Jade

Me levanto más temprano de lo normal, al ver por la ventana, visualizo que aún está oscuro, tomo mi celular de la mesita de noche y veo la hora, las 4:33 AM.

No tengo sueño y por un instante pasa por mi mente lo sucedido la noche anterior, el beso.
Para evitar pensar en eso, decido revisar los mensajes de mi teléfono.
Tengo dos mensajes uno de Victor y el otro de un número desconocido.

Decidí leer el de Victor primero.

Mensaje
Victor Prada 8:52 Pm.
Hola Jade disculpa la hora pero estuve muy ocupado y hasta ahora es que me desocupe.
¿Cómo te fue hoy en la cocina?

Sabes, te extrañe mucho hoy.

No puedo evitar sonreír al leer el mensaje, decido contestar más tarde ya que no quiero despertarlo con el sonido de la notificación de un mensaje entrante.

Procedo a leer el segundo mensaje.

Mensaje
Número desconocido 9:55 PM
Hola mi amor, espero no pienses que me olvidé de tí.
No te había escrito porque estaba ubicando tu nueva residencia.
¿Y sabes qué?
Ya te localicé, te mudaste a la capital sin avisarme. Pero tranquila mi reina, que yo ya voy en camino para estar más cerca y renovar nuestro amor.

Recuerda que tú me perteneces.

Ricardo Molina.

Este hombre está loco de verdad, esto solo me confirma que Raquel tenía razón, él está enfermo y tengo que tener cuidado.

Después de ese mensaje de mal gusto me levanto y voy al baño a hacer mis necesidades, para luego darme una ducha con calma y arreglarme.
Ya a las 5:47 AM estoy bajando a la cocina, aún no hay nadie así que aprovecho para cocinar el desayuno.
Cuando María y Juana entran en la cocina ya tengo casi todo el desayuno listo, Juana me regaña ya que ese es su trabajo y yo le digo que a mí no me pesa cocinar, todo lo contrario, me gusta estar en la cocina.

Ya resignadas María, y Juana se sientan a desayunar conmigo.

Al llegar al hotel me dirijo nuevamente a la cocina donde hoy me dedico a realizar mi trabajo asignado.

A mitad de la mañana veo que entra al almacén la sub chef seguida del gerente de seguridad, luego de unos quince minutos, sale ella algo acalorada y un tanto despeinada, al cabo de unos minutos sale el gerente de seguridad, como si no hubiera pasado nada.

Detrás de mí escucho la conversación entre tres ayudantes de cocina, ellas hablan en voz bajá pero las alcanzó a escuchar.

— Me imagino que necesita algo más, ya que le está haciendo el favor al de seguridad — dice una de ellas.

— Y qué más querrá, ayer se llevó dos botellas de champagne, es una desvergonzada — dice otra de las mujeres.

— Mejor no decir nada, hagan como si no saben lo que pasa, si quieren conservar su trabajo muchachas — dice la tercera mujer.

— Si tienes razón Lili — las mujeres cambian de tema y yo dejo de prestar atención.

Ósea, Angela además de no hacer nada en la cocina, de tener relaciones sexuales en el almacén, también se lleva insumos del hotel con la ayuda del gerente de seguridad, esto cada día se pone peor.

A la hora del almuerzo voy al comedor del personal y para mi sorpresa Victor está almorzando, en cuanto me ve me hace señas para que me siente en su mesa.

— ¿Hola Jade cómo estás?

— Hola Victor, bien — tomó asiento — Disculpa que no te contesté el mensaje ayer, es que lo ví en la mañana y bueno se me pasó.
Pero te contesto ahora, me fue bien, el chef y su equipo son muy trabajadores.

— Si Ramón es un buen chef.

Transcurre el almuerzo entre plática sin importancia, hasta que Victor cambia de semblante a uno más serio y me dice.

— Jade me preguntaba, si tú…
Bueno, si te gustaría salir conmigo mañana sábado, según mi cuenta te toca librar y yo también estoy libre mañana, me gustaría mostrarte unos lugares muy bellos de la ciudad — dijo Victor mirando su plato ya vacío, algo nervioso.

— Me encantaría — la verdad me parece excelente, no quiero pasar el día encerrada en la casa de Eros.

Victor levanta la mirada y veo como se le ilumina el rostro y forma en sus labios una bella sonrisa.

— Perfecto, si quieres me das tu dirección y yo te paso buscando a eso del mediodía.

No le puedo dar mi dirección, ya que es la del dueño del hotel, nadie puede saber quién soy en realidad.

— Mejor dime un lugar de encuentro y nos vemos allá — el me mira algo extrañado.

