Kiara camino cabizbaja, pensando y pensando en las posibilidades de argumentar una nueva excusa, aunque sabía perfectamente que su madre no le permitiría y jamás le perdonaría si se ausentaba para la cena familiar de fin de año.

Odiaba tener que asistir, siempre iba acompañada... de una botella de vino para compartir en la cena, acompañada... de una rica ensalada, de un cerdo al horno. Pero sola, sin un esposo que se sentara a su lado, como lo hacían la mayoría de los esposos de sus primas, ni un hijo que sonriera con ternura.

Odiaba ser la "Soltera" de la familia. La que siempre tenía su asiento solo en la mesa.

Llegó al puente que tanto le gustaba visitar, desde allí se podía apreciar el hermoso río que corría bajo él, la tranquila paz que otorgaban sus aguas, y la melancolía que le hacia sentir.

¡Tenía una vida miserable!

No. No la tenía y decir o si quiera pensar aquello era injusto. Era una profesional exitosa en su carrera, emprendedora, hermosa, elegante, conocedora de algunos lugares más hermosos del mundo, manejaba perfectamente tres idiomas y estaba aprendiendo un cuarto idioma. Pero, sentia que algo le faltaba en la vida, se sentía miserablemente sola, a pesar de que la mayoría del tiempo estaba rodeada de muchas personas, se sentía incompleta.

Entendía perfectamente que algunas mujeres eran felices sin pareja, sin hijos, y aún con ausencia de ellos se sentían exitosas y plenas. Pero no Kiara, ella tenía la necesidad de amar y sentirse correspondida, tenía mucho instinto maternal y de protección, soñaba con un esposo al cual amar, unos hijos que educar y proteger, tenía todo lo que muchas quisieran, pero al final del día, cuando su yo ejecutivo volvía a casa, no habia hogar, no habia calor humano en aquellas cuatros paredes, y todo era más evidente en las celebridades decembrinas.

Todos se reunían, bailaban, escuchaban música, estaban en familias, mientras ella solo volvía a su casa vacía.

Y para año nuevo todo empeoraba. Sus dos hermanos y cinco sobrinos, sus primas todas casadas, sus primos con buenas mujeres e hijos maravillosos, todos parecían tener éxito en el ámbito amoroso, ese en el que ella era una perfecta fracasada. Todos la miraban con consideración porque " la pobre no tiene su propia familia" lo más despreciable es que su madre la obligaba año tras año a asistir a la cena en familia, argumentando que era precisamente eso, una cena en familia, la única que hacían al año.

-No te lo perdonaré Kiara, no te perdonaré si no estás conmigo para fin de año.

En ocasiones aquello sonaba a chantaje emocional y cuando había querido mantenerse firme en su decisión de no asistir, su madre se deshacía en llanto, haciendo que de sintiera mal por ocasionales lágrimas.

La peor hija de todas, así se sentía cuando su madre lloraba por su culpa.

Su celular timbró y ella suspiró. Lo sacó de su bolsa y contempló las suaves ondas del río.

-¿Si?

-Kiara, mi amor, soy mamá.

-Hola madre- respondió con cariño- ¿cómo has estado?

-Muy bien hijita, me he sentido de maravilla, no me he vuelto a desmayar y tu padre asegura que estoy mejor que nunca- dijo riendo.

-Eso me hace feliz mamá, me tranquiliza.

-No debes preocuparte tanto, mi cielo. Pronto tendremos nuestra noche en familia- Kiara cerró los ojos y sostuvo la maldición.

-Si madre, ya lo sé.

-¡Será fantástico!- aseguró- prepararé tu ensalada favorita, la pasaremos genial, tesoro. Tu prima Leila llegara en dos días.

-¡Genial!

-Kiara, no seas grosera- su tono de fastidio no pasó desapercibido para su madre.

-Lo siento, lo siento. Madre, debo colgar, entraré a una reunión y me estoy retrasando cuidate, te amo- y así cortó la comunicación sin darle oportunidad a despedirse. Guardó el celular en su bolsa y se llevo ambas manos al rostro, sintiéndose terrible e intentando contener su frustración.

-¿Estas bien?- la masculina voz la hizo mirarlo.

-Oh si, estoy bien- suspiró y contempló al hombre frente a ella; Alto, muy alto, cabello azabache, ojos oscuros como la noche, cejas y pestañas muy negras, la miraba con preocupación genuina.

-Pareces... lo siento, solo te vi y quise cerciorarme de que te encontrabas bien.

-Muchas gracias. Si lo estoy, problemas familiares que nunca faltan pero nada que no pueda manejar.

-Me alegra escuchar eso. Soy Manuel- dijo extendiendo su mano hacia ella.

-Un placer- dijo tomando su mano- soy Kiara.

-Hermoso nombre, Kiara.

-Muchas gracias. Ya me tengo que ir.

-Siempre vengo aquí después de las tres, es un lugar maravilloso. Espero verte algún día.

-Posiblemente- sonrió- gracias por todo Manuel, que estés bien. - dijo y se giro para marcharse. Solo había dado un par de pasos cuando escuchó que el la llamaba.

-Kiara... Feliz navidad.- ella se giró hacia él con una media sonrisa. Estaba bien, el extraño no debía saber cuánto odiaba las fiestas.

-Feliz navidad- se giró y se marchó.

Aquella noche llegó a casa sintiendo todo el cansancio de la semana ardua de trabajo. Al entrar encendió las luces y sonrió con tristeza, ni siquiera tenía un gato o un perro que la recibiera.

-Es tu culpa Kiara, si te gustaran los animales, la historia fuese otra.

Decidió que necesitaba una ducha que le ayudase a mejorar el ánimo, luego preparó una cena rápida y se sentó en el sofá frente al televisor pero pronto termino aburriendose, todo era referente a la navidad.

-Maldición, ¿Es que no hay otra cosa que transmitir?

Decidió levantarse temprano y correr un poco, el ejercicio siempre la ayudaba a liberarse, no iría a la oficina Así que pasadas las diez de la mañana asistió a su cita en el salón de belleza, salio sintiéndose querida y consentida. Almorzó en un bonito restaurante y antes de volver a casa decidió caminar un poco, terminó en su querido ppuente amaba estar allí, la sensación que le transmitía, la paz... por al menos media hora se distrajo viendo a lo lejos a las personas pasar.

-Es evidente que este puente te gusta tanto como a mi.

-Hola Manuel- le sonrió amablemente- si, por lo visto nos gusta mucho.

-Cuando vengo aquí me embarga una sensación de paz- dijo mirando el agua del río, correr con tranquilidad- es impresionante como un lugar puede llenarte tanto.

-Me ocurre lo mismo- se recargo en el barandal- ¿vives cerca?

-No tanto, a unas cuantas calles. ¿Y tu?

-No tanto como quisiera- sonrió- sin embargo me gusta caminar hasta aquí y tener un momento de paz.

-¿Arruino ese momento? - preguntó con una dulce sonrisa.

-Por supuesto que no, Manuel. Me alegra saber que alguien comprende mis sentimientos por este lugar.

-Te invito un café.

-¿En serio?- dijo riendo- no nos conocemos.

-El café es vida- sonrió- te invito un café y así nos conocemos. Mi café favorito está a dos calles- guardó unos minutos por una respuesta.

-Bien, vamos por ese café.

Manuel resultó ser una persona agradable, muy divertido y brillante. Un buen trabajo, un hogar estable, pero lamentablemente había perdido a su pequeña familia. Su esposa y sus dos hijos habían muerto en un accidente automovilístico hacia ya unos cinco años, según sus propias palabras había caído en un infierno, sin embargo en memoria de sus seres queridos fallecidos habia logrado luchar y salir adelante, resurgir de la depresión que estaba acabando con su vida.

-Eso es admirable- Kiara bebió de su segunda taza de café- lograste sobreponerte a una enorme perdida, eso es maravilloso.

-El amor me dio la fuerza- la miró con ojos brillantes- el amor que siento por ellos es tan enorme que me empujó a salir de la depresión, a convertirme en el hombre que ellos quisieran ver día a día. Lo he ido superando con los años, ellos son mi motor.

-Es hermoso.

-¿Y tu?-preguntó y bebió de su taza.

-¿Yo qué?- lo miró con ojos abiertos.

-Cuéntame algo sobre ti.

-La verdad no hay mucho que contar. Soy una mujer que con esfuerzo y sacrificio ha logrado el éxito en el área profesional, me he esforzado por conseguir lo que he deseado, hablo ingles, español, francés, estoy estudiando alemán... esa es toda mi vida.

-¿Sin esposos, sin hijos?

-Digamos que... no he conocido al indicado, me he dedicado a mis estudios y a lograr mis objetivos. Es difícil encontrar un hombre que compagine con una, cuando se logra ser emprendedora y exitosa. La mayoría de los hombres prefieren una ama de casa que cuide sus hijos y nada más, les choca en el ego cuando la mujer ha logrado más éxito que ellos, es difícil llevar una relación así.

-Machismo puro- dijo observancia, era hermosa y muy valiosa, si no podían ver eso, no la merecían.

-La verdad si, hemos tenido un historial de lucha por igualdad de derechos y condiciones sin embargo seguimos habitando un mundo hecho para que gobiernen los hombres. Un mundo en el que ser mujer y exitosa parece no querer ir de la mano y para ser valorada toca volverse fieras en un mundo de machos- terminó con una sonrisa.

-Eres valiente, esforzada, inteligente, además de muy hermosa. ¡No logro entender como sigues estando soltera! ¿Es que conviven con hombres ciegos? O son ciegos, o muy idiotas. Bien decía mi madre " No hay peor ciego que el que no quiere ver"

Dos horas mas tarde la conversación habia terminado y Kiara iba caminando en dirección a su casa, con una sonrisa en los labios. Manuel realmente era un hombre impresionante, muy caballero, era sorprendente que se hubiesen pasado más de tres horas conversando, habia reído mucho y por primera vez en mucho tiempo estaba relajada. Relajada al punto de disfrutar plenamente su compañía, era un hombre maravilloso.

Sus encuentros en el puente pasadas las tres y luego sus idas por cafés acompañados de una buena conversación era algo que se había convertido en una rutina, pero de las buenas. Ambos disfrutaban de la compañía, de la conversación amena, podían hablar de diversos temas y nunca cansarse, la taza de café ddiaria se volvían dos y en ocasiones con galletas o algún postre de para acompañarlo, pronto Manuel la invito a encontrarse para compartir durante el almuerzo, su familia cumplía un año mas de fallecidos y quería pasar la tarde en el cementerio, sin embargo no quería dejar de ver a Kiara aquel día. EElla había aceptado gustosa, sus momentos juntos a él, tomaban fuerza e iimportancia pues estaba descubriendo que junto a Manuel podía ser ella mmisma sin miedo a ser juzgada, a ser señalada. No, él sabia comprenderla y hacerla sentir a gusto.

El restaurante era agradable, sencillo y acogedor.

-Quizás no es a lo que estés acostumbrada- dijo con una delicada sonrisa que parecía ser una disculpa.

-Odio esos restaurantes de etiqueta, me recuerdan al trabajo. Y esta es la hora de comer, no de trabajar- sonrió- además me agrada estar aquí contigo. No importa el lugar, siempre disfruto de tu compañía- después de haberlo dicho se quedo momentáneamente en silencio, odiaba sonar como quinceañera entusiasmada, era una adulta y aquello habia sonado... estúpido.

-Pues a mi me encanta estar aquí contigo, no quisiera estar en ningún lugar mas que aquí.

Como siempre era un momento diferente, agradable, reía, conversaba, estaba feliz... hasta que sonó su celular. Se disculpó y atendió la llamada.

-Madre... Hola.

-Mi chiquita hermosa- le dijo- espero te encuentres bien.

-Lo estoy, gracias por preguntar. ¿Tú como estas? Y padre, ¿ cómo se encuentra?

-Estamos de maravilla, mi cielo.

-Me alegra...

-La cena de fin de año será en casa de tu tía Margot, por favor recuérdalo, sólo faltan 5 días.

-Lo sé madre- dijo cortante- gracias por avisarme, allá estaré sin falta. Lo prometo.

-Confío en ti, eres una mujer de promesa. Y no quiero que te sientas mal porque todas tus primas...

-Madre estoy almorzando y no puedo seguir hablando- su tono fue serio, cortante y frío- estaré allí. Hasta luego, te amo- cortó sin darle oportunidad a agregar nada más. Por un momento la frustración se apoderó de ella. Cerro el celular con fuerza y lo arrojo a su bolsa de mmano cerro los ojos y suspiro- Lo siento, Manuel.

-¿Problemas familiares?

-Algo así- intentó sonreir- mi madre recordándole la estúpida cena familiar.

-¿Tanto odias ver a ti familia?

-No, no... por supuesto que no. Amo a mi familia, odio sus actitudes. Las cenas de fin de año son... horribles. Tener que soportar comentarios estúpidos, de lo bien que me vendría casarme y... lo siento, digamos que algunas primas disfrutan ver que año tras año llego sola a la cena.

-Eso podría cambiar si quisieras- dijo directamente.

-Obvio que deseo que cambie, pero creo que tía Julliet, tiene razón cuando dice que por mi carácter moriré sola- sonrió triste.

-Me refiero que podrías tener compañía para la cena. Claro, si no les molesta poner un plato mas en la mesa.

-Claro que nno mi tía... espera... ¿Irías conmigo?

-Si claro, acepto- movió ambas cejas jocosamente- es una invitación irresistible, obviamente prefiero una cena familiar que tener que quedarme solo en casa.

- Ya va. Diferente un momento... ¿De verdad irías conmigo?

-Si.

-O sea, no sabes en lo que te metes. Es una familia de locos, te acosaran con comentarios absurdos, buscaran de incorporarnos y...

-Puedo manejarlo.

-Eso crees ahora,pero...

-No debes preocuparte Kiara, lo digo en serio. Para mi seria un honor poder apoyarte en esto, ser tu compañero para la cena familiar de año nuevo. Puedo manejar a las tías amargadas, las primas frustradas y envidiosas de tu belleza y tu éxito. Soy inmune a lo que puedan decir.

-Yo... no sé, no sé que decirte.

-Dime que prepararán pavo y seré el mas feliz del mundo- dijo para luego reír.

-Siempre preparan pavo, si.

-¡Fantástico!- sonrió y algo se movió en su femenino pecho. Era una sonrisa hermosa, todo él era hermoso.

-Te lo agradezco tanto, Manuel.

-Soy yo quien te lo agradece- dijo alegremente- tendré comida familiar junto a la chica mas hermosa de la familia, una noche maravillosa.

-Espero que conserven ese buen humor, lo necesitaremos.

Los dias parecían avanzar con rapidez y Kiara odiaba eso. Fin de año habia llegado y ella temblaba internamente, se observó frente al espejo. Se veía hermosa; su cabello en un moño alto, su elegante vestido rojo, su maquillaje sofisticado, sus zapatos de tacón alto. Si, era hermosa, se sentía hermosa.

-De rojo se marcha a la guerra- se dijo y sonrió, cuando el timbre de su casa sonó.

El trayecto fue largo y los nervios estaban apoderándose de ella cuando estuvo junto a Manuel, tomada de su brazo frente a la casa, y en su otra mano una botella de exquisito vino, los nervios amenazaban con hacerla estallar.

Debía tranquilizarse.

Todo saldría bien, Manuel estaba apoyándola, junto a ella con su elegante traje, su cabello bien peinado, su porte elegante. Parecía mas hermoso aún, si es que fuese eso posible.

-Todo estará bien- lo escucho decir- estamos juntos en esto.

-Gracias- llamaron a la puerta y esperaron un par de minutos. Una elegante mujer abrió la puerta, la miró sin ocultar su sorpresa al observar que traía acompañante, de hecho miró descaradamente a Manuel, como cerciorandose de que fuese real.

-¡Kiara!... estas hermosa. Bienvenido- le dijo a Manuel- adelante, están en su casa.

-Gracias, Daniela- le dijo fríamente a su prima. Era de la mas repelente de todos sus familiares. Caminaron tras ella hacía un amplio recibidor atestado de personas, parece que nadie de la familia se había negado el placer de ir a la reunión.

-¡KIARA LLEGÓ, Y TRAJO A UN HOMBRE!- gritó como una loca, todos en la sala hicieron silencio y se giraron hacia ellos como para comprobar que era verdad. Su cara estaba roja. Ardiendo de vergüenza y humillación al ver como miraban a Manuel, como si fuese una especie de alien con tres ojos. Sintió como la mano de Manuel se deslizaba hacia su cintura y la acercaba más a él, mostrándoles una encantadora sonrisa.

Él parecía relajado y ella moría de vergüenza.

-¡Y ESTÁ GUAPÍSIMO!-gritó su prima Maira, y todos comenzaron a gritar y virotear felices. Pronto iniciaron las presentaciones, los abrazos y las felicitaciones por llegar con un novio.

-Manuel y yo sólo somos amigos. Ya basta de comentarios, terminaran asustandolo- dijo un poco molesta por el acoso masivo al cual estaban siendo sometido.

-Tranquila cariño, necesitan mucho más que eso para asustarme- respondió riendo.

Cariño.

Le había llamado; cariño.

La noche transcurrió entre copas,anécdotas,y alguno que otro comentario odiado por Kiara. Pasadas las once de la noche, todos se sentaron a la mesa para compartir la cena.

-Estamos tan felices de que nos acompañarás este año, Manuel- dijo una de sus primas- eres adorable. Ya nos preocupamos por Kiara.

-No hay...- inició ella pero Manuel la interrumpió.

-No hay motivos para preocuparse por ella- le tomo la mano por sobre la mesa, frente a todo. Durante la noche no había parado de tener gestos así de dulces con ella- es una mujer exitosa, trabajadora, hermosísima, valiosa...

-Y sola- interrumpió una de sus tías- al menos hasta ahora, pensamos que jamás le agradaría a nadie.

-Le agrada a muchos, sólo que no son tan valiente para arriesgarse, Kiara representa éxito, no todos saben lidiar con ello.

-Además- dijo Kiara ofendida y dispuesta a destilar un poco de veneno- algunas gustan sólo por unos años, quiero asegurarme de ofrecer más que una cara bonita- tomó su copa y la elevó en dirección a ella- ¿cómo esta el tío Mario?- su tía palideció ante la mención de su ex esposo, apretó los labios y tomó apresuradamente del liquido en su copa.

Terminaron de comer en medio de una charla ligera, su madre no paraba de expresarle a Manuel lo maravillosa que estaba con él, lo agradable que era estar con él, y sus muchas virtudes, el reloj avanzaba y comenzaba a sentir con todas sus ansias la necesidad de marcharse, su familia la asfixia a en sobremanera, lo peor era que Manuel estaba relajado y hasta divertido, parecía disfrutar mucho de su pavo relleno; un gran porción, cortecia de su madre, en cuanto él hubo mencionado cuánto le gustaba.

Terminada la cena, sólo faltaban treinta minutos para darle la bienvenida al año nuevo, estaban todos reunidos en la sala con vino.

-¿Será que el próximo año estarás con nosotros nuevamente, Manuel?

-Eso sería fantástico.

-Claro si Kiara logra retenerle todo un año y no terminas huyendo de ella, en ese caso la pobre tendrá que venir nuevamente como cada año, sola.

-¡FUE SUFUCIENTE!- gritó enfurecida-¡ ESTOY CANSADA DE SUS ESTÚPIDOS COMENTATIOS, DE ESCUCHARLOS DESTILAR VENENO, SI ESTOY SOLA O NO ES MI PROBLEMA, ES MI VIDA, NADIE LA VIVE POR MI ASÍ QUE NO OPINEN EN ELLA, PORQUE MUCHO DE USTEDES ESTAN PEOR QUE YO Y NUNCA ME HE ATREVIDO A CRITICARLES!

-Hija mía, calmante, solo nos preocupamos por ti.

-¡PUES ESTOY HARTA DE QUE SE PREOCUPEN! MIS TÍAS QUE SE PREOCUPEN DE SUS HIJOS QUE TIENEN CONDUCTA INAPROPIADA, MI TIA LUSSIANA QUE SE PREOCUPE DE QUE LAYLA SALIÓ EMBARAZADA CON QUINCE AÑOS Y SU NOVIO NI RESPONSABLE SE HACE, LORENA QUE SE PREOCUOE DE YA NO PERDONAR INFIDELIDADES DE SU MARIDO SÓLO POR MIEDO A ESTAR SOLA! -dejó su copa con fuerza sobre la mesa y se giró para marcharse-¡FELIZ AÑO NUEVO!-dijo con ironía antes de salir de la casa.

-Bien, creo que llegó la hora de marcharse- dijo Manuel- ha sido un placer conocerle y compartir fin de año con ustedes.

-Pero...

-Kiara...

-Ustedes como familia la presionan demasiado, se siente ahogada en un ambiente dónde sólo debería encontrar paz, sus palabras han sido un mecanismo de defensa, ella los ama pero siente que ustedes solo la atacan. Sola o acompañada, ella es hermosa, exitosa, emprendedora, la felicidad no es igual para todos. ¡FELIZ AÑO NUEVO FAMILIA!

Y dicho eso se marchó de la casa, corrió hasta alcanzar a Kiara que iba caminando cabizbaja.

-Siento haberte dejado allí- su voz era temblorosa, estaba por derrumbarse.- son de lo peor.

-Diferentes.

-Perdóname por la cena, por el mal rato y...

-Yo la pase fantástico, cariño. Y comí el mejor pavo relleno que he comido en muuuuchos años.- la tomó de la mano entrelazado sus dedos, intentando infundirle ánimos- ¿Volvemos por el auto?

-Deseo caminar.

-Caminemos- dijo con esa deslumbrante sonrisa.

El camino fue largo y silencioso, pronto Kiara se dio cuenta de que estaban a dos calles de su puente favorito, el lugar donde se habían conocido. Cinco minutos más tarde se detuvieron allí, observando las aguas tranquilas del río. Todo estaba oscuro, iluminados por las tenues luces de los faroles de la calle. Las personas estaban en casa esperando los escasos minutos para recibir el año nuevo.

-Este no es el fin de año que te prometí- se disculpó-solos, en la calle, con frío.

-No quisiera estar en ningún otro lugar Kiara, estar aquí contigo, conocerte, mis cafés contigo todas las tardes, es lo mejor que me ha pasado en cinco años- tomó ambas manos de ellas y Entrelazó sus dedos, la miró directamente a los ojos en medio de aquella noche tenue- eres la mujer que todo hombre desearía tener.

-No, yo no...

-Si, si lo eres. Mucho más de lo que muchos merecen. Y el próximo año me encantaría asistir a la cena familiar pero oficialmente como tu novio.

-Yo...- ella lo miró con ojos enormes, sin poder creer lo que estaba escuchando. Y aquella era la noche de las sorpresas. Manuel la atrajo hasta su cuerpo y la estrechó en un fuerte abrazo, sin pensarlo, ni dudarlo. La besó.

Sus labios entraron en contacto, moviéndose en una sincronizada armonía, como si se hubiesen pertenecido desde siempre, era un beso tierno, cariñoso, de esos que te calan el alma.

De pronto los fuegos artificiales iluminaron el cielo, iluminando en la inmensidad oscura de la noche, trayendo luces de colores, volviendo el ambiente mágico, anunciando la llegada del tan ansiado año nuevo.

Manuel y Kiara, se separaron, se observaron y sonrieron.

-¡Feliz año nuevo, Kiara!

-¡Feliz año nuevo!- respondió con una enorme sonrisa, antes de volver a besarse, con el cielo aún iluminado de la inmensidad de colores otorgados por los fuegos artificiales.

Porque todo tiene su tiempo, todo llega cuando tiene que llegar, de nada sirve apresurar las cosas.

La persona indicada está allá afuera, esperando sentirse afortunado o afortunada a tu lado.

No vivas para cumplir estereotipos sociales, ni dejes que los demás determinen tu patrón de vida.

Sola, acompañada, separada, cada etapa es para ser disfrutada y valorada. Amate, por encima de todos, Amate mucho.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

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FELIZ AÑO NUEVO MIS AMORES, LES DESEO DE TODO CORAZÓN UN 2021 LLENO DE EXITOS, PROSPERIDAD Y NUEVAS OPORTUNIDADES!

VI ESTOS MEMES Y ME ACORDE DE KIARA jajjajajajajajajajjaja

FELIZ AÑO NUEVO Y SI ESTÁN SOLOS ESPERO QUE ESTE AÑO LES TRAIGA...