A pesar de haber decidido olvidar al único hombre del cual me había enamorado hasta lo más profundo de mi corazón y tratar de encontrar un hombre adecuado para formar una familia, la misión no avanzaba nada. Hasta ahora he salido con tres chicos y cuando me imagino un futuro a su lado me entra urticaria. Si sigo así me quedaré sola por la eternidad y eso que solo han pasado cuatro días de haber decidido iniciar la misión.

Por suerte solo estamos a diez de mayo, además no debe ser tan difícil encontrar a ese hombre. Soy guapa, alta, con el pelo un poco más arriba de la cintura haciéndome perfectos rizos, tengo ojos de color verde esmeralda, una buena carrera profesional y solo cuento con 34 años. Soy sin duda, un buen partido para cualquier hombre.

Me gustaría hacérselo saber a mi corazón, pues está empeñado en Enrique y no deja de latir por él. Por suerte las chicas vinieron un rato a hacerme compañía y Flora trajo consigo a Ángela que ya tiene un año.

_ Ven con tía, tesoro_ le dije tendiéndole los brazos. Con una carcajada se me tiró encima_ Vamos chicas entrad_ les dije a Erika y Flora.

_ Como me gusta esta casa, todavía me acuerdo de las veces que jugamos a imaginar que era un castillo y nosotras las princesas_ dijo Erika de Avellaneda cuando nos sentamos en el sofá, Flora Montenegro o Monterrey de casada y yo sonreímos. Las tres nos consideramos amigas-hermanas inseparables porque siempre hemos estado ahí cuando nos necesitábamos.

_ Sí, ¿qué tiempos verdad? Cuando veíamos la vida de color de rosa, príncipes, princesas, amores verdaderos y eternos_ dijo Flora.

_ La vida es así, eso, si encuentras al hombre correcto y logras mantenerlo a tu lado_ dije pensando en Enrique y soltando a Ángela que fue a buscar sus juguetes.

_ Llevas toda la razón. Yo pensé que había perdido a mi amor verdadero y mírame, ahora estoy felizmente casada y con una hija hermosa_ nos dijo Flora.

_ Eso, tú lúcete delante de nosotras, para que sepas el que ríe último ríe mejor. Noa y yo también encontraremos a nuestros hombres_ dijo Erika y luego como si hubiera caído en algo se volvió de golpe hacia mí_ perdona me corrijo, yo encuentro a ese hombre, porque tú_ dijo señalándome con el dedo_ lo dejaste escapar.

_ Tienes razón_ me encontré de acuerdo con ella_ igual que Flora una vez, por miedo de ser rechazada dejé escapar al hombre de mis sueños.

_ No digas eso, yo pensé que había perdido a Juan y mira, ahora es solo mío_ dijo con una sonrisa soñadora refiriéndose a su esposo Juan Monterrey, el hombre por el cual de joven suspiraba y que, tras la traición de su ex Rodrigo, volvió a encontrar_ No puedes perder la esperanza, nadie sabe el futuro, tal vez algún día se vuelvan a encontrar y entonces seguiréis con vuestra historia.

_ No lo creo_ le dije negando con la cabeza_ han pasado seis años desde que estuvimos juntos. Cada uno siguió su camino y encima de todo, tiene novia.

_ ¿No, en serio?, no sabes cuánto lo siento_ me dijo Erika poniendo su mano sobre la mía. Le sonreí.

_ Tranquila estoy bien, más o menos_ les dije_ Quiero que sepáis que he decidido mirar al futuro y olvidar el pasado. Voy a enterrar mi amor por Enrique en lo más profundo de mi corazón y empezar a buscar al hombre con el cual voy a formar una familia.

_ ¿Por eso has salido con esos tíos este tiempo? _ me dijo Flora, asentí con la cabeza.

_ ¿Estás segura de querer enterrar el pasado? Yo te aconsejaría que esperaras un poco más y lo pensaras con tranquilidad. Puedes estar perdiendo la posibilidad de ser feliz, tal vez Enrique si te ame y no te lo haya dicho por tener miedo igual que tú_ me dijo Erika.

_ Esta no es la historia de Flora, sino la mía y en esta no hay dos jóvenes enamorados que no son capaces de dar a conocer sus emociones. Somos dos adultos con un pasado y una buena amistad; además, Eric me reveló que a una de las novias de su padre quiso llamarla mamá_ les confesé con los ojos vidriosos por las lágrimas contenidas.

Ya he llorado bastante por ese motivo, es hora de enterrar todo, menos una gota de cariño hacia ellos. Me sería imposible dejar de quererlos por completo, si tan solo fuera fácil.

_ No me lo puedo creer, debió de dolerte mucho, sé cuánto quieres a ese niño_ dijo Flora. En una de nuestras charlas les había dicho lo mucho que me gustaría ser la madre de Eric.

_ Sí, me entristeció mucho.

_ Tía quido chocodate_ me dijo Ángela interrumpiéndonos. Con una sonrisa, sabedora de lo que me pide, fui al refri y cogí un helado de chocolate que siempre guardaba para cuando ella venía o cuando quería ahogar las penas y se lo tendí con una cuchara.

_ Aquí tienes cariño_ ella lo cogió y se fue a sentar junto a su madre que la recibió con un beso. Ver esa escena me hizo sentir un aguijón de envidia en el corazón.

No me mal interpretéis, soy completamente feliz por la dicha de mi amiga, sin embargo, no puedo evitar esa sensación al pensar que lo más probable sea que yo nunca logre esa felicidad.

_ Yo te apoyo, aunque pienso como Flora_ me dijo Erika sacándome del torbellino de pensamientos_ Solo sigue a tu corazón y recuerda que siempre podrás contar con nosotras para lo que sea. Además, como escribió Megan Maxwell en su novela, “Oye Morena, tú que miras”: Escucha al viento que inspira, escucha el silencio que habla y escucha tu corazón que sabe. _ sonreí al escuchar su frase favorita de todas las novelas que ha escrito su escritora preferida. Siempre la repite y trata de seguirla al pie de la letra.

_ Las quiero chicas_ dije levantándome y acercándome a ellas para abrazarlas_ No sé qué haría sin ustedes.

_ Nada de nada_ dijo Flora y las tres nos reímos.

_ Por cierto chicas, me he acostado con un tío que es muy bueno en la cama_ nos dice Erika de pronto. El repentino cambio de tema nos descolocó un poco a Flora y a mí.

_ ¿Un tío? _ preguntamos al unísono.

_ Sí, tiene un cuerpazo de escándalo y buena calidad y cantidad_ nos aclara sonriendo abiertamente.

_ Danos más información, venga_ le digo.

_ No hay mucho que contar. No sé ni su nombre ni nada, solo fue un polvo de una noche_ nos dice con una sonrisa de disculpa_ Lo conocí cuando mis compañeros y yo fuimos al club anteayer…

_ ¿Y no nos invitaste? _ la acusó Flora.

_ Ustedes estaban muy ocupadas. Tú_ dijo señalándome_ estabas demasiado rebosante de novios que te duraban lo que yo tardo en soltar un suspiro y tú_ dijo en esta ocasión señalando a Flora_ estabas muy atareada demostrando lo feliz que estás con Juan y Ángela, además de terminar la novela. No quería molestaros y bueno, mis compañeros me invitaron, acepté, conocí al chico, pasamos una noche de sexo descomunal y ya.

_ Está bien, tienes razón, no hemos estado tan presente como antes _ le dije.

_ Vale, también estoy de acuerdo, ¿en paz? _ dijo Flora levantándose y tirándose sobre Erika para abrazarla y hacerle cosquillas mientras la primera reía a carcajadas.

_ Vale… vale, en paz… en paz_ decía Erika tratando de quitarse a Flora.

No pude evitar reír, a pesar de lo que siento, estos momentos me alegran y me hacen ver que la vida tiene cosas buenas. Ángela se acercó a las chicas y se tiró sobre ellas, no me quedé atrás y en unos segundos estábamos jugando como niñas cuando la pequeña, en realidad, era Ángela.

Cinco horas más tarde y después de que las chicas se hubieran ido, estoy en mi cama pensando. ¿Si Flora tiene razón y Enrique también tiene miedo de confesarse? Y… ¿si mi sueño no es tan imposible? No, no puedo pensar esto, mi vida está aquí, con mis amigos y haciendo lo que me apasiona.

Dudo que Enrique se mudara a vivir aquí por mí y por otra parte sé cuánto me quiere Eric, pero sospecho que no va a querer dejar atrás su vida y amigos por venir a vivir conmigo. Será mejor asimilar cuanto antes que la vida no es una novela romántica y no siempre tiene un final feliz.

Una vez, hace algún tiempo leí en internet la palabra Nankurunaisa, es japonesa y significa: “Con el tiempo se arregla todo”.  Confío que el tiempo arreglará mi vida y me ayudará a olvidarme por completo de Enrique. Aun así, empiezo a tener mis dudas sobre eso, pues la frase “El tiempo lo cura todo”, no es cierta. El tiempo muchas veces no cura tus heridas, simplemente te hace más llevadero el dolor.

