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Cuarto Capítulo: Persecución en Ciudad Aventura.

Los lobos corrían sin pensar mucho. Guiados por el instinto que tenían ambos, el mismo instinto que los guiaba hasta el salvajismo. Sus sentidos eran más agudos. Marshall escuchó el mar bajo el puente, y Chase el aire a su alrededor. Su olfato captó un olor familiar... y uno que indicaba peligro. 

Chase: Huelo la selva.. es Nimrod. 

Marshall: Con los demás. Corre!!

Ambos corrieron más rápido. Pero por detrás de ellos iba un mastín negro con un mini tanque de cacería. Disparó un par de sedantes, para detener las bestias. Pero algunos proyectiles tenían veneno, para matarlas. Chase olfateó con mayor insistencia, dando con un proyectil con veneno. Marshall llegó a ver el otro lado del puente, y avisó a Chase. Se esperanzaron, hasta que Skye aterrizó frente a ellos con su helicóptero, y un sedante en su mochila. 

Skye: Tranquilos lobitos lindos.. 

Everest llegó del otro lado, cerrando la salida y el retorno de los lobos. Su mochila tenía un cañón, dispuesta a disparar una red eléctrica. Llegaron Ryder con los demás cachorros. Ryder bajó del todoterreno, con una escopeta con sedante en mano, apuntando a los dos lobos. 

Los lobos sólo miraban asustados, sabiendo que estaban en problemas. Para Ryder y los demás ellos sólo chillaban y gemían, pero los dos lobos estaban contando un plan muy ingenioso. Saltaron por el puente y su caída fue frenada por el agua. Se golpearon bastante, pero sobrevivieron y llegaron a una costa de Ciudad Aventura. De allí corrieron hasta el bosque, pero allí los esperaba Nimrod, armado. 

Nimrod: Ustedes dos.. lobos... Ruff, veneno. *Su mochila saca una escopeta con veneno* No tendréis otro día. Adiós. *Dispara*

Marshall fue impactado primeramente, seguido de Chase. Sus últimos pensamientos fueron preguntas sin contestar. 









Pasó un rato y Marshall despierta en la cueva, al lado del lago y de Chase. El mismo estaba dormido. Marshall observa todo a su alrededor, revisando si no tenía el impacto de bala. Chase se despierta.

Chase: ¿Qué pasó?

Marshall: Creo que.. seguimos vivos.

Chase: ¿No que Nimrod nos ha matado?

Chase se revisa rápidamente, la supuesta herida, pero no tenía nada. Miró a Marshall confundido.

Chase: ¿No estábamos muertos?

Marshall: Eso mismo pensé yo.

Miran el lago, en el cual se reflejaban sus imágenes. Pero también se fijaron en la figura que estaba detrás de ellos. Alzaron las orejas asustados y miraron a la loba negra que ante ellos se alzaba.

Kiela: Buenos días.

Chase y Marshall: AHHHHHHH!!

Kiela les cierra el hocico. Se escucharon sonidos de pisadas por toda la cueva, mientras la cara de la loba se veía preocupada. Los ojos de la loba se cerraron, cómo si de rezar se tratase.

Marshall: ¿Qué ocurre?

Kiela: Cazadores.. un perro mastín negro ha estado matando lobos por toda Bahía Aventura.

Chase: Creo saber quién es... Nimrod.

Kiela: ¿Lo conocen?

Marshall: Fue nuestro compañero de trabajo, pero..

Chase: Es complicado de decirlo.

La loba asiente, y se escuchan las pisadas alejarse. Kiela suelta un suspiro de alivio.

Kiela: Empecemos de nuevo, Marshall y Chase. 

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