Capítulo 30 - Despertar
A veces no es suficiente con amar a una persona,
No es suficiente con entregarle todo tú corazón en sus manos,
A veces, ni hundiéndote con ella podrás salvarla.
—Adam
Alissa
Luego de la conversación con Adam, él se limitó a no decir nada al respecto, cosa que silenciosamente le agradecía, porque para ese momento no me sentía preparada, la verdad es que cualquiera diría que soy una cobarde, pero enfrentarme a lo que me llevó a caer en un nivel tan bajo como lo hice hace unas semanas, quizás podría matarme esta vez.
Había anochecido ya un tiempo atrás, pero sin ignorar el frío de la noche, salí con el propósito de reaccionar, sabía que no estaba haciendo lo correcto, que de alguna manera Adam tenía la razón, pero se sentía como cuando los seres humanos no podemos dejar de aferrarnos de algo a pesar de saber las consecuencias.
En una estúpida adicta me había convertido.
—Siempre intenté que mi hermano se alejara de ti — La voz de Connor me alejó de mis pensamientos — Porque sabía lo que iba a pasar cuando se diera cuenta que no eras esa niña del orfanato, esa mujer que tanto había idealizado en su cabeza. — Al ver mí rostro de confusión — Estoy seguro que en algún momento te dijo que intentó buscarte, pues yo también fui parte de su investigación...Lo curioso es que cuando me atreví a indagar por los institutos de Miami, te encontré antes de que él lo hiciera, y yo mismo me encargué de que por lo menos para ese momento, no descubriera que eras tú, porque por otras personas me enteré de como estabas metida en ese mundo de las drogas — Su mirada era tan profunda, que un gran miedo se instaló al pensar que podría ver mi alma. — ¿Pensabas contarle que estuviste en el hospital 2 veces por intoxicación?
Cuando terminó de formular su pregunta, sentí como sí me hubieran disparado, la verdad es que esa época donde estuve a punto de joderme por completo, la oculté de todo el mundo, literalmente, la única persona que podría saberlo era yo, porque Ascher aún no era mí novio para contarle algo como eso, y me registré en el hospital con otro nombre.
— ¿Cómo...? — Pregunté pero él me interrumpió.
—A pesar de que intentemos pasar desapercibidos por el mundo, siempre habrá alguien que nos reconozca — Se acercó hasta mi oído para comenzar a susurrar — La vida es sobre acciones y consecuencias, así que espero Alissa, que seas inteligente porque sí decides quedarte en el medio sin tomar un camino, no dudaré en alejarte de nosotros.
Dicho esto, se alejó dejándome con las emociones mezcladas y lágrimas apareciendo por mis ojos.
Al parecer no fui tan discreta como lo pensé, pero aunque lo odiara, Connor tenía razón, debía elegir un camino porque mi indecisión terminaría por afectar más a las personas que estaban a mí alrededor, así que con una sorprendente valentía, tomé las llaves del auto de Adam y procurando no despertar a nadie, me alejé de la cabaña divisando mi primer destino por mí cabeza.
*
En la noche prohibían la entrada al cementerio, pero para mí era el mejor momento para ir, quizás por la oscuridad, porque aunque a simple vista solo sea una palabra, los seres humanos nos sentimos más confiados en la oscuridad, no por los miedos, no por la desgastante opinión de una sociedad.
La respuesta es que buscamos ocultar nuestros secretos, nuestros deseos, y peor aún, escondernos a nosotros mismos en un tipo de dilema con tu inconsciente.
Para muchos había sido sencillo juzgarme, simplemente creían entender mi vida y por que había tomado las decisiones que tomé, y aunque aceptaba los errores que había cometido, nadie se puede creer juez total de otra persona sin un ápice de ética.
Al parecer todo el mundo parecía juzgarme creyéndose una perfección ficticia cuando estaban en el mismo lugar que yo.
A medida que avanzaba, solo podía escuchar mis pisadas en el llano y luego, un silencio abrumador.
Quizás era tétrico estar en un cementerio a la mitad de la noche donde desde niños, muchos creemos que realmente podría aparecer algo si es que llegamos a estar aquí, pero cuando la vida llega con todos sus problemas, dramas y victorias. Te enseña que aunque exista ese miedo, quizás ya no vale la pena detenerse por él.
Justo me detuve en una lápida, no era tan vieja como las que estaban cerca, se notaba que justo hace poco tiempo habían tallado el nombre.
Retire las marchitadas flores que estaban puestas y las reemplacé por unas rosas.
A continuación, me senté justo enfrente, para luego quedarme mirando en fijo cada una de las letras, susurrando su nombre en un tono bajo, quizás era como si pudiera realmente verla, sentir su presencia, y fue eso lo que me motivó a hablar.
—Para mí había sido difícil sobrevivir mientras tú estabas ausente, pero fue más difícil vivir cuando ya nunca iba a poder volver a verte, me perdí y a partir de ese momento no pude recuperarme. La verdad no sé en qué momento todo se descontroló, no es justificable, pero esa es mi excusa, esa es la única forma en la que puedo aminorar la culpa — Di un largo suspiro antes de continuar, pues sentía las lagrimas bajar por mi mejillas — Soy consciente de que te perdí en vida hace ya mucho tiempo, pero de igual forma, seguirás en mí corazón como la única persona que vio en mí lo que muchos no pudieron. Te amo mamá...
*********
Con el dolor abrazando cada paso que daba, me alejé del lugar para comenzar mi camino hacia el siguiente destino que tenía en mente, la verdad esta valentía que sentía me resultaba tan sorprendente, que no estaba dispuesta a dejarla perder.
Agradecía que la casa de Ascher quedara cerca del cementerio, la verdad a pesar de tener la gran determinación que invadía mi cuerpo en ese momento, tampoco me sentía en un estado emocional admirable para que mi corazón tuviera la capacidad de soportar kilómetros.
Cuando llegué, no fue sorpresa encontrarlo justo en el porche de su casa, de tal forma que solo tomé un gran suspiro antes de acercarme para llamar su atención.
— ¡Pero qué sorpresa! — Exclamó al reconocerme — Juraba que te habías comprometido ya con los Johnson.
—Ya déjalo Ascher — Dije con cierto hastío — Vengo en paz, la verdad solo quiero hablar contigo.
—¿Acaso es para terminarme formalmente? — Su tono era de completa curiosidad.
—¿Alguna vez tuvimos algo real? — Pregunté cansada de su actitud — Muchas veces me llevaste a creer que ni siquiera nos conocíamos — Su semblante cambió a uno mucho más serio — ¿Alguna vez me amaste?, o ¿Por lo menos me quisiste?
Cuando terminé de hablar, Ascher bajó su mirada quedando en completo silencio, y sí era sincera, esperaba de su parte esa respuesta. La verdad era que tanto él como yo, tuvimos claro desde un comienzo que solo éramos una simple compañía, que ningún sentimiento compartíamos, a excepción de una clara soledad.
—Solo vine para agradecerte — Hablé decidida a romper el silencio — No tengo nada en tú contra, al final, me ayudaste a superar esa oscuridad que me estaba consumiendo.
—¿A qué viniste? — Preguntó concentrando sus ojos en mí — Estoy seguro que esto podrías habérmelo dicho por mensaje, hay otro propósito en tú visita.
—A despedirme — Una sonrisa triste se formó en mis labios.
—¿Se van? — Una clara confusión se denotaba en su rostro.
—Me voy — Aclaré — Solo quería decirte un último adiós, a pesar de todo, soy consciente de que nos convertimos en una genuina amistad, por eso te estaré agradecida — Me mantuve un momento en silencio y al ver que no pensaba decir nada, lo observé para grabarme su aspecto en mi memoria, donde con toda la dignidad del mundo, me alejé del lugar con el corazón en la mano pero decidida...
Tenía que despertar...
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