Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 8

- No, no voy.

- Sí vas - entonces ella se alejó con el caballo hasta donde aún se encontraba algunas personas del grupo, el resto ya se posicionaba bajo un grande árbol, protegiéndose del sol, sólo esperando por ella.

Lisa se aproximó nuevamente de mí, estirando su caballo blanco por las riendas:

- Móntalo.

- Estás de broma, no?! - Dije. - Sabes muy bien que éste animal me odia, no me dejó montarlo.

- No te preocupes, ella va a dejarla montar ésta vez. - Entonces ella se aproximó peligrosamente de mí.- Yo voy a ayudarte a montar.

- Pero Lisa yo no cabalgo hace mucho tiempo y éste...

- Mira, comience tratándola como niña, o Missy, que es su nombre - habló ella mientras acomodaba la yegua muy cerca de mí.

- Lisa, yo no voy a montar éste... Ésta yegua - hablé decidida.

Lisa continuó allí, esperando ya cogiendo el apoyo para los pies de la celda:

- Ponga el pie derecho aquí, dé un impulso y pase la pierna izquierda para encima de ella, venga - ella me encaraba de un modo provocativo e irritantemente seductor.

Yo fui.

Coloqué el pie, aún insegura. Agarré la silla con firmeza entonces Lisa se posicionó atrás de mí y agarró mi cintura:

- No vas a caer ésta vez, estoy aquí - yo me derretí enterita y ella percibiendo, dijo: - No pierdas la concentración mi linda, suba.

Di un impulso y salté encima del animal, sentí una de las manos de Lisa deslizar rápidamente, palpando mi trasero.

- Disculpa - dijo ella con una sonrisa traviesa en el rostro, cuando yo ya me acomodaba sobre la yegua.

Quedé mirándola sintiendo dentro de mí una alegría casi palpable.

- Y ahora? - pregunté intentando disfrazar mis sensaciones adolescentes.

- Ahora agarre firmemente las riendas, ok!

- Pero como yo hago para ella obedecerme, Lisa? Yo hablé en serio cuando dije que no cabalgo hace mucho tiempo. Desde niña.

Entonces Lisa montó en el caballo marrón y se aproximó de mí:

- No te preocupes, no vas a necesitar guiarla, ella me seguirá - dijo ella levantando la barbilla.

Yo no me contuve y reí.

- Estas haciendo trampa sabías?!- dije. - Ésta yegua te quiere tanto así?

- En verdad, ella sí me quiere tanto así. Pero no es exactamente a mí que a ella le gusta seguir- entonces ella acarició el cuello del caballo en el cual estaba montada. - A ella le gusta seguir al novio.

Oímos Yang llamar a todos allí cerca del árbol, entonces Lisa dijo:

- No te preocupes, ok. Confíe en mí.

Entonces ella siguió en frente y sin que yo hiciera movimiento alguno, Missy la siguió.

- No tienes vergüenza de quedar corriendo atrás de un caballo? - pregunté a la yegua como si ella pudiera responderme.

Miré la silueta de Lisa sobre aquel caballo, sus cabellos ahora secos y más brillantes ofuscaban el brillo del sol. Comenté con Missy:

- Estoy comportándome igualita a ti, no? Somos dos sinvergüenzas!

Balanceé la cabeza indignada. "Yo realmente debo haber enloquecido, ahora hablo con animales!"

El grupo seguía por el campo abierto. Yo iba bien atrás, era la última. Por varias veces xukun y vincenzo intentaron acompañarme y en esos momentos Lisa pasaba con su caballo bien delante de nosotros y seguía para el otro lado. Missy inmediatamente hacía lo mismo y yo iba a parar del lado opuesto de donde ellos estaban. Entonces ella se volteaba para mí, me guiñaba un ojo y seguía un poco al frente.

Yo estaba divirtiéndome, el lugar se hacía un cuento de hadas, una tierra mágica, donde todo podía suceder.

Me vi sonriendo para el canto de los pájaros, feliz como hace muchos años no me sentía. Sin embargo, el coqueteo entre Lisa y yo, nuestras miradas furtivas, cómplices era lo que realmente dejaba todo tan lindo, tan perfecto.

Pasamos entonces para una trilla, entramos en el bosque cerrado.

Al principio yo me asusté, parecía que Missy me derribaría a cualquier instante, yo me sentía insegura sobre la silla, sin embargo Lisa no desviaba los ojos de mí, y en ese tramo ella quedó delante de mi todo el tiempo, siempre mirando para atrás.

Todos conversaban animadamente cuando pasamos por un espacio un poco más abierto, Lisa quedó a mi lado:

-Todo bien? - me preguntó mirando en los ojos.

El escalofrío en la espina fue incontrolable.

- Sí, pero estoy sintiendo dolores en el cuerpo. Como te dije, no cabalgo hace mucho tiempo:

- No ponga la culpa en Missy por sus dolores en el cuerpo - dijo ella con una falsa expresión de irritación. - Ella no tiene la culpa si pasaste la noche entera moviendo su bello y delicioso cuerpo!

Yo sentí mi rostro quemar.

Bajé los ojos apenada. Yo parecía una adolescente delante de sus primeras experiencias románticas.

- Para con eso, Lisa - dije casi en un susurro, mirándola nuevamente.

Lisa hizo con que su caballo casi pegara en Missy, nuestras piernas se encostaron y ella dijo:

- No me mires de esa manera, yo puedo provocar un escándalo aquí y ahora! - dijo con los ojos brillantes, yo percibí que su rostro también ruborizado. Yo veía el deseo estampado en el rostro de ella, e inmediatamente mi cuerpo todo reaccionó.

- Lisa!- alguien gritó.

Ambas nos volteamos para atrás y entonces me encontré con un caballo maravilloso, todo negro, con porte majestuoso. Sobre él venía un hombre de porte tan perfecto cuanto al del caballo. Usaba sombrero y ropas de vaquero, camisa a cuadros azul oscura, pantalones negros y botas marrones bien lustrosas. Venía a galope con una sonrisa que yo inmediatamente identifiqué como el de un chico propaganda.

Cuando paró bien delante de nosotras, yo pude ver lo cuánto él era lindo. Cabellos muy castaños, ojos claros. Rostro bronceado y su sonrisa era encantadora. Él quitó el sombrero y habló:

- Estoy corriendo atrás de ustedes hace quince minutos, nena! - dijo él mirando directamente para mí. - Buenas tardes, señorita.

- Buenas tardes - dije con una sonrisa, sin embargo un mirar inquisitivo. Yo aún no había visto aquel hombre.

- Ya fuiste más rápido, vaquero! - dijo Lisa con una sonrisa iluminada.

Yo la miré sorprendida, ella sin embargo continuaba a mirar para el hombre.

- Nena, sabes que no puedes conmigo! - dijo él aproximándose peligrosamente de ella, los ojos de él brillaron al encararla.

Por una fracción de segundos las miradas parecieron tan íntimos que me sentí consternada en estar allí.

Yo odié la escena. Quise alejarme, sin embargo Missy no movió un músculo.

- Usted debe ser la señorita jennie, correcto? - preguntó él alejándose de Lisa y extendiéndome la mano. - Soy kim jongin, pero mejor llamame Kai preciosa.

- Hola. Y estás en lo correcto - hablé apretando su mano con firmeza, él me encaró en los ojos y su sonrisa de repente para mí se hizo una sombra en mi bella tarde.

- Vas a cabalgar con nosotras? - pregunté intentando disfrazar mi contrariedad.

- Sí, pero antes necesito hablar un rato con esta delicia aquí - dijo él aproximándose más de Lisa.

"De donde surgió éste imbécil?!", cuestioné en mis pensamientos. Yo no lo quería cerca de ella, yo no quería nadie entre nosotras, no en aquel momento, no cuando estábamos a sólo algunas horas del fin. De que termine la magia. Del retorno a la realidad.

Lisa me miró de manera tranquilizadora:

- Espere por mí un minuto, sí!- dijo ella desmontando su caballo y amarrando en el árbol más próximo, Missy inmediatamente se aproximó del caballo.

"...yegua idiota!".

Yo quería salir de allí, correr junto al resto del grupo, que a esta altura ya desaparecía en el bosque.

Vi Lisa alejarse al lado del hombre, que era mucho más alto que ella, parecía tener más o menos cuarenta años. Y la intimidad que parecía existir entre ellos me dejó perturbada.

- Quién es él Missy? - pregunté a la yegua que devoraba el pasto verde sin al menos sacudirse con mi angustia.

Suspiré resignada.

Vi a lo lejos algunos gestos de Lisa, vi ella quitar y recolocar el sombrero en la cabeza unas dos veces y por fin yo la vi volver.

Kai mantenía la sonrisa jovial y animado, sin embargo la mirada furtivo de él sobre ella me alcanzó como una bofetada, Lisa no retribuyó la mirada, su semblante era sereno.

- Vamos a ver lo que éste animal puede hacer! - dijo Lisa al llegar muy cerca y montar en el caballo negro de kai.

Sentí un frío repentino en todo el cuerpo:

- Donde vas? Que piensas que está haciendo? - pregunté sin conseguir contener el temblor en la voz, pero intentando mantener mi tono autoritario de siempre.

Lisa no me miró directamente al responder.

-Tengo un problema para resolver ahora, necesito volver - ella encaró mis ojos, vi misterio en ellos. - Continúe su paseo y buen provecho.

Entonces ella se alejó.

Yo quedé mirando ella desaparecer por entre los árboles y con ella todo el brillo de aquel día.

- Hey! - oí Kai ya montado en el caballo marrón a mi lado. - Está todo bien contigo? - preguntó él con una expresión preocupada en los ojos.

- Que dijiste? - pregunté intentando volver a la realidad, intentando controlar el monstruo que se formaba dentro de mí, que intentaba sofocarme.

- Pregunté si podemos continuar, tenemos un largo camino hasta lo alto de la colina.

Balanceé la cabeza, quería alejar las nubes que oscurecían mi visión:

- Sí, podemos - dije mecánicamente.

Por un largo tramo yo intenté mantener una conversación agradable con él, a fin de cuenta él era simpático, sin embargo mi irritación con Lisa sólo hacía aumentar. Ella me había abandonado, ella me había descartado simplemente, como una cualquiera. Yo estaba sintiéndome herida. Había algo entre los dos...

Apenas oía lo que kai decía, hasta que el nombre de Lisa surgió:

- Ella es la mejor veterinaria de éste lugar, y un cliente necesita mucho de ella ahora - dijo él.

- Veterinaria? - pregunté.

Me di cuenta de que yo jamás había tenido la curiosidad en saber lo que Lisa hacía allí. Algo que normalmente era la primera cosa a saberse en una relación, en mis relaciones.

"Pero qué relación?". Yo no podía creer en mis propios pensamientos. "No hay relación alguna entre nosotras!".

"Mientras menos yo sepa de ella mejor".

Suspiré afligida.

- Está todo bien? - preguntó nuevamente kai parando su caballo.

Yo no aguanté más:

- No - dije irritada. - Quiero bajar de éste animal, ya no aguanto más, estoy dolorida.

- Ok, voy a llevarla de vuelta, yo sólo... - en ese momento el sonido de un bip lo interrumpió.

Kai sacó de la cintura una especie de celular antiguo, que inmediatamente percibí que se trataba de una radio.

- Diga - dijo él con el aparato bien cerca a la boca.

Hizo entonces una señal de espera para mí y se alejó con su caballo unos cuatro metros. Yo ya estaba furiosa, sintiéndome como una completa idiota, dependiente de los otros, dependiente de un animal.

"Basta!"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro