Capítulo 24 - Tú juego
Connor
El fin de semana había sido un completo desastre, la verdad es que por mis principios y respetando el espacio de Adam, no había dirigido reclamo alguno a Alissa aunque estaba seguro no pondría mantener mí promesa en la universidad donde la encontraría merodeando por los pasillos dentro de poco.
Por un tiempo, dejé pasar el hecho de que llamara la atención de mí hermano, pero eso no le daba derecho a hacerse la investigadora y hurgar en algo tan privado como el expediente de Adam donde estaba con el cabello rubio, algo que él quiso cambiar por su cuenta y sinceramente lo apoyé, sabía que para él representaba dejar atrás su pasado y sí eso lo hacía feliz pues lo apoyaría.
—Connor — Exclamó el entrenador Willy — Hoy necesito que jueguen un partido doble, al parecer hay una parejita que quiere competir con ustedes.
—¿Ustedes? — Pregunté con confusión.
—Tú y yo — Dijo Caín ya con la raqueta en mano.
Verlo me generó una gran impresión, la verdad es que lo estuve evitando para darme un tiempo en donde pensaría muy bien las cosas, y es que la conversación de Adam en el aeropuerto generó que mí mente descansara un tiempo de darle tantas vueltas al asunto, pero no era sencillo, no cuando nunca consideraste una posibilidad.
—Va a ser amistoso — Un chico de lo que supuse era del área de la salud se acercó junto a su compañero — Solo queríamos competir con la gran pareja de la universidad.
—¿Por qué nunca los habíamos visto en el campo? — Pregunté interesado por su competitiva actitud.
—Nos transferimos hace poco — Respondió su compañero — Igual son famosos en otras instituciones. — El chico repasó su mirada en todo mí cuerpo para luego sonreír y en un tono más bajo habló — Y no mienten al resaltar su gran atractivo. — Guiñó un ojo antes de recuperar la postura. — Mucho gusto, Drake
En ese momento un enojado Caín haló de mi brazo antes de que pudiera responderle al chico.
—¿Qué diablos está pasando? — Preguntó con las mejillas sonrojadas.
—Se estaba presentando — Respondí con obviedad.
—Por Dios Connor, no sé sí te haces el idiota o realmente no lo entiendes — Bufó mirándolo con molestia — El Drake ese te estaba coqueteando, ¿Acaso no lo notaste?
—El chico solo dijo la verdad, al final mí belleza no pasa desapercibida — Me tomé un momento ya que su expresión de enojo se mantenía intacta y solo en ese instante fue que entendí — Espera... — Susurré ordenando mis ideas — ¿Estás celoso Caín?
—No, yo...solo... — Comenzó a balbucear mientras una sonrisa se formaba en mí rostro al haberlo desenmascarado.
—Chicos, ya que se conocieron pueden iniciar — Interrumpió el entrenador antes de que le respondiera a Caín.
El juego comenzó entre miradas intensas de Drake y sonidos de enfado por parte de Caín, la verdad es que nunca me había divertido tanto en un partido como en ese, y es que la competitividad entre los cuatro era muy buena, pero el hecho de que mí mejor amigo estuviera celoso y el chico quisiera llamar mí atención era todo un espectáculo.
Los puntos estaban casi iguales aunque ellos llevaban la delantera, cosa que dejó de emocionarme y solo en la parte final es que comenzaron los sets cruciales.
Caín estaba tan enojado que sus movimientos eran bruscos y solo dirigidos a Drake, por lo que en un momento, luego de que él hiciera el saque con potencia, tomé una maniobra donde el otro rival quería sacar de quicio a mi compañero aprovechando su descontrol emocional, pero por suerte alcancé a evitar su jugada y le respondí de tal forma que terminamos ganando el último punto final donde por consecuencia nos llevábamos la victoria del partido.
—Buen juego — Exclamó Drake llegando a mí encuentro.
—Vaya que sí — Dije estrechando su mano — Tenemos que repetirlo.
—En la noche saldremos a un bar — Dijo su compañero — Y mucho gusto soy Allan — Junto con una sonrisa nos presentamos.
—Sí perfecto... — Iba a continuar hablando pero solo hasta ese momento me di cuenta como a lo lejos Caín tiraba su raqueta al suelo y escapaba del lugar a paso rápido — Yo les confirmo.
Sí bien ya estaba a punto de llegar a la facultad de Literatura, me acerqué agradeciendo por mi estado físico donde en uno segundos toqué su hombro provocando que detuviera su acelerado paso.
—¿Por qué te fuiste así? — Pregunté un poco sorprendido al percibir el tono rojizo de su rostro.
—Eres muy inteligente para muchas cosas pero definitivamente para esto fracasas — Su pecho estaba un poco húmedo debido al sudor, así que me fijé en la intensidad de emociones que recorrían su rostro — No entiendo tú juego Connor, ese día — Iba a hablar pero este me detuvo con su mano — Espera...Ese día te quedaste toda la noche y solo en la mañana te fuiste, pensé que no te quedarías un segundo más, vaya que en mi mente estaba el que no me quisieras volver a ver — Su voz tembló — Eres muy importante para mí, y desde hace mucho tiempo he estado a tu lado sin importar que poco a poco me destruyera a mí mismo...Pero ahora que las cartas están sobre la mesa, no hay razón alguna para quedarme sí tú no eres capaz de ser sincero contigo mismo y decidirte.
—Yo... — Sabía que tenía que decir algo, pero en ese momento mi mente estaba en silencio, era como sí tuviera un nudo en la garganta que ahogara mis palabras.
—Está bien, ya me quedó claro — Me dirigió una profunda mirada antes de girar y caminar hacia la salida.
Para ese momento fui consciente del error que cometería sí no hacía algo al respecto, porque a pesar de lo difícil que ha sido aceptarlo, Caín es una persona importante para mí, de los pocos que considero leales y definitivamente no me daría el lujo de perderlo por miedo, así que corrí a su espaldas agradeciendo que ya los estudiantes estuvieran en sus clases para estampar mis labios en los suyos, cosa que en definitiva lo sorprendió porque se quedó unos minutos estático para luego continuarlo.
Sus labios estaban igual de suaves que la última vez que los probé, la verdad era que a pesar de reprimirlo tanto, mi cuerpo ya respondía de una forma muy intensa hacia él, era como sí de repente saliera todo ese deseo que por mucho tiempo quise ignorar, y aunque una pequeña voz en mi cabeza me decía que sí alguien se llegara a enterar de lo que estaba haciendo sería mí final, no me detuve.
Aún estaba la ansiedad en mí, y es que sí bien ya poco a poco lo estaba aceptando, aún era difícil desaparecer todas las advertencias a las que antes consideraba importantes, pues estas eran la justificación de mis acciones, estas eran mi protección.
Me aventuré a rozar mi lengua por sus labios, cosa que le gustó porque recibí una pequeña mordida acompañado de un apenas perceptible gemido de su parte en los míos.
Mi cuerpo ansiaba seguir en ese pequeño juego entre mordidas y pequeños gemidos en la que nos habíamos adentrado, pero era consciente de que en cualquier momento alguien podría salir para armar un escándalo que para el estado en el que me encontraba, seria lo peor que podría pasar, no por pena de Caín, sino por mí mismo, no estaba preparado para contar mi verdad a los demás, no estaba preparado para exponerme en un animal tan peligroso como lo es la sociedad.
—Perdóname — Susurré intentado controlar mí respiración.
—Me confundes Connor — Dijo mirándome a los ojos — No puedes estar entre la mitad, debes tomar una decisión.
—Lo sé — Un gélido frío nos abrazó, cosa que me hizo querer acercarme aún más a él — Y mi decisión eres tú...Solo dame tiempo, porque realmente quiero tomar esto en serio.
—Prométeme que no estás jugando Connor — Sus manos acunaron mis mejillas — Te estoy entregando mi corazón, no lo rompas...
—Tú ya tienes el mío — Dije en un tono bajo — No será un juego para mí, eres mucho más esencial que eso Caín.
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