¿Qué me estás haciendo?
Jade.
Alex me llevó al mirador de la torre Eiffel, desde aquí se ve todo tan hermoso, luego me llevó a un restaurante muy elegante donde cenamos entre pláticas y risas.
- Me hubiera gustado poder mostrarte los museos.
- A mi también, pero será para otra ocasión.
- Si, cuando vuelvas a venir te raptare un día entero.
Luego de la cena me lleva a pasear en góndola y luego me dice para ir a un club exclusivo.
Acepto y cuando entramos al club la música nos recibe, las personas bailan, otras hablan y ríen.
- Vamos a la zona Vip - me dice muy cerca de mi oído ya que la música está muy alta.
La zona vip está en el piso de arriba, hay menos personas que abajo, nos sentamos en un mueble en forma de L, y una chica con uniforme se acerca, le pasa la mano por el brazo a Álex y le dice algo cerca de su oído, él sonríe en respuesta.
- Trae lo de siempre para mí y para mí compañera.
¿Jade algo en especial?
- ¿Qué bebidas recomiendan?
- La fiesta azúl - dice la chica.
- Si, eso está bien.
La chica se va y regresa con un vaso con whisky y un vaso delgado y largo con un líquido azul oscuro.
Pruebo la bebida y es algo dulce, pero me gusta, hablamos y reímos.
Alex me invitó a bailar y yo acepté.
Bailamos varias canciones, nos sentamos, tomamos otros tragos y platicamos.
Ya debe pasar de la media noche, yo estoy muy mareada, no debí tomar tantos fiesta azúl.
- Te apetece ir a conocer mi casa - me dice Alex, el a tomado igual que yo pero no se ve ebrio.
- No, la verdad prefiero ir al hotel y descansar, mañana regreso a mi país.
- Ho, vamos, la pasaremos bien, no acepto un no como respuesta - me tomó de los brazos y me besó.
Me costó un poco pero me alejo de él.
- Tengo que ir al baño un momento - le digo.
Me levanto y todo me da vueltas, él me tomó de la cintura y me pega a él.
Tomé demasiado, que me pasa, yo no soy así.
<< Solo querías olvidar a Eros >> y ahí está mi conciencia dando respuesta a mi pregunta.
- Vamos a mi casa, quiero mostrarte mi habitación - Pero este que se cree.
- Primero voy al baño, tú me esperas aquí - le digo y le guiño un ojo, él sonríe y se sienta.
Tengo que salir de aquí, pero estoy muy mareada, si salgo de aquí podría conseguir a alguien peor afuera, yo no conozco este país.
- Estúpida Jade, eres una Estúpida - me regaño mientras ingresó al baño de damas.
Y ahora que hago, me siento muy mareada.
Tomó mi teléfono y llamó a la última persona que quería llamar.
Eros Smith.
No aguanto ver cómo Alex le coquetea a Jade, si dicen que yo soy un mujeriego él es el rey.
Cada noche sale con una mujer distinta, no le importa si son solteras, casadas, o menores de edad.
Cuando estamos esperando el carro le digo
- Lo tomarás en cuenta, no me digas que con él si te acostarás - en cuanto habló siento un dolor en mi mejilla.
- ¡Yo no soy una cualquiera Eros, a mi me respetas! - me dice Jade muy molesta, para luego irse caminando.
- JADE A DÓNDE VAS - le grito, pero ella me ignora y se va.
El valet trae mi auto, manejo por las calles pero no la encuentro.
Quizás me pase un poco con ese comentario, pero es que, ¿ella no se da cuenta de las intenciones de ese hombre?.
Llegó al hotel y preguntó en recepción si llegó, me informan que no y decido subir a mi habitación a descansar un poco, cuando se le pase volverá.
Cuando ingresó al ascensor veo a un chico entregando un gran ramo de rosas en la recepción.
Quizás debería regalarle unas flores para disculparme.
- Pero qué estás pensando Eros, - me reclamo.
Debo estar mal de la cabeza al pensar algo así, ella no es importante para mí, por lo tanto me da igual si se molesta o no.
Llegó a mi habitación y me acuesto un rato a descansar, prendo la televisión y me pongo a ver una película.
Ya ha pasado casi una hora, decido ir a recepción a preguntar si llegó la insoportable Jade.
Cuando salgo de mi habitación la veo con el ramo de rosas en sus manos, no puedo creerlo, era para ella, y yo pensando en regalarle unas también.
La ignoro y me voy, salgo del hotel tomo un taxi ya que no quiero manejar y me voy a una tasca, en ese lugar van gente de mucho dinero, fue en donde me encontré con Ciara la primera noche que llegué a París, espero esté hoy, tengo que liberar ese estrés que cargo por culpa de una mujer muy hermosa pero testaruda, una mujer que solo quiere el dinero de mi familia.
Ya tengo un par de horas cuando veo a Ciara entrar, lleva un diminuto vestido verde, ella es bellísima, sé que está operada para verse así, pero eso a mí no me importa.
Ya son casi las 11 de la noche, estoy besando a Ciara, le meto la mano donde yo quiero, le digo.
- Vamos a algún lugar ya, quiero más privacidad - Ella sonríe de oreja a oreja
- A donde tú quieras mi cielo.
Cuando vamos saliendo me consigo a Gustavo, está algo tomado, el siempre ha sido más recatado y la verdad no le conozco mucha mujeres.
- Hola Eros.
- Cómo estás Gustavo.
- Digamos que estaré bien cuando consiga buena compañía.
No puedo creer que mi hermano y tú están disfrutando y yo aquí solo.
- Ja, tu hermano todos los días tiene compañía.
- Si, pero si te soy sincero la compañía de hoy si se la envidio.
- Y qué tiene de especial esa mujer.
- No se, ella se ve tan natural, sería, educada.
Bueno, tú lo debes saber mejor que yo.
- ¿Y porque yo debería saberlo mejor que tú?
- Porque es tu asistente.
- ¿Qué? No puede ser, ella no saldría con un hombre así - digo para mí, pero creo que lo dije en voz alta porque Gustavo me respondió.
- Yo pensé lo mismo, sabes. Pero luego caí en la conclusión de que ella no lo conoce, por lo tanto no sabe de la fama de mi hermano.
Yo si soy idiota, le reclamé pero nunca le dije quién es ese hombre.
Salgo de la tasca, Ciara me tomó del brazo pero le digo que después la veo, tengo algo importante que hacer, ella se queda muy molesta pero a mí me da igual.
Me voy al hotel, aún conservo la llave de la habitación de Jade, ingreso en la misma.
- No está.
Me siento en la cama, a pensar que hacer, no se porque me preocupo por ella.
Mi teléfono suena, contesto sin ver quién es.
Llamada
- QUIEN ES - contesto de mala gana.
- Eros yo... yo no sé qué hacer - escucho la voz de jade, se ve que está muy tomada.
- Jade estás bien, Alex te hizo algo.
- Estoy bien, pero no sé cómo salir de aquí, Alex me quiere llevar a su casa y yo no quiero. - ese desgraciado, escucho música de fondo.
- ¿Dónde estás?
- No lo sé, es un club, el nombre era como algo azul - algo azul, el club fiesta azul.
- Voy para allá, no salgas de ese lugar, espérame.
Salgo de su habitación lo más rápido que puedo, voy al lobby tomó un taxi y le pido que me lleve lo más rápido que pueda al club fiesta azúl, en quince minutos estoy en el lugar, entro y no lo veo.
Debe estar en el área Vip, le pagó al seguridad una buena suma para que me deje ingresar, camino entre los muebles donde veo a muchas parejas casi que teniendo sexo.
Al final los veo cerca de los baños, él la tomó por el brazo y ella no quiere caminar, caminó hacia ellos y una enorme rabia crece dentro de mí, veo que la abraza e intenta besarla, ella lo empuja.
Lo agarró del hombro y lo volteo, le lanzó un puñetazo en la cara, el cae a un lado.
- Quita tus sucias manos de ella. Nunca más te atrevas a ponerle un solo dedo encima o te mato - Alex se levanta y me golpea, yo le respondo.
Los seguridad se acercaron y nos separaron.
- Señor Alex le advertimos que si formaba otro escándalo se le prohíbe la entrada - dos seguridad lo sacan.
- Señor se tiene que retirar - me dice otro seguridad.
- Si ya salgo.
Tomo a Jade de la cintura y la ayudó a caminar hasta la salida, ella está muy callada, en cuanto salimos del club y subimos al taxi, la examinó con la vista para cerciorarme que esté bien, no tiene ningún golpe o rasguño en sus brazos, cuando subo la vista a su cara la veo llorando.
- Tranquila, no te pasará nada, yo te protegeré - ella niega y me abraza.
- Todo esto fue mi culpa, yo no debí salir, yo...
- Nada fue tu culpa, tú no conocías a Alex por lo tanto no podrías saber de lo que es capaz.
Ella se separa y ve mi mejilla, el lugar donde ella me dio una cachetada y dónde Alex me pegó, pasa delicadamente sus dedos por el golpe y luego se acerca y depositó un tierno beso en mi mejilla.
No sé cómo explicar lo que sentí en ese instante, mi corazón amenazó con salirse de mi pecho, un sentimiento cálido y reconfortante desbordo de mi haciéndome olvidar del mundo entero.
Qué me estás haciendo Jade, esto nunca lo había sentido por nadie.
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Hola mi querid@s lectores.
Esta semana pude escribir un poco más, aquí les dejo otro capitulo.
Si les gusto dejen sus mensajes y sus ⭐
Se les quiere ❤️
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