Jade.

Fuegos artificiales explotan dentro de mi, siento los labios de Eros besándome con mucha pasión, mi corazón late como si acabará de correr una maratón, el ascensor se detiene y se abre la puerta, yo reacciono y salgo de él, rumbo a la habitación.

Que haces Jade, lo viste coqueteando con la recepcionista y luego la asistente de gerencia casi le brinca encima.
Entro a la habitación, cuando voy a cerrar Eros detiene la puerta y entra para luego cerrar detrás de él.

- Tú y yo vamos a hablar - me dice con una voz gruesa, él pasa por mi lado y se sienta en la silla de la peinadora, me hace señas para que me siente en la cama.

- Bien te escucho - le digo mientras tomo asiento.

Eros suspira, me mira, lo veo jugar con sus dedos y luego empieza a hablar.

- ¿Jade una persona tiene derecho a cambiar?
Osea, si estaba actuando mal, ¿tiene derecho a recapacitar? - el no me deja de mirar a los ojos, yo pienso sus preguntas y luego de un minuto respondo.

- Claro que tiene derecho de cambiar y de recapacitar.

- Y porque tú no me crees cuando te digo que me gustas y que quiero estar solo contigo, yo tengo derecho de enmendar mis errores.

Yo me quedo sin habla, él tiene razón, tiene derecho de enmendar sus errores, de enderezar su vida.

- Te seré sincero, nunca tuve un motivo para dejar de vivir mi vida loca - él baja la mirada.
- yo catalogue a todas las mujeres por igual, pensé que todas se acercaban a mí por mi dinero - Susa tenía razón, la vida de Eros no ha sido nada fácil.
- Después de mi ex, yo no creí que existiera una mujer de buen corazón, con principios.
Pero, por suerte me equivoqué. Mi madre me demostró que si hay buenas mujeres - él levanta la cara y me mira.
- Ella trajo a mi vida, a la mejor de todas las mujeres del mundo - se para de su silla y se agacha frente a mí, toma mis manos entre las suyas.
- Tu llegaste a mi vida de una forma inesperada, pusiste mi mundo de cabeza y poco a poco te fuiste ganando mi admiración - sonríe.
- Jade dame una oportunidad para rehacer mi vida, para cambiarla por bien.
Tú aceptarías a este hombre imperfecto en tu vida, para tratar de hacerte feliz.
¿Me darías una oportunidad para cambiar a tu lado?

De verdad está dispuesto a cambiar, ¿qué hago?.

Me levanto y rodeo la cama para luego devolverme y pararme frente a él.

- Si yo confío en tí, tú me prometes que jamás jugaras con mis sentimientos, que si un día te cansas de mí, me lo dirás y lo más importante tratarlas bien a mi hijo esté o no yo presente. - Eros sonríe.

- Te lo prometo - él se acerca a mi pero yo retrocedo un paso.

- Eso no quiere decir que viviremos juntos - el me mira y levanta una ceja - osea ya vivimos juntos, pero lo que quiero decir es que tenemos que ir paso a paso, conocernos y luego veremos a dónde nos lleva todo.

- Claro preciosa - él sonríe con picardía - Por ahora solo serás mi novia.

¡Novia!

El se acerca y nos volvemos a besar, yo subo mis manos y la paso por su cuello, él me tomó de la cintura y me pega más a él.

- ¿Qué tal si hoy tenemos nuestra primera cita?

- Hoy.

- Si, te invito a cenar.

Esa noche Eros me llevo a cenar a un restaurante italiano muy costoso y elegante.

Debo admitir que la pasé muy bien, la comida estuvo exquisita, hablamos de todo un poco.

Luego de la cena volvimos al hotel, subimos a nuestra habitación, entro al baño y me cambio por un pijama, cuando me lo puse y me ví en el espejo, me dió ganas de matar a Susana, el pijama consta de una camisa de tiros rosa palo y un diminuto shorts del mismo color.

Cuando salgo veo a Eros de espalda hablando por teléfono.
El viste un pantalón de algodón azul marino y nada más.

Cuando cuelga la llamada y se percata de mi presencia sonríe y me dice.

- Podemos compartir la cama Jade, hoy me recosté en el mueble y es incómodo.

- No sé si sea buena idea.

- Prometo portarme bien - me dice mientras levanta una mano y la otra se la coloca en su pecho.

- Está bien.

El se acuesta del lado derecho y yo del izquierdo, me da un casto beso y me desea las buenas noches, yo le doy la espalda y trato de dormir, pasan aproximadamente una hora y yo aún no puedo dormir, solo le doy vueltas a todo lo sucedido hoy, a las palabras de Eros y a la oportunidad que nos estamos dando.

Despierto con algo de calor, al abrir los ojos me doy cuenta que mi cabeza y mi mano está en el pecho de Eros, nuestras piernas están entrelazadas, no me quiero mover, no quiero que él se despierte.

- Buenos días princesa - escucho la voz de Eros.
- Este es el primero de muchos despertar juntos.
Sabes esto me gustas mucho - siento que besa mi cabeza mientras me abraza.

- Buenos días - los nervios no me dejan hablar.

- Se que esto se siente muy bien, pero tenemos que arreglarnos hoy es la inspección de las áreas.

- Si tienes razón - yo me aprieto más contra él y le beso el pecho, luego me levanto.

El me mira, no despega sus ojos de cada movimiento que doy.

- Te ves hermosa.

- Eros me acabo de despertar, debo verme horrible.

- Que va, eres lo más bello que he visto en mi vida - Está parte de Eros me gusta.

Luego de ducharme y vestirme en el baño salgo para terminar de arreglarme y Eros entra al baño.

Estamos terminando la inspección en el departamento de lavandería, ya hemos inspeccionado tres departamentos. Parte del recorrido nos acompañó la asistente de gerencia, muchas veces trato de acercarse a Eros, pero el siempre a mi lado, la última ver qué ella intentó tomarlo por el brazo, el se alejo y le preguntó frente a todos si necesitaba algo, al ella negar, el se alejo de ella, se paró a mi lado y tomó mi mano entrelazando nuestros dedos para luego besarla, luego de presenciar eso ella se retiró.
Es la una de la tarde y aún nos falta mucho, los pies me están matando.

- Thomas, seguimos luego de almorzar, creo que tenemos que descansar un rato - le dice Eros.

- Si tienes razón, ve al restaurante del hotel, nos vemos a las 2:30. Te parece.

- Si, exelente, vamos Jade - camino guiada por Eros, aunque se dónde queda el restaurante el me lleva de la mano como si temiera que yo me perdiera, sonrió al pensar eso.

Nos sentamos en una mesa para dos, se acerca una chica uniformada, luego de anotar nuestros pedidos se aleja.

- ¿Estás muy cansada preciosa?

- Un poco.

- Si quieres descansar el resto de la tarde, yo me puedo encargar de todo solo - me dice tomando mis manos sobre la mesa.

- Eros yo estoy aquí por trabajo, No te preocupes, además me encanta porque de esta manera puedo conocer mejor todo el hotel - Eros sonríe.

- Mujer trabajadora, no se puede esperar menos de tí.

Llega la chica con nuestra comida, almorzamos en silencio, un silencio ameno, luego la chica retira los platos y coloca frente a nosotros el postre.

- Cuéntame de ti Jade - me dice y luego prueba su torta de chocolate.

- ¿Y qué te puedo contar?.

- El padre de Ángel, ¿dónde está? - lo miro.
- Si no quieres no es obligado que me cuentes.

- No, no. Está bien, es solo que me sorprendió tu pregunta - suspiro
- El fue mi primer novio, mi primer todo, se llama Manuel, estudiamos juntos, salimos desde los 17 años, fuimos novios por cuatro años, el día de mi cumpleaños número 21 el llevó un pastel a mi casa, cantamos cumpleaños, todo era color de rosa, ese día le comenté que tenía un atraso de 15 días.
El me dijo que esté tranquila, que él lo solucionaría, ese día se fue temprano porque tenía que hacer algo.
Al día siguiente, él llegó a la casa, yo estaba sola porque mis padres trabajaban y mi hermana estaba en clases, el saco una bolsa pequeña de papel, la abrió y sacó unas pastillas.
El aseguro que si las tomaba solucionaría mi problema.
Textualmente dijo " Tómalas y solucionarlas tú problema".
Yo empecé a llorar, él puso las pastillas en mi mano y se fue, no vino más a mi casa desde ese día.
Yo no me tomé esas pastillas, las bote.
Les dije a mis padres luego de mi graduación, ya tenía tres meses.
Mi padre quería matar a Minuel, pero al final mi madre y yo lo detuvimos.

- ¿El nunca se acercó a conocer a su hijo? - yo niego con la cabeza.

- Cuando el niño tenía 5 meses, él fue a la casa de mis padres, yo estaba sola con mi hijo.
Al abrir la puerta me saludo como si nada había pasado, luego me dijo:
Vengo a ver a quién se parece el niño.
Ese día le dije hasta del mal que se iba a morir, como se atreve a decir eso, a quien más se parecería si no es a su padre.

- Vaya, que poco hombre - dice Eros.

- Ya te conté de mí, ahora cuéntame de tí.

- Y qué quieres que te cuente.

- Quiero saber, ¿cómo dejaste de creer en el amor?, ¿porque pensabas que todas las mujeres son interesadas?, ¿porque no tienes amigos?

- Son muchas preguntas.
Pero te lo contaré - me dice tratando de engañarme con una falsa sonrisa.
- Yo tenía una novia, ella se llama Rosa Emilia, yo vivía por ella, todo lo que pedía yo se lo daba. Nos íbamos a casar, era tan feliz - él baja la mirada, sé que aún le duele, y el saber eso, me incómoda mucho.
- También tenía muchos amigos, pero uno era especial, él era como mi hermano, un día viajamos los tres a cerrar un negocio con una constructora, una mañana le dije a mi novia que tenía una reunión con el arquitecto Leandro Gutiérrez, pero todo era mentira, ese día salí a comprarle los chocolates que a ella más le gustaba y un ramo de flores, ese día era nuestro aniversario.
Pero cuál fue mi sorpresa al llegar a la habitación que compartimos - veo mucha ira en su mirada.
- Encontrar a mi mejor amigo, a mi hermano, teniendo sexo con el amor de mi vida.
Ese día comprendí que ella no me quería, solo estaba conmigo por la buena vida que le daba.
Seis meses después, mi supuesto amigo se casó con mi ex prometida.
Yo decidí no confiar en nadie más, yo... - noto como aprieta los puños, yo coloco mis manos sobre las suyas.
- Pero sabes algo - veo como se suaviza su mirada y sonríe tiernamente - Todo lo que viví valió la pena, solo por conocerte a tí.

Y al escuchar sus palabras me derrito, es tan tierno.

Ahora entiendo su actitud, su comportamiento, él estaba muy herido.

Ese día me prometí a mi misma ayudar a ese hombre a olvidar ese mal momento de su vida y en cambio formar nuevos recuerdos llenos de amor.

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Capitulo doble está semana
👏👏👏

☺️ Me muero por ver esos nuevos recuerdos.

Se les quiere ❤️