Ella llevaba puesto el anillo de compromiso. Fue lo segundo que vi al correr a ellos, lo otro fue el sitio en donde había sido impactada.
Una sola bala y en un costado de su vientre.
Mi mirada solo esta puesta en la puerta cerrada desde hace varios minutos. Cara y Gino están en cirugía, no tenemos información de ningún tipo, pueda que el único alivio que tenemos es que Gabriela y Thomas están cada uno acompañándolos.
—La espera es infernal—habla Gadien mientras se pasea de un lado a otro.
Yo sigo apoyado en la pared justo frente al sitio, en donde imagino debe salir alguno de los dos. Solo Gerald ha ido a la estación acompañando a Claid, porque nadie quiso despegarse de ese lugar.
De momento, es imposible saber algo sobre el ataque, dos autos oscuros, vidrios polarizados y sin placas. No lo siguieron, los escoltas no tienen registros de ello, fueron atacados por sorpresa.
—¿No lograste ver nada? —pregunta mi padre y niego.
Todo ocurrió demasiado rápido, el que si vio todo fue Gino. Lo sé porque alcanzo a proteger con su cuerpo a Cara, estaba de frente a sus agresores.
—Estaba feliz, no dejó de cantar en la ducha —le escucho decir a Rose.
Casi todos tienen una anécdota de su particular buen humor el día de hoy. Yo no tengo ninguna ¿Cuándo fue la última vez que hablé con él? no lo recuerdo y dudo que fuera importante, pues de ser así, lo recordara. Con Cara fue esta mañana, estaba feliz porque hablaba mas seguido con su padre.
El respingo de mi madre me hace ver lo que ha llamado su atención y vemos al cirujano, con su traje ensangrentado. Las preguntas sobre el estado de ambos son en coro, yo no logro hacer una pregunta coherente. Tengo atravesado en mi garganta el llanto que no logro sacar.
—La Chica esta estable, la bala entró y salió. —empieza a decir y cierro los ojos mientras doy una plegaria silenciosa —lamentablemente había perdido mucha sangre y nos fue imposible...
Uno de mis hijos ha muerto...
Cierro los ojos mientras mamá me abraza y mi padre me pide tener valor. Ella necesita que hoy sea valiente ¿Es acaso esto un chiste cruel? Justo cuando ella decide ser mi esposa la vida nos golpea de esta manera.
—¿Cómo están los dos? —pregunto con Voz irreconocible.
—Él logró protegerla...podrá verla en unas horas. Con Gino la historia es mas complicada, les pido sean valientes.
El llanto que sigue desgarra en pedazos el alma de todos. La manera que tiene el cirujano de explicarnos lo delicado de su situación es difícil de aceptar. Gino está en una habitación oscura sin puertas, ni ventanas, es imposible que salga de allí.
Nos dice entre otras cosas que nos darán la oportunidad para despedirnos de él. Es difícil dar con exactitud la hora de su muerte, puede ser horas o minutos.
—Nada es más inexacta que la ciencia médica —la tía Veruzka alza su voz por encima de todos —son palabras de mi hijo...
—Señora...
—¡No! —le interrumpe dando un paso al frente con el tío Gino sosteniendo sus manos —no voy a despedirme de mi hijo... entraré allí a visitarle —nos mira a todos con rostro bañado en llanto mientras ordena—no vamos a despedirnos, tienen prohibido entrar allí sin una voz de aliento.
Yo no puedo entrar de esa manera, el sentimiento de culpa es grande. No olvido que inicialmente no quería a mis hijos, en algún instante me vi renegando de ellos.
Y Gino, el puso su pecho, recibió todas las balas. Nos demostró a todos que no mentía cuando decía que daría su vida por uno de los suyos. Incapaz de ver a los demás a los ojos, me hago a un lado. Todo lo que esta pasando, es por mi culpa, por permitir en mi vida a Ainice.
—Debes ser fuerte, —habla mi hermano sentándose a mi lado.
—Todo esto es mi culpa —confieso y le veo a los ojos —Yo traje el mal a ustedes. Si el muere, yo tendré...
