Capítulo 6
- Amara, necesito decirte algo.
- ¿Si?
- ¿Te acuerdas cuando éramos vecinos? Yo no hablaba contigo porque sentía que no te llevarías conmigo. También prefería estar solo, y no molestar a nadie. Y quería pedirte perdón por eso.
- Tranquilo, no pasa nada. Y yo que creía que solo yo te caía mal.
- La verdad, es que eres la única que me caía bien, tu amigo nunca me cayó. Él era muy raro, y sigue siendo. Lo único que parecía era que te utilizaba.
- No quiero hablar de él.
- ¿Está bien, me voy a encontrar con mi mejor amiga, vamos?
- ¿No hay ningún problema de que vaya?
- Para nada, le va a encantar conocerte. - dijo mientras se reía.
- Está bien, vamos.
Mientras íbamos a casa de su amiga me contaba chistes y me hacía bromas, y cada vez me alegraba más. Si no me encontraba con él, en este momento estaría en mi casa, acostada y comiendo helado.
- Llegamos.
Estábamos afuera de una casa hermosa, Martín solo timbró y salió una chica hermosa. Parecía de mi tamaño y con un cuerpo espectacular.
- Hola, soy Pilar, pero me puedes decir Pili - dijo con una sonrisa.
- Hola, soy Amara, mucho gusto.
Nos dedicó una linda sonrisa y nos hizo pasar a su casa, era demasiado grande por dentro. Y mucho más para ella sola.
- ¿Quieren tomar algo?
- Yo estoy bien, gracias - dije.
- También tengo helado.
Le dediqué una sonrisa y acepté.
Estábamos haciendo karaoke un rato y luego practicamos Martín y yo para el concurso, cada vez nos salía mejor.
- Creo que ha sido suficiente por hoy - dijo Martín.
- Sí, ya tengo que ir a casa. - ¿Quieren que les vaya a dejar? - dijo Pili.
- Por favor.
- Solo voy por las llaves y salgo.
- Te esperamos - dijo Martín.
- Te sientes mejor? - dijo Martín.
- Sí, gracias.
- Cuando necesites a alguien no olvides decírmelo.
Por impulso lo abracé, al principio él se tensó, pero luego me abrazó él también. Salió Pili y lo solté, mientras íbamos en el carro Martín cantaba a todo pulmón y Pili y yo nos reíamos.
- Linda, ¿mañana quieres ir al cine con nosotros? - dijo Pili.
- Sí, claro - dije mientras me bajaba del carro.
- Nos vemos mañana, gracias.
- Adiós, princesa – dijo Martín.
A pesar de todo fue el mejor día.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro