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Decisión


La noche ya está sobre la base ubicada en los desiertos de Chihuahua mientras que el General Gómez y la científica se encuentran en una videollamada con los Generales y al Secretario de la Defensa Nacional tras sus escritorios esperando un informe sobre la misión que se llevó a cabo hace una semana.

Secretario: -Ya estamos todos, por lo que pueden comenzar- le pide al General Gómez que asiente con la cabeza y se prepara para hablar.

G. Gómez: -Como ya sabrán, parte de mi brigada junto con otros atacaron el laboratorio secreto donde se hacia el USP, donde desafortunadamente menos de la mitad lograron llegar de regreso sin resultados de haberlo conseguido. Pero esta mañana uno de mis soldado regresó y con el paquete en sus manos- ante eso varias sonrisas de parte de ellos se mostraron por la alegría de al fin poder hacer un cambio en esta guerra.

-Pero debido a las complicaciones que tuvo para conseguirlo solo pudo sobrevivir un frasco entero- dejaron de mostrar esa sonrisa ante esa noticia pero aún no llega lo peor.

-Nuestra científica Elena ya tiene los resultados de los análisis- los Generales se inclinan hacia adelante con total interés en eso.

Cient. Elena: -Gracias a los informes que obtuvimos del paquete parece ser que los Estados Unido ya tienen a un super soldado en sus líneas totalmente capacitado y que tiene una agilidad inigualable además de un gran incremento de fuerza y velocidad- ante eso se mostró signos de preocupación entre los Generales por lo que es capaz el soldado estadounidense.

-Aunque tenemos la formula no tenemos los instrumentos necesarios para crear el USP y aunque lo tuviéramos, nos faltaría conseguir el "Factor X" que no lo muestran. Por lo que creemos que puede ser algo desconocido y tardaríamos años para replicarlo con la muestra que tenemos- dice ya para terminar.

General: -¡Chingada madre!- exclama golpeando su escritorio con ambos puños y con el ceño fruncido mientras otros también se decepcionan por no poder hacer más de ese suero milagroso.

Secretario: -¿Entonces que haremos con el que queda?- pregunta al azar.

G. Gómez: -Lo que podemos hacer son dos cosas señor, lo guardamos y lo escondemos del resto del mundo sin que otro país pueda crearlo o... podemos usarlo en uno de nuestros soldados- propone a los Generales que ante eso murmuran por lo bajo pensando las dos opciones.

Secretario: -Vamos a discutirlo en privado y conforme eso le informaremos qué se hará con el suero- le dice por lo que el G. Gómez acepta y sale de la llamada para que puedan debatir su uso.

Luego de unos minutos finalmente lo vuelven a llamar y vuelven a aparecer en las pantallas.

Secretario: -Luego de debatir las dos opciones que nos propuso hemos decidido aceptar usarlo en un soldado con la misión de ayudar en los campos de batalla y eliminar al super soldado de los Estados Unidos. Dejaré que usted elija al soldado que lo portará y espero que elija bien, ya que no queremos problemas con la persona en un futuro- le dice sus condiciones para que pueda aplicar el USP.

G. Gómez: -Entendido señor- acepta los términos y poco a poco los Generales se desconectan de la llamada.

Cient. Elena: -¿Ya tienes a los candidatos?- pregunta con intriga luego de que ya no había nadie en la sala.

G. Gómez: -Tengo algunos- le contesta terminando con la llamada. Se levanta del lugar para salir de la habitación en el que estaba para luego destruir la laptop y salir del hotel en el que se encontraba. Al destruir la evidencia pone dirección hacia la base.

Con la banda...

Emiliano: -Así que eso fue lo que pasó- dice sentado en su cama un poco encorvado y con sus dedos deslizando su barbilla al terminar de escuchar la historia.

Héctor: -Sí, por lo increíble que parezca así fue- le asegura estando sentado en un taburete todavía con ese parche en la cara y la venda en su pierna. El grupo se encuentra haciendo un círculo con una mesita en medio y que contiene una pizza de 8 piezas, pero ahora quedan 3 piezas, acompañados de refresco.

Daniel: -Este cabrón tiene a la Virgencita de su lado todo el tiempo- exclama con pizza en su boca mientras lo abraza con un brazo por el cuello y lo señala con la otra mano que también tiene la pizza ya casi para terminar, ante su comentario una pequeña risa sale de todos.

Emiliano: -Es increíble las cosas que ustedes 4 han hecho estando allá- dice sorprendido tomando la 6° pieza.

Paulina: -Era una buena infancia- dice un poco nostálgica mientras recoge la 7° pieza quedando solo uno.

Gabriel: -Hasta que se fue a la Ciudad de México- dice un poco triste por eso terminando su rebanada.

Héctor: -Oigan lo importante es que estoy aquí con ustedes ¿no?- intenta que el ambiente no se ponga triste mientras alcanza la otra pieza pero ve que otras dos manos también se estiran para tomar la última pieza. Al seguir cada brazo se da cuenta de que se trata de Daniel y Gabriel.

Daniel: -Siii, nos da gusto que estés aquí otra vez- dice entre dientes parándose al igual que Gabriel y Héctor.

Paulina: -Ya van a empezar ustedes tres- dice con fastidio mientras toca su sien. Los tres se miran mutuamente con los ojos entrecerrados esperando cualquier movimiento del otro.

Héctor: -Oigan, oigan, vamo a calmarno ¿Ok?- rápidamente agarra la pizza y lo muerde.

Daniel y Gabriel: -¡Hijo de puta!- gritan y se abalanzan contra él empezando una pelea por la pieza de pizza mientras se dicen de cosas. Emiliano se estira hasta Paulina mientras come su parte.

Emiliano: -¿No deberíamos intervenir?- pregunta después de darle un bocado preocupado por ellos mientras Gabriel tiene la pizza y lo alza para que los otros no lo alcancen ya que es el más alto pero Héctor y Daniel lo taclean llevándolo al suelo.

Paulina: -Nah, estarán bien- dice sin interés, ambos espectadores toman un sorbo de sus refrescos.

Daniel: -¡Wey a mi me toca la pieza!- le reclama a Gabriel.

Gabriel: -¡No seas chismoso!, ¡te di la última pieza la anterior vez!- le responde.

Héctor: -¡Yo ni siquiera he comido pizza con ustedes desde mucho!, ¡me deben muchas piezas de pizza!-.

Daniel: -¡¿Pues pa que te vas?!- se burla y siguen peleando por la pizza hasta que el General Gómez se acerca y los descubre estando peleando por una miserable rebanada de pizza.

G. Gómez: *Tal vez me equivoqué al elegirlos* se dice viendo como siguen peleando -Aham- tose intencionalmente para que le presten atención.

Al enterarse de que el General está con ellos todos se paran y lo saludan, al final el que logró quedarse con la pizza fue Daniel.

Todos: -¡Señor!- gritan estando totalmente derechos y Paulina se avergüenza de lo que estaba pasando.

G. Gómez: -Vengan conmigo ahora- les ordena y camina hacia la salida.

Emiliano: -Ya nos cayo el chahuistle- susurra al grupo que ante lo sucedido están nerviosos pero Daniel está feliz por tener la pizza y se los restriega a los otros dos lamiéndolo para marcar que es suyo por lo que recibe miradas feas de parte de ellos.

G. Gómez: -Y tira esa pizza- le ordena de espaldas.

Daniel: -Aaahhh- se queja y lo hecha al bote de basura, ante eso Héctor y Gabriel se burlan de él en silencio y reciben el dedo medio de Daniel.

Al llegar a la oficina del General, Héctor, Paulina, Emiliano y Daniel esperan afuera como niños regañados mientras el General Gómez habla con Gabriel, luego de un tiempo sale Gabriel y deja que entre Daniel, posteriormente siguió Paulina y después Emiliano.

Al salir se dirige a Héctor y se sienta a su lado mientras pone su mano en su hombro con una sonrisa. Al saber de que se trata esa acción se levanta de su asiento y se dirige dentro de la oficina.

Al entrar cierra la puerta atrás suyo y se sienta frente al escritorio mientras el General lee lo que parece ser su expediente lo que no le preocupa pero nota que es otro expediente y empieza a ponerse nervioso.

G. Gómez: -Veo que tuviste una infancia muy activa- comenta mientras cierra el expediente.

Héctor: -Si bueno...- se rasca la nuca mientras suelta una risa nerviosa.

G. Gómez: -No te voy a regañar por algo que ya pasó hace mucho- le dice para aliviarlo lo cual lo hace y Héctor suelta un suspiro.

Héctor: -¿Entonces para qué me trajo?- pregunta sin idea de lo que trama.

G. Gómez: -Para informarte de lo que trajiste- llama su atención y se encorva hacia delante con los codos en las rodillas y la manos juntos listo para escuchar.

-Lamentablemente no podemos reproducirlo por su gran costo y por el desconocimiento de uno de sus componentes...-.

Héctor: -¿Entonces por qué no...? Oh espere- dice analizando lo que iba a decir.

G. Gómez: -Si lo vendemos a un país con esos recursos como Rusia, China, Japón u otros. Hará que tengan un ejercito entero de super soldados, lo que causaría más guerras y nos harían a nosotros como culpables por vender la fórmula- le responde a lo que iba a preguntar.

Héctor: -Sii, tiene razón- lo admite mientras sigue analizando una solución.

G. Gómez: -Lo que tenemos planeado es usar el USP en uno de nuestros soldados y veremos si podemos igualar la balanza- le suelta el plan.

 Héctor: -Ohh- se sorprende mientras analiza eso.

G. Gómez: -Y te lo voy a dar a ti-.

Héctor: -¿¡QUÉ!?- abre por completo los ojos ante la noticia -¿P-pero por qué a mí?- le pregunta sin comprender el por qué lo eligió a él si no lleva mucho tiempo en combate.

G. Gómez: -Tu bien sabes que la guerra acabará un día aunque no sabemos que lado será victorioso, y te preguntaré, ¿Qué haría una persona con ese "poder" para cuando termine? Reclutamos a todos los que nos fuera posible sin ni siquiera revisar si tienen antecedentes criminales por lo que tal vez la mayoría podrían ser sicarios, secuestradores, asaltadores, etc. Imagínate el caos que podría causar si se lo doy a uno de ellos- Héctor le encuentra sentido a eso por todo lo que pasa en el país.

-Y si se le doy a cualquiera puede tomar ventaja sobre los demás e incluso puede corromperlo y seguir un camino donde perjudicaría a familias enteras. Por otra parte tú parece ser que llevas una vida tranquila, buenas calificaciones, buena conducta...-.

Héctor: -No... del todo- dice avergonzado para que deje de seguir.

G. Gómez: -Pero lo haces por una buena razón, para proteger. Lo que hiciste con tus amigos en Acapulco fue una razón bastante humilde para un grupo de niños- Héctor no responde ante eso.

-Y sé que harás lo correcto con el USP recorriendo tu cuerpo, incluso podrías vivir una vida tranquila sin necesidad de usarlo. Por eso te lo confío a ti- al terminar el silencio se apodera de la habitación mientras Héctor duda si aceptarlo o no pero el General vuelve a romper el silencio.

-Además, mis primeras opciones eran tus amigos ya que hasta ahora son los mejores soldados que he tenido en combate pero ellos se negaron a recibirlo argumentando que sería mejor que lo llevaras, al preguntar por qué solo me dijeron que de no hacerlo me arrepentiría ya que serias capaz de ganar esta guerra. Y por lo que he visto de lo que eres capaz de hacer, creo que tienen razón-.

Héctor: -Supongo que tienen una buena impresión en mi- soba su nuca con incomodidad y con otra risita.

G. Gómez: -¿Entonces?- pregunta en espera de su respuesta.

Héctor: -Está bien- acepta haciendo que se forme una sonrisa en la cara del General -Pero...- lo interrumpe antes de que diga algo -Como usted dijo quiero una vida tranquila, por lo que no quiero que se sepa de mi nombre ni de mi familia- le dice su único termino.

G. Gómez: -De acuerdo, entonces necesitarás un nombre en clave, ¿Cuál te gustaría usar?- Héctor se queda pensando por un momento pero luego recuerda algo que lo hace sonreír.

Héctor: -Sabe, siempre me ha gustado el nombre de Ángel-.

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