¡Estás borracho!
Jade
Me despierto a la misma hora de siempre y me arreglo para ir al hotel Smith.
Una vez llegué al hotel, me llamaron de recursos humanos.
<< Será que Eros ya me quiere sacar de aquí >>
Al llegar a la oficina de recursos humanos, me recibe Sofía con una cálida sonrisa.
- ¿Jade cómo estás?, Espero que Victor te haya tratado bien.
- Hola, si él y su equipo de trabajo me trataron muy bien.
- Te mandé a llamar porque como te había comentado anteriormente, tú tienes que aprender a trabajar en cualquier departamento y como Victor nos informó que ya dominas la mayoría del trabajo en ama de llaves, hoy empezarás en el departamento de alimentos y bebidas, específicamente en la cocina.
Sofía me entrega el nuevo uniforme que consta de una chaqueta y un pantalón blanco, me dice que me vaya a cambiar y vuelva para ella acompañarme a mi nuevo lugar de trabajo.
Luego de ir al baño de personal y cambiarme la ropa por el uniforme, llegó nuevamente a la oficina de recursos humanos dónde Sofía me esperaba.
Sofía me presenta al chef que se llama Ramón y a la sub chef que se llama Angela, luego se retira, el chef me envía a picar las verduras con las demás ayudantes de cocina.
Pasé la mañana tranquila, me la pasé pelando y picando, papás, zanahoria y remolachas, la verdad se trabaja bien ya que el chef divide el trabajo, unas pican aliños, otras las verduras y varios hombres pican los pollos en presas.
Todo bien hasta que el chef me envía al depósito a buscar un kilo de sal.
El depósito queda al final del almacén, ingreso al almacén y veo un cuarto muy grande, repleto de estantes dónde a un lado tienen todo tipos de utensilios y en el otro están las verduras, frutas y hortalizas, todo bien organizado y limpio, camino al área de los utensilios y veo varios que no sé ni para qué son, estoy detallando los utensilios, cuando veo la puerta del depósito se abre y sale la sub chef Angela, arreglándose la chaqueta blanca y con el pelo muy revuelto, yo me coloco detrás del estante para que no me vea, luego sale el gerente de seguridad colocándose la correa del pantalón, le da un fugaz beso en los labios a Ángela, luego una nalgada y se retira, Angela se arregla el cabello espera unos minutos y luego se va.
<< Quien ve a Ángela, tan tranquila que parece >> pienso.
<< No pueden ir a un hotel >> dice mi voz interior.
Me río mientras entro a buscar la sal.
Ya que relativamente si fueron a un hotel, la diferencia es que no a una habitación.
Después de entregar la sal y recibir un regaño de parte del chef por tardar mucho tiempo en traerla, me dirijo a mi lugar de trabajo para seguir picando las papas.
Y ahora qué hago con lo que ví, este no es lugar para tener encuentros sexuales, este lugar es para trabajar, luego hablaré con Eros para que hable con ellos, eso no debería suceder.
- ¿Jade qué te pasa, estás muy distraída? - me dice Luisa, una señora de unos 45 años alta y delgada, de ojos grandes color café.
- La verdad, es que ví algo que... creo que está mal - le digo mientras continúo con mi tarea de picar papas.
- Si me dices lo que viste tal vez te pueda ayudar - me dice con amabilidad.
- Cuando fuí a buscar la sal ví a la sub chef y al gerente de seguridad salir del depósito - le digo con voz muy baja.
- Mira Jade, Angela es sub chef gracias a sus encantos... para conseguir el puesto se metió en las sábanas de casi todos los gerentes masculinos del hotel, y gracias a eso le dieron el puesto, ella lleva trabajando aquí cinco meses de los cuales tres los lleva trabajando de sub chef, hoy en día está saliendo con el gerente de seguridad y por ese motivo nadie le dice nada si hace algo mal o indebido - Luisa mira a ambos lados para cerciorarse que nadie esté escuchando nuestra conversación - Ana era una ayudante de cocina con más de tres años de trabajar aquí, a ella le tocaba el ascenso para el cargo de sub chef, pero no sé lo dieron, en cambio se lo dieron a una inexperta con solo dos meses de experiencia, a los días que Angela asumió el cargo, ella preparó una salsa bechamel cuya salsa quedó incomible, Ana se quejó ya que el segundo al mando en una cocina debe tener un amplio conocimiento culinario, y cuál fue nuestra sorpresa.
El día siguiente la votaron, según por robo de insumos, el mismo gerente de seguridad fue el que descubrió tres botellas de vino del más caro en el casillero de Ana, según realizaba una inspección rutinaria - suspira mira a los lados y prosigue su historia.
- sabes lo extraño de todo esto es que nosotros el personal de cocina no tenemos acceso a la llave del almacén de bebidas, solo los bartender y seguridad la tienen, y lo que más me extraño es que el día anterior pude ver el interior de su casillero ya que el mío estaba al lado del de ella y no ví ninguna botellas en el, las dos salimos a la misma hora y nos fuimos juntas.
La pregunta del millón es, ¿Cómo Ana pudo colocar las botellas en el casillero si no estaba esa noche aquí?
- Fue una trampa - digo pensativa.
- Efectivamente.
- Tenemos que hacer algo, eso fue injusto, yo...
- No, no debes hacer nada, nadie te creerá a ti o a mí, el resultado de hacer algo es que nos voten o nos acusen de ladronas, y yo no me puedo dar el gusto de perder este trabajo, yo soy madre soltera y mi hija es diabética, no puedo.
Jade si te cuento esto es para que te alejes de esas personas, para que no te involucres en nada, ¿me entiendes? - yo afirmó con la cabeza.
Luego de esa conversación, no ví nada más fuera de lugar, bueno solo me percate que Angela en todo el día solo pico unos aliños y del resto se la pasó paseando de un lado a otro, el chef realiza todo el trabajo sin descanso, con ayuda de las ayudantes de cocina.
Salgo del hotel y me voy a la casa de Eros, aunque se que también es mi casa, no me veo diciendo " voy a casa" ese lugar no me pertenece, mi único hogar es donde esté mi hijo, y en este momento está muy lejos de mi.
Llego y como todos los días voy directo a mi habitación descansa, me baño y luego de estar más cómoda voy a la cocina para cenar algo ligero.
Luego de la cena y hablar un rato con Juana subo a mi habitación y llamó a Susana.
Llamada
- Hola Susa, ¿cómo está Angel? - hablo en cuanto contesta la llamada.
- Bien amiga, en este momento se está bañando para luego ir a dormir.
- Susa, los extraño tanto - siento mis ojos llenarse de lágrimas.
- Y nosotros a ti amiga. No vayas a llorar, solo tienes lejos una semana, ya falta poco para que terminen las clases.
- Si, pero sabes que nunca había estado separada de Ángel - le contestó mientras un par de lágrimas corrían por mi mejilla.
Sé que soy dura y decidida, no soy de hacer dramas, pero mi punto débil es mi hijo, lo extraño tanto.
- Jade cambiemos de tema si.
Mira hoy me entregaron el trabajo de computación de Angel, saco 18 y el profesor me dijo que va muy bien en clases.
- Gracias Susa por cuidar a Ángel y por sacrificarte en ir a hablar con su apuesto profesor - sonrió.
- Ya veo que te sientes mejor.
Luego de hablar un rato con Susana, me pasa a Angel y duramos al teléfono más de media hora, el me contaba todo lo que hizo en el día, yo le describí la casa y él se emocionó con el hecho de vivir en una casa tan grande, con piscina y un patio tan grande donde podrá jugar fútbol.
Luego de colgar la llamada, prendo la televisión y busco la serie Friend, nada mejor para desestresarse que ver algo de comedia.
Cuando me da sueño apagó el televisor y me quedo dormida.
Despierto sobresaltada por un ruido muy fuerte, veo la hora en el reloj y son las 01:43 de la madrugada.
Me levanto abro la puerta y me asomo al pasillo, todo está oscuro, solo ilumina la luz de la luna que entra por las ventanas.
En una mesita que está a un lado del pasillo, hay un candelabro antiguo, lo tomo y me armó con él para protegerme, armando me dé valor decido bajar las escaleras y ver que provocó ese ruido.
Caminó por el pasillo, Dios que no sea un ladrón rezó mientras camino lentamente, llegó a las escaleras y empiezo a bajar una a una, llegó al segundo piso y todo está oscuro al igual que en él tercer piso, solo la luna ilumina al colarse por la ventana, no veo nada extraño, sigo descendiendo, bajo un par de escalones y lo veo.
Eros está al inicio de las escaleras, se tambalea de un lado al otro, la luz del recibidor está encendida y me permite visualizar todo, detrás de Eros hay una mesita en el piso y a un lado un jarrón hecho añico, más adelante está su chaqueta tirada.
Veo nuevamente a Eros, viste un pantalón de vestir negro, una camisa blanca mangas largas la cual tiene doblada hasta los codos, la camisa se ve algo arrugada y la lleva por fuera, lleva la corbata suelta en el cuello y los dos primeros botones de la camisa desabotonado y está despeinado.
<< Vaya, no puedo creer que esté en ése estado y aún se vea como un Adonis >> dice mi voz interior.
<< Deja de pensar estupideces en un momento como este >> me reprendo mentalmente.
El sube un par de escalones y se tambalea, corro hasta él antes que se caiga y tomo su brazo con fuerza.
- ¿Eros estás bien? - le pregunto muy alarmada al ver su estado.
- S.s.sii... bienn y sin ella - responde a duras penas y al estar a su lado percibo un olor a alcohol.
- ¡Estás borracho! - no es una pregunta es una afirmación.
- Soloo bebí unn traago Nadaamasss - dice Eros mientras lo sostengo, el pasa un brazo por encima de mi hombro y me acerca a él.
- Vamos a tu habitación Eros - lo ayudó a subir las escaleras.
- La extraño muuchooo, Porr que se murrio - dice muy triste en voz bajá
Él está hablando de Raquel, por lo que veo aún no ha superado su perdida, aunque se haga el duro aún la extraña.
- Quisierra creerr que tú, hip, no erres una mentirosa, erres muyy bonita, hip. - escucho a Eros hablar arrastrando las letras.
Yo lo ignoro y sigo caminando sirviendo de apoyo para Eros.
- Sabess cuando tee ví por primerra vess, hip, me llamaste muuchooo la atención presiosa - cuando termina de hablar me atrae hacia él y me abraza.
No puedo evitar sonrojarme, me está presionando contra su fuerte pecho y por sus comentarios. La gente siempre dice que los borrachos nunca mienten.
Me apartó de él lentamente.
- Eros camina, tenemos que ir a tu habitación - le digo con la esperanza de que me haga caso.
El me siguió el paso y luego de subir las interminables escaleras llegamos al tercer piso, Eros aún tiene su brazo sobre mis hombros, yo estoy cansada pues este hombre se afinca en mi y él es muy grande, por lo tanto es muy pesado, caminamos por el pasillo y el tumba la mesita de dónde había tomado el candelabro antiguo, el cual lo deje en medio de las escaleras que llevan al primer piso
Abro la puerta y lo guío a la cama nos paramos al frente de la misma pero cuando estoy quitando su brazo de mi hombro, él me toma por los hombros y me empuja a su cama, yo intento agarrarme de algo por el asombro y terminó agarrando su camisa, atrayéndolo a él conmigo.
Caigo en la cama debajo de Eros, debo agradecer que Eros no dejó todo su peso sobre mi, pues con sus brazos aguanta parte de su cuerpo.
Él me ve directamente a los ojos, levanta su mano derecha y la pasa por mi mejilla.
- Mee guustass mujerrr - pasa su dedo pulgar por mis labios - Quierro una noche contigo.
Acto seguido me besó, yo estoy en shock, esto no lo esperaba, intentó apartarlo pero no puedo.
No sé qué me pasó, pero mi cuerpo toma vida propia y termina correspondiendo el beso, un beso apasionado, caliente y desenfrenado, sabor a whisky.
Se separa por falta de aire, yo me impulso con una pierna y un brazo hacia un lado y logró que se voltee quedando él con su espalda en la cama, me levanto como un rayo y salgo lo más rápido posible de su habitación, cerrando la puerta al salir.
- Que acaba de suceder - me preguntó en voz bajá.
Caminó a mi habitación, entro, cierro la puerta con seguro y me recuesto de la misma.
Me besó, me besó y yo le correspondía.
<< Y no solo fue eso, lo más asombroso fue, que te gustó y mucho >> dice esa voz interior que a veces me gustaría poder golpearla.
Esto es una equivocación, no debió pasar.
Él solo quería tenerte una noche en su cama, él mismo lo dijo y eso no pasará jamás.
<< Nunca digas de esa agua no beberé porque te veré bebiendo de ella >> esa voz otra vez.
Por muy guapo que esté, por muy dios del Olimpo que sea, por muy bien que bese, nunca seré una de las tantas mujeres que él frecuenta, como la ama de llaves y ahora creo también que la sub chef que pasaron por su cama, yo no soy de ese tipo. Yo no.
Me acuesto y lamentablemente la escena de hace unos minutos no me deja dormir, tomo unos auriculares, pongo música y me acuesto a escuchar algo de música para olvidar ese beso, el beso más candente que me han dado en toda mi vida.
No sé cuánto tiempo pasa pero al final me quedo dormida.
**********************
Hola, hola, mis queridas lectoras.
Les dejo un nuevo capítulo dónde el guapo de Eros le roba un besito a nuestra protagonistas.
¿Qué les pareció el capítulo?.
*Quiero aclarar que no soy una escritora profesional, solo hago mi mayor esfuerzo en compartir por este medio las historias que rondan por mi cabeza.
Me encanta leer sus comentarios.
Si te gustó el capítulo déjame una ⭐
Se les quiere 💖
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