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Es lunes y como siempre me fui al trabajo. Apenas había podido descansar la noche anterior y hoy iría a un club con las chicas y Juan porque hace tiempo que él y Flora no salen, por lo cual, Erika y yo decidimos secuestrarlos. Al mismo tiempo Flora y yo podemos compensar a Erika por no salir a bailar la otra noche con ella y sus compañeros de trabajo. Ángela se quedará con los padres de Juan. A la hora del almuerzo estaba tomándome un descanso y comiendo algo cuando mi móvil sonó.

_ Hola Eric, ¿cómo estás? _ le pregunto feliz por poder oír su voz.

_ Bien hermosa, y tú ¿qué haces? _ su tono era algo raro.

_ Pues excelente, esta noche salgo de fiesta con los amigos_ le digo con alegría, me encantan nuestras charlas.

_ ¿Ah sí?, ¿tienes a alguien especial? _ su pregunta me hizo gracia. Si Enrique nunca me preguntaba por mis novios, Eric era todo lo contrario.

_ No, nadie. Recuerdas que te hablé de Flora y Juan_ me contestó con un "si uno de tus amigos"_ Exactamente. Erika y yo decidimos que era hora de sacarlos un rato, estar todo el día ocupándote de un pequeño no es fácil y ellos necesitan con urgencia salir a divertirse.

_ Ya, tengo algo que contarte_ su tono era algo bajo, eso me preocupó.

_ ¿Te sucede algo?, ¿le pasó algo a tu padre? _ le pregunté angustiada.

_ No, no es nada de eso_ al oírlo solté el aire contenido_ Papá y yo nos mudamos_ me soltó de pronto. Me quedé de piedra sin saber cómo responder a eso_ ¿Estás ahí?

_ Sí...sí, aquí sigo_ le dije cuando me recompuse_ o sea os mudáis, pe...pero ¿a dónde? _ le pregunte en un hilo de voz.

_ No lo sé, papá me lo contó hace poco. Dice que nos vamos a un lugar mejor porque le ofrecieron un buen empleo donde le pagan más.

_ Debió de darte alguna pista o algo_ insistí. Estaba desesperada, si se mudaba nunca más volvería a verlos pues desaparecerían de mi alcance y estoy segura de que se olvidarían de mí.

_ No, solo dijo que estaríamos en un lugar donde tendré mejores oportunidades. Quería decírtelo él, no obstante, los trámites y papeles son algo complicados y no ha tenido mucho tiempo libre_ aclaró.

_ Ya veo, ¿cómo te sientes con la noticia? Seguro que estás molesto por tener que dejar a tus amigos.

_ No, para nada, a decir verdad, me emociona la idea de conocer otro lugar y puedo seguir hablando con mis amigos por chat_ me dijo y por la forma que hablaba no me cupo la menor duda.

Continuamos charlando durante un rato, al finalizar la conversación me encontraba deprimida. El hombre de mi vida y el niño de mis sueños se alejarían de mi lado (metafórica- mente hablando pues ellos se encuentran en Madrid y yo en Londres) sin poder evitarlo.

A las ocho, con un vestido hasta los muslos pegado al cuerpo, de tirantes y escote en forma de V, tacones altos y el pelo suelto me encontraba en el club junto a los chicos.

La verdad mi estado de ánimo era pésimo. La noticia de Eric me había dejado mal e incluso pensé en cancelar la salida y quedarme en casa atiborrándome de helado, pero las chicas no me dejaron diciendo que una salida a bailar me animaría. No estoy tan convencida como ellas, tengo un enorme nudo en la garganta y un dolor fuerte en el pecho.

_ Bien Noa, no se permite la tristeza hoy, vamos a divertirnos. Olvídate de Eric, Enrique y la mudanza, piensa solo en pasarlo en grande_ me dijo Flora.

_ Mi chica tiene razón, con preocuparte no vas a resolver nada, mañana te comerás el coco buscando una solución, pero hoy suéltate el pelo y a gozar_ me dijo Juan.

_ Son los mejores, no imagino mi vida sin ustedes. Quiero agradeceros vuestro apoyo, en este momento los necesito.

_ Estamos aquí para tí_ me aseguró Erika. Riéndome me preparé para pasarlo bien.

Las horas se fueron volando y en un momento dado me olvidé hasta de mi nombre, concentrándome solo en mí, en divertirme y pasarlo en grande.

A las cinco llegué a mi casa con muchas copas de más y tirándome en la cama antes de quedarme profundamente dormida, las imágenes de Eric y Enrique aparecieron ante mí, mostrándome lo que perdería cuando se alejaran todavía más.

Sólo os diré, doble publicación. Ha disfrutarlas.