— Está bien te parece si nos vemos en la plaza del Sol, junto al balneario de aves.

— Si, perfecto.
Nos vemos a medio día.

Luego de la amena plática con Víctor, vuelvo a mi lugar de trabajo donde me dedico a elaborar jugos naturales de melón, guayaba y durazno.

En esta oportunidad no tengo compañera de trabajo, estoy concentrada en la elaboración del jugo cuando por mi mente pasan los recuerdos de un hombre muy borracho y un beso muy apasionado.

<< ¿Eros recordará lo sucedido?>> Me preguntó.
<< No creo, él estaba tan borracho que no creo que pueda recordar >>

Eros Smith

El día anterior.

Decido caminar un rato por las áreas del hotel, la mañana fue algo pesada ya que tuve una larga reunión con un posible inversionista el cual es un hombre muy mayor y está dudando en invertir en la cadena hotelera ya que es alguien conservador y siempre le gusta asociarse con hombres ya con una familia, hombres estables como el dice.

<< Cómo si uno necesitará una mujer al lado para ser exitoso.
A las mujeres solo les interesa el grosor de la billetera de un hombre, solo para eso sirven, para gastar el dinero y acostarse con cualquier >> pienso

Paso frente el comedor de personal y veo a Jade sentada almorzando junto a otras mujeres, por el uniforme son de la cocina, Jade sonríe tan cálidamente haciéndola más bella de lo que es.
Ojalá y no fueras otra oportunista más.

<< No estás seguro de que lo sea >> dice mi voz interior.

<< Pero todo lo apunta >> le respondo.

Con ese debate internó prosigo mi camino, todo está tranquilo y en orden, al pasar frente a lavandería escucho al asistente de ama de llaves, hablar con el asistente de lavandería.

— Me gusta mucho Jhon — dice Victor.

— Si te gusta tanto invitala a salir — le contesta Jhon.

Cómo no me interesa de quién pueden hablar, sigo mi camino hasta que escucho algo que me detiene.

— Tienes razón, voy a invitar a Jade a salir conmigo esté sábado — al escuchar esa parte no sé por qué, pero me da un poco de molestia y decido acabar con esa irritante conversación, me devuelvo y entró en lavandería.

— Victor si estás aquí, me imagino que ya no tienes nada que hacer o supervisar, ¿y tú Jhon también terminaste tu trabajo? — los dos hombres se alarman por mi presencia.

— Disculpe señor pero es nuestra hora de almuerzo y estaba buscando a Jhon para ir al comedor — me responde Victor algo tenso por mi intromisión.

Pero antes que yo pueda decir algo más, interviene Jhon asegurando que ya está listo y empujando a Victor fuera de la lavandería.

<< Porque te molesta que Jade salga con Víctor, pareces un hombre celoso >> dice esa voz exasperante que llamamos voz interior.

<< Yo, celoso por esa mujer, Ja. Eso jamás >> me respondo y procedo a seguir con mi caminata por las áreas.

Pasé el resto de la tarde en mi oficina realizando unos documentos pendientes, al ver la hora me doy cuenta que ya es muy tarde y decido terminar el trabajo por hoy.

Voy en mi auto manejando rumbo a mi casa y en un momento siento un vacío en el pecho, me estacionó a un lado de la carretera y limpio un par de lágrimas que salen sin mi permiso al pensar que al llegar a casa no encontraré a mi madre.

La extraño tanto, ella es lo único que me quedaba y ya no está. Golpeó el volante sacando la rabia reprimida.
Al cabo de unos minutos decido llamar a mi más querida amiga la única mujer digna que conozco.

Llamada

Al tercer repique ella contesta con su dulce voz.

— Eros cariño, ¿cómo estás?

— Hola Jeysi, bien ¿cómo estás?

— Pasando los malestares del embarazo, pero muy feliz.

— Y los niños — le preguntó.

— Están bien Eros… Tengo la leve impresión que no me llamas para saber cómo estamos — cómo me conoce — ¿ Te pasa algo?

— La extraño mucho Jeysi — y vuelven a brotar lágrimas de mis ojos.

La verdad es que Jeysi es la única persona que me ha visto llorar, es mi mejor amiga, somos confidentes.

— Solo de pensar en regresar a la casa y no verla…

— Eros, el tiempo de Dios es perfecto, era el momento de su partida, se que quizás no puedo entender bien tu dolor; pero lo único que te puedo decir es que Raquel, donde esté, no se debe sentir bien al verte sufrir.
Eros, ella vivió su vida, amó a un buen hombre, fue madre de un guapísimo hijo, te cuido y apoyo en todo momento.
Te puedo asegurar que en este momento Raquel está con su amado esposo juntos y felices, no les dañes la felicidad de su reencuentro cariño.

