía, una vida monótona mientras su poder no dejaba de incrementar segundo a segundo.

La omnipotencia no resultó ser más que una maldición, por que aun que puedas hacerlo todo jamas podrás hacer la felicidad, eso se construye con la experiencia de la vida.

Una vida que fue manchada con la esencia de la eternidad, una vida sin fin conservando siempre la misma apariencia, maldito a ver como todo deja de existir y aun así perdura después del fin.

Un destino tan cruel que la muerte hubiera sido una mejor opción sin embargo el ya no gozaba de ese privilegio.

Abandono absolutamente todo lo que tenia significaba y era por el poder absoluto y aun así, fue obligado a ver como todo lo que amaba desaparecía, por que fin de unos es el comienzo de otros.

Era aterrador mirarlo como podía estar tan tranquilo después de decir todo eso.

- ¿y bien? ¿Qué aprendieron de esto? - Arthur les pregunto.

Ambas desviaron la mirada, frente a el yacia solo una maza de poder absoluto con lo poco de conciencia que le quedaba el aun se mantenía de pie, viviendo su tormento como si ya no le interesara tan siquiera lo que pudiese pasar.

Medea se sintió conmosionada, ella quería vengarse de Afrodita por arruinar su vida pero este hombre frente a ella está condenado por los mismos dioses que lo crearon a él, aunque no parece importarle el profundo odio que pudo sentir en sus palabras hubiera podrido su alma en tan solo un segundo, tanto odio y autodesprecio para si mismo, pero aun así las pocas cosas que gano en su tormento lo tenian cuerdo.

Eso lo volvía una bomba de tiempo pues su único apoyo emocional estaba inevitablemente destinado a dejarlo atrás, aunque también entendía lo que significaba eso y aceptó que la muerte era parte del ciclo de la vida... Sin embargo tan débil emocionalmente solo hacia falta que algún idiota sin saber absolutamente nada haga algo idiota y todo estaría condenado a desaparecer.

- creo que tu vida está más jodida que la mía - dijo Sam provocando que Arthur dejara salir una risa audible.

No era falsa era genuina y eso las hizo sentir aún peor de lo que ya estaba

Pues el entendia el valor de un momento antes de que solo sea un recuerdo.

- si supongo que si, pero no me refiero a eso Sam - dijo Arthur llevando una mano a su barbilla y deteniendo su risa.

- yo yo no lo se - Sam agacho la mirada aunque al instante sintió una mano en su cabeza revolviendo su cabello, Arthur de había levantado y se había puesto en medio de ambas en un instante. Ambas levantaron la mirada solo para ver unos ojos color plata que los miraba con empatia sabía que explicar sería muy complicado.

- no se revuelvan mucho la cabeza pensando en ello, solo es una historia del pasado nada más.... Al final de cuentas lo único que importa es el ahora - Arthur les dijo con una sonrisa.

- ¿por que? - dijo Medea.

- ehhh, por que ¿que? - dijo Arthur con la misma sonrisa.

- ¿por que sigues fingiendo qué no te afecta? - dijo Sam

El se odiba, aborrecia su existencia, trato de acabar con ella varias veces pero aun así seguía vivo, inclusive ahora después de destruir su alma, el bien más preciado de la existencia, algo irremplazable el seguía vivo, entonces por que el aun podía seguir sonríendo debía odiar todo y a todos solo era alguien que trato de preservar lo poco que tenía pero no lo conseguío y fallo en más de una ocasión no debería tener la más mínima expresión en su rostro qué refleje alegria luego de que el universo el destino y todo le escupiera en la cara negandole su único deseo.

- me afecta más de lo que puedes imaginar, sin embargo ya he vivido mucho tiempo como para poder sobrellevarlo, solamente ya dejo de importarme lo que pueda sucederme.... - dijo Arthur con indiferencia..

- y si te equivocas - hablo Caster mirandolo.

- si me equivoco, que más puedo perder - el contestó simplemente.

Sam estaba por decir algo sin embargo Caster la puso a dormir con un hechizo, no podía permitir que hable en el calor de momento sin siquiera digerir lo que ahíta sabe simplemente sería un comportamiento impulsivo que no ayudaría en nada en este momento.

- fue innecesario pero gracias de todas modos - dijo Arthur.

- si quieres que ella te tenga miedo lo estas logrando - dijo Caster tranquilamente.

- ese jamás fue mi objetivo.... - dijo Arthur colocándole en un sofá que había en el lugar.

- y entonces cual es, su vida cambió por completo - hablo Caster mirándolo.

- aun puedo borrar sus recuerdos..... Sin embargo no quiero hacerlo aun hay recuerdos que quiero que conserve - dijo Arthur con tranquilidad.

- uhh, te creí un desalmado sin corazón - hablo Caster.

- no soy un monstruo.... Aun no - sus puños se apretaron brevemente.

- entonces me dirás el resto de la historia - dijo Caster con tranquilidad.

- por que crees que hay más - el dijo arqueando la ceja en intriga creyó cubrir muy bien su historia si bien omitió que algúna vez fue Son Goku no mensione nada al respecto seria demasiado aunque eso ya que importaba si su mundo dio un vuelco completo.

- siempre hay más.... Puedes guardar tus secretos tanto como quieras pero eventualmente lo descubriran - dijo Medea alejándose de él.

- supongo que tienes razón, pero de que sirve hablar de un pasado que ya dejé atrás - dijo Arthur tranquilamente.

- si eso fuera así no siguieras sintiendo tanto odio y culpa - dijo Medea.

Aunque al principio el se confundio se dio cuenta que en contrato era más complejo de que se veía a simple vista.

- pero ya me deshice de mi vieja apariencia, renuncie a mi vida, mis recuerdos, emociones, destruí mi alma, renuncia a todo inclusive al poder y aun así no fue suficiente.... Nunca lo será - hablo Arthur estoicamente.

- si tu alma no entra al ciclo de restauración como la de los dioses convencionales, a donde fue a parar tu alma cuando la oscuridad te trago - indagó Medea.

- uhhh, pues recuerdo una oscuridad sin fin..... No recuerdo exactamente cuanto tiempo paso allí pero debió ser tan siquiera unos mil millones de años como mínimo... Aunque al llegar antes de perder enteramente el conocimiento escuché unas palabras.... - dijo Arthur con un semblante pensativo mientras llevaba una mano a su menton.

- que fue lo que escuchaste - indagó Medea sus nervios estaban al máximo algo no le gustaba...por su conexión podía sentir algo que no lograba comprender era confusión, pavor pero sobre todo miedo un miedo tan arraigado a su alma que su cuerpo no lo registraba pero su alma lo sentía tan vividamente.

- te estaba esperando - dijo Arthur.

Esas tres simples palabras la llenaron de un miedo indescriptible un miedo que su conexión con Arthur le decía que era algo muy malo, el se veía relajado pero su alma se sacudía de pavor en el rostro del chico había una expresión de confusión pues no sabía que era y su cuerpo no lo sentía pero su alma eso ya era otra cosa.

.......

Abrió sus ojos para su decepción el techo sobre ella era desconocido, poco a poco mientras sus ojos se adaptaban a la oscuridad del lugar los recuerdos vividos de lo sucedido hace unos horas atrás llenaron su mente.

Por qué ella estaba asustada de su tonto hermano menor, si le hubiera querido hacer algo lo hubiera hecho ya hace tiempo.

Mirando el lugar de reojo pudo ver un reloj su ceño de frunció pues eran las tres de la mañana quien en su sano juicio se despertaría a tales horas, sintiendo que ya era suficiente descanso por ahora ella camino hacia la única fuente de luz en el lugar.

En uno de los sofas del lugar pudo ver a la pequeña niña de cabello lavanda claro quien pese a ser solamente una niña mostraba una madurez alarmante, durmiendo tan plácidamente aunque creyó oírla murmurar cosas sin sentido alguno.

Quiso reírse sin embargo lo ignoró por la voz que la llamo.

- es muy temprano para que estés despierta puedes seguir durmiendo Samantha - la sola mension de su nombre completa la molesto de una manera muy diferente a la cual siempre el la fastidiaba con sus locuras.

Girando la silla frente al computador ella juro que esos ojos plateados brillaban con una luz multicolor similar al arcoiris, sin embargo eso no fue lo más extraño, había pequeños detalles qué jamás noto a simple vista sin embargo ahora eran visibles, su cabello negro ahora tenía pequeños flequillos color plata y su solo postura le daba el aire y porte de un líder aunque más que eso lo hacían ver muy cool, pequeños detalles que no mostró antes ahora eran como una bofetada en la cara.

El en realidad se comportaba como alguien ordinario solo por el simple hecho de que quería una vida simple y mundana, no buscaba poder ni mucho menos conflictos solo buscaba algo con lo que entretenerse.

- herma... Arthur - al final no pudo llamarlo hermano simplemente lo desconocía era como si siempre hubiera vivido con un desconocido.

- puedes llamarme como tu desees Samantha - descubrío que el simple hecho de que el la llamo por su nombre no le gustaba para nada.

El se giro nuevamente para mirar la pantalla frente a él, más allá de cualquier otra cosa lo que el chico frente a él estaba mirando una simple fotografía.

- es bonita - hablo Sam.

La chica en la foto tenía el cabello negro ojos azules una figura envidiable pero la misma tenia un fuerte sonrojo pues tenía helado en su nariz y parecía querer arrebatarle la cámara a quien tomó la foto.

- Es mi madre.... al menos lo fue en mi vida Pasada - hablo Arthur suavemente.

- La extrañas - ella preguntó.

- jamás conocí a mis verdaderos padres, tenerla a ella fue una bendición de la cual no era digno - comentó Arthur un nudo en su garganta se había formado.

- y que hay de tu madre de este mundo - ella dijo.

- no me interesa - dijo Arthur completamente indiferente a quien en este mundo era su progenitora.

- debió haberlo hecho por alguna razón - ella trató de decir.

- si supongo que tienes razón..... Sin embargo ella simplemente decidió dejarme con papá sin importarle que yo podría odiarla - hablo Arthur.

- es tu madre - dijo Sam.

- Azrael también lo fue y pese a que el equilibrio del mundo se rompería si mi nacimiento era descubierto, ella jamás puso al mundo sobre mi, jajaja estaba dispuesta a enfrentarse a todos por mi - dijo Arthur con una sonrisa nostálgica.

- una mujer muy valiente - dijo Sam.

- era infantil, no sabía cocinar y....aun creía que el mundo podía ser un lugar mejor y aun así abandono a toda su familia por mi......si alguien merece mi amor es ella quien lo sacrifico todo por algo como yo - sus palabras sonaron con un tono casi quebrado.

- no eres un monstruo - le reprendio Sam por primera vez veía esto en el, el autodesprecio que no era oculto y odio así mismo. sin duda el aun le ocultaba algo de su pasado, por que cuando al fin tenía algo una vez más tuve que dejarlo y sacrificarse porque el y no otro, por que de todos el que tenía más que perder siempre tenía que sacrificarse por los demás para que ellos sigan su vida mundana.

- todavía - el dijo con indiferencia.

El lugar quedo en silencio, el no dijo nada pues lo único que quería era un poco de silencio, algo que Sam entendió perfectamente se alejó y lo dejo mirando esa foto sin decir nada más.

........

Al día siguiente cerca de los muelles....

- perdimos el rastro cerca de este lugar - hablo Mike con molestia.

- sabían que los seguíamos, el chico tenia instintos agudos aunque esa niña también lo noto - agregó Leticia

Alexander simplemente ignoro el parloteo de ambos niños y siguió sus instintos, los mismos le condujeron a un edificio simple pero el cual irradiaba una aura de misterio.

- debe de ser aquí - tomo la perilla del lugar y de inmediato una sensación brutal lo invadió dio un salto hacia atrás por la sorpresa que se llevó.

- padre Alexander - Mike y Leticia acudieron de inmediato a la ayuda del sacerdote quien tenía un semblante sumamente serio.

- es un trampa corran - advirtió el sacerdote.

La explosión causado destruyó el pequeño edificio en su totalidad enviándolos al piso.

- están ustedes dos bien - hablo Alexander a sus discípulos.

- si aunque eso fue inesperado - hablo Leticia.

- hay tierra en mi boca - hablo Mike escupiendo en repetidas ocasiones para sacarse esa sensación de la boca.

Antes de que alguien pudiera decir algo se comenzaron a escuchar pasos provenientes del humo y en medio de las llamas abrazadoras de la explosión una figura se hizo visible.

Con una figura desalineado y demacrada la ominosa aura a su alrededor envió un escalofrío por la columna de los presentes.

- que es eso - hablo Mike con el ceño fruncido.

- iradia una aura demasiado oscura - agrego Leticia con seriedad.

