Capítulo 22 - Promesas
Adam
Mi mente estaba trabajando en miles de teorías e ideas mientras me alejaba del lugar, y es que mi sorpresa fue grande al escuchar las palabras tan cargadas de odio de Alissa hacia mí hermano. A pesar de que entienda que su relación no es del todo amistosa, ¿Cuál era la necesidad de mencionar a la familia en su discusión?.
—¡Adam! — Exclamó Connor cuando llegamos una manzanas lejos de casa — ¡Detente un momento por favor!
A pesar de que no me sentía con la ganas de seguir con el tema, me detuve provocando que este chocara conmigo.
—¿Qué pasa? — Pregunté aturdido mientras recuperaba el equilibrio.
—Yo...Perdóname haré lo posible por darle el merecido a esa perra — Su respiración aún permanece agitada.
—No es necesario — Sí bien mi tono no era sereno, intenté respirar por un momento porque no tenía sentido desquitarme con él. — A partir de ahora me encargo yo de esto.
—Lo sé solo que... — Me miró con nerviosismo — Lo que ella dijo...
—Connor — Lo detuve mientras sonreía — Ella no sabe absolutamente nada de lo que los dos hemos vivido desde que éramos niños, eres y siempre serás mi hermano, la verdad me importa muy poco lo que digan los demás o la misma genética — Me acerco a él para rodearlo con mis brazos — Siempre seremos un apoyo para el otro.
—No quiero que te alejes por lo que ella dijo — Susurró en un tono apenas audible.
—Nunca lo haría porque en mi mente jamás ha estado la idea de abandonarte — Acaricio su cabello como le gustaba que lo hiciera de pequeño mientras leía un cuento para él — Siempre y para siempre hermano.
*
Era un nuevo comienzo para mí, sentía como los nervios se apoderaban de mí cuerpo cada vez que nos acercábamos a lo que supuse era el hogar que me adoptaría. La joven pareja ya había tenido un hijo, pero debido a un altercado se quedaron sin esa oportunidad de volver a ser padres, así que tomaron la decisión de ir al orfanato donde de una manera muy sorpresiva me eligieron a mí cuando anteriormente muchos me habían rechazado...
La vida de un niño que desde esa edad carece de ese amor familiar que es tan fundamental, es difícil, unos dirán que solo será lástima, pero mas allá que cualquier prejuicio, vivimos en un mundo donde desde que nacemos nos han rechazado y lo menos que esperamos es a alguien que por primera vez tenga la voluntad de elegirte.
—Hemos llegado pequeño — Dijo el hombre mientras abría la puerta de atrás — Espero te sientes cómodo en la que ahora será tú casa — Aquella palabra aún era extraña para mí, así que con miedo me limité a seguirlo hasta la puerta donde una bella mujer nos esperaba.
—Bienvenido Matt — Susurró entre lágrimas mientras me llevaba a sus brazos. — Quiero presentarte a alguien. — Cuando me soltó pude ver el lujoso interior del lugar, pues estaba decorado con sofisticados inmuebles y un cuadro de lo que supuse era la torre Eiffel resaltaban en el espacio.
—¿Él será mi hermano mamá? — Preguntó una voz a mis espaldas, así que me giré para encontrarme con un niño un poco más alto que yo el cual me miraba con extrañeza.
—Connor recuerda el acuerdo de no incomodarlo — Dijo el hombre con pánico reflejado en su rostro.
—Tiene ojos azules — Dijo mientras se acercaba — Yo los quiero también, ¿Podría prestármelos?
Una sonrisa se reflejó en la pareja mientras sacaban mi pequeño equipaje y nos llevaban a la mesa donde un bonito pastel reposaba con las letras de bienvenido. Sí era sincero, hace mucho no tenía el placer de probar algo tan delicioso como aquel postre que según la mujer ella misma lo había preparado.
—Connor — Llamó el hombre al otro niño — Enséñale la habitación a Matt mientras mamá y yo arreglamos un pequeño asunto.
Sin emitir alguna palabra en repuesta, me hizo una señal para que lo siguiera y aunque dudé por un momento, no me quedó otra que perseguir al pequeño niño por las escaleras hasta llegar a una bonita alcoba con paredes blancas y una gigante cama como centro de atención, cosa que me produjo placer al imaginar como sería poder dormir sin la preocupación de incomodar a algún niño.
—Ahora que estamos solos — Dijo interrumpiendo mis pensamientos — Necesito saber qué es lo que buscas.
—¿A qué te refieres? — Pregunté con confusión.
—No te hagas el desentendido — Bufó molesto — Eres el tercer niño que pisa esta casa y el primero que ha llegado tan lejos como para conocer esta habitación que mis padres se han esforzado en hacer acogedora.
—Yo...La verdad... — Comencé a hablar pero solo salían balbuceos de mi boca, y es que no sabía con exactitud que debía responderle.
—¿Quieres dinero? — Se acercó hasta quedar frente a mí — Te daré lo que quieras así que no necesitas robarlo como lo han hecho los demás — Dio un largo suspiro antes de continuar — No dejaré que jueguen con nosotros otra vez, mi madre ha querido otro niño desde hace mucho tiempo y estoy harto de verla destruida porque esos estúpidos se escapan con algún objeto que han robado de esta casa.
—No haría eso — Dije encontrando mi voz — Sea lo que sea no soy un ladrón y desde hace mucho tiempo he querido una familia así que no desaprovecharía esta oportunidad.
—Te juro que sí...
—No lo haré Connor — Lo interrumpí llamándolo por su nombre causando sorpresa de su parte — Sí lo que no quieres es verme me puedo ir — Exclamé con rabia antes de retomar camino a la puerta y despedirme de un sueño que ya había comenzado a amar, pero entonces su mano en mi hombro me detuvo.
—Espera — Susurró con voz temblorosa — Prométeme que no nos harás lo que ellos hicieron, que no te irás. — A pesar de dar la apariencia de ser fuerte, en ese momento ya no era el niño seguro que había conocido minutos antes, solo quedaba vulnerabilidad.
—Te lo juro — Susurré mientras con duda me acerqué para abrazarlo — No pienso irme nunca...
*
Sonreí al recordar cómo poco a poco Connor me permitía conocer a la que ahora es mi familia, nosotros éramos la clara muestra de que no se necesitaba tener la misma sangre para ser hermanos, la lealtad fue algo que desde pequeños estuvo entre nosotros.
El camino hacia las piscinas del instituto estaba cerca, pero sí bien hoy teníamos entreno la verdad no quería ver a Alissa, y es que todavía no lograba explicar como había tenido el atrevimiento de investigarme como sí de un misterio se tratara, ¿Qué era lo intrigante que veía en mí para ponerse a hacer ese tipo de cosas?
El aviso de una llamada interrumpió mis pensamientos así que al ver el numero desconocido solo me limité a contestar con extrañeza.
—¿Diga? — Pregunté
—¡Adam! — Exclamó una voz conocida para mí con alivio — Mira sé que te parece raro pero no sabes lo que tuve que hacer para conseguir tú número — Tomó una pausa antes de continuar — Lo siento...Yo siento que no tuve la oportunidad de aclararme contigo como pasaron las cosas, y es que en ese momento Connor estaba...
—No — La corté —Sí quieres darme una explicación o lo que sea, lo haremos mañana luego de las clases, la verdad es que hoy no me siento con la energía para hablar — Sin darle tiempo de replicar corté la llamada.
"Necesitaba saber algo importante sobre él"
Las palabras de Alissa sonaban en mi cabeza mientras me dirigía a la playa pública de la ciudad.
¿Qué es lo tan importante que quieres saber de mí Alissa?
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