¿Celosa?
Hola, hola.
En solicitud de varias lectoras hoy hay doble actualización.
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AREVALOMEJIA
NIAHERCULES
MALACAY103
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Jade.
Luego del almuerzo, Eros me lleva a un par de tiendas y debo agradecer que el me acompañe, pues la verdad es que yo nunca he venido a París y no conozco el lugar, en cambio él se ve que conoce todo muy bien.
Estoy en una tienda donde venden vestido bellísimos y carísimos, Eros le pide a la vendedora que me acompañe, camino viendo vestido y no sé cuál escoger, tomo uno azul claro, largo con corte corazón, me dirijo al probador y me lo pruebo, no se ve mal, pero es muy sencillo, en eso la vendedora me pasa dos vestidos.
- Su novio me pidió que le pasará estos vestidos - Mi novio, ignoró el comentario.
Me entrega dos vestidos rojos uno con manga larga, corte recto, ajustado en la parte alta pero suelto en la parte de abajo. Se ve bien, me gusta.
Tomo el otro vestido es rojo con detalles negro, sin mangas corte corazón, ajustado al cuerpo, con una abertura en la pierna derecha, pero dicha abertura es cubierta levemente con un bordado de color negro.
Me lo mido y me queda perfecto, es hermoso, es sexy pero sin mostrar demasiado.
Luego de ponerme mi ropa salgo de los probadores y le entregó el vestido a la vendedora, ella me muestra unos accesorios perfecto para usar con el vestido que elegí, luego me muestra unos zapatos altos color negro.
Cuando iba a cancelar, Eros se me adelantó y entregó su tarjeta.
- No Eros, yo cancelo mi compra - le digo molesta.
- No te preocupes, solo acepta mi regalo.
- No creo...
- Ya lo cancele Jade - me dice con un semblante serio - además el gasto lo cubre el hotel ya que viniste a esta gala por trabajo - decido no decir nada más, si lo veo de ese punto, tiene razón.
Llegamos ya a final de la tarde al hotel y cada quien se fue a su habitación.
En la noche estoy hablando con Susana cuando escucho unas risas en el pasillo, me asomo por el ojo mágico de la puerta y lo que veo me deja de piedra.
Eros está besando a una rubia, la tiene recostada de la pared, ella tiene sus manos en el cuello de Eros.
Me alejo y decido no ver más el espectáculo.
- ¿Jade me oyes? - dice Susana.
- Si, si. Es solo que vi - me quedo callada.
- ¿Qué viste?
- A Eros - porque siento un dolor en el pecho, porque me da rabia, porque siento ganas de llorar.
- ¿Lo viste en tu habitación?
- ¿Qué? No, lo vi en el pasillo y el...
- ¿Jade qué pasa? ¿Qué viste?
- Eros besándose con una rubia oxidada.
- ¿Y eso te molesta?
- A mi, no, qué va Susa. ¿Por qué me molestaría?
- La verdad no sé, quizás, te guste Eros, tú misma me has dicho que está para comérselo.
- Jamás me fijaría en un mujeriego amargado como él.
- Jade, nunca digas " De esa agua no beberé, porque te veré bebiendo de ella".
- Susa te voy a enviar una foto del vestido - le digo para cambiar de tema.
- Si, me muero por verlo, si es como me lo imagino debe ser hermoso - me dice muy emocionada, qué fácil es distraerla.
Luego de enviar la foto y de hablar un rato más, nos despedimos y me acuesto a dormir.
Doy vueltas y vueltas en la cama, no puedo dejar de pensar en lo que vi hace rato, será que Eros tiene algo con esa mujer.
- Ya basta Jade, a ti que te importa si es su novia o solo es un polvo - me reprendo en voz baja dando una vuelta en la cama quedando de lado.
Me despierto y me quedo en la cama mirando el techo por unos minutos, luego me levanto tomo una ducha y me arreglo para ir a desayunar.
En el hotel hay un restaurante, pero apenas entró veo que Eros está sentado en una mesa, pero está de espalda a la entrada, por lo cual él no me ve.
No quiero hablar con él, así que camino hacia el lobby y salgo del hotel. A un par de cuadras está un café, entro, pido un capuchino y dos Crossman, desayuno tranquilamente.
Camino hacia el hotel y me detengo al ver una librería, entro y empiezo a ver los libros, no sé cuánto tiempo pasó mientras estaba en la librería, pero salgo satisfecha con la compra de dos libros.
Entro al hotel y me voy directo a mi habitación, abro la puerta y coloco mi bolso en una mesita que está junto a la puerta, donde dejé mi celular ya que no tenía mucha carga y lo deje cargando. Tomó uno de los libros, lo abro, estoy ansiosa por empezar a leerlo, camino hacia la cama ya leyendo la primera hoja.
- ¿Dónde estabas? - me sorprende la voz de Eros, mi corazón se quiere salir de mi pecho.
Levantó la vista del libro y lo veo a él acostado en mi cama, sus brazos están debajo de su cabeza y él mira el techo.
- ¿Qué haces tú aquí?
- No respondas con una pregunta, yo te pregunté primero - habla sin mirarme.
- Estaba desayunando - él se sienta en la cama y me mira.
- Te estuve esperando para desayunar juntos y nunca llegaste.
- Yo no pensé que quieras desayunar conmigo, pensé que comercial en tu habitación con tu novia - y lo dije sin pensar, que problema tengo yo con decir las cosas sin pensar.
- ¿Mi novia? Jade tú estás loca, que yo recuerde estoy aquí contigo, como mi asistente, no vine con nadie más.
- Estás seguro, eso no me pareció anoche - Eros se levanta de la cama, levanta una ceja y sonríe.
- ¿Me estás espiando?
- No.
- Y entonces cómo sabe que no estuve solo anoche.
- Yo solo. Yo... escuché ruidos y al asomarme te vi mientras le revisabas las amígdalas con tu lengua a la rubia oxigenada - ahí no, parezco una novia celosa.
- Yo salgo y me acuesto con quién me dé la gana - me dice mientras camina hacia mí, yo doy media vuelta y caminó hacia la peinadora donde coloco mi libro.
- Está bien, tienes razón disculpa, es tu vida personal - volteó para encararlo - Ahora responde a mi pregunta - me paro frente a él y cruzó mis brazos mientras espero su explicación.
- Te espere para desayunar, como no llegaste vine a tu habitación, toque y toque, nadie abrió la puerta, luego te llamé por teléfono y lo escuché repicar desde la puerta, fui a recepción y me dijeron que tú habías salido hace como media hora. Entonces decidí esperarte aquí, le dije a la recepcionista que quería sorprender a mi novia, luego de hacer magia me dieron una llave y aquí estoy. Ahora me puedes explicar porque carajos saliste sin avisarme.
- Yo solo quería distraerme un poco - ni loca le digo que me daba rabia verlo después de ver semejante espectáculo anoche.
- Yo creo...- el se acerca y yo retrocedo un par de paso, hasta que mi trasero choca con la peinadora - A mi me parece que tú sólo estás "celosa" - me rodea con sus fuertes brazos colocándolo las manos a cada lado en la peinadora, dejándome a mi en el centro muy cerca de él.
- Yo... celosa, jamás - él se acerca más y no puedo evitar aspirar su embriagante perfume - Por favor aléjate - le digo nerviosa.
- Y estás segura que quieres que haga eso - Roza su nariz con la mía y no puedo evitar soltar un pequeño jadeo, en ese momento llega a mi mente el recuerdo de sus labios sobre los míos, recuerdo ese beso con sabor a licor y el beso que apenas ayer me imaginé.
- No tienes que estar celosa, tú solo pide lo que deseas, no tengas miedo - roza sus labios con los míos y ya mis piernas tiemblan como gelatina.
El recuerdo de él con la rubia, en el pasillo mientras se devoraban, viene a mi mente, haciendo que reaccione, coloco mis manos en su pecho y lo empujó con todas mis fuerzas, él se aleja con una sonrisa en sus labios.
- Sal de mi habitación - le digo con voz firme.
- Estás segura que no quieres compañía - me responde sin dejar de sonreír muy pícaramente.
- Estoy segura, por favor déjame sola - él me ve de arriba para abajo y luego se retira.
Yo trato de controlar mi respiración.
Eros Smith.
Llevo casi una hora esperando a Jade en el restaurante del hotel.
- Le pasaría algo - Habló para mí mismo.
Me levanto y voy a su habitación, tocó más de diez veces la puerta y no sale, ya me estoy preocupando. La llamó a su celular y no puedo creer lo que escucho, el teléfono suena en su habitación.
Voy a recepción y habló con la chica que está atendiendo.
- Hola corazón, me preguntaba si la señorita Jade Díaz la huésped de la suite 5B salió temprano - ella piensa un momento.
- Si, si una mujer cabello largo negro, delgada, si la recuerdo. Ella salió hace más de media hora - Salió, y yo preocupado por ella.
- Verás preciosa - le sonrió y la chica se sonroja - hoy es nuestro aniversario, cumplimos 3 años de noviazgo y quiero hacer algo especial, me puedes dar una llave de su habitación para preparar mi sorpresa.
- Disculpe señor, no puedo hacer eso, cómo puedo estar segura que lo que usted dice es cierto.
- Si usted verifica el nombre de quién reserva las habitaciones se dará cuenta - Ella teclea en su computadora y dice Eros Smith yo saco mi documento de identidad y se la muestro.
- Ho, disculpe señor Eros, tome - me entrega una tarjeta.
- Gracias preciosa - ella sonríe y veo como sus mejillas se tornan más rosadas de lo que ya están, saco un par de billetes y se lo doy de propina.
Me dirijo a la habitación de Jade y decido esperar.
Estoy acostado en su cama, cuando escuchó la puerta, dándome a entender que ya llegó, luego escuchó cuando la sierra, la veo entrar leyendo un libro, ni cuenta se dio de mi presencia.
Le hablo y ella se exalta, me dice que salió a desayunar,
- Te estuve esperando para desayunar juntos y nunca llegaste - le digo.
- Yo no pensé que quieras desayunar conmigo, pensé que comercial en tu habitación con tu novia - De que habla está mujer.
- ¿Mi novia? Jade tú estás loca, que yo recuerde estoy aquí contigo, como mi asistente, no vine con nadie más.
- Estás seguro, eso no me pareció anoche - me levantó de la cama, parece que está celosa.
- ¿Me estás espiando?
- No.
- Y entonces cómo sabes que no estuve solo anoche.
- Yo solo. Yo... escuché ruidos y al asomarme te vi mientras le revisabas las amígdalas con tu lengua a la rubia oxigenada - si, es definitivo, está celosa.
- Yo salgo y me acuesto con quién me dé la gana.
- Está bien, tienes razón disculpa, es tu vida personal.
Ahora responde a mi pregunta.
Le expliqué cómo llegué hasta su habitación.
- Yo solo quería distraerme un poco - me dice algo más tranquila.
- Yo creo...- me acerco y ella retrocede - A mi me parece qué tú sólo estás "celosa" - la enjaulo con mis brazos y me acerco, veo sus labios, no se imagina cuánto he deseado probarlos nuevamente.
- Yo... celosa, jamás - si Jade, estás celosa y esto lo aprovechó, tenlo por seguro - Por favor aléjate.
- Y estás segura que quieres que haga eso - rozó nuestras narices en lo que se llama beso esquimal, escucho un leve jadeo, lo cual me dice que ella me desea.
- No tienes que estar celosa, tú solo pide lo que deseas, no tengas miedo - rozo nuestros labios, solo dime qué quieres que te haga mía.
Pero mis planes se vienen abajo, Jade coloca sus manos en mi pecho y me empuja. Se está haciendo la dura, y a mi siempre me ha gustado domar lo imposible.
- Sal de mi habitación.
- Estás segura que no quieres compañía.
- Estoy segura, por favor déjame sola - dentro de poco serás mía, tenlo por seguro.
Antes de salir le digo
- Salimos a las 6:30 de la tarde, no me hagas esperar - salgo cerrando la puerta a mi espalda.
Me voy a mi habitación y no puedo borrar la sonrisa que tengo en mis labios, Jade serás mía.
<< Te gusta mucho esa mujer, más de lo que debería >> dice mi subconsciente.
<< Solo una noche, eso es lo que quiero de ella, usarla una noche >>
<< Repite lo un par de veces más, para que te lo creas >>
La verdad está mujer me está volviendo loco, hasta hablando solo me tiene, pero sé que luego que la pruebe ya se me pasará, esto es simple curiosidad por probar sus labios, por sentir su cuerpo debajo del mío mientras grita mi nombre.
Cuando llega la hora de irnos salgo y tocó la puerta de Jade, yo me vestí con un esmoquin hecho a la medida, a ella le envié hoy en la tienda dos opciones, dos vestidos que se le resaltará sus curvas, no supe cuál eligió, cuando me acerque a cancelar ya estaba embolsado.
La puerta se abre y sale un ángel por la puerta, el vestido que eligió le queda perfecto, todas sus curvas se realzan y esa abertura en la pierna...
Me arrepiento de enviarle este vestido, lo que me provoca, es no ir a la gala, si no entrar en la habitación y quitarle lentamente el vestido y...
- Nos vamos - me saca de mis lascivos pensamientos.
- Si. - le extiendo mi brazo, ella lo ve, duda un momento pero luego lo toma.
Esta noche va a ser muy larga, sé que en cuanto estemos en la gala más de uno se van a querer acercar a Jade, y yo no lo permitiré, esta noche tengo que matar estás ganas que siento por ella, de esta noche no pasa Jade, tu serás mía.
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