— Si… pero la extraño.

— Lo se, se que ella era tu vida Eros, pero quizás es el momento de abrir tu corazón y formar una familia.

— Jeysi eso es imposible, no hay mujer decente en este mundo.

— EROS ESO NO ES CIERTO.
de ser así yo también…

— ¡No! No, disculpa, si las hay, de hecho tu y mi madres, son excepciones.
¿Dime dónde consigo a una buena mujer que no me vea por mi fortuna?

— Quizás más cerca de lo que crees. Esa niña, la heredera de tu mamá, ella debe ser buena persona, por algo Raquel la eligió.

— No bromees Jeysi, ella solo ayudó a mi madre por su dinero —  le contestó con molestia, como se le ocurre nombrar a esa…

— Eros no la conoces, dale una oportunidad, vas a convivir con ella por un año y además son socios, no te digo que te enamores de ella, solo te pido que puedan entablar una amistad.

— No lo creo Jeysi.

— Vamos, inténtalo por mi.

— Está bien — le contesto derrotado, a ella nunca le he podido negar nada.

— Bien, ahora ve a tu casa y date un buen baño, luego pon una película, quizás una comedia.

— Te quiero Jeysi.

— Y yo a ti, cariño.

Luego de la conversación con Jeysi, continúo mi camino, pero al pasar frente a un bar, decido parar y tomar un trago.

Empiezo con uno, luego otro, otro más, no sé cuánto tiempo pasa pero ya estoy mareado y no me sacó de la cabeza lo que dijo Jeysi, ¿debería conocerla más a Jade?
Ella es muy linda, tiene un cuerpazo que me pone a mil.
No me caería mal tenerla en mi cama una noche.

Decido volver a casa, la verdad no sé cómo maneje hasta la casa, si al bajar del auto todo me da vueltas, me recuesto del mismo mientras me quito la chaqueta, suelto el nudo de la corbata y los dos botones superiores, tomó la llave de mi bolsillo, caminó como puedo, hasta llegar a la puerta, introduzco la llave en la cerradura a duras penas ya que la misma se mueve de un lado a otro.

Entro, cierro la puerta y prendo la luz, dejó la llave en la mesita y empiezo a caminar, me tambaleo y me sostengo de otra mesa la cual cae al piso y se rompe el florero que tenía arriba.

— Juana me va a regañar — digo entre risas.

Suelto la chaqueta y llegó a las escaleras, me tomo del pasamanos y medito si debería acostarme en el mueble de la sala o ir a mi habitación.

Subo un peldaño y siento que me voy de lado pero.

Un aroma a vainilla invade mis fosas nasales y siento que alguien muy cálida me agarra evitando mi eminente caída.

Mi sorpresa es ver a Jade a mi lado.
Ella me ayuda a subir y yo cada vez veo más borroso, llegamos a mi habitación, ella se detiene para dejarme frente la cama, en un rápido arrebato la tomó por los hombros con la intención de probar sus apetecibles labios, pero pierdo el equilibrio y ella cae en la cama llevándome con ella.

Colocó los brazos en ambos lados de ella, estoy tan cerca que no puedo dejar de ver sus labios.

<< Pruébalos, hazlo >> me anima mi voz interior y yo le hago caso.

Valla, sus labios son tan dulces, ella es tan bella, la deseo, deseo hacerla mía en este preciso momento.
Siento que ella me empuja a un lado, se levanta y se va corriendo, escucho cuando cierra la puerta.

Respondió el beso, y cabe resaltar que besa como una diosa, una diosa que está en mi casa solo por dinero y nada más.

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, me siento en la cama y veo que aún tengo puesta la ropa de ayer.

Mis recuerdos del día anterior empiezan a llegar: la llamada a Jeysi, lágrimas, el bar, los tragos, el mareo y…
Un olor a vainilla, una suave piel, un beso. Jade.

<<¿Todo esto fue un sueño?>> Me preguntó.

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Hola, hola, lo prometido es deuda.
Aquí les dejo el capítulo que les prometí para el fin de semana.

Quise que narrará Eros, para que entiendan un poco por todo lo que el está pasando y el porqué de su actitud.

Si estás leyendo este libro después de leer MI SEGUNDA OPORTUNIDAD, creo que conoces mejor a Eros y entiendes porque el trata a todas las mujeres así.
Si no lo has leído, no te desanimes ya que poco a poco conocerás sus motivos.

Si les gusto déjame una ⭐

Se les quiere 💖