Alissa

Mientras Davine esperaba de forma impaciente en su auto, me dirigí a la pequeña entrada que ya estaba desgastada por los años, pero aún así, la calidez que me trasmitía ese lugar estaba intacta.

—Buenas Tardes — Exclamó Jhon que al verme una gran sonrisa se marcó en su rostro dejando a la vista pequeñas arrugas en la comisura de su boca — Querida Lara, ¿A qué se debe esta sorpresa?, ya van dos en este mes.

—¿Dos? — Pregunté confundida.

—Sí, Matt vino hace como una semana — Una extraña emoción me invadió — Le dije que también venías y que sorpresa al darme cuenta que ni siquiera se reconocía.

—¿Él sabe mí nombre? — A pesar de aparentar tranquilidad, tenía el corazón en la mano porque en definitiva no soportaría saber que ya los sabía y no se había acercado a ella.

—Sabes que nunca te llamo de otra forma que no sea Alissa así que no recuerdo tus otros nombre — Una gran tranquilidad me invadió — Estaba tan distraído, que ni siquiera me preguntó por tu apariencia, lo que me lleva a pensar que no estaba seguro seguías igual que hace años o estaba en otro mundo para dejar escapar esa oportunidad.

—Igual podrías habérselo dicho.

—Pero la verdad quise que ustedes mismo se descubrieran, yo solo les di un empujoncito — Suspiró con dramatismo — Digamos que me creí cupido.

—Entonces pierdo mi tiempo sí intento que me digas como es su aspecto ¿Verdad? — Sonreí ante su ocurrencia.

—Estás en lo correcto. — Cuando le pasé el aporte que daba mensual al orfanato se acercó a mí con una sonrisa — No sabes lo orgulloso que estoy de ver como has avanzado en tu vida Lara, espero puedas luchas con esos demonios que te persiguen.

—¿A qué...? — Pregunté confundida

—Cuando era joven también recurrí a las drogas y vaya que cometí errores de los que me arrepentiré toda la vida — Hizo un pausa — Espero logres ganar tus batallas a tiempo, y estoy segura que él será un apoyo para ti.

Cuando me despedí de Jhon luego de pasar un rato con los niños como siempre lo hacía en mis visitas, junto a una impaciente Davine nos dirigimos a lo que sería el próximo lugar en mi plan, y ese era la universidad.

—¿Cómo se supone que entremos a la sala donde se encuentran los expedientes de todos los estudiantes? — Preguntó curiosa al escuchar mi no tan racional plan — Y no me he olvidado de que aún evitas decirme la razón por la que hacemos todo esto.

—Se supone que tú eres la mente maestra en todo esto — Exclamé al ver que no teníamos una solución — Por lo otro, hasta que no tenga seguridad de lo que sospecho no puedo decirte, quizás todo es una estupidez.

—Creo que hoy está el chico que es nieto o familiar del decano, así que podría utilizar todas mis armas para encantarle y dormirlo con mi poción de amor — Dijo moviendo las cejas divertida — Espero que no me expulsen por romperle el corazón.

—Eso suena demasiado cliché — Bufé — Espero que sea igual de efectivo que en las películas.

Cuando llegamos a la universidad, aparcamos unas manzanas más atrás pues ya era fin se semana y todo daba la apariencia de estar cerrado, pero los sábados la parte administrativa asistía lo que encajaba perfecto con lo que teníamos planeado hacer. Cuando llegamos a la entrada, el guarda nos dejó pasar al ver el carnet estudiantil que teníamos con la excusa de una cita, así que nos dirigimos a la sala de expedientes con total confianza, pero al llegar y ver que el chico que se supone debería estar era reemplazado por Krishna nos hizo frenar en seco.

—Mierda — Susurró Davine — Yo no tengo ningún problema con coquetear a alguien de mi mismo sexo, pero estoy segura que lo único que haremos es que nos saque a patadas y si tenemos mal suerte hasta el decano se entere.

—Tengo una idea — Dije a lo que ella me miró expectante — Podría decirle que te robaron o algo así de tal manera que ella se centre en ti y yo pueda entrar, buscar un expediente y salir — Al ver su expresión de confusión cerré los ojos — Estaba mejor en mi mente.

—Tiene sentido, solo que como por qué yo entraría hasta este lugar luego de que me robaran — Dijo pensativa y luego de unos segundos sus ojos brillaron — Pégame.

—¿Qué? — Pregunté sorprendida — Estás loca no pienso hacerte eso.

—Muy obvio de tu parte Ali, tendré que hacerlo por mi cuenta — Dijo a la vez que estampó su mano en su propia mejilla, y ante mi confusión solo me guiño el ojo para entrar casi corriendo llamando la atención de Krishna.

—Chica pero... ¿Qué ha pasado? — Dijo preocupada al presenciar el estado de mi amiga.

—Mi novio...Me dijo que lo acompañara a sus entrenamientos de fútbol y lo encontré con otra, lo he amado por mucho tiempo, yo solo estaba buscando escapar, perdón por entrar de esta manera, un corazón roto nubla la visión — Suspiró dramáticamente mientras me hizo señas de que despertara de mi estupidez ya que me había quedado estática observándola.

En ese momento Davine la abrazó de tal forma que Krishna quedara de espaldas y ahí fue cuando pasé a paso rápido justo donde estaban los expedientes de los estudiantes nuevos ya que tenían que revisarlos por unos documentos que demoraban una semanas así que sí tenía suerte lo encontraría rápido.

Mientras mi mejor amiga le contaba su triste historia a la secretaria, busqué entre unas carpetas y ahogué un grito de emoción cuando encontré una donde escrito con un rotulador aparecía "Adam Johnson", no iba a negar que los nervios en ese momento estaban haciendo de las suyas ya que de repente mis manos comenzaron a temblar. Había dos posibilidades, y sí era sincera, esperaba con todas mis fuerzas que fuera Matt porque aunque traté de evitarlo, ya tenia todas mis esperanzas puestas en ello donde me costaría mucho superarlas sí se llegaba a tratar de un error.

Al abrirla me encontré con una imagen de él, esos ojos verdes igual de intensos como la primera vez que los vi, vaya que aún no comprendía cómo había logrado llamar mi atención desde que nos conocimos. ¿Acaso es cierto esa famosa conexión de la que tanto hablan en las historias románticas?

Luego de leer las cosas comunes, me detuve en el apartado donde estaba información personal como la edad y la ciudad de origen donde mi atención fue dirigida hacia su fecha de nacimiento que coincidía con la misma de Matt. Una gran sonrisa se formó en mi rostro mientras leía la fecha una y otra vez para comprobar que no era una visión.

Aunque quería seguir leyendo más sobre su vida me obligué a cerrar la carpeta y dejarla en el mismo lugar donde la encontré, pero debido al movimiento una pequeña imagen se resbaló llegando hasta el suelo donde me dispuse a inclinarme de forma rápida para tomarla donde al reconocerla fue como sí el mundo se hubiera quedado en silencio.

Aparecía Adam cosa que no me alarmó, pero esta vez rubio el cual era su color natural, así que ya no había ninguna duda en mi cabeza, eran la misma persona y ver al mismo niño que dejé con dolor en un orfanato ya mucho mayor provocó que una gran emoción me invadiera.

Lo había encontrado, ahora lo tenia a mi lado después de años imaginando un abrazo de él, deseando su sola presencia para apaciguar mis momentos de oscuridad como lo hacía cuando era pequeña.

Un gran interrogante ahora aparecía en mi cabeza...

¿Estaría él igual de dispuesto que yo?

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