¿Podemos hablar?
Eros Smith
Hoy es la lectura del testamento de mi madre, tengo un par de horas de haber llegado de la casa de campo, el lugar que escogieron mis padres para esparcir sus restos.
Ellos adoraban ir a vacacionar a esa casa, su lugar favorito era en el risco, ellos se sentaban en ese lugar y esperaban el atardecer, la verdad es una vista mágica.
Sé que ahora mi madre está junto con mi padre descansando en paz, sé que al fin se reencontraron, pero yo me siento tan vacío. Aunque cuento con el apoyo de mis padrinos, siento un vacío, una gran soledad.
Madre no sabes cuánta falta me haces y no te imaginas cuánta rabia me da no haberte acompañado en tus últimos días, mi padrino me explico porque te alejaste, pero aún así desearía haber estado a tu lado.
Debió sentirse tan sola y triste, bueno mi padrino me dijo que una mujer la acompañó, estaré eternamente agradecido con esa mujer. Pero no es lo mismo que te acompañe un extraño a un familiar.
Estoy en mi habitación cuando tocan a mi puerta.
- Señor, ya el notario llegó, lo hice pasar al despacho - me informa Juana al otro lado de la puerta.
Juana es nuestra ama de llaves, lleva trabajando con nosotros desde. Ni sé desde cuándo, desde que tengo usó de razón la recuerdo, ella es parte de la familia, mis padres le tenían mucho aprecio y cuando mi padre murió entre ella y mis padrinos ayudaron a mi madre a superar la tristeza.
Veo mi reloj y son las 11:55 am.
- Gracias Juana en un minuto voy.
Me terminó de vestir y bajó al despacho, al entrar consigo al notario viendo hacia el jardín por la ventana, lo saludó estrechando su mano y le digo que tome asiento en la silla frente el escritorio.
En ese momento entra Juana con una bandeja y sobre ella tres tazas de café, luego veo entrar a mi madrina Rosa.
Ella al verme me abraza con mucho cariño y me besa la mejilla.
- ¿Cómo estás mi cielo?
- Digamos que bien madrina - miró hacia la puerta esperando ver a mi padrino, pero no lo veo.
- ¿Y mi padrino?
- Ya está cerca hijo - Juana nos da la tasa con café y nos sentamos en silencio mientras esperamos a mi padrino.
Al cabo de unos quince minutos entra mi padrino y mi madrina al verlo lo abraza y le da un beso fugaz en sus labios.
Yo me levanto y lo saludo pero en ese instante me percaté de una mujer que entró al despacho y se paró cerca de mi padrino.
Detallo a la mujer y cabe destacar que es una preciosura, tiene el cabello largo color negro, grandes ojos color marrón claro, sus labios son algos rellenos muy apetecibles, es de piel clara, tiene un buen cuerpo con muchas curvas, no creo que pase de los 25 años.
La verdad, está como me la recomendó el doctor, ideal para una o quizás dos noches.
- ¿Quién es ella, padrino? - preguntó con mucha curiosidad.
- Ella es Jade, la chica que acompañó a tu madre en sus últimos días - es ella, es la persona que acompaño a mi madre sus últimos días, me asombro un poco pues me imaginé a una mujer mayor, jamás me imaginé que fuera alguien tan hermosa como ella,mi cuerpo reacciona en automático y la abrazo, ella se asombra pero al pasar un par de segundos reacciona y me corresponde el abrazo.
No puedo creer que queden personas desinteresadas y de buen corazón en el mundo, capaces de ayudar sin mirar a quien, es asombroso.
- Gracias - es lo único que sale por mi boca, siento un nudo en mi garganta.
- No tienes que agradecer nada, lo que hice fué de corazón - me separó del abrazo y la miro a los ojos y en ellos veo sinceridad.
- Bueno pasemos a realizar la lectura del testamento de la señora Raquel Sofía Smith - habla el notario.
Empieza la lectura del testamento de mi madre y todo va bien, hasta que el notario dice que la mitad de todos los bienes de mi madre serán para esa mujer y que ella tendrá que vivir en mi casa por un año.
Ya entiendo todo, por eso ayudó a mi madre, por el cochino interés, solo quería su fortuna, siempre he dicho que personas buenas no hay, y esto lo rectifica, y yo creyendo que es una buena mujer.
No aguanto la rabia me levanto y me acerco a ella, le apunto con mi dedo índice y le digo
- ¿Tu la convenciste de esto verdad? Claro por eso la ayudaste, por el dinero, ya sabía yo que nadie hacía lo que tú, sin un beneficio de por medio - le gritó en su cara con ganas de sacarla a patadas de mi casa.
Pero para mí sorpresa ella se levanta, en cuanto me acerco a ella y al terminar de hablar me da un manotazo en mi dedo, frunce el entrecejo y me dice.
- A mi no me señales.
Primero que nada, yo no tenía conocimiento que tú madre tenía dinero, ella jamás me habló de sus bienes, ella fue muy humilde, es más, yo no creo que tú madre haya sido una mujer manipulable, como para dejarse lavar el cerebro por mí, lo que hice fue de corazón, cómo podía dejar a una mujer sola, sin familia, en un hospital en sus últimos días - ella está roja y sus ojos se cristalizan - Ella me pidió muchas veces que la dejara sola, pero yo no pude hacer eso y no me arrepiento.
Y en cuanto a el dinero, ¡QUEDATELO NO LO QUIERO! - me grita - Siempre he vivido mi vida, trabajando yo sola, para salir adelante, a mi no me hace falta tu dinero, mi vida siempre ha sido tranquila y feliz y no pienso cambiar eso por un poco de dinero que no me pertenece.
Ahora sí me disculpan yo me marcho a mi casa
Ella se da la vuelta y se retira cerrando la puerta tras de sí con más fuerza de lo necesario, cualquiera la ve y piensa que la ofendí, todas son iguales, lo único que quieren es dinero.
- Yo puedo dar fe que esa mujer que acabas de insultar dice la verdad, tu madre nunca le dijo nada sobre su estatus social, es más, en varias ocasiones Jade le costeaba los medicamentos a tu madre cuando algún doctor se lo pedía, ella nunca se quejó, todo lo contrario - dijo mi padrino muy molesto para luego salir tras Jade.
- Hijo, leé la carta, quizás hay consigas las respuestas del porqué tu madre tomó está decisión - dice mi madrina mientras me pasa la mano por el cabello con un cariño maternal.
- Tienes razón madrina - salgo del despacho rumbo al comedor, me siento en una silla, tomó la carta y la abró y empiezo a leer.
Mi querido hijo
Disculpa por haberme alejado de tí en mis últimos días, pero yo no quería que me vieras sufrir, yo quiero que tú me recuerdes como el último día que hablamos, bonita, alegre, sana, si yo dejaba que me vieras en mis últimos días, tus últimos recuerdos de mi serían tristes y deprimentes, nunca me perdonaría acerté sufrir de esa manera.
Hijo nunca olvides que tú eres lo más importante en mi vida, te amó y deseo lo mejor del mundo para ti, quizás ahora no lo entiendas, pero te prometo que en un tiempo me entenderás.
Hijo, te preguntarás por qué le dejé a Jade la mitad de todos mis bienes, pues la respuesta es fácil.
Esa mujer luchó a mi lado mis últimos días, me acompañó, fue fuerte por mí, se ganó mi cariño y lo mejor de todo fué que ella nunca supo de mi dinero, ella me cuido por lo que soy, no por lo que tengo.
Además tengo un nieto, su hijo.
"No te asustes" no es tu hijo. Jejeje.
Ese niño me dió mucha alegría a mi vida justo en el momento más oscuro y triste de mi vida, él me pidió que yo fuera su abuela y yo acepté, ese niño es un ángel en todo el sentido de la palabra, ellos me dieron tanta alegría que me siento en deuda, yo quiero darles un poco de alegría a ellos, y si te preguntas cómo lo haré, la respuesta es fácil.
La herencia.
Con esa herencia ellos tendrán un mejor futuro, Jade le dará la mejor educación a Ángel, su hijo, él podrá hacer deporte, sabes que a ese niño le encanta el Fútbol, me recordó tanto a ti cuando tenías su edad.
Ahora hijo mío te pido un favor y espero lo cumplas por ser mi última voluntad.
Tienes que cuidar a Jade y a su hijo.
Verás, ella es madre soltera, vive sola con su hijo, ella es muy trabajadora y buena persona.
El problema es que está sola y su ex novio la acosa y me da miedo que le haga daño, ella no lo ve, pero en las cosas que él le ha hecho y los mensajes que le envío puedo ver qué él está obsesionado con ella.
Si te preguntas qué cómo lo sé, recuerda que soy psicóloga, aunque no lo ejerci, lo estudie y me gradué.
Hijo hay es donde entras tú, protégelos, cuídalos, por ese motivo pido que convivan en la misma casa, si no ponía esa cláusula ella no se quedaría, es algo terca sabes.
Temo por ella y por su hijo.
Te conozco y sé que cuando lean el testamento le vas a gritar y la vas a juzgar.
Espero que con esta explicación te des cuenta que ella es una buena mujer, y si la lastimaste ve y pide disculpas, debes cuidarlos en mi nombre hijo mío.
Te quiero mi vida
Raquel Smith
Al terminar de leer la carta me limpio las lágrimas que corren por mis mejillas, entiendo un poco el porqué de sus actos, aunque no perdono que se haya alejado de mí en esos momentos, en cuanto a Jade, aún me parece extraño que alguien ayude a otra sin esperar nada a cambio, sin embargo cumpliré la última voluntad de mi madre, así estaré más cerca de ella y descubriré sus intenciones, además tengo curiosidad por conocer a ese niño que mi mamá mencionó.
La tendré cerca, la vigilaré y si llego a descubrir que es una estafadora, haré que le caiga todo el peso de la ley.
Me levanto y camino de vuelta al despacho, pero al pasar por el pasillo lateral veo a mi padrino parado frente a una ventana muy distraído.
- ¿Padrino pasa algo?
- Jade - es lo único que dice mientras me hace señas hacía afuera.
Al mirar por la ventana veo a Jade sentada en la grama, limpiándose el rostro, creo que está llorando, se ve muy triste.
- Tranquilo padrino, yo hablaré con ella - mi padrino me ve como si me hubiera salido otra cabeza - No haré nada estúpido.
No dejo hablar a mi padrino, doy media vuelta y me dirijo al jardín, salgo por una puerta lateral y me acerco a ella, Jade no sé a percatado que me acerco, ella está leyendo una hoja y se limpia las lágrimas mientras leé.
- ¿Jade podemos hablar? - le pregunto en cuanto estoy cerca, ella me ve y se levanta inmediatamente.
Bueno llegó el momento de cumplir tu deseo madre.
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