—Ya escuchaste a la tía... él no está muerto aún. —me interrumpe —hiciste lo correcto, fuiste con Claid y le contaste lo que sospechabas. Ella nos engañó a todos...
—No a nuestra madre —le interrumpo y la veo en este instante a ella abrazar a la tía Veruzka y a papá al tío Gino.
—Solo al final, recuerdo que al principio la amaba —sonrió ante el recuerdo de una Laura sin saber donde poner a quien consideraba su futura yerna —¿Le has dicho a su padre?
Por mi cabeza desfilan como en una cinta a blanco y negro nuestros momentos juntos. Él y Rose me ayudaron a tomar la decisión de invitar a Ainice a la fiesta, le reté en muchas ocasiones en sus inicios de compromiso con Rose y luego al casarse.
—Cuando hable con ella, ella querrá ser quien lo haga. —digo viendo llegar a la tía Gina seguida de Antonio y los chicos. —¿Quién murió, Giulio o Giorgio? ¿Cómo decidimos quien vive y quien muere?
Mi pregunta puede ser tonta para algunos, pero llena de significado para mí y Cara. Decidir que nombre llevará nuestro hijo, es sepultar al otro.
—Se que es difícil y no puedo ni imaginarme como te sientes. Pero, no puedes entrar a esa habitación roto. Ella te necesita completo y fuerte, algunas veces querrás salir corriendo, olvidarte de todo... cuando eso ocurra, recuerda que ella te necesita y es la mejor medicina te lo aseguro.
Habla en base a su experiencia, él tuvo mucho tiempo en que creyó muertos a su esposa e hijos. Nadie mejor que él para saber como me siento en ese instante. Mi primo se debate entre la vida y la muerte, he perdido a uno de mis hijos y el otro podría correr la misma suerte.
¿Qué puede ser peor?
—Señor Doyle—llama una enfermera —por aquí por favor.
Sigo sus pasos dejando atrás el peor de los ambientes. Tropiezo de frente con Thomas quien viene de la mano de Gabriela. Ambos tienen el rostro mojado, ojos rojos y el reflejo de la derrota.
—Hice todo lo que pude... intenté —su cuerpo empieza a temblar con violencia y me acerco a ella —no pude hacer nada por él ¿Cómo puedo mirarte a los ojos ahora?
—Como la mujer que me permitió tener en mis brazos a mi hijo y casarse con la mujer que amo —hablo seguro —no actúes como si tu empuñaras esa arma, que no fue asi.
Observo a Thomas a quien imagino estuvo en la cirugía de Gino. Sin saber los detalles de esa cirugía, estoy seguro hizo un buen trabajo por lo que le digo.
—Gracias, por traerlo de vuelta...—estrecha mi mano y le entrego a su esposa que no deja de llorar.
Ella debería sentirse orgullosa de lo que hizo, hace dos meses atrás dio a luz a su hijo. Ello no fue impedimento para estar al frente de la cirugía que le salvo la vida a Cara.
Diez minutos después estoy entrando a su habitación, esta despierta con la vista apuntando a la entrada de la habitación y llora al verme entrar. Con los ojos hinchados de tanto llorar y una mano en su vientre me espera. Nada más difícil que fingir ser fuerte, cuando todo a tu alrededor se cae a pedazos.
Su barbilla tiembla al decir...
—SE fue... él no soportó. —detengo mis pasos justo a su lado y tomo su mano entre las mías.
—Shhh... no te alteres —le digo besando sus manos.
—Si el muere...
—No va a morir, porque tiene a una madre valiente —le interrumpo —necesitas de mucho amor y cuidado... dentro de poco estaremos en casa.
—¿Y él? —ella no puede saber la verdad, su estado de salud es delicado me lo han advertido.
—Mejorando —le miento por primera vez —mejor no hables... no puedes esforzarte.
—No hay razón para casarte conmigo.... si el también muere.
—Te equivocas... sin importar el resultado eres la madre de mis hijos y te amo.
Cinco días después ...
