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El corazón se le rompió, más que cuando Nicolás la había usado, mucho más que ninguna otra vez, ¿por qué? Porque ahora sí estaba tan profundamente enamorada, como siempre esperó estarlo.
-¿Cuándo pasó eso?
-Hace dos semanas. Estuvimos mucho tiempo juntos y empezamos a gustarnos y...
-Ya. Ya, está bien.- No quería seguir escuchando como el amor de su vida había logrado enredarse con otra chica. Tiffany había sido astuta, había logrado envolverlo en tan sólo 3 meses de vacaciones.
-Kenedy...
-Vamos a comer, ahora sí tengo mucha hambre.- Empezó a caminar mientras ahogaba las lágrimas y decidía comprar medía cafetería, llenándose de frituras y golosinas para concentrarse en comer y que el azúcar la ayudara a no entrar en depresión.
-Al menos compra comida, no puro mugrero.
-Deja mi mugrero en paz.- Todo el resto del día trató de ser como antes, pero no podía, necesitaba llorar y sacar todo su dolor y decepción. Ahora ella era la que estaba callada, dejó de participar y hacer sus bromas; se apagó por unos momentos.
A la salida se fue sin despedir de nadie, ni siquiera se molestó es esperar a Malek y él decidió darle su espacio.
Al llegar a casa lloró todo lo que pudo encerrada en su cuarto. Puso música para aumentar el sentimiento de dolor, de traición. ¿Para qué le había dicho tantas cosas bonitas si no las sentía? Él estaba enamorado de otra, de otra que estaba a mucha distancia. Eso era.
Tiffany estaba lejos de Malek, ahora era el turno de Ken, era su momento para atacar tal y como ella lo había hecho antes. El tiempo juntos aumentaría, haciendo que volviera ese cariño que le tenía y así, terminaría con la otra chica.
A pesar de que tenía una solución viable, no pudo evitar seguir llorando, se suponía que iban a estar juntos, y ahora todo se estaba atrasando por culpa de una tipa que se había logrado colar entre los ojos de Malek.
Los meses pasaban y aunque se la pasaban abrazados y siempre juntos, no lograba hacer que la amara como antes. Siempre había una Tiffany que los distanciaba, que hacía que los besos en los labios no se concretaran, que sus paseos agarrados de las manos se interrumpieran.
Un mes antes de las vacaciones ya estaba cansada, harta y molesta de que para todo sacara a relucir a Tiffany.
"Sí sé poner un pasador, Tiffany me enseñó." "La otra vez Tiffany y yo comimos esto." "Tiffany, Tiffany, Tiffany."
-Ya es suficiente, estamos nosotros dos ¿de acuerdo? Kenedy y Malek. No la otra tipa.
-Perdón, es que es...
-Tú novia, ya lo sé, lo tengo muy claro, gracias.- Ella se levantó de la mesa y tomó su botella con agua y mochila para salir de la biblioteca muy molesta y con las lágrimas al borde de sus ojos. Al sentir el aire fresco se sintió un poco mejor y aprovechó a sentarse un rato a pensar en sí de verdad iba a poder con esto.
-Vamos, demos un paseo.- Malek estaba frente a ella con su mochila puesta. No habían tenido la última hora, por lo que habían salido temprano, sin embargo, Kenedy adoraba leer, así que aprovechaba a ir a la biblioteca que nadie usaba; Malek la acompañaba para estar con ella y pasar el rato juntos.- Por favor.- Kenedy sólo lo observaba sin ánimos, se sentía triste y no necesitaba pasar más tiempo con él para aumentar el dolor.- Kenedy, vamos.- De mala gana se levantó y empezó a caminar hacia afuera de la escuela.
Sus pasos eran lentos pero firmes, no deseaba escucharlo pero al mismo tiempo deseaba saber que era lo que tenía que decir al respecto. Dio vuelta en una esquina y sólo escuchaba los pasos de Malek detrás de ella. De nuevo otra vuelta y quedaron caminando en una calle sin pavimentar con unas cuantas casas en ella.
-Ni si quiera sé con qué empezar. De verdad lo siento.
-No creo que lo sientas. ¿O acaso te arrepientes de estar con Tiffany?- Kenedy se dio la vuelta y lo encaró, se acercó lentamente a él esperando su respuesta.- ¿Te arrepientes de no estar conmigo?- Sus miradas solamente se conectaban mientras no se decían ni una sola palabra. La vista de Malek se dirigió a sus labios y en un impulso la tomó del rostro y la besó.
Ese beso fue tan desesperado y tan anhelado, sus dientes chocaban y sus narices se pegaban; sus labios no paraban mientras Kenedy se sentía realizada. No se podía decir que Malek tampoco quería ese momento, él había estado buscando la oportunidad de decirle a Kenedy que la amaba, pero que lo suyo no podía ser, porque el amor que le tenía no era el mismo que sentía por Tiffany.
-No quiero que me dejes, quédate conmigo. Por favor.- En cuanto se separaron, Ken pegó su frente con la de él y le suplicó que no volviera al lugar en donde su novia estaba para que ellos pudieran ser felices.
-No pienses en eso. Estoy aquí, contigo.- Se dieron un abrazo seguido de más besos y una caminata tomados de la mano, sintiendo que todo estaba bien y que las cosas mejorarían.
Sin embargo, ese mismo fin de semana, Malek se fue de la ciudad de nuevo, abandonando a Kenedy una vez más sin que ella se diera cuenta. Prefirió no contestarle ningún tipo de comunicación mientras pensaba como iba a decirle que ya no volvería más a la ciudad.
Por su parte, la chica esperaba a que fuera lunes para poderse ver de nuevo, había decido que esta vez las cosas serían diferentes y le diría todo lo que sentía de una vez por todas. Lo convencería de quedarse con ella para siempre y estar juntos para poder complementarse y ser felices, como debió ser desde un principio.
Al llegar el inicio de semana y ver que no llegaba, supuso que algo andaba mal, esa situación de esperarlo y que no llegara ya había pasado y había tenido un mismo motivo.
En cuanto llegó a su casa, le marcó cuatro veces hasta que por fin le contestó sin ganas.
-Te fuiste, ¿verdad?- Malek no contestó nada, no dijo ni una palabra, sentía vergüenza.-¿Por qué me hiciste eso?- La voz se le empezaba a quebrar a pesar de que estaba haciendo todo el esfuerzo posible por no llorar.- Malek, dime algo.
-Perdóname Kenedy, pero estuvo planeado que me vendría a Valle Bajo desde las vacaciones de verano. Me voy a quedar aquí ya.
-¿Y no pudiste decirme nada? Te odio.- De inmediato colgó la llamada y segundos después su celular comenzó a vibrar con la llegada de varios mensajes de Malek disculpándose por haberla ilusionado de nuevo.
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