A MI NO ME INSULTES.
Jade.
Al llegar a la casa de Eros, él se fue directo a su despacho y yo a mi habitación.
Bajo a la cocina para cenar, luego de llamar a Susana, estoy muy contenta porque en un par de semanas Susa traerá a mi hijo.
Al entrar a la cocina me consigo a Juana colocando dos platos en una bandeja y un vaso de jugo de naranja.
— ¡Ho!, niña, dame unos minutos. Le llevo la cena a Eros a su despacho y luego vengo a servirte la cena.
— No te preocupes Juana, ve con calma, yo sirvo la comida — ella me ve, suspira y se retira.
Juana aún trata de alejarme de la cocina, ella dice que los dueños de la casa no deben hacer oficios del hogar, pero yo le digo que eso no tiene nada de malo, que para mí todo ser humano debe saber cocinar y limpiar sin importar su estatus social.
Estoy haciendo unos sandwiches de jamón y queso cuando entra Juana a la cocina.
— Mi niña, te compre yogur del que te gusta, ¿te sirvo un vaso?
— Si, gracias Juana.
Cenó con la compañía de Juana platicando de mi día en el hotel, pero decido preguntar por Eros ya que no es normal que el cene en su despacho.
— ¿Juana por qué Eros ceno en su despacho?
— La verdad no tengo idea, el niño está trabajando, ví muchos papeles en su escritorio y escribía en su computador.
Quizás todo lo sucedido hoy lo puso sobre aviso de la mala gestión que él ha llevado hasta ahora en el hotel.
Luego de la cena me fui a descansar ya que mañana me espera un día ajetreado.
Pero antes de dormir me llegó un mensaje de texto de Victor.
Mensaje
Victor Prada 8:49 PM
Hola Jade, me quedé impactado con la noticia que nos dió el señor Smith.
Jamás me hubiera pasado por la cabeza que tú fueras una accionista en el hotel.
Sabes me dió algo de tristeza que no confiaras en mí como para contarme la verdad😔
Pero te entiendo.
Jade 8:50 PM
Victor me hubiera gustado poder contarte todo, pero la única manera de ganar la confianza de todos, es que me tomaran como su igual.
Si yo hubiera llegado como accionista del hotel, no me enteraría de nada de lo que sucedía, nadie se hubiera acercado a mi y mucho menos me hubieran ofrecido su amistad.
Victor solo te pido que no cambies conmigo ahora que sabes la verdad.😢
Te considero un buen amigo.
Victor Prada 8:52 PM
Tranquila siempre estaré a tu lado así sea como amigos🥰.
Jade. 8:53 PM
Mañana hablaremos en persona y te contaré todo lo prometo.
Victor Prada 8:54 PM
Está bien, descansa ❤️
Jade. 8:55 PM
Descansa.
Luego de contestar los mensajes me acosté a dormir.
Ya estoy lista esperando por Eros.
Ayer Juana me dijo que él siempre sale temprano a trabajar, ella dice que a las siete de la mañana él ya está listo y saliendo para el hotel.
Por ese motivo ya estoy esperándolo en el recibidor y apenas son las 6:50 AM.
Veo a Eros ingresa al recibidor vestido con un traje negro que lo hace ver cómo un muñeco de torta.
Me quedo como boba mirándolo mientras se acerca a mi.
— Buen día Jade. ¿Ya estás lista para tu primer día como mí asistente personal? — me mira fijamente como queriendo descifrar mis pensamientos.
— Buen día, si ya estoy lista.
El me pide que lo espere en la entrada mientras va por su auto.
Veo que sale del garaje subterráneo un deportivo rojo, muy bello y cabe destacar que debe ser muy caro.
Se detiene frente a la entrada, Eros se baja del vehículo y camina hacia la puerta del copiloto para abrirla para mí.
— Gracias — le digo para luego subir al auto.
El da la vuelta y se monta en el puesto del conductor, arrancando inmediatamente.
— Lindo auto — le digo.
— Sí, me encantan los deportivos, este es uno de mis favoritos.
Favoritos, eso quiere decir que tienen varios carros de este tipo.
Nunca podré entender a los millonarios, como se compran autos nada más por gustos y no solamente uno o dos.
Llegamos al hotel y vamos directo a su oficina, una vez deja su portafolio en el escritorio, me pide que lo siga y justo al frente de su oficina hay una puerta al ingresar, veo una oficina pequeña, con paredes en color blanco una ventana amplia a un lado, un escritorio de madera y sobre del mismo, una computadora, un teléfono, a un lado se ven un archivero y una máquina fotocopiadora.
La oficial es pequeña pero funcional.
— Está será tu oficina, y esos papeles sobre el escritorio son para archivar, y esa tablet es donde está mi agenda del día.
Lo primero que hacen siempre mis asistente es traerme un café bien cargado, luego revisamos la agenda para luego realizar los pendientes.
Jade este es un trabajo muy movido, espero y te puedas adaptar fácilmente — No se porque, pero al escuchar a Eros hablar, siento que hay algo más, espero estar equivocada y todo esté en mi imaginación, pero creo que el me pidio ser su asistente con otro fin que no es ayudarme.
El sale de la oficina directo a la suya sin decir nada más.
<< Y donde se supone que buscaré su café >> pienso.
Salgo de mi oficina y por cosas de suerte me consigo con Estela, quién caminaba con unas carpetas.
— Hola Estela.
— Jade hola. Oh señora…
— Estela nada de señora, soy Jade a secas, el hecho de tener acciones aquí no cambia nada — ella sonríe.
— Está bien Jade.
— ¿Estela donde consigo un café para el señor Smith? — ella me ve algo confundida.
— bajando por esas escaleras — me señala al final del pasillo y allí las veo — llegarás justo al lado de la cocina. Pero Jade para buscar el café está la secretaria del señor Smith, ella siempre se lo busca.
— Él tiene una secretaría — pensándolo bien ayer él la llamó varias veces, ella fue la que organizó las reuniones.
— Claro, como crees que él trabajaría solo en su cargo.
— Si, verdad.
¿Estela y desde cuándo el no tiene asistente personal?
— Bueno la verdad es que nunca le he conocido una asistente personal, que yo recuerde — con que sus asistentes le traen el café.
Eros que planeas.
Me despido de Estela, bajo por las escaleras llegando a la cocina, pido un café para el señor Smith y en menos de dos minutos me lo entregan.
Subo con cuidado y llegó a su oficina, tocó un par de veces la puerta, escucho su voz dando paso.
— Eros, aquí está tú café — él levanta la vista de unos documentos y sonríe.
Pero pasa lo inesperado, cuando me paro en su lado para colocar la taza frente a él, Eros se voltea y choca con su hombro el brazo que estaba extendiendo hacia el escritorio con el café, el leve impacto hace que mi mano pierda el equilibrio derramando el café en su escritorio, mojando los documentos y parte del café cae en su pantalón, justo en su entrepierna.
<< Por suerte yo no me quemé >> sonrió internamente.
— PERO QUÉ TE PASA, HAA! ESTO QUEMA — se levanta de su silla y despega de su piel la tela mojada y caliente.
— Yo… — no me deja decir nada, él sigue con su escándalo.
— ERES UNA TORPE, COMO ME LANZAS ENCIMA EL CAFÉ CALIENTE, PERO ERES CIEGA O QUÉ — pero este hombre no piensa, no ve que es culpa suya por tropezar mi brazo.
— A MI NO ME INSULTES — cuando le respondo en el mismo tono el me ve con una mezcla de rabia y asombro — Yo no te lanze el café, tú tropezaste mi brazo y por eso se me cayó, la culpa no es solo mía — le digo con rabia, pero en un tono de voz acordé.
El mira su escritorio y toma varios documentos los cuales están mojados, niega con la cabeza y dice.
— Me voy al baño tengo que cambiarme, mientras tú llévate esos documentos dañados y vuelve a redactarlos, esos documentos son para entregarlos antes del mediodía — dicho eso se dirige a una puerta de su oficina, la cual me imagino va hacia su baño e ingresa sin mirar atrás.
Veo en su escritorio el desastre que hay, son más de diez documentos dañados, los tomó con cuidado y veo como el líquido color marrón oscuro escurre de ellos, consigo una carpeta vacía los colocó en ella y salgo de la oficina.
Entró a la mía tomó el teléfono y llamó al departamento de ama de llaves.
Llamada
— Ama de llaves, en qué puedo ayudarle — la voz de Víctor me contesta.
— Hola Víctor.
— ¿Jade? — se escucha inseguro.
— Si.
— ¿Y estás aquí en el hotel? — sonrió.
— Si. Pero en este momento no te llamo para platicar, necesito que envíes a unos aseadores a la oficina de gerencia ya que por un pequeño accidente se me cayó una taza de café e hice un desastre.
— Si, tranquila, ya envió a alguien. — me dice y noto desilusión en su voz.
— Víctor qué tal si hoy hablamos después del trabajo.
— Cla. Claro Jade, me encantaría.
— Nos escribimos luego.
— Está bien.
Al cabo de unos 3 minutos escucho un carrito de aseador que se detiene frente a mi puerta, ya deben de estar limpiando el desastre.
Llevo dos horas transcribiendo estos documentos, me ha costado mucho ya que donde más se mojó con café se ve borroso, pero a las 10:40 AM ya tengo los documentos listos y me dirijo a la oficina de Eros.
Tocó pero nadie contesta, ingreso y el no está, coloco los documentos en su escritorio y cuando volteo el está parado en la puerta viéndome.
— Ya están listos los documentos.
— ¿Por qué no fuiste a la reunión con recursos humanos? — La reunión, la olvidé por completo.
— Tú me dijiste que necesitabas esos documentos antes de mediodía, si yo iba a la reunión no hubiera podido tenerlos a tiempo.
— Tú presencia era importante — el camina a su escritorio y se sienta a ojear los documentos.
— Este está mal — me extiende uno — esa no es la palabra que estaba en el anterior.
— El café daño mucho los documentos, había palabras que no se leían y tuve que improvisar.
— En mi computadora están los borradores, solo tenías que imprimir — Lo mató, porque no me dijo esto antes.
— Y por qué no me dijiste antes.
— Tú no me preguntaste — antes de poder responder tocan a su puerta.
— Adelante.
Se abre la puerta y entra Víctor.
— Siéntense — Tomamos asiento frente a su escritorio.
— Hola Jade — me sonríe.
Pero antes de responder a Víctor, Eros habla.
— Seré muy preciso en esto.
Víctor a partir de hoy asumirás el cargo de gerente en ama de llaves, si veo fallas en tu desempeño me veré en la obligación de despedirte, ¿está claro? — Víctor está en shock y solo afirma con su cabeza.
— Claro dependiendo de la falla, aquí no se despedirá a nadie sin estudiar bien el motivo — aclaró y Eros me mira muy mal, pero a mí me da igual su temperamento.
— Ya te puedes retirar, en recursos humanos te esperan para que firmes tú nuevo contrato — Víctor se levanta y se retira.
— Jade que sea la última vez que pones en juicio mi palabra.
— Eros que sea la última vez que trates a un empleado de esa manera — la cara de Eros es un poema, primero se ve furioso, luego se calma parece que recapacita.
Me doy media vuelta para salir de esa oficina, pero Eros me habla en cuanto tomó el pomo de la puerta.
— Jade que mañana no se te olvidé que luego del café se revisa la agenda — lo olvidé rayos — ve búscala y vienes para ver qué nos queda pendiente.
Salgo de la oficina de Eros y entró en la mía.
No fue mi culpa que se me olvidará, con lo del café y los documentos a cualquiera le pasaría.
Camino al escritorio y tomó la tablet, buscó la agenda y la leo.
En la mañana la reunión con recursos humanos, luego con Víctor Prada, en la tarde un almuerzo con unos posible inversores, y a las 3:30 PM videoconferencia con la sucursal de Miami.
Respiro con tranquilidad antes de ir nuevamente a la oficina de Eros Smith, mi dolor de cabeza.
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Hola mis queridas lectoras.
Me encanta que Jade no le tenga miedo a nadie, que diga las verdades a la cara 😁
Y Eros 🤔 no se. Me parece que no le pidió a Jade que sea su asistente por ser un buen samaritano.
¿ Qué creen ustedes?
Espero les guste este capítulo.
Recuerden dejar una ⭐
Se les quiere ❤️
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