Si bien, el estado de salud de Gino no cambia, que no empeore es una buena señal. Rose intercala el cuidado de él, con sus hijos. Cara de a poco ha logrado estabilizarse, al igual que Rose no me alejo de ella. Mi madre me reemplaza de vez en cuando, pero me es imposible descansar sabiendo que ambos están en el hospital.
Cuando Cara se ha dormido salgo a los pasillos en búsqueda de información sobre Gino. Alrededor del tío Gino están el grupo de hombres, los llamados ancianos.
—Les agradezco el interés, pero mi hijo no ha muerto y yo tampoco.
—El cargo no puede estar en el limbo, alguien debe quedar a cargo...
—¿Quién esta delante de ti Terry? —exclama enfadado. —¿Quién soy Terry? ¡Respóndeme!
Mis primos y padres rodean a mi tío, yo avanzo hacia ellos a pasos rápidos. Son alrededor de diez personas, todas ellas mayores de edad. Las reconozco como a las que le fueron retiradas las tierras cuando se encontraron las pinturas.
—Entregaste el cargo hace mucho tiempo...
—Pero no he muerto —le interrumpe y señala detrás de él — mis hermanos o sus hijos...
—Sabes que...
En todos los años de vida, nunca he visto al tío Gino actuar de esa manera. Detrás de él, los demás le escoltan sin hacer o decir nada. Que lleguen hasta el hospital solo para esto, causa enojo en todos.
—De una cosa pueden estar seguro, ninguno de ustedes pisara mi hogar. Tendrán que matarnos a todos para que ello suceda. — vuelve a interrumpir alzando el dedo hacia todos
Sonríen mirándose entre sí, es increíble que no tengan consideración por lo que estamos pasando.
—Gerald, Gael y Gadien, —les señala —hay dudas que sean Doyle. Ustedes tres están muy ancianos, por más que lo deseen no vivirán eternamente.
—Solo de un primogénito sale el custodio. Ello pone en línea directa a Gian ¿No? —pregunta mirando a cada uno de ellos —En un caso hipotético que mi hijo muera (que no sucederá), alguien ocupará el cargo mientras el pequeño tiene la edad correspondiente...
—De eso exactamente estamos hablando...
—Dentro de mi linaje... —su voz sale aún más fuerte al concluir, en ese punto es notorio el enojo y sabiamente guardan silencio un instante.
—Gabriela puede estar a cargo mientras ello ocurre. —explica papá dando un paso al frente —Gael no es tan ... obsoleto —sonríe al ver a su hermano y este afirma —de todas maneras, fue quien heredó del abuelo Ganzel todo cuanto poseía.
No he visto a nadie mas derrotado que esos imbéciles en ese instante. Si la situación no fuera tan delicada o mi mujer y mi hermano no se estuvieran jugando la vida, perpetuaría esa imagen en una instantánea para la posteridad.
—Gracias a la inyección de capital que le dio a la destilería, el whisky esta posicionado en un estatus alto. —sigue diciendo Gadien y yo me mantengo al margen de esa discusión por considerarla ajena a mi —por algo la están peleando ¿No?
El tío finaliza diciéndoles que, mientras este vivo, ninguno de ellos tocara el título de custodio. En adelante recurre a aquella cláusula que no ha querido tocar por consideración... pedirá el control absoluto Doyle-Turner. Y se basa en un hecho muy puntual, hace doce años tras el matrimonio de Gino y Rose. Las pinturas fueron devueltas y con ello el control de las leyes, propiedades y de la misma destilería.
—Tendré el poder absoluto, tal cual lo tuvo... Gedael en su época. —puntualiza —ahora si me permiten... los quiero a todos fuera de este hospital, de mi destilería y de mis tierras. En adelante la persona a cargo es Guido Doyle Fletcher, por que asi lo decido.
Me quedo en una pieza al escuchar aquello y todos ven en mi dirección sonrientes. No espera por respuestas y ellos parecen no tener mucho que decir. Sus rostros están pálidos y cuerpos inmóviles dando la apariencia de fotografías.
—Estoy seguro mi hijo lo querría asi —me dice la pasar por mi lado.
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