Cap 22: En Peligro Parte 02.
Jimin no lograba ver nada, solo pudo sentir como uno de aquellos hombres lo amarraba a una silla. Sin todavía quitarle esa bolsa negra, escuchó como alguien dijo su nombre.
- Park jimin –era el mismo hombre que ordenó que se lo llevaran-. Me han contado muchas cosas sobre ti –le quita la bolsa permitiéndole verlo.
- ¿Quién es usted? ¡déjeme ir! –forcejeó en la silla-. ¿Qué es lo que quieren?
- De ti nada –carcajea un poco-. Y créeme, lo menos que debe importante es quienes somos...niño bonito.
Antes de decir algo más, jimin fue golpeado fuertemente en el rostro, el pelinegro escupió un poco de sangre en el suelo. Al devolver su mirada al frente, este volvió a golpearlo con más fuerza, fueron golpes tras golpes sin contemplación. Jimin ni siquiera podía defenderse.
- P...por fa...favor, p...para –jimin no sabía cuánto más podía aguantar.
- De verdad es una pena –le dio una bofetada-. Pero no puedo parar. Tengo órdenes que seguir muchacho.
Otro golpe y jimin cayó al piso siguiendo amarrado a la silla. El hombre empezó a darle sin piedad en el estómago con su pie. Jimin pensaba solo en sunhee y su madre, tenía que ser fuerte por ella, pero sus ojos se estaban cerrando por si solos. Estaba muy débil.
- No vuelvas acercarte a Kim Sun Hee –susurró aquel hombre cerca de su oído-. Aléjate de ella.
Eso fue lo último que pudo escuchar antes de quedar nuevamente inconsciente.
***
La preocupación de seo ra se incrementaba a cada segundo que pasaba, jimin no había aparecido en toda la noche, le envió miles de mensajes, y ninguno fue respondido. Se abrigó y salió del departamento, bajó en el elevador y se propuso ir con la policía. Pero sintió un terrible dolor en el pecho y las lágrimas correr por sus mejillas cuando vio a su hijo tirado en el frio suelo frente al edificio.
- ¡Jimin! –gritó mientras corría hacia él-. ¡hijo! –se arrodilló sosteniendo el rostro golpeado de jimin-. No por favor. ¡Despierta jimin!
- Ma...má –a duras penas abrió los ojos-. Estas...aquí.
- ¿Qué paso jimin? ¿Por qué estas así?
- Te...extrañe –sus ojos se cerraban nuevamente.
- ¡abre los ojos! –sacudió su cuerpo repetidas veces-. ¡No los cierres! .... ¡Ayuda! –exclamó con fuerza rogando ser escuchada-. ¡Ayúdenme!
Lamentablemte ellos eran las únicas personas en aquella oscura y sola calle, no hubo ninguna persona que pudiera brindarle ayuda.
- Jimin –seo ra abrazó el cuerpo de su hijo sin dejar de llorar-. No me dejes mi amor, resiste un poco más.
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