Varias semanas despúes.

Jimin pacientemente esperó a sunhee afuera del baño de mujeres, ambos acababan de salir de ver una película. Cuando ella salió del baño se encontró a jimin cruzado de brazos con una sonrisa en su rostro.

- Pensé que nunca saldrías –bromeo un poco-. Por poco me salen raíces aquí

- ¡oye! –le dio un leve golpe en el hombro-. No es mi culpa –hizo pucheros-. Creo que no fue buena idea tomarme todo ese refresco.

- No debiste princesa –ríe leve-. Aun así te esperaría el resto de la vida

- Si eres tonto –ríe-. ¿Qué hora es?

- Son las –miro su reloj-. Diez de la noche

- ¿¡que!? No creí que fuera tan tarde, debo volver a casa antes de que a mi madre le un ataque.

- De acuerdo –jimin tomó la mano de sunhee y así entrelazar sus dedos con los de ella-. Vamos.

Cada vez que jimin hacia eso, sunhee se ponía nerviosa y sonrojada, causándole mucha ternura a jimin. Aunque ella se pusiera de esa manera, adoraba que él lo hiciera.

***

Estando ya frente a la casa, ambos se miraron con una sonrisa de complicidad.

- Ya estamos aquí –mostró la puerta-. Estas sana y salva

- Siempre puedo contar contigo

- Eso no lo dudes –abrió sus brazos

Sunhee se acercó a él abrazándolo dulcemente. Ambos se quedaron así por un buen rato, pero la puerta se abrió de golpe dejando ver a la señora Wang sorprendida ante aquello.

- ¿mi niña? –inquirió la señora mayor

- Hola nana –saludo sin borrar la sonrisa de su rostro-. Él es jimin

- Buenas noches –hizo una reverencia

- Buenas noches –sonrió-. Mi niña me ha hablado mucho de ti. Es bueno por fin conocerte.

- Lo mismo digo.

- Los dejare solo –le guiño un ojo a sunhee sin que jimin se diera cuenta

La señora Wang entró nuevamente a la casa cerrando la puerta mientras que jimin y sunhee estallaron de risa.

- Me agrada –la abrazó nuevamente

- Sabía que te agradaría –dice entre risas-. Además tú también le agradaste

- Eres muy hermosa sunhee –dijo haciéndola sonrojar

- Gracias –no borró su sonrisa-. Ya tengo que entrar

- Lo sé.

Pero antes de soltarla le dio un beso en la frente que la hizo enternecer.

- Que pases una dulce noche sunhee

- Igualmente jimin –sus mejillas se tornaron de un color carmesí-. Adiós.

- Adiós.