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Sí él supiera.

Jade.

Los siguientes días fueron tranquilos, casi no veía a Eros, él se iba al trabajo antes de que yo saliera de mi habitación y regresaba después de mí, en el hotel solo me hablaba lo estrictamente laboral.
Hoy Susana empieza a trabajar como mi asistente personal,Le contraté a Ángel una niñera para que lo cuide, Juana se ofreció a cuidarlo pero yo me negué, no quiero sobrecargar a Juana, ya suficiente con el trabajo del hogar.

Ya en mi nueva oficina, la cual está situada al final del pasillo, es un poco más grande que mi oficina anterior, muy bonita, de color blanco, lo único que no me gusta mucho es que las ventanas son pequeñas y la vista es simple, pues da hacia el estacionamiento.

Estoy trabajando revisando unos papeles y veo un documento de la sucursal de Madrid entre los informes del mes que Eros me envió temprano.
Me imagino que se le traspapeló, me levanto de mi asiento y camino a su oficina, cuando llego a su puerta levanto la mano para tocar pero antes de realizar la acción escucho la voz de Eros hablar.

— No padrino, no tengo nada con Gloria.

— Cómo que no Eros, ella lo ha dicho. A regado por todo el hotel que están comprometidos — esa es la voz de Leonel.

— Jamás me comprometería con ella, solo la bese hace unos días, pero no la he vuelto a buscar, créeme — me debato entre tocar la puerta o seguir escuchando

— Como te puedo creer Eros, se te olvidan todo lo que has ocasionado tus acciones. — silencio — Hijo tu recapacitaste, me prometiste que pensarías antes de actuar. Dime porque actuaste así, tú conoces a Gloria, sabes que ella solo quiere estar contigo por tu dinero.

— No se padrino, yo solo.
Solo quería…

— ¿Qué querías? — dice Leonel alterado.

Mejor me retiro y regreso más tarde, no quiero interrumpir, pero antes de dar la vuelta y retirarme escucho algo que me impresiona.

— Yo… solo quería que Jade nos viera — Dice en voz baja, tanto que no estoy segura de haber escuchado bien.

— Que los viera — susurro.

— ¿Hijo, y porque querías eso?

— No lo sé padrino, ella me confunde tanto — Silencio — sus besos dicen que le gustó, pero su boca no se cansa de decir que entre nosotros no puede suceder nada. Yo solo quería que…

— Eros, estás loco. Tú crees que podrás enamorar a una mujer besándote con otra.
Ya sabía yo que esa caída de bebé te pasaría factura.

— No la estoy enamorando.

— ¿A no?

— Yo lo sabía, le gustas — dice Susana en susurros muy cerca de mi oído y yo brinco del susto.

— ¡Susana!.

— Shuuu! Deja escuchar — agarro a Susana del brazo y nos vamos a mi oficina.

— Porque nos vamos yo quiero saber porque Eros actúa así — dice Susana mientras hace un puchero muy infantil.

— Porque está mal escuchar conversaciones ajenas.

— Y por eso tú estabas escuchando detrás de la puerta Jade — abro mi boca para contestar pero no encuentro una palabra que me ayude.

— Jade, lo que te voy a decir quizás te sirva en este momento — toma asiento frente mi escritorio y yo me recuesto del escritorio viéndola, esperando sus próximas palabras.
— Los hombres son como niños, niños grandes, ellos actúan sin pensar y en la mayoría de las veces meten la pata. Ahí es donde entra la mujer.
Recuerdas el dicho que dice "detrás de un buen hombre, hay una gran mujer"
Bueno es porque la mujer lo aconseja, lo guía y lo motiva a pensar para poder actuar.
Un hombre cuando encuentra a esa mujer que lo vuelve loco, pasa a convertirse en un caballero, piensa primero en ella, en cuidarla y amarla.
¿Pero qué pasa si esa mujer no le permite acercarse a ella? — me pregunta y sube una ceja.
— Bueno, el hombre vive de metidas de patas, una tras otra, solo para llamar la atención de ella.
Amiga yo solo quiero que tengas en mente eso, yo me retiro a trabajar — sale de la oficina y me deja con un mar de pensamientos.

Que me está queriendo decir con esas palabras. Acaso Susa está justificando a Eros.
No, él no tiene justificación, él es un mujeriego.

¡Ha!, No se que pensar.

Decido dejar de pensar en él, tomo mi teléfono y llamo a la niñera.

Llamada.

— Sí señora Jade.

— ¿Cómo estás Liana? ¿Todo bien por la casa?

— Sí señora todo bien, Ángel ya hizo las actividades que le dejó la señora Susana para hoy, en este momento se está cambiando para salir al jardín a jugar con su balón.

— Que bien, cuídalo mucho.

— Tranquila señora.

Liana es una chica de unos 19 años, ella es bajita y delgada, cabello negro corto. Ella está trabajando para costearse sus estudios, Juana la recomendó, pues es hija de una amiga de ella.

Luego de llamar y corroborar que todo está bien, me concentré en mi trabajo.

No sé cuánto tiempo pasa cuando alguien entra a mi oficina sin tocar la puerta.

— Jade quería saber si por error te traje un documento de…

No lo dejó terminar de hablar, levanto mi mano con el documento entre mis dedos.

— Y porque no me lo llevaste en cuanto lo conseguiste, no te imaginas lo preocupado que estaba, este documento es muy importante — me regaña con la voz más alta de lo normal.

Al escuchar su reclamo subo los codos en el escritorio y acunó mi rostro mirándolo a los ojos, debatiendo en gritar o hablar tranquila, mientras él me miraba esperando mi respuesta.

— Yo fui a tu oficina en cuanto me percate de él, pero no entre porque tú tenías una conversación con tu padrino la cual no quise interrumpir — él se me queda mirando y su cara pasa de estar con él entrecejo fruncido a abrir mucho sus ojos.

— ¿Y escuchaste lo que hablábamos? — preguntó alarmado.

— ¿Y tu crees que yo ando pegada detrás de las puertas escuchando conversaciones ajenas?.

<< Si él supiera >>

— No, claro que no, como crees que yo pensaría eso de tí — me contesta con mucha seguridad y yo me siento pésimo por haber escuchado su conversación a escondidas.

— Ten — le extiendo el documento nuevamente, él se acerca y lo toma.

— Gracias — toma el documento da media vuelta y empieza a caminar a la puerta.

Yo me le quedó mirándolo sin darme cuenta, la verdad es que está para comérselo, la espalda se le ve tan ancha y fuerte y su…

— A Jade — voltea y me consigue viéndolo, no sé qué cara tengo por ser capturada infraganti.

El deja asomar una pequeña sonrisa la cual se le ve tan bien.

— La semana que entra tenemos la auditoría en el hotel de Madrid, creo que tú presencia será muy importante.

— ¿A Madrid? — Siempre he querido ir a España, en especial a  esa ciudad, pero no me quiero separar de Ángel.

— Si, tendremos la supervisión anual, será un viaje de una semana aproximadamente, me gustaría contar con tu presencia ya que ese hotel ha presentado algunos inconvenientes en cuanto al trato del personal, bueno eso es lo que arroja las encuestas.

— Está bien, ¿cuándo saldremos?

— El Domingo en la tarde — dicho eso se retira.

El domingo, eso es en tres días, y ahora como le cuento esto a Ángel, yo le prometí que no nos separaríamos.

Para el almuerzo voy al comedor del personal, consigo a Susana y Victor almorzando juntos, en cuanto me ven me hacen señas para que vaya a su mesa.

— Está es la primera gerente que prefiere comer en el comedor del personal que en el restaurante del hotel — le dice Victor a Susana cuando estoy apunto de sentarme.

— Es que en el restaurante del hotel no contaré con la fantástica compañía que tengo aquí — le respondo.

Almorzamos entre platicas amenas pero antes de terminar les comento lo de mi viaje con Eros.

— Saben que el domingo debo viajar a España.

— Y eso dice Susana.

— La supervisión al hotel de Madrid.

