Las hojas de los cerezos del prque jugaban con el viento haciendo que luciera muy hermoso, incluso más de la última vez que estuvo ahí. Camino un poco para pensar en todo, se sintió muy aliviada al tener sus dudas aclaradas. El problema con sus padres fue resulto, ahora solo pensaba en jimin. Kim sun hee era muy consciente de sus sentimientos por él, el tiempo en el parque se dedicó a pensar muchos las cosas y en lo que su corazón quería.

Lista para hacer lo que su corazón le dictaba, giro sobre sus talones quedando sorprendida por ver a jimin contemplando los arboles de cerezos. Con tan solo verlo, notó como todas las preocupaciones que tenía se esfumaban.

- Park jimin –musitó sonriendo-. No sabría que hacer sin ti.

Avanzo hacia a él sin borrar la sonrisa de su rostro. El tiempo era perfecto para ambos, sunhee llego a él poniéndose a su lado logrando que el notara su presencia.

- Hola sunhee –la abrazó-. No sabes lo mucho que te extrañé todos estos días.

- No tanto como yo a ti jimin –escondió su rostro en el pecho de él-. Perdón por no haberme comunicado contigo.

- Sé tus razones –claro que las sabias y no la culpaba-. No insistí porque no quería presionarte –le dio leve palmaditas a su espalda-. Ahora te tengo aquí conmigo.

- ¿no estas molesto?

- Nunca –acaricio su mejilla-. Lo único que quiero es verte feliz sunhee.

- Con respecto al beso –se sonrojó-. Jimin...

- De eso no me arrepiento –admitió sonrojado-. Mis sentimientos por ti son sinceros –pegó su frente a la suya-. Espero ser correspondido –ríe leve.

- Y lo son –tomó su rostro-. Me haces feliz jimin.

- Entonces –se alegría era muy notoria-. Esto quiere decir que tú y yo...

- Esto quiere decir que tú y yo -le dió un beso en los labios-. Nos daremos una oportunidad.