Cap 21: En peligro Parte 01
Jimin se esmeró en preparar aquellos bocadillos para él y sunhee, quien parecía muy contenta por el esfuerzo del pelinegro en cocinarle. La tarde fue un momento perfecto para estar juntos, últimamente el nuevo trabajo de jimin le estaba consumiendo mucho tiempo. Por la tanto, poco se veían.
- Todo se ve delicioso jimin –dijo contenta-. Además, yo también traje algo –de su bolso sacó un termo y una pequeña taza-. Jugo y unas increíbles galletas que yo misma me encargue de hacer, solo para ti.
- Me muero por probarlas –tomo una y la comió de un bocado-. Enserio están muy buenas.
- Gracias –amó verlo comer aquellas galletas-. Es increíble que te gusten.
- Sunhee, estuve pensando que en cuanto llegara mi madre, le contaremos sobre nuestra relación.
- Y evitar lo mismo que sucedió con mi madre –su ánimo se desvaneció un poco.
Desde esa discusión, no volvió a ver a su madre. Le dolía que ella no aceptara su relación con jimin.
- Perdona –jimin escondió unos mechones rebeldes del rostro de sunhee atrás de su oreja-. No quise que te sintieras así.
- No es tu culpa –se encogió sus hombros-. Estoy de acuerdo en decirle a tu madre.
- Le diremos en cuanto llegue.
- Perfecto.
- Te tengo un regalo –de su bolsillo extrajo una pequeña caja negra-. Cierra los ojos.
Sunhee cerró sus ojos dibujando una sonrisa en su rostro. Jimin se levantó y fue hasta la castaña, arrodillándose atrás de ella, abrió la caja y sacó un sencillo pero hermoso collar. Se lo puso delicadamente en su cuello y espero a que le gustara.
- Puedes abrirlos sunhee –musito en su oído.
Ella abrió sus ojos encontrándose con el hermoso collar en su cuello, su sonrisa se agrandó más por el tierno regalo por parte de él.
- Es bellísimo –miró a jimin sobre su hombro-. Me encantó.
- Cuando lo vi pensé en ti –le dio un casto beso en los labios-. Te amo.
- Y yo a ti.
- Ahora comamos –volvió a su lugar entregándole varios bocadillos-. Disfrútalo.
***
En cuanto anocheció, jimin dejó a sunhee en su hogar, para luego dirigirse al suyo, cuando llegó al edificio notó que el Sr. Kang, el portero, no se hallaba en su sitio de trabajo, le pareció un tanto extraño ya que jamás faltaba a su puesto de trabajo.
Entró al elevador sintiéndose un poco extraño, no tenía un buen presentimiento. Las puertas se abrieron, dudo en si salir o no. Opto por cerrar las puertas del elevador e irse de ahí. Pero unas manos impidieron que las puertas se cerraran de nuevo.
- ¿¡Quiénes son ustedes!? –dijo jimin entrando en pánico cuando varios hombres lo sacaron a la fuerza-. ¡Déjenme!
- Yo que tu no intentaría nada estúpido niño bonito –dice un hombre mientras fumaba un cigarrillo.
- ¿Quiénes son ustedes?
- Unos que se encargaran de darte una lección –tiró el cigarrillo al suelo y lo aplastó con su pie-. Llévenselo.
- ¡No! Por favor...
Uno de los hombres le puso una bolsa negra en la cabeza y con un arma lo golpeó en la cabeza dejándolo inconsciente.
- Jefe ¿qué haremos con el portero? –pregunto uno acercándose al hombre recostado en la pared.
- Déjenlo en donde estaba. Ordena a los otros llevar al niño bonito a la bodega, yo tengo que hacer una llamada antes.
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