Ya había pasado un largo tiempo recorriendo todo el pueblo, estaba cansada y las uvas ya se me habían acabado.

—Hey. —trate de llamar la atención de uno de los hombres que cargaba mi trono.

—¿Si su majestad? —contesto con respeto.

—¿Cuánto tiempo va a llevar esto?

Mi cara de aburrimiento era muy notoria.

—Bueno, tenemos planeado el ritual de la reina, un banquete gigante, el bale real...—siguió mencionando de los diferentes eventos que harían.

Deje de prestarle atención con la actividad número ¿5? Ya no lo sé, perdí la cuenta.

Justo cuando estaba lamentándome por aceptar esto, a lo lejos vi una cabellera rubia y unos ojos que conocía a la perfección.

«Oh, no»

No tenía hacia donde huir, solo me quedaba aceptar mi destino.

Después de todo, una pequeña regañadita no sería nada, solo deseaba que Belcebú no le dijera nada a Maya, ahí si estaría en serios problemas.

Mientras más se acercaban pude ver una pequeña pulga que venía junto a él, de inmediato reconocí a Maya, palidecí al instante, ahora si estaba en serios problemas.

—¡Ahí viene el rey de Torden og aske! —grito y todos voltearon hacia donde apunto el hombre.

Me dejaron en el suelo con muy poco cuidado para hacerle una reverencia a Belcebú.

—¿Ahora se olvidan de su reina? —grite enojada.

Me levante como pude, observe mis posibles opciones de escapar, pero si lo pensaba bien no había escapatoria, después de todo, no podían culparme por terminar aquí, casi muero en manos de ese loco de Lionel.

—Es un honor tenerlo aquí, querido rey. —le hicieron una reverencia.

—Gracias a todos por sus recibimientos, veo que también recibieron muy bien a mi esposa, la reina de Torden og aske. —les sonrió a todos con amabilidad.

Mi mandíbula casi cae al suelo, ¿desde cuando era su esposa? Estaba segura que era su venganza, pues disfruto de mi reacción.

—¡Vivan los reyes de Torden og aske! —todos gritaron y comenzaron a celebrar.

Solo podía ver la furia en los ojos de Maya y la preocupación en los de Belcebú.

—Gala, esposa mía, ¿me acompañas? —extendió su mano hacia mí.

—Claro que sí, esposo. —al parecer mi cuerpo no reaccionaba a mi acceso.

Dude en tomarla, pero no quería que los del pueblo pensaran que le tenia miedo porque me maltrataba, luego de dudarlo un poco, tome su mano.

—Disculpen, pero la reina necesita descansar. —sonrió— Gracias a todos por su bienvenida.

Sin duda Belcebú era un rey excelente, se notaba en el respeto y el cariño que le tenía su pueblo.

—Tú y yo tenemos una larga charla, señorita. —Maya me apunto con el dedo.

—Yo hablare primero con ella. —sentencio Belce.

Maya lo fulmino con la mirada y eso pareció darle miedo.

—Es mi esposa ¿ok? Tengo derecho hablar con ella primero. —chillo.

—Pues yo llegue primero. —Maya me tomo de mi mano libre— además que no veo ningún anillo en su dedo.

—Esas excusas no son válidas. —se quejó.

Me sentía alagada que se pelaran por mí, pero ya me estaban cansado, parecían niños pequeños peleándose por quien juega con su juguete primero.

—¡Ya basta! Paz y amor. —hice un signo de corazón con mis manos.

—Silencio. —me callaron al unisonó.

Los miré con mi carita de cachorrito regañado, pude ver como Belcebú iba a ceder a mis encantos, pero Maya lo interrumpió.

—Esa cara podrá funcionar con el tonto enamorado de Belcebú, pero no conmigo. —aclaro.

—¿Y ahora yo que tengo que ver? —se hizo el indignado.

—Todo, porque si la hubieras cuidado bien no hubiera desaparecido.

Basta Maya, él no tiene la culpa de nada. —intervine.

Sabia que las palabras de mi mejor amiga le afectaban, ya era suficiente con que aún no se perdonaba la vez que Lionel me abofeteo.

🕯🕯🕯🕯

Al llegar al departamento deje a Maya en la sala de estar y me lleve a Belcebú a la habitación para hablar.

Me tomo por sorpresa que al poner un pie en la habitación me abrazara con mucha intensidad, le devolví el abrazo, necesitaba la seguridad que me hacía sentir sus brazos.

Sin poder evitarlo las lagrimas rodaron por mis mejillas, no me había dado cuenta o muy asustada que estaba.

—No sabes lo preocupado que me tenías, ángel. —acarició mi rostro limpiando las lágrimas.

—Lo sé, lo siento. —me disculpe sin poder controlar mi llanto.

—El que debe disculparse soy yo, lamento tanto no haber podido protegerte, te hicieron daño dos veces por mi culpa. —el remordimiento en su tono de voz me hacía querer llorar más.

—No es tu culpa, sabes perfectamente que me encanta estar a tu lado y me encanta poder ayudarte. —balbucee.

Me sonrío y me dejo un beso a un lado de la frente.

—Dime, ¿cómo llegaste al inframundo? —preguntó preocupado.

—Mientrashuíadelguardiameescondíenelcallejónyungatomeguíohastaspaenelinframundo. —trate de hablar, pero el llano se apoderaba de mis cuerdas vocales.

Intento disimular la gracia que le causaba no entender nada de lo que le intentaba explicar. Sujeto mi cara con ambas manos, ese acto hizo parecer que mi cara era una miniatura.

—Ángel, intenta hablar más despacio. —sugirió.

—No puedo. —susurre.

Me acurruco en su pecho, su aroma llego a lo más profundo de mi ser, sentir esa familiaridad y tranquilidad me hacía sentir segura.

—Deja de llorar mi ángel, me parte el alma verte así. —besó mi cabello— juro, juro con todo mi ser que nada volverá a pasarte, sé que te lo dije la otra ve, pero...

—Confió en ti. —lo corte.

Me dedico una sonrisa, esas sonrisas que te podían hacer morir de un infarto, pero jamás lo admitiría.

—Te extrañe mucho. —pronunció.

—También te extrañe.

—No sé si te lo había dicho antes, pero...

—Disculpen por interrumpir, —abrió la puerta de golpe— pero Gala y yo tenemos una larga conversación.

—Ya voy. —la mire mal.

Salió de la habitación y nos dejó solos de nuevo.

—¿Qué ibas a decir? —cuestioné.

—No importa, ve con ella. —me sonrió.

Le dedique una mirada asesina.

—Te amo demasiado, querida esposa.

Rápidamente sentí arder mis mejillas, traté de ocultarlo mirando hacia abajo.

—También te amo, tonto y loco Belcebú. —salí rápido de la habitación para evitar su mirada.

Al llegar a la sala Maya tenía preparada galletas y chocolate caliente.

—Como dije señorita, tenemos una larga conversación.

Me senté en el sofá con resignación.

¡Hi, aquí Ale!

Un poco tarde, lamento hacerles esperar por las ecualizaciones, pero tengo otro proyecto en mente y no me decido con cual empezar. 

Como saben estoy en el colegio y la cantidad de trabajos y ejercicios me consumen, gracias por su paciencia y apoyo.

¡AYUDEMNE A ELEGIR CON CUAL EMPEZAR!

Proyecto uno: Un cantante que juega hacer cupido y se aprovecha de su popularidad para crear un juego que junta parejas, y aprovecha esto para salir con la chica que le gusta. Géneros: romance/humor.

Proyecto número dos: Una oficial de policía que la encargan infiltrarse en un psiquiátrico para mantener vigilado a un chico que asesino a una persona y creen que finge tener "trastorno de identidad disociativo" él mata por placer, ella, por venganza. Géneros: romance/misterio.

Los quiere 

Ale🕯