Adam

Llegó de casi tres días en completa preocupación por Connor y Caín, los dos salieron victoriosos respecto a sus heridas.

Sin contar las intervenciones que permitieron que el médico les diera de alta más rápido de lo previsto.

Gracias a la insistencia de mamá, decidimos pasar el resto del mes en la cabaña que teníamos mi hermano y yo para estar en el verano, la razón era alejarnos del estrés de la ciudad donde esto le ayudaría a Connor para su recuperación.

—¿Quieres pedir una pizza? — Preguntó mí hermano — la verdad es que me hace falta la comida chatarra de los citadinos — Los dos sonreímos antes la palabra que había mencionado.

—No hace falta, de hecho voy a salir a la ciudad.

— ¿Sigues empecinado en salvarla? — Su rostro pasó de una expresión de confusión hasta el aburrimiento.

—Le debo eso Connor — Exclamé alistando mis cosas — Sobre todo luego de la conversación que tuvimos antes de que me enterara de tú accidente.

—Está bien — Bufó no muy convencido — Estaré atento por sí pasa algo, así que no dudes en llamarme.

—Tranquilo — Dije apreciando en silencio su preocupación — Las compraré donde Jules — Era el lugar favorito de él para pedir pizza, así que con una exclamación de alegría abandoné la cabaña en camino a la casa de Alissa.

Más que una obligación, no me consideraba tan insensible para primero hacerme el desentendido con alguien que fue y será importante en mi vida.

Era consciente de la autodestrucción por la que estaba pasando, y aunque tuviera dudas respecto a la relación que tendrían, no podría hacerlo sí ella se encontraba en un mal estado, la verdad es que necesitaba a esa chica que conocí hace pocos meses.

Los kilómetros que recorría en la camioneta se me hacían eternos, y solo cuando aparqué al frente de su casa es que sentí el oxígeno entrar a mis pulmones a pesar de estar con los nervios de punta a la espera de lo que me encontraría.

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Actualidad

—Joder, creo que estoy muy drogada — Exclamó Alissa aún sorprendida — Matt creo que estoy viendo a tú hermano.

—Es real — Dije preocupado — Siéntate mientras te recuperas — La deje en el sofá que teníamos en el salón principal mientras iba por un vaso de agua — Creo que estos días van a ser un poco duros.

—Eso es seguro — Connor se sentó a su lado mientras le revisaba las pupilas — A pesar de haber bajado mucho el efecto, su sistema tardará unos 4 días en expulsarlo todo. — Suspiró con cansancio — ¿Es que tú no puedes estar 2 segundos sin meterte en problemas?

—Ocupaciones que tenemos los jóvenes emprendedores de hoy en día — Exclamó Alissa entre risas.

—No puede ser cierto — Susurró Connor impaciente — Se vienen épocas difíciles.

A medida que pasaban las horas le di la razón a mi hermano, pues desintoxicar a Lara fue mucho más difícil de lo que pensé.

Cuando terminara todo esto, le agradecía su ayuda porque en definitiva todo ese gran trabajo para mí, habría sido extenuante.

La instalamos en la habitación de huéspedes, donde llevamos una bolsa completa de bebidas energéticas y tres baldes para los contantes vómitos que tenía, además de toallas frías para controlar el sudor acompañado de la fiebre.

Sí bien cada día traía su dificultad, mientras mi hermano se deba a un descanso, me recosté al lado de Lara a la vez que ella trataba de dormir.

Solo para ese momento fui consciente de la realidad que había ignorado, pues a pesar de todo el amor que sentía por ella, no había forma en que pudiéramos estar juntos y a la vez ser felices, tenía razón cuando hace unos días decidí cortar toda esperanza en ella, y su estado era una gran prueba de ello. Aunque Ascher fue culpable en parte de inducirla en ese mundo de las drogas, en este momento Alissa no era una persona con una estabilidad, y más luego de la pérdida de su madre y el decaimiento de su padre.

Siempre había sido fiel defensor de que sí tú no estabas bien contigo mismo, no podrías construir una historia con otra persona, y no era tan egoísta como para ignorar mi propio consejo y empeorar la situación de ella. Le demostraría el amor que sentía por el cual dudaba como me lo hizo saber, en mi preocupación por salvarla de esa gran oscuridad en la que se estaba sumiendo.

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Cuando la primera semana pasó, Alissa ya estaba en un estado presentable, refiriéndome a que podía hacer tareas por su propio mérito y sin la necesidad de estar vigilando para que no cometiera alguna estupidez.

—Yo...Quería agradecerte por todo lo que has hecho por mí este tiempo — Exclamó mientras nos sentábamos a ver la gigante montaña a lo lejos.

—Mi hermano también hizo gran parte — Dije recordando cómo mientras debía ausentarme él se hacía cargo de ella olvidando los conflictos que habían tenido en un pasado. Connor no le debía nada a Alissa, pero aun así se atrevió a hacer cosas que no realizaras por una persona cualquiera.

—Los dos — Una pequeña sonrisa se asomó en su rostro — La verdad es que no he sido la mejor persona con ustedes dos, e hicieron esto — Tomó una pausa antes de continuar — Pero antes de hablar con Connor quería tener una pequeña charla contigo, la verdad es que he sido un poco estúpida en esta situación...Perdóname por comprometerte en esta tarea.

—No es necesario que te disculpes — Exclamé incómodo por el tema que sabía tenía que tocar pero de alguna manera me generaba cierto temor su reacción — Ahora lo importante es que dejes esas sustancias, desintoxicarte no fue fácil y espero que recuerdes todo lo que pasaste estos días antes de volver a meterte algo así.

Esperé por un momento al ver como su rostro iba cambian de expresiones relajadas a molestas, y esa fue la señal suficiente para entender que a pesar de todo lo que pasamos, Alissa no estaba en ese camino de dejar las drogas por completo.

—Lo mejor es que no hablemos de esto — Apreté los labios evitando dejar salir la rabia que para ese momento estaba sintiendo.

—¿Por qué lo evitas? — Dije en un tono un poco elevado — ¿Acaso eres consciente del infierno que acabamos de pasar?, no te pido que lo dejes ya porque estoy enterado de lo difícil que es, pero por lo menos tengas la voluntad.

—Sigo sin entender cómo es que esperas tanto de mí — Susurró — Adam yo...No quiero vivir la realidad de mí vida, no quiero volver a esa pesadilla, no quiero ser realista de las desgracias que me rodean — Pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos — Es muy difícil que le pidas a alguien volver a eso y que acepte.

Mi mente estaba en blanco, porque tampoco estaba muy equivocada con lo que quería expresar, y yo no era quien para decir que volviera por completo a su vida cuando a veces deseaba desaparecer de la sociedad por unos segundos como sabía la mayoría de los seres humanos quisiéramos hacerlo.

—Pero te estás matando en el proceso de huir — Debido al silencio en el que nos habíamos sumido, obtuve su atención un tanto sorprendida.

—A veces...Cuando llegas a un punto donde tú vida no tiene un retorno o posibilidad de recuperarse, es cuando pierdes ese miedo a la destrucción, es como cuando te entregas por completo a una persona, sabes que tendrá un final y estás dispuesto a enfrentarlo así no quede nada de ti en el proceso.

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