Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7 - Límites

Connor

—¿Quieres divertirte un rato? — Pregunté a la candente rubia que se encontraba a mi lado.

—Te espero arriba — Susurró sonriente mientras contorneando sus caderas se alejó del lugar.

Esta fiesta al parecer no había sido tan mala idea, aunque el hecho de que Adam se fuera no me dejaba disfrutarla por completo, y no es que sea cursi, pero luego de un año sin tenerlo viviendo conmigo quería que se adaptara al lugar.

En un pasado vivía con la culpa de haberlo tratado de la manera en que lo hice cuando llegó del orfanato donde mis padres lo adoptaron. Nunca lo admití, pero una parte de mí tenía miedo, pues yo estaba acostumbrado a ser el único hijo, y el hecho de que alguien nuevo apareciera en mi vida ocupando el papel de hermano fue un tanto impactante para mi versión infantil.

Pensé en buscar a Adam pero sabía muy bien que ya estaba a kilómetros del lugar, así que decidí darle un largo trago a la botella que estaba en la mesa. Cuando esta atravesó mi garganta dejando un ardor a su paso sonreí, ya sentía que estaba en el ambiente.

Subí los escalones de la extensa mansión para encontrarme con un largo pasillo y muchas puertas, podría decir que no estaba del todo consciente, así que una de estas me llamó la atención, quizás porque estaba entreabierta o solo por mera curiosidad, así que esperando encontrarme con una sexy rubia sin dudarlo más me adentré a la habitación. A primera vista no pude ver nada por la oscuridad, pero luego cuando mis ojos se adaptaron, reconocí un cuerpo sentado justo en frente del balcón, y al acercarme me di cuenta que era Caín.

—¿Qué haces aquí? — Pregunté sobresaltándolo.

—Quería aislarme un poco del lugar — Por su tono un tanto atropellado me di cuenta que estaba peor que yo — Me siento muy raro Connor.

—¿Raro? — Me senté a su lado donde percibí que solo llevaba unos tejanos y su torso por completo desnudo, lo que me pareció extraño ya que no era de los que detallaba ese tipo de cosas.

—Me pasó hace unos meses — Fijó su intensa mirada en mí — Al principio pensé que era una estupidez, yo no entiendo en que momento cambié.

—Caín, no te estoy entendiendo — A pesar de mi confusión, este sonrió.

—Olvídalo — Suspiró — ¿No estabas con Danielle y Karla? — Su cambio de tema me desconcertó, pero para no presionarlo lo dejé ahí.

—La verdad no sé sus nombres, puede que sí, puede que no, de hecho, estaba buscando a una de ellas cuando te encontré.

La sonrisa de hace un momento desapareció, ahora solo se limitó a tomar una gran botella de licor como sí de un vaso de agua se tratara. Me ofreció la botella y a pesar de que no quería seguir, pocos eran los momentos en que me olvidaba de todo lo que representaba para mi la sociedad, lo que significa mi presentación personal, para nadie era un secreto que me importaba mucho lo que demostraba ante las demás personas, aunque a veces hasta eso cansaba. La acepté para tomar un gran sorbo que me desestabilizó.

—Iré por las chicas, sí quieres hacemos un trío — Repliqué riendo.

—¡Por favor no! — Carcajeó — No puedo creer que ese tipo de cosas te exciten.

—Cuando lo experimentes me darás la razón — Me levanté del asiento para dirigirme a la salida cuando tropecé con algún objeto que por la oscuridad del lugar no alcancé a ver, así que me abalancé hacia Caín que era lo único que podía sostenerme. Para ese momento pensé que había evitado caer, pero todo eso se fue cuando no sé como él se movió de tal manera que perdió el poco equilibro que tenía y los dos terminamos girando hasta el balcón que sí no hubiera sido por el barandal habríamos caído.

—¿Es en serio? — Pregunté riendo — No puedo creer que seamos tan idiotas borrachos — Cuando miré a Caín estaba por completo serio, y su mirada, a pesar de que no quise creerlo estaba en mi boca — ¿Qué estás...

Fui interrumpido cuando estampó sus labios en los mío, al inicio estaba tan sorprendido que no pude moverme, nunca me imagine que el que era mi amigo estuviera en ese momento besándome, pero por alguna extraña razón tampoco podía apartarme, era como sí mi cuerpo no obedeciera las órdenes de mi cabeza, y en contra de todo esto, continúe el beso, quería retribuir mi atrevimiento al alcohol que ahora estaba en mis venas, quería creer que había sido algo adulterado en mi sistema para que estuviera haciendo eso.

Aún me costaba explicar cómo en ese momento mis neuronas se reactivaron y logré apartar a Caín de un empujón.

—Tú...Tú eres...Yo... — Las palabras se estancaban en mi cabeza, y por la expresión de terror de él me confundí aún más.

—¿Qué mierda hice? — Susurró a la vez que me miraba sorprendido. Sus mejillas estaban por completo encendidas y a pesar de que no lo veía con total claridad, podía jurar que sus pupilas dilatadas.

—Tengo que salir de aquí — Comencé a sentirme sofocado, casi como sí me faltara oxígeno, así que a pesar de tropezarme de nuevo con otras cosas, logré coger el picaporte de la puerta, pero entonces me haló del brazo.

—No, déjame explicarte — Dijo nervioso — Yo no soy gay, sabes que estoy saliendo con Evie...

—Caín, acaso yo... — Me estresaba que las palabras siguiesen sin querer salir de mi garganta, así que suspiré con frustración mientras con mi puño golpeaba la pared.

—¡¿Qué haces Connor?! — Exclamó alarmado

—Esto no pude haber pasado...¡¡Esto no tenía que suceder!! — Lo miré directamente mientras me acercaba a pasos lentos — No puede salir ni una sola palabra de esto.

—Pero es que yo...

—No me mientas Caín, podré ser lo que sea pero no idiota, y a pesar de que estés hasta drogado, no habrías hecho esto — Todo su rostro perdió el color — El alcohol nos impulsa a hacer cosas que sobrios no haríamos.

—Tú lo continuaste — Susurró abriendo los ojos — Sí realmente nunca hubieras querido, me habrías apartado al instante, ¿También...?

—No te vayas por ahí Caín, no soy como tú — Abrí la puerta y salí casi corriendo de la mansión.

Nunca llegué a saber cuanto caminé, pero para el momento en que desperté de mi extraño estado, había aparecido casi en la autopista donde pensé en llamar a Adam, pero mi cabeza se negaba a que mi hermano me encontrara de esa forma, no podía siquiera sentirme bien con lo que pasó en esa habitación, me negaba a la posibilidad de que me gustara Caín, no podía atraerme mi mejor amigo, eso salía de absolutamente todas mis límites.

Había sido el alcohol, quizás estaba mareado de tanto bailar con las chicas que durante la noche se me habían acercado.

No sabía sí mi cerebro me estaba castigando, pero una voz en mi cabeza me decía que no podía engañarme, y como sí no fuera poco, mis propias palabras me golpearon.

El alcohol nos impulsa a hacer cosas que sobrios no haríamos...

********

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro