- ¡Sasukeeeeee! - gritaban golpeando mi puerta, no reconoci la vos porque estaba medio dormido.

- ¡Vamooooooos! ¡Abre teme! - «¿Dobe?¿Naruto?.

Abro la puerta bruscamente y lo miro muy preocupado.

- ¡Que haces aquí! Ya te vas al hospital -alze la vos enojado, me molestaba que no tomase su situación enserio.

- ¡Ya, Ya Teme! Me dejaron salir por hoy solo para despejar mi mente, me dijeron que ya estoy muchísimo mejor'ttebayo! - me sonríe de la manera que a mi tanto me gusta y no pude evitar sentirme debilitado por su sonrisa. Esa sonrisa era la luz de mi vida, cuando estuve solo el me acompañó.
- ¿Seguro? Voy a llamar al hospital...

- llama todo lo que quieras.

5 minutos después...

- Que es lo que dije, viste no menti teme! Y mira estoy mucho mejor mirame! - «Odio esto, pero tenia razón! »

- Tks... Y que quieres hacer?

- Salir . . .

- a donde?

- Al centro!!! Yo ya estoy listo tu también así que vamos! - «Estaba mas hiperactivo que de costumbre»
Me toma de la mano y me tira para salir, cierro la puerta y nos vamos.

Caminamos tomas de la mano, yo trataba de zafarme pero el no me dejaba, se sentía bien pero aún así me daba vergüenza las persona nos miraba y yo prefería el bajo perfil.

- Primero que nada. . . - Dice Naruto - Vamos por Ramen!!!!

- No vinimos a comer...

- ooohhh!!! Pero yo quiero ramen, me falta el nectar de la vida!!!

- No eso después... Ahora vayamos a la zona de video juegos.

- oh! Tienes razón... Y después vamos por ramen.

Me volvió a tomar de la mano y me tiro a la sala de juego, «que manía con tirarme este tio» me quejaba pero no me resisti.

Cuando llegamos quede fascinado, cuantos videojuegos era un lugar de ensueño.
Lo primero que hizo Naruto fue retarme a un duelo del baile.
Hicimos unas 7 rondas quedamos exhaustos y fuimos a la cafeteria el quería seguir pero yo ya no podía mas...

Hizo un gran berinche pero aún así me mantuve firme.

«Lo Amo...» - pensé y me sorprendido a mi mismo.

«Lo Amo Los Amo» - me retumbaba mi inconciente en la mente, no podía pararlo no se callaba hasta ya era molesto.

Pasamos todo el día allí, termine agitado y con la panza llena, comimos a mas no poder y los dos quedamos sin dinero así que volvimos a casa caminado. Un fastidio, pero su presencia hacia más alegre el momento.