Narrador Omnisciente

Los campeonatos iban muy bien, de hecho Connor y Blake estaban entre las parejas finalistas pues al final terminaron trabajando mejor en equipo por lo que se estaban robando la atención de muchos entrenadores o universidades importantes.

Por otra parte, Adam había ganado la competencia de natación y bueno, hasta ahora estaba cargando una bonita medalla de oro mientras caminaba por las calles de Roma, una ciudad que le había quitado a su mejor amigo y que aún lo extrañaba como si hubiera muerto el día anterior.

Enzo le había enseñado la ciudad, básicamente él lo había defendido en su etapa más vulnerable, así que sí, cada calle, cada restaurante y sobre todo cada museo le recordaba a él.

La vida para Adam había dado muchos giros, unos que los agradecía, otros que hubiera preferido evitar, pero que al final había logrado lo que en un inicio se propuso, un nuevo comienzo.

Era cierto que faltaba alguien en su vida, faltaba ella, pero las cosas los habían alejado de una forma que nunca creyó, pero que fue la mejor, porque se estaban destruyendo mutuamente, ya no era lo mismo, ya no eran niños con el miedo de no ser adoptados por una buena familia antes de cumplir la mayoría de edad y ser expulsados del orfanato a la deriva del mundo, ya no eran los dos contra el mundo, ya no era igual....

Esa tarde, había llegado a una de sus heladerías favoritas, no era que la soledad le gustara, pero para ese momento de alguna extraña manera, empezó a gustarle, a pesar de que sabía el peligro que corría de ahogarse en sus pensamientos, por experiencia lo sabía.

*|*

Alissa se había preparado para ese viaje desde meses antes, y es que con el dinero reunido, su padre ya rehabilitado y ella lograron comprar boletos para Italia, un país del cual a pesar de que quisiera ignorar, Adam le había despertado su interés en él, así que no dudo cuando su padre le dio la oportunidad de elegir el destino.

Roma era una ciudad hermosa, de hecho, Alissa se había enamorado por completo, y en plan de salir a conocerla un poco más, invito a su padre y ante su negativa tomo la valentía de salir por su cuenta. El hotel estaba cerca de una heladería que por supuesto fue el primer lugar al que se dirigió, por lo que al llegar, hizo la fila respectiva mientras buscaba un sabor que le interesara entre los 110 que ofrecían en el lugar.

Cuando llegó su turno pidió de Vainilla siendo este su sabor favorito, un poco básica entre tantos sabores raros, pero intentó ignorar su propio insulto.

Caminó hacia una de las mesas con vista al coliseo Romano, pero alguien le llamó la atención, de hecho, un chico rubio que estaba a unas mesas de ella, y cuando esté volteó, sus miradas se encontraron.

¿Lo esperaba?.... Nunca, porque ella no sabía que sería Roma el lugar donde estaría todos esos meses.

****

Alissa

En ese momento el mundo se detuvo, suena estúpido y de hecho, cada vez que alguien afirmaba que todo desaparecía a su alrededor lo tomaba como una exageración, pero ahora sabía muy bien que era justo lo que me estaba pasando, que sólo podía concentrarme en ese chico rubio que me había cautivado desde la primera vez que lo vi, y que al parecer estaba igual de sorprendido que yo.

— No puedo creerlo — Susurré mientras Adam se acercaba a paso lento — ¿En serio eres tú?

— Para sorpresa de todos sí — No había cambiado mucho, pero al parecer tenía un aspecto más atlético, y se había dejado crecer un tanto la barba dándose un aspecto mayor — Has cambiado Ali — Sonreí por como me había llamado.

— Y tú no te quedas atrás, no puedo creer que justo nos encontráramos aquí — Dije animada.

— El mundo es pequeño — Dijo acercándose más a mi — ¿Quieres sentarte para hablar? — Preguntó señalando una mesa, a lo que acepté asintiendo.

Cuando nos sentamos solo me permití admirarlo, era como esos silencios necesarios y para nada incómodos.

—Te extrañe mucho Adam, fue todo un proceso recuperarme, pero ahora ya las cosas están mucho mejores, ¿Como estás tú?

— Muy bien, soportando a lo idiotas de Connor y Blake, ahora están de enamorados — Replicó divertido — Les fue muy bien en las competencias, y pues de mi parte también gané.

— ¡Felicidades! — Exclamé de forma genuina — Estoy orgullosa de ti.

—Ha pasado tanto tiempo.. — Dijo en un suspiro — No me imaginé que nos admitieran en equipos internacionales y tuviéramos que vivir aquí más de 4 años, cuando en un inicio esperábamos solo estar unos meses — Se perdió por un momento en los recuerdos, pero luego centró su mirada en mi — ¿Dónde estuviste en todo este tiempo?

—Me fui a Los Ángeles donde vivía una prima lejana de mi padre, me interné unos 2 años, mi padre se rehabilito y pudo salir de ese lugar, así que iniciamos una nueva vida — Sonrió orgullosa — Luego de ahorrar un poco, decidimos venir el verano aquí.

—Wow — Exclamó sorprendido — Parece poco tiempo si lo cuentas así, pero la verdad estoy muy orgulloso de la gran mujer en la que te has convertido, solo ahora empiezo a creer que tenías razón en esa carta.

—Aún lamento haberlo de hecho de esa forma — Dije apenada

—Era lo mejor que pudiste hacer en ese momento, y la verdad, no veo razón para arrepentirse.

Había una pregunta flotando entre los dos, y nos sumimos en un largo silencio mientras alguno de nosotros se atrevía a hacerla.

Estaba intentado reunir todo el valor posible para tener la iniciativa, cuando Adam se levantó de repente pero para su sorpresa, con una sonrisa en su rostro.

—Connor tiene un partido dentro de poco así que tengo que ir en su búsqueda — Cuando pensé que eso sería lo único que diría, dejó una servilleta — Estoy viviendo en ese lugar, además de mi número actual de teléfono — Percibí que iba a irse, pero se detuvo — Siempre habrá un oportunidad Lara — Sin más se alejó perdiéndose entre miles de personas que circulaban por las calles de roma.

Sonreí, porque entonces, ese destino que había creído vago años atrás, ahora me estaba demostrando que existía, y más aún, junto a él.....

FIN

********

Nunca pensé que terminar de editar esta historia sería todo un reto para mí, y es que después de 5 meses sin escribir continuamente, hoy me he propuesto darle el final que se merecía, porque no me creía que dejara una historia en una pausa indefinida, ya que me estaba fallando a mí, a los lectoras que seguían confiando en mi trabajo y a los mismo personajes que hace ya mucho tiempo cree con ilusión.

No quería perder el hilo de la historia de la manera en que pasó, pero bajo cualquier pronostico, pude terminar este proyecto para darle paso a uno con el que he trabajado desde hace un tiempo, apenas tengo el primer capítulo, pero les aseguro que nunca me había sentido tan conectada con una historia como la que muy pronto les avisaré.

Gracias por seguir confiando en mi trabajo....