Noveno Capítulo: Un Reencuentro.
Los dos lobos empezaron a brillar al salir de la cueva. La piel les quemaba a ambos. Por primera vez se sintieron vulnerables...
Marshall: ¿Qué nos pasa? Me arde la piel..
Chase: La influencia del Lago. Ahora podemos morir.. creo.
Marshall mira a su hermano: Eres un cachorro!!
Chase se mira como un perro, un pastor alemán. Marshall también se miró y se dió cuenta de que ya eran de formas normales.
Marshall: Mamá seguro nos está ayudando.
Chase: ¿Cómo?
Marshall sacude la cabeza: Lo siento. Es que el Lago es un espíritu femenino.. y me llamó su hijo.
Chase: Hijos de un lago. Genial. ¿Nos vamos ya?
Marshall: No soy muy rápido.
Chase: Te cargo. Súbete. *Carga a Marshall en su lomo* Hora de correr.
Chase corre como un rayo hasta el cuartel, deteniéndose cerca del mismo. Se quedaron escondidos en el cuartel un rato. El invierno no había cesado.
Chase: ¿Qué miras? ¿Ves algún espíritu?
Marshall: Oigo a los espíritus. Los invernales. Están diciendo...
*Mente de Marshall*
Espíritu Invernal: Marshall!! Por momentos podemos retener al Río. Rápido!!
*Fin de la Mente de Marshall*
Marshall: Dicen que nos demos prisa. La guerra podría empezar sin nosotros.
Ambos cachorros subieron por el cuartel, mientras todos seguían reposando. Chase sintió el impulso de gritarles que despertasen, pero se contuvo. No estaba allí para despertarlos. Estaba allí para advertirles. Subieron por el ascensor, y allí estaban. Ryder, Everest y Skye, mirando el cielo con mucha preocupación.
Se giraron al escuchar el ascensor, y al verlos casi lloraron de alegría.
Ryder: Chicos!! *Corre a abrazarlos*
Skye: Chase!!
Everest: Marshall!!
Ambas cachorras abrazaron a sus amados cachorros, quizá con demasiada fuerza. Chase y Marshall exigieron respirar.
Ryder: ¿Dónde estaban?
Chase: Si se lo contara, no nos creerías.
Marshall: Ahora.. tenemos casa.
Skye: ¿A qué se refieren?
Chase: Miren.. *Les cuenta todo*
Marshall: Y deben preparar la ciudad para la guerra.
Ryder: No entiendo.. ¿Un Lago los envía a salvarnos?
Marshall: En realidad una loba.
Everest: ¿Hay lobos?
Chase: Miren. Marshall y yo encontramos una cueva, en ella hay un lago mágico.
Ryder: Ya escuché esa parte.
Chase: Si.
Marshall: El lago nos convirtió en lobos con dones. Yo puedo ver espíritus naturales. También los puedo sentir y oír.
Chase: Y yo soy muy rápido.
Marshall: Una guerra se armará tarde o temprano. Y una vez que termine el Invierno..
Chase: Nadie detendrá al Río.
Ryder no sabía cómo tomar la noticia. Después de todo, sus dos cachorros, a quienes vió crecer juntos, les enseñó todo, decían que un Lago era su madre y que debían detener una guerra de la cual quizá no vuelvan vivos.
Pero si sabía qué hacer ante tal noticia. Sacó su comunicador y llamó a la Alcaldesa.
Ryder: Alcaldesa Goodway. Atacarán la ciudad en unos días. Unos animales.
Alcaldesa: ¿Cómo?
Ryder: Cómo ha oído. Atacarán unos animales. No cualquier animal, unos animales dotados. Necesitamos defensas. Militares a ser posibles.
Alcaldesa: ¿Está bien? Se hará. Llegarán en 3 días.
Marshall: Es un poco tarde.. el eclipse de luna llena habrá empezado.
Chase: ¿Y qué más hacemos?
Marshall: No lo sé. Nunca fui a una guerra. Pero sé que el fuego no se combate con fuego.
Skye y Everest se miraron sonrientes.
Everest: Tenemos la misma idea. ¿No?
Skye: Sip. Tomemos el agua del Lago.
Chase: ¿Cómo?
Marshall: ¿Disculpa?
Everest se acerca a Marshall y se frota con él: Marshy. Tenemos que ayudarlos. Debemos beberlo. Todos lo haremos.
Chase: Pero los humanos no pueden tomar el agua del lago. Podrían morir.
Skye: Mira Chase. Necesitan refuerzos. Pídele ayuda a todas las mascotas.
Marshall: Es algo sin vuelta atrás. Cuando tomen del agua, serán hijos e hijas del Lago.
Everest: Me da igual. Tenemos que vencer y proteger la ciudad.
Ryder: La fuerza militar debería bastar. ¿No tiene acaso el Lago otros hijos?
Chase: Los tiene. Pero pedimos refuerzos porque el Lago es la hermana menor del Río y del Mar.
Marshall: Lo que implica que requerimos ayuda.
Ryder: ¿Y si piden ayuda al Mar?
Chase: Yo tengo entendido de que tenemos ayuda de la naturaleza.
Marshall: Mamá nos envió ayuda. Está convenciendo al Mar y al Invierno de que nos ayuden.
El sol caía.. era hora de volver para Chase y Marshall.
Chase: Es atardecer. Debemos irnos.
Marshall abraza a Everest, pero ella lo besó. Ambos disfrutaron el beso. Mientras Skye observaba y miraba de reojo a Chase. Ella no sabía si a él le gustaría, pero tomó su collar, lo bajó y lo besó.
Ryder: Qué bonito.
Pero una luz lo cambiaría en breves instantes.
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