— Bueno disfruta ese viaje, se que vas por trabajo, pero trata de disfrutar y conocer un poco — Está vez habla Victor.

— Si, es fantástico, tu siempre quisiste viajar a España y una de las ciudad que querías visitar era Madrid — dice Susana con entusiasmo.

— Si, eso es verdad. Pero no me quiero alejar de Ángel.

— ¿Y porque no te lo llevas? — preguntó Victor.

— Porque voy por trabajo, sé que pasaré el día entero en reuniones y no le puedo hacer eso, él está pequeño, no creo que sea divertido pasar el día encerrado en una oficina.

— Si, tienes razón — dice Victor pensativo.
— Oye, si tú no estás, tú asistente no tendrá mucho trabajo, quizás ella pueda trabajar medio día y así distraer a Ángel en alguna actividad.

Victor se ha convertido en un buen amigo, todos los días almorzamos juntos y conversamos de todo.
Creo que el se a dado cuenta que Susana viene siendo la segunda madre de ángel.

— Victor que inteligente eres — le dice Susana con administración.
— Tus ideas siempre son muy acertadas.

Victor sonríe y noto un leve rubor en sus mejillas.

— Creo que quizás la idea de Víctor nos ayude, en cuanto llegue a casa hablaré con Ángel.

La tarde la pasé haciendo un recorrido por las áreas del hotel, se me hizo un poco tarde pero era necesario que supervisará las áreas ya a las cinco y media de la tarde voy por mis cosas para ir a la casa, Maximo esperaba por mi en el lobby.

Cuando llegó a la casa voy directo a la sala, no veo a nadie, dejo mi bolso en el mueble y voy a la cocina.

— Buenas tardes — veo a María cocinando y a Juana mirando por la ventana.

— Buenas tardes — me responden.

— ¿Han visto a Ángel?

— Si, está en el jardín — dice Juana mientras apunta su dedo al jardín por la ventana.

Me acerco y veo a Ángel jugando pelota con Leandro, Ángel camina hacia delante atrapa una pelota, luego él la lanza y Eros la agarra.

— Tienen rato jugando — comenta Juana mientras los mira — Como me hubiera gustado que la señora Raquel viera a su hijo sonreír de esta manera — yo la miro sin entender.

Ella me ve y creo que se da cuenta de mi confusión, porque me aclara lo que ha comentado.

— Eros era un hombre muy alegre, comunicativo y entusiasta — dice mientras vuelve a posar la vista en ellos — Pero un día una mala mujer jugó con sus sentimientos y lo transformó en un hombre frío, el cerro su corazón, no confío en nadie más, se convirtió un robot que lo único que hacía era trabajar, la sonrisa que vemos en este momento, no la veía desde hace varios años — una sonrisa llena de melancolía se asoma por su rostro.
— En la última conversación que tuve con la difunta Raquel, ella me dijo que añoraba ver a su hijo sonreír de corazón, que le pedía a dios fuerza para ver ese día en el cual su hijo confiara y amara nuevamente — una lágrima corre por su mejilla.
— Ella se fue de este mundo sin ver lo que yo estoy viendo en este momento — se limpia con el dorso de su mano un par de lágrimas más.

— Te cuento un secreto — Juana me mira y afirma con su cabeza.
— Raquel sabía que Ángel le traería esa luz que tanto necesitaba Eros.
Por ese motivo estoy hoy en día viviendo aquí.
Ella decía que mi hijo es un Ángel, que él podría ablandar el corazón de Eros y creo que ella tenía razón — Juana sonríe.
— Quizás Raquel no ha presenciado esto en persona, pero creeme que desde donde ella este, está viendo a su hijo sonreír.

Juana me abraza y yo le correspondía el abrazo.

— Gracias mi niña, solo te pido que le tengas un poco de paciencia a Eros, para él no es fácil volver a creer, volver a abrir su corazón.

Veo por la ventana y me percató que ya no están jugando, vienen caminando para la cocina.
Juana se limpia las mejillas del rastro de las lágrimas y yo camino hacia la puerta que da al jardín.

— Mamita — Ángel corre a mis brazos.
— Eros me estaba enseñando a jugar a atrapar la pelota mami.

— Que bien — Eros se acerca — gracias Eros.

— No tienes que agradecer, la paso muy bien con tu hijo — lo dijo con tanta sinceridad que siento mi corazón latir un poco más rápido.
Eros camina a la puerta y angel me jala la mano para que le preste mi total atención, me agachó a su lado.

— Mami Eros me dijo que tía Susana pasará conmigo la semana que viene, porque tú tienes que ir a trabajar a otro país — miro a un lado y veo a Eros parado a un par de metros mirándonos.

— Si hijo, lo siento, te prometí que no te dejaría solo — le digo con mucho pesar.

— No importa mami, Eros me dijo que cuando vuelvan tú tendrás una semana libre para pasarla conmigo, y también me dijo que va a estar esa semana libre, él me llevará a ver un partido de fútbol — levanto mi cara con asombro para ver a Eros pero el ya no está en la puerta.

— Si mi niño, ¿no estás molesto porque me valla una semana?

— No, está bien, Eros dice que a veces el trabajo los obliga a hacer viajes así no quieran, pero que siempre hay una recompensa.

Esa tarde no ví más a Eros, él se encerró en su despacho, según Juana tiene mucho trabajo que adelantar antes de irnos.

Los siguientes dos días trato de salir lo más temprano que puedo del trabajo, para ir a casa y compartir con Ángel.

Hoy es domingo, hoy en la tarde viajó a la ciudad de Madrid, Ángel está viendo comiquitas en el televisor y Susa me está ayudando a hacer la maleta.

— Ese pantalón no amiga, no me gusta como te queda.
Lleva este vestido y te presto esta falda — me muestra una falda de tubo color lila.
— con estas botas de aguja negras y esta blusa, tendrás un atuendo elegante y sexy — dice con una sonrisa.

No le digo nada porque se lo terca que es y debo decir que, si,tiene razón, me encanta esa combinación.

— Mira y esto te lo traje de regalo, era para tu cumpleaños, pero creo que lo necesitarás en este viaje — me entrega una bolsa de papel cuando lo abro y veo pura lencería de dama.

Son cuatro conjuntos de lencería en encaje, muy diminutas y sexys, una roja, una negra, una blanca y una azul, y que se cree Susana que hare en ese viaje.

— ¿Susa y porque crees que necesitaré esto en este viaje?

— Tu ropa interior está algo pasada de moda, digamos que parecen de mi abuela — dice mientras arruga su cara y levanta una panti color rosado con dos dedos, yo se la arrebato de la mano y la guardo.

— Para mi están bien, total yo no estaré mostrándome en ropa interior por hay — le reclamo.

— Y eso lo sé amiga, pero también sé que vas a viajar con un hombre que está para comérselo de pies a cabeza, que te gusta mucho y que él está bobo por tí.

— Susa yo voy por trabajo no…

— Lo sé, lo sé, pero nunca está de más ir preparada — mientras habla sube y baja sus cejas y forma una sonrisa en sus labios.

— Susana deja de inventarte películas en tu cabeza y vamos a terminar de empacar — a la final no solo llevo ropa interior sexy, Susana también metió en mi maleta unos pijama diminutos.
Ella está loca de remate.

Nos despedimos en el aeropuerto, le doy muchos besos a Ángel, luego Eros le da un abrazo y nos vamos dejando a Susa y Ángel con Max quien se encargará de estar con ellos está semana.

Qué me deparará el viaje, no voy a mentir.
Estoy nerviosa por viajar junto con Eros.


***************
Hola, hola a tod@s les dejo otro capítulo.

🤔Que deparará ese viaje "de negocios"

No sé ustedes pero yo ya quiero saber que pasará en el viaje 😁

Y Eros.
Nuestro adorado y odiado Eros por fin está hablando de sus sentimientos ❤️

Dejen sus comentarios y ⭐

🙋A, posiblemente mañana les dejé una sorpresa.

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