No la dejaré sola
Jade
Estoy muy preocupada, por tanto rodeo para decirme que tiene.
— La paciente tiene cáncer de mama ya muy avanzado, lamento informarte que ya tiene metástasis — dice la doctora con mucho pesar — No creo que viva más de un mes, lo siento mucho.
Yo me tapó la boca con ambas manos y se me escapan un par de lágrimas, siempre he sido muy empática con los problemas ajenos, y más en este caso, esa señora está sola y no tiene a nadie a su lado, está viviendo sus últimos días.
— Doctora que puedo hacer por ella.
— Nada, solo esperar su partida, acompañarla y darle buenos momentos.
Salgo del consultorio de la doctora aún en shock, estar enfermo es duro, estar enfermo sin nadie a tu lado es peor, pero estar en tu lecho de muerte completamente solo no se lo deseo a nadie.
Y en ese momento tomé una decisión, no la dejaré sola, quién se iba a imaginar que dicha decisión me cambiaría la vida, nadie, ni yo misma pensé eso.
La enfermera me informa en qué habitación está la señora Raquel, yo me dirijo a la misma para hablar con ella.
— ¿Cómo te sientes Raquel? — le pregunto apenas llegó a la puerta de la habitación, Raquel levanta la mirada de su regazo y me mira con asombro.
— ¿Hija qué haces aquí?
— Acompañarla, no la podía dejar sola — le respondo mientras me siento en la silla al lado de la camilla.
— ¿Ya sabes lo que tengo? — me pregunta mientras evita mi mirada.
— Sí, Raquel.
— No me queda mucho tiempo — me dice mientras corren por sus mejillas gotas de agua salada.
— Si, lo sé y si me lo permites me gustaría visitarte a diario y hacerte compañía.
— No quiero lástima de nadie — me dice mirando al lado contrario de donde yo estoy y a mi se me rompe el alma al verla tan sola y vulnerable.
— Señora escuche bien lo que le voy a decir.
Nunca podría sentir lástima por una persona que está luchando diariamente contra una enfermedad tan grave, una persona que no se ha rendido sin importar que, sabe lo que siento. !Admiración!.
Le propongo algo, permítame venir a visitarla al salir de mi trabajo y si en algún momento usted ve que actuó con lástima me corre de aquí y yo no replicare a su decisión, ¿le parece? — ella me ve por unos largos segundos y luego sonríe.
— Está bien, tú ganas, ven cuéntame de ti jade.
— Que te puedo contar, aver…
Trabajo en el café desde hace tres años y antes de eso trabajé de camarera en varios hoteles, tengo un hijo de cinco años el se llama Ángel.
— Que lindo nombre — dice Raquel.
— Si — sonrió — le puse ese nombre porque cuando quedé embarazada de él, me pasaron muchas cosas y él desde mi vientre me dio fuerza para salir adelante.
— Y su padre.
— Él no tiene padre, él lo negó — respondo sin emoción en mi voz.
— Que desgraciado — ella decide cambiar el tema a uno más ameno — ¿Y el niño estudia?
Hablamos por una hora, le muestro fotos de Ángel, ella se emocionó al verla, ella me cuenta anécdotas de cuando era joven, Raquel es muy agradable, me da pesar que una persona tan agradable esté pasando por una enfermedad tan agresiva, una enfermedad que algunas personas no la sobrevive.
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Cómo están mis queridos lectores.
Les dejo otro capítulo, es un poco corto pero necesario para el desarrollo de la historia.
Ya falta poco para la aparición de nuestro protagonista masculino.
Si les gusto dejen una ⭐
Se les quiere ❤️
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