Alexander no dijo nada y solo se preparo, lo que tenia frente a el era un ser más allá de la comprensión mortal, a diferencia de las posesiones demoniacas lo que a ese hombre le pasó fue muy diferente, Canalizando energías oscuras y prohibidas un ser humano podía conseguir tanto poder como lo quisiera sin embargo la naturaleza del poder que se obtenía no era nada conocido en la tierra.

La Energía arcana es la que existe en el exterior del mundo, en el espacio estás energías se acumulan en una vorágine infinitas de un poder tan grande capaz de abrumar a los mismos dioses.

Este poder inequivocamente pertenece a los exteriores, seres de una naturaleza diferente pero más allá de lo imaginado estos seres no están interesados en la tierra pues para ellos el poder de esta en ínfimo y pese a ello, solo había un ser de este tipo obsesionado con la humanidad.

- oh, es inusual que estas energías se vean muy a menudo - Hablo una voz.

Ganándose la atención de los presentes, Arthur camino en dirección de quien en vida fue un humano y ahora consumido por una magia tan oscura se movía por instinto en busca de más y más poder.

- tú eres.... Aquel chico - hablo Alexander con seriedad pues el no era normal, la presión a su alrededor era inmensa.

- me presentare luego, de momento no bajan la guardia, este amigo aquí es muy problemático - hablo Arthur con simplesa.

De sus manos dos espada de energía se materializaron, sin embargo las mismas comenzaron a ser grabadas con inscripciónes arcanas de una tonalidad azul.

- atentos - advirtió Arthur.

La criatura en si salto sobre ellos siendo Arthur quien la retuvo con ambas espadas de energía cruzadas en exis aunque para su sorpresa el empuje fue mayor al que esperaba, sin embargo nada que no pueda manejar.

Empujándolo con ambas espadas de energía la criatura cayó sobre sus pies, aunque este socesagado por el poder las cualidades anteriormente disponibles en el cuerpo se vieron amplificadas a un punto peculiar.

Antes de decir algo más vio como los dos hombres tanto el mayor como el menor cargaron contra el ser ambos con espada en mano, esto le pareció muy curioso aún en la actualidad la iglesia seguía usando este tipo combate, aunque por la gran cantidad de energía sagrada que envolvía el arma, no era el trabajo simple sino un armamento capaz de lidear con diversas amenazas.

- supongo que estas a cargo de protegerlo en caso de que algo salga mal - hablo Arthur sin mirar atrás.

Los pasos de la joven lo sacaron de sus pensamientos, aunque al voltear la mirada su mente quedó en blanco.

- Jeanne - dijo Arthur inconscientemente.

- me llamo Leticia joven y no está bien desviar su atención del campo de batalla - ella lo regaño con un tono tranquilo pero fuerte.

- mis disculpas solo que te pareces a alguien que conocí - Arthur se disculpo su mirada volvió al intercambio de golpes frente a él.

Por lo que pudo ver tanto el chico y el adulto estaban bien entrados en el camino de la espada, eso lo hacía sentir un poco de lastima por las dos exorcistas de su mundo anterior, aunque capaces su entrenamiento no fue el adecuado y se centraron en trivialidades como la compatibilidad con un fragmento de la espada sagrada.

- entiendo, pero puedo hacerte una pregunta - Leticia hablo con tranquilidad sabía de la capacidad de sus compañeros así que no estaba preocupada por ello.

- de verdad ahora - el dijo con simplesa dándo un paso al frente apuntó de unirse a la refriega.

- por que dejaste aquella trampa - hablo Leticia su mirada se volvió seria.

Aunque el no la miro por algúna razón sentía que era mejor mirar al frente

- fue para el....tenia confianza en que el sacerdote pudiera ver a tiempo la trampa.... Al menos logro su cometido - el dijo nuevamente con simplesa.

- y ese sería - ella indagó.

- obligarlo a salir - con esas palabras dichas desapareció.

Al instante interceptó a la criatura que estuvo apunto de acertar un golpe fatal en el joven de los exorcistas.

Proporcionandole una fuerte patada lo obligó a retroceder al instante intercambio una mirada con el sacerdote quien al entender las intenciones asintió con la cabeza.

- Mike prepárate - el ordenó a lo que el joven solo asintió poniéndose en posición de combate.

- Leticia, que no escapé - ordenó Alexander severamente.

La rubia en pos de esas palabras solo comenzó a cantar diversos encantamientos la energía a su alrededor ondeba en ondas de energía sagrada a tal punto que formaban una especie de cúpula significativamente más grande segundo a segundo a medida que sus palabras eran dichas.

- solo tendremos una oportunidad - anuncio Alexander su joven aprendiz solo asintió esperando el momento adecuado para dar fin a esto.

Pero para ello debían confiar en este chico que si bien demostró ser capaz era un desconocido.

Arthur miraba esto con una pequeña sonrisa, la confianza en cada uno de sus integrantes y habilidades los hacían peligrosos sin importar que.

Dejo esos pensamientos aún lado y descarto las espadas de energía, la energía mágica se condenso en sus puños listo para terminar con esto.

- bien hace milenios que no uso los puños será un poco desestresante .... - el pensó con una sonrisa salvaje en su rostro mientras se lanzaba en pos de este ser.

Acertando un potente golpe el ser fuerte en el antebrazo de ese ser pudo ver como la energía oscura se lanzó sobre el en forma de tentáculos simplemente dando un salto hacia atrás el los evadió, vio al ser correr en su dirección esos tentáculos salieron con la intensión de atraparlo sin embargo muy lejos de acercarse a la tremenda velocidad con la cual el chico se movia sus ataques se volvían cada vez más frenéticos y erráticos.

Barriendo sus pies Arthur tomo de lo que algúna vez fue su rostro y lo undio en la tierra sin embargo al instante comenzó a arrastrarlo por el lugar dejando una línea de destrucción mientras el ser trataba de safarse de su agarre jamás noto que estaba siendo llevado hacia donde los dos exorcistas estaba prepardos.

Apuntando sus tentáculos de oscuro hacia el trato de empalarlo sin embargo no pudo hacerlo descubrío que una barrera muy poderosa lo protegía pero antes de cualquier otra cosa fue arrojado con fuerza hacia adelante mientras la figura del chico lo seguía de cerca, sintió un ardor qué lo traspasaba de lado a lado y el mundo comenzó a dar vueltas de manera antinatural.

Cuando al fin pudo ver su cuerpo completamente decapitado supo que había ocurrido aún en su ceguera y hambre del poder una pisca de consciencia se mantenía y lo que vio sencillamente lo aterro.

Bañado en la más pura esencia de la destrucción, colmado de luz tan oscuro así como de millones de atributos y maldiciones infinitas esa cosa era dueño de un poder sin fondo alguno, el niño quien lo había enfrentado a puño limpio....es La más grande mounstrocidad que jamás haya visto.

Arthur le dio un puñetazo al cuerpo sin cabeza mientras el mismo llegaba a la altura de la cabeza tanto el cuerpo como la cabeza aún consciente de lo que algúna vez fue un humano, fueron golpeados por una luz tan densa que al menos contacto lo destruyó átomo por átomo.

Arthur había lanzado una rafaga de energía lo suficientemente poderoso como para destruir una galaxia y solo la concentro para borrar la existencia de ese ser atomo por átomo hasta que no quedará nada de eso ni el mas mínimo rastro de polvo.

Arthur vio como la luz consumió el cuerpo pero más que eso esa energía fue condensada a tal punto que nada podría escapar, mientras el enviaba una pequeña pero concentrada oleada de poder de la destrucción para destruir también su alma por completo o al menos lo que quedaba de ella.

Cuando la luz se perdió en el cielo y por ende el firmamento oscuro del universo el suspiró con una pequeña satisfacción en su ser.

- bien problema resultó - hablo Arthur con tranquilidad.

El sonido de una tos falsa lo hizo suspirar, volteando su mirada solo para ver a los tres enviados de la iglesia mirándolo con diversas expresiones.

El mayor mayor lo miraba con seriedad y algo de cautela.

En Cambio el joven lo miraba sin mucho interés pero era evidente que si hacía algo raro habría problemas.

Y en cuanto la chica.... Ella lo miraba muy extraño.... Eso incomodo a Arthur quien jamás pensó encontrarse con una persona que tenía su mismo rostro tenía sentimientos encontrados, aunque lo miraba de pies a cabeza no lo reconocía, aunque agradecída su mirada era distante algo que estrujo su corazón por alguna razón.

- y uno nuevo empieza - suspiro Arthur cansado.

Bueno hasta aquí el capitulo de esta historia, espero les guste y comenten que les pareció, cualquier idea es bienvenido jaaj.

Hasta la próxima.

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