Loco de remate
Jade
Al día siguiente me levanto temprano y me arreglo para ir al hotel, es extraño no ver a Eros en estos dos días, no se que pensar de él.
Luego de desayunar me voy al hotel, una vez cambiada con el uniforme me dirijo a la oficina de ama de llaves.
Espero y hoy pueda descubrir algo más, y solo deseo que me equivoque en lo que estoy pensando de Eros.
Al llegar a la oficina de ama de llaves, me dedico disimuladamente a buscar con la mirada a la gerente de este departamento "la ama de llaves", pero para mí sorpresa no veo a nadie que ya no haya visto antes.
Víctor está entregando la asignación de habitaciones a cada camarera, yo me espero de última.
— Buen día Jade, ¿Cómo estás?— me pregunta amablemente Víctor.
— Hola, Víctor, estoy bien y tú.
— Yo bien, pero ahora mejor. Ya que hoy te toca trabajar conmigo en la supervisión de habitaciones — me dice con esa sonrisa rompecorazones que él tiene.
— ¿Contigo? — preguntó asombrada pues eso no me lo esperaba.
— Si Jade, de gerencia pasaron la solicitud de tener una persona capacitada para trabajar en cualquier área del hotel, por eso hoy aprenderás sobre la supervisión en el departamento de ama de llaves y si te soy sincero, me serás de mucha ayuda, hoy una supervisora está enferma y no pudo venir — me explica mientras las demás camareras y supervisoras se retiran de la oficina.
— Está bien — le respondo.
Quizás viendo todo desde este ángulo, pueda ver algunas cosas interesantes.
Pasamos toda la mañana supervisando las habitaciones que tienen entrada hoy, cada vez que salíamos de una habitación se chequea el pasillo y alrededores para cerciorarnos que todo esté impecable, Víctor es muy agradable y alegre, me he divertido mucho con sus ocurrencias.
Estamos supervisando una suite entre risas por sus comentarios.
— Pensar que esta es la suite preferida para celebrar la esclavitud de un hombre — comenta muy serio mientras revisa el closets.
— ¿Y cómo es eso? — pregunto muy intrigada por su comentario y su seriedad.
— Es muy sencillo, esta es la suite nupcial, donde muchos pasan su luna de miel — yo lo miro y el suelta unas carcajadas — La esclavitud, matrimonio — dice entre risas.
— Osea tú piensas que al casarte serás un esclavo — le preguntó mientras arregló las cortinas.
— Pues sí. Por eso aún estoy en busca de mi ama perfecta — dice con una leve sonrisa.
— Eso sonó algo cursi.
— ¿Jade tú tienes novio o estás casada?
—Ni una, ni otra — contestó mientras entró al baño y chequeó que todo esté en su sitio.
— Eso quiere decir que tú estás sola con tu hijo — me pregunta mientras me sigue al baño.
— Si, como muchas mujeres en este mundo, soy madre y padre a la vez.
— Eres digna de admirar Jade, no entiendo que hombre, es tan ciego y estúpido para dejar sola a una mujer tan bella e inteligente como tú y sin contar con un hijo de por medio — mientras el habla yo me volteo y lo veo asombrada, nunca nadie me había dicho esas cosas, el me mira directamente a los ojos mientras habla, yo siento mis mejillas arder.
En lo que va de la mañana yo le e contado que tengo un hijo y de mis trabajos anteriores y Víctor me ha contado cómo empezó a trabajar en este hotel, que ya tiene más dos años, que empezó como supervisor y al pasar un año fue ascendido a asistente, que está soltero desde hace seis meses ya que su ex novia se fue del país por una oferta de trabajo y decidieron no seguir su relación por la distancia.
— Que te puedo decir no todos los hombres piensan como tú — le contestó mientras arregló el doblado de las toallas.
— Muy linda la conversación de los tortolitos, pero ya el grupo de huspedes llegó y necesitamos saber si las habitaciones ya están listas Víctor — dice Eros con una voz grabé, desde la puerta del baño, haciendo que me exalte pues es la última persona que me esperaba conseguir y menos que estuviera escuchando nuestra conversación.
Al fijarme en Eros lo noto muy serio, me recuerda al día cuando interrumpió la lectura del testamento y me gritó.
— Disculpe señor, ya solo falta supervisar la suite 4-B y estamos listos — dice Víctor muy tenso, y al mirarlo bien veo que aprieta su mandíbula mientras habla.
— Disculpen mi pregunta, pero no sería más eficiente llamar a la ama de llaves y preguntar el estatus de las habitaciones que ir de piso en piso buscando al asistente — preguntó con la mayor inocencia fingida, quiero ver cómo reacciona Eros a esa pregunta.
Eros me mira como si quisiera gritarme y Víctor me ve algo asombrado.
— Sí señorita, sería más efectivo, pero al no localizarla, decidí salir personalmente para dar un recorrido y buscar al asistente de ama de llaves para que me de respuesta — dice Eros con ese tono firme y frío que lo caracteriza.
— Jade vamos a la siguiente habitación, señor en cinco minutos ya todo estára listo — interviene Víctor pasando por un lado de Eros y yo solo lo sigo, pero antes de salir de la habitación volteo y veo a Eros que nos mira con mucho enojó.
<< La verdad, no entiendo qué pasa por la cabeza de Eros >>
Salimos de la suite y nos dirigimos al ascensor para ir al cuarto piso y chequear la última habitación que faltaba, Eros sale y se va por otro lado sin voltear a vernos.
— ¡Tú estás loca!, Cómo te atreves de preguntarle eso al gerente general y dueño del hotel, no viste su cara de enojó, ojalá y no te voté.
— Yo no hice nada malo, solo le pregunté algo sencillo.
— El señor Smith es un hombre que no acepta sugerencias de los demás gerentes, él es algo arrogante.
Te recomiendo que cuando lo veas trates de no hablarle y te alejes de él si quieres conservar tu trabajo.
— ¿Víctor tú no te llevas con él? — preguntó mientras subíamos al ascensor.
— La verdad nunca he tenido mucho trato con él, solo lo estrictamente laboral, al señor Smith no le gusta relacionarse con el personal.
— ¿Siempre trata a los empleados así, tan frío y distante? Preguntó mientras esperaba llegar al cuarto piso.
— Si.
— Si te soy sincera, con un jefe así no creo durar mucho, creo que un buen jefe es quien te valora como persona.
— La ventaja es que muy pocas veces se le ve por las áreas, y si a eso le sumamos que este hotel es uno de los que mejor paga, nos da ánimos para aguantar uno que otro desplante de su parte — el hace una pausa pensando — en realidad creo que ese es el motivo por el cual muchos aún seguimos aquí, por el pago, ya que para superarnos laboralmente no creo, los ascensos ahora no son por méritos si no por… " palanca".
El se queda en silencio, el ascensor llega al cuarto piso y caminamos a la suite, luego de esa conversación me doy cuenta que el personal está desanimado, y estoy segura que eso influye en el estado actual del hotel.
Al cabo de unos minutos el Víctor silencio se fue y regresó el Víctor alegre, el resto del día él me enseñó a asignar habitaciones, trabajamos desde la oficina de ama de llaves, y aunque parezca ilógico, aún no he conocido al ama de llaves.
Antes de la hora de salida Víctor me pide intercambiar números de teléfonos, el me dijo que como estoy sola en la ciudad y en vista que no la conozco del todo, es importante contar con alguien, que lo llamara si necesitaba algo.
Luego de mi día de trabajo me voy a la casa que ahora comparto con Eros, llegó y me voy directo a mi habitación, luego de bañarme y vestirme cómoda, decido bajar a la cocina a cenar algo, pero al pasar por el comedor veo a Eros sentado frente la mesa.
— Buenas noches — digo en cuanto veo a Eros.
— Buenas noches, siéntate a cenar — pero este hombre que se cree, más que una invitación, sonó a una orden.
Juana entra y coloca en la mesa dos copas y al ver bien veo que hay dos puestos en la mesa, respiro para tranquilizarme y procedo a sentarme en el puesto libre, Juana sirve la comida y luego sirve vino en las copas.
— Con permiso, si desean algo más estaré en la cocina — dicho eso se retira.
Procedo a probar la comida y aunque no soy amante de las pastas, está exquisita.
— ¿Cómo te ha ido en el hotel? — pregunta Eros para luego beber de su copa.
— Bien.
— Víctor es un buen partido, quizás más de tu tipo — habla sin mirarme y procede a comer como si no hubiera dicho nada.
— Víctor es un gran hombre, educado, inteligente y alegre — tomo un trago de vino — ahora, me puedes aclarar qué quieres decir con "tu tipo".
— Yo no quiero decir nada. Solo es que veo que es más de tu estatus social — y sigue comiendo como si no me está insultando.
— Ya entendí, ahora, sí hablamos de estatus social te recuerdo que también soy dueña de la cadena hotelera, de esta casa, y mucho más, pero te aclaro que a diferencia de ti, yo no juzgo a las personas por su dinero yo los juzgo por su corazón, y si Víctor es más de mi tipo, ya que tiene un gran corazón, es un hombre íntegro, a diferencia de muchos.
Ahora sí me disculpas me retiro pues se me fue el apetito — me levanto de la silla y me dirijo a las escaleras.
Pero cuál es mi sorpresa, no he dado ni tres pasos cuando siento que me detienen por el brazo, al voltear veo a Eros.
— ¿Oye qué te pasa? — intento zafarme de su agarre.
— No te la quieres dar de Santa, si no quieres nada con él, ¿porque te reías tanto con él cuando estaban juntos? — me pregunta muy cerca de mi rostro y sin soltarme aún.
— Porque me cae muy bien, es agradable, carismático, alegré — le digo muy molesta.
<< Este hombre está loco de remate >>
— Está bien, digamos que te creo — me suelta y se aleja de mí, yo lo miro por unos segundos, y al ver que no dice nada más, me voy rumbo a las escaleras.
Subo a mi habitación y me siento en la cama.
Pero que se cree este hombre, es tan bipolar.
¿Qué tiene en la cabeza?
<< Dos cucarachas jugando cartas >> responde mi voz interior, y no puedo evitar reírme con el pensamiento.
Él cree que todo lo que he hecho ha sido por dinero, me da igual lo que el piense, yo tengo mi conciencia tranquila, solo espero que cuando él se de cuenta que todo lo que piensa de mí es falso, no sea tarde.
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Hola, hola.
Disculpen la tardanza en publicar, pero es que a veces se me complica un poco, sea por el internet o por qué yo escribo y público desde mi celular.
Aquí les dejo otro capítulo.
¿Que piensan de Eros?
Si les gusto el capítulo dejen una ⭐.
Me gusta leer sus comentarios, para mí es importante interactuar con ustedes.
Se les quiere💖
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