Mientras tomábamos el café maravilloso que Clara había preparado, ella narró para mí todo lo que había ocurrido desde que yo había dejado el rancho. Eso porque, Lisa no había dicho nada acerca de Kai.

Y yo tuve miedo de preguntar.

Fue su mamá quien dijo que horas tras yo levantar vuelo, Lisa fue directo a ella desesperada con lo que sentía.

Clara la sorprendió diciendo que ya lo había percibido.

En aquella tarde de la cabalgada, cuando kai había surgido y llamó a lisa, él le había pedido su caballo, quería aproximarse de mí. Ella se sorprendió con eso y quiso contrariarlo, sin embargo, antes que dijera algo, él, todo entusiasmado, comentó que yo era la mujer con la cual se casaría.

-- Sentí el suelo desaparecer de mis pies, por otro lado, él sonreía como un niño animado. Me miró por algún tiempo, creo que dejé trasparecer mi perturbación, y él entendió de otra manera. Entonces, todo animado, dijo: Si me aceptas, desisto de esa boda arreglada y me quedo contigo, nena.

-- Inmediatamente lo encaré y me pregunté mil cosas. Y una de ellas, era el porqué de no haberme dicho lo que estaba pasando.

Cuando Lisa hizo ese comentario, suspiré resignada.

Agarró mis manos sobre la mesa:

-- Pero al final, yo no podía hacer nada, era claro que tú no pertenecías a mi mundo. Boda arreglada por interés es cosa de rico.

Escuchaba todo el relato con el corazón a los saltos, las revelaciones sobre aquel día causaban en mi pecho un calor increíble. Comenzaba a sentirme leve, los ojos de ella clavados en mí mientras hablaba, hacía con que yo sintiera lo cuánto era intenso también para ella.

Continuó:

-- Cuando supe de tu desaparición, quedé desesperada.

-- Ésta niña no escuchó a más nadie, y salió hecho una loca atrás de ti -- interrumpió Clara contrariada.

-- Estaba con rabia de él y cuando percibí toda tu irritación conmigo allá en casa, deduje que realmente tú estabas en el rancho para quedar con kai. No había razón para tanta rabia. Sentí que te querías ir, y parecías estar loca para librarse de mí. Entonces yo... Fui mala.

En ese momento ella sonrió y me guiñó. Clara parecía haber entendido y comenzó a recoger las cosas de la mesa, Lisa se aproximó más:

--Te prendí en mi casa. Quería tenerla nuevamente de todas maneras, estaba perturbada con todo aquello... Yo... Descubrí en aquel momento que yo estaba enamorada y te necesitaba, al menos por una última vez.

Sus últimas palabras fueron casi susurradas. Suspiré profundamente y llevé el pelo para atrás intentando controlar el impulso de tomarla en mis brazos allí mismo, pero quería oír el resto de la historia:

-- Cuando dijiste que no querías hablar sobre nada en la mañana siguiente, tragué todo lo que, en la condición de una desesperada, pretendía decir. Constaté entonces que aquella había sido tu despedida de soltera.

-- Estaba enferma de celos, lis -- hablé medio apenada. -- No sabía lidiar con eso, estaba fuera de mí.

Ella sonrió y me guiñó.

-- Si al menos lo soñara... -- comentó.

No sabía exactamente que decir a ella en aquel momento. Tantas informaciones, tantas conclusiones equivocadas, tantos desentendimientos, tantas lágrimas, tanto dolor!

-- No puedo creer que podríamos haber resuelto todo allá mismo, en el rancho. Haber quedado juntas -- dije pensativa.

-- Creo que en aquel momento, aún tenías muchos conflictos, cariño -- dijo ella balanceando negativamente la cabeza. -- Era mucha locura junta para ser resuelta en tan poco tiempo. Creo que necesitabas pasar un tiempo lejos de mí.

Entonces, aproximó el rostro del mío.

-- Necesitabas echarme de menos.

No resistí aquella mirada traviesa de ella y le di un beso rápido en los labios, mientras Clara se encontraba de espalda lavando la vajilla.

El restante de la historia fue contado en partes por Lisa, y en otras, por Clara.
Contaron que Lisa había pasado por momentos muy difíciles en los brazos de la madre, y en un fin de semana de ocio, se había juntado a otros empleados del rancho para una rueda de guitarra, algo que acostumbraban hacer en las noches de luna llena. Y en esa noche, Lisa bebió con ellos como jamás había. Durante la madrugada kai se juntó a ellos, como Lisa ya se encontraba embriagada, continuó allí soportando su presencia irritante.

Entonces, alguien comentó con él si ya había providenciado su despedida de soltero, al que él respondió que sí. Lisa se mantenía en silencio, cuando alguien hizo una broma: "Además de recuperar el rancho ganaste aquella guapetona de premio."

-- Fue cómo si todo el alcohol que yo había consumido hasta allí, se evaporara de mi cuerpo -- narró Lisa. - Me enderecé y atenta oí el resto de la historia, que él contó abiertamente por el exceso de la bebida.

-- kai conoció tu padre en una mesa de póquer. Tu padre se interesó por su comportamiento peculiar, su manera natural y rudo de ser, en medio de tanta gente trajeada. Buena apariencia, inteligente hasta, y rico. Vio en él el marido más improbable que podría imaginar para su hija.

-- Era perfecto. Más perfecto, aún cuando supo que el rancho de kai estaba con muchas deudas.

-- Entonces él me hizo la propuesta -- dijo él a Lisa con la voz derretida: Conquiste mi hija, cásate con ella y no tendrás más problemas financieros por el resto de tu vida.

Mientras Lisa asimilaba las palabras de él, lo oía continuar:

-- Pero parece que ella anda medio arisca, el viejo pidió para yo dar un tiempo para la cabrita.

-- Al oír eso yo no me contuve, entonces discutimos, agarré mis cosas y dejé el rancho junto con mi mamá -- dijo ella rápidamente. -- Te busqué, y fin de la historia.

Clara vino hecho una loca de la cocina y dijo:

-- Estás olvidándote de contar a ella lo que hiciste cuando él dijo: "Estoy loco para domar aquella potranca!" -- dijo en una voz tosca intentando imitar a kai.

-- Mamá! -- soltó Lisa encarando la madre. -- No necesitas contar los detalles.

-- Sí lo necesitas -- dije seriamente encarando los ojos irritados de ella.

-- Ya no importa, mi ángel! -- comentó. -- Sólo te hará irritar.

-- Continúe, por favor, Clara.

Clara entonces comentó que en el exacto momento en que escuchó la frase, Lisa avanzó sobre él y le propinó varios puñetazos y puntapiés, hasta ser contenida por varios empleados asustados.

Entonces, en ese momento, uno de los campesinos comentó que Lisa estaba celosa. Como ella no dijo nada en su defensa, la historia se confirmó.

Lisa empacó sus cosas y en la misma noche las dos dejaron el rancho.

Mientras Clara comentaba sobre los animales que Lisa había sido obligada a dejar allá, veía el brillo en sus ojos, la humedad de ellos, ahora era mi vez de acariciar sus manos.

El resto de la historia yo ya sabía, Lisa me buscó para contarme todo -- y decir que me amaba --, pero yo no la escuché. Supe también que Lisa podría haber ido para otro rancho cerca de donde vivían, o para la clínica del centro de la ciudad donde vivía, pero quería estar donde yo estuviera.

-- Tenía un plan -- dijo ella levantando la barbilla.

-- Y cuál era? -- pregunté curiosa.

-- Correr atrás de ti, y no perderla de vista.

Sin conseguir contenerme, la besé en frente de Clara. Ella, por su parte, sonreía para nosotras, como se fuéramos personajes de su novela favorita.

-- Quedé en la casa que tengo allá mismo pero en la ciudad, y esta niña vendió la clínica que tenía allá y alquiló aquí.

-- jisoo hacía tiempo que me llamaba invitándome para venir y abrir la clínica.

Me volví para ella, curiosa:

-- Tú y jisoo se conocen hace cuánto tiempo? -- pregunté como que no queriendo nada, no conteniendo la puntada de celos. Eso hizo lisa mirar para la madre.

Clara rió.

-- Ella es mi prima -- dijo Lisa. -- No te preocupes, nunca estuvimos juntas... Ella es bien casada, adoro a mi primo también - me guiñó con una sonrisa traviesa.

Me sentí avergonzada, pero aliviada.

-- Acabé con sus vidas! -- dije al final de toda la historia.

-- No digas eso, querida -- dijo Clara, con una sonrisa dulce. -- Ya no aguantaba más aquel lugar, desde que el padre de aquel niño murió, aquello se hizo un infierno cuando no hay visitantes.

-- Hace tiempo que mamá reclamaba.

-- Pero me pareció que ustedes eran tan amigos, además del hecho de que él era bien animadito contigo -- dije sin pensar, un celo antiguo.

-- Él siempre fue enamorado por Lisa -- dijo Clara.

-- Mamá! -- protestó ella.

-- Desde que Lili fue a visitarme por primera vez, desde que dejó la facultad. Él siempre fue un amor para ella, pero ella dejó siempre bien claro que sólo quería su amistad.

-- Éramos como hermanos, él realmente me agradaba, confiaba en él, sabes -- dijo ella con una mirada desanimada. -- Pero creo que la amenaza de perder todo, no sé, lo transformó en un idiota!

Sonreí y acaricié su rostro sintiéndome, a partir de aquel momento, algunos kilos más leve.