A la mañana siguiente, mientras desayunaba, por más que quería, sunhee no podía evitar borrar esa sonrisa de su rostro. Recordar el mágico momento junto a jimin la noche anterior solo provocaba que su corazón saltara de alegría. Pero ver a su madre entrar al comedor con un semblante serio, hizo que aquella sonrisa se desvaneciera. Algo andaba mal.

- ¿sucede algo madre? –automáticamente pensó en su padre-. ¿le paso algo a papá?

- No le sucedió nada –respondió con sequedad-. Quiero hablar de un tema muy importante contigo sunhee. Termina de comer, te veré en la oficina.

- Si se trata del matrimonio e...

- Nada de eso –le dio la espalda-. Te espero sunhee.

Sunhee nunca ha podido entender a su madre, pero de algo que sí estuvo segura toda su vida es que nada bueno salía de esas conversaciones importantes.

***

Tocó la puerta repetidas veces, antes de abrir y asomar su cabeza viendo a su madre revisar unos documentos encimas del escritorio.

- ¿Qué es eso tan importante? –pregunta una vez sentanda frente a su madre.

- Termina con ese muchacho sunhee –soltó de golpe sin despegar la vista de los papeles.

- ¿de qué hablas? –frunce el ceño

- ¿de verdad creíste que no me enteraría de esa relación que tienes con ese muchacho desde hace tres meses? –jiwon la miro sin expresión alguna.

- ¿Cómo te enteraste?

- Ese no es tu asunto.

- Madre...

- ¡Aléjate de él sunhee! –sentenció-. No volveré a repetirlo.

- No te metas en mi vida. Tengo derecho a salir con quien quiera.

- No te lo estoy pidiendo sunhee. Si te digo que termines esa relación, lo haces. Bastante me has decepcionado.

- Pues lamento decepcionarte –ya no dejaría a su madre hacer con su vida lo que le plazca. Ya no-. No lo dejaré porque tú me lo pides. Mi vida es mía, no tuya.

Después de eso se escuchó un fuerte portazo, Ji won observó en silencio como su hija había desaparecido de su vista. Se paró de su asiento acercándose a la gran ventana que se hallaba ahí, cerró sus ojos soltando un pesado suspiro.

- Si no te alejas de él querida hija... Me encargare yo misma de hacerlo.

Ay chamas, ya se viene lo fuerte.
😯