En la noche, Marie no podía dormir por lo que hizo en el baño, pensó que estaba mal, que aunque no hubiera lazo sanguíneo, Thomas seguía siendo su primo.
Entre tantos pensamientos, llegó a la conclusión que posiblemente lo que tenia solo era una calentura de momento, pero no podía dejar de pensar en Thomas, en cómo el la poseria, como la tomaría, esos pensamientos no dejaban su cabeza.
Pensando con la cabeza caliente, llegó a la conclusión de que la única forma de parar esos pensamientos, era teniendo sexo con alguien, y pensó que Thomas sería el hombre perfecto para eso, pues el también mandaba ciertas señales.
Así que se durmió ideando un plan para conseguir su objetivo.

Al día siguiente.

Thomas fue una vez más a desayunar con Marie, y al entrar la encuentra con su vestimenta habitual, eso lo relajo un poco, pero otra parte de él sentía un disgusto que no notaba, pero ahí estaba.

—Buenos días Tommy —dijo alegre Marie.

El párpado le tembló a Thomas con oír esa palabra.

—No me digas Tommy, y buenos días. Veo que hoy estás mejor vestida.

—Si, estuve pensando en lo de ayer, y tienes razón, no sólo porque ya me viste desnuda significa que deba estarlo siempre frente a ti, es simple puror.

—Es bueno oír eso.

—Y mira, hoy hice Hot-cakes, también como disculpa por mi comportamiento recurrente, aun no estas cómodo con todo esto que a pasado y no te eh permitido digerirlo —Marie puso el desayuno en la mesa.

—Muchas gracias, te ganaste mi perdón. —Thomas empezó a comer.

Marie también frente a él. Sin embargo en la cabeza de Marie rondaban ideas malévolas.

Millones de años de evolución no pasan en vano—decía Marie en sus pensamientos—Fue un error presentarme semi desnuda frente a ti, eso no aumentaría tu deseo, más bien te irías bien servido al ver lo suficientemente, pero ahora que eh cubierto lo que tanto deseas, será cuestión de tiempo para que desees ver más, y ahí entrará mi chantaje, come feliz Thomas, tu no te preocupes—Marie hace una risa malévola dentro de su mente, se imagina a sí misma riendo mientras hay fuego detrás de ella—vaya, ese cliché de risa malévola con fuego de fondo es muy del 2010, ¿porque aún no han inventado una risa malévola nueva?

Thomas se dio por bien servido y se retiro a hacer sus actividades, mientras tanto Marie se dispuso a seguir desarrollando su plan.
Fue a su guardaropa, y busco conjuntos que le cubrieran más la piel, entre ellos estaban pantalones de mezclilla, faldas muy largas, blusas sin los hombros descubiertos, algunas de manga larga, otras de manga corta, se dispuso a ir día con día cubriendo más su piel para Thomas.
Así lo hizo, al siguiente día recibió a Thomas con falda larga, cuando el preguntó porqué, Marie respondió que simplemente estaba probando nuevos conjuntos.
Al día siguiente se presentó con la misma falda, pero con una blusa que no dejaba al descubierto sus hombros.
Después quiso llamar más su atención, al siguiente día estaba con un pantalón de mezclilla que marcaba muy bien sus piernas y levantaba su trasero, mientras usaba una blusa como la del día anterior, pero más ajustada, remarcaba su cintura, y el brasier levantaba su busto, era como si estuviera desnuda, pero la ropa cubría su piel.
Notaba como cada vez más Thomas se fijaba en su cuerpo y lo veía con deseo, el deseo de ver una vez más que hay debajo de esas telas.