Desayunar sola en aquel comedor sin tener la presencia de sus padres se había hecho costumbre para ella. Sunhee ya no quería seguir de esa manera, los extrañaba demasiado. Esa misma mañana su padre se iría de viaje de negocios a china, pensó en que sería buena idea dejar todo en claro antes de que él se fuera.

Estar frente aquella oficina y escuchar como sus padres discuten, solo hizo que sunhee volviera a tener aquel sentimiento de culpa. Por más que intentara de convencerse de que no era su culpa, no funcionaba.

Se llenó de valor para decirles que pararan y antes de que abriera la puerta su corazón se rompió en miles de pedazos por haber escuchado algo que no debía.

- Este matrimonio ya no funciona jiwon -dijo su padre-. Entendiéndolo.

- ¡Esto dejo de funcionar cuando me engañaste con esa mujer jinhyuk! -vociferó su madre enojada sin saber que su hija escuchaba con lágrimas en los ojos-. Vete de una buena vez

Sunhee salió corriendo de ahí, necesitaba aire, enterarse de la infidelidad de su padre a su madre no lo esperaba. Desde niña ella los veía como un matrimonio lleno de amor cuando en realidad era un matrimonio lleno de mentiras.

Quería alejarse lo más posible de esa casa y de los secretos que ocultaba.

***

La tarde se hizo presente en el parque, sunhee pasó toda la mañana en él, desahogándose. Solo se preguntaba cuántas mentiras sus padres le han dicho. Todo lo que creía se derrumbó en tan solo un segundo.

Jimin llegó lo más rápidos que pudo al parque a penas terminó de leer el mensaje que sunhee la había enviado, la buscó con la mirada y al verla sentada en una banca llorando le partió el alma. Corrió hasta ella y estando frente a ella, sunhee sin parar de llorar lo abrazo fuertemente, lo necesitaba. Jimin la abrazó dejando que ella llorara todo lo que pudiera, él jamás la dejaría sola.

La noche llegó y el parque quedo completamente solo, los únicos eran ellos dos. Sunhee le había explicado todo jimin, quien entendió el motivo de sus lágrimas.

- Gracias -dijo sunhee una vez paró de llorar-. Gracias por estar a mi lado jimin.

- Siempre estaré para ti sunhee -acarició su mano-. Realmente lamento mucho lo sucedido.

- Te juro que no logro asimilarlo -observó el suelo pensativa-. Lo único que me pregunto que más me habrán ocultado. No quiero volver por lo momento a esa casa.

- Deben estar preocupados.

- Sé que lo están -soltó un suspiro-. No quiero verlos. Si es necesario dormiré aquí.

- No lo permitiré -jimin se levantó sin dejar de mirarla-. No dejare que duermas en este lugar. Vendrás a mi casa, te quedaras el tiempo que necesites.

- Pero jimin -se levantó-. ¿Qué pensara tu madre?

- Ese no es problema -aseguró-. Ella estará encantada de recibirte.

- No quiero ser una molestia.

- Nunca serás una molestia -la abrazó-. Jamás te dejaré sola sunhee.

- Gracias jimin -las lágrimas amenazaron con salir nuevamente